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Capítulo 38: Muggle Style.

No resultó difícil encontrar a Sirius en la abarrotada estación 9 y 3/4, pese a su nueva condición de hombre libre (condición a la que curiosamente El Profeta no había cubierto), la gente lo evitaba como la peste, probablemente por ello resultó tan curioso que una avalancha de adolescentes variopintos se acercaran a él. -Bien, chicos, ¿están listos para una pascua de hombres bromistas?- dijo a Harry y Draco frotandose las manos con una sonrisa. -Hmm.. si, sobre eso.. nos preguntábamos si podrías llevarnos de compras al mundo muggle antes de regresar a casa.- dijo el chico de la cicatriz. La sonrisa de Sirius se volvió en una mueca de confusión. -Claro...- soltó algo duvitativo. -Pero tendría que enviar una lechuza a Gringgot's para cambiar el dinero.- Invitus se adelantó. -No es necesario, trajimos lo nuestro.-

Sirius pareció suspirar. -No era la clase de vacaciones de hombres que esperaba...- soltó con cierto desgano. -Pero claro, puedo llevarlos. ¿Por qué al mundo muggle?- A mi hermano se le tiñeron las orejas de nuevo, pero Lil no pareció avergonzarse. -Queremos ir el fin de semana al mundo muggle todos juntos. Y como verás... algunos de nosotros necesitan... Ayuda, si quieren pasar por muggles.- dijo echando una mirada a la apariencia de Luna, Neville y Draco. Sirius volvió a reir. -Claro, no hay problema. Será mejor que hable con Molly y Arthur al respecto.- dijo alejandose. Unos minutos más tarde, Sirius había hecho los arreglos con nuestros padres, los de Hermione, el extraño padre de Luna y los demás adultos que esperaban a sus niños en la plataforma. Lil parecía algo incómoda. Parecía ser la única a la que nadie esperaba allí. De pronto, una mujer de aspecto severo y coleta de caballo tirante se acercó. -¿Lilith?- la chica se dió vuelta y su expresión se transformó. -Tu padre me pidió que te recogiera para llevarte a la casa Prince.- dijo. -Aprovechando que debía estar aquí para recoger a mi sobrina. ¿Conoces a Susan?- hizo un gesto a una chica que se removía algo incómoda detrás de ella. -Oh, Señora Bones, claro... humm... en realidad esperaba salir con mis amigos.- respondió. La mujer le dedicó una risa que la hizo verse más atractiva, si eso era posible. -Llamame Amelia, por favor. ¿Con quién irás? Tu padre no mencionó nada sobre una salida...- Lil se mostró un poco incómoda, estaba claro que no esperaba que la nueva novia de su padre se presentara allí. -Hum... no, fue algo que surgió en el tren.- Respondió.

-Amelia, ¿qué tal estás?- dijo Sirius acercándose. -¡Sirius! Es un gusto verte nuevamente como un hombre libre!- dijo amena -¡Ja! Habla por ti... la mayoría de las personas en la plataforma no dejan de verme como si aún llevara el letrero de Azkaban.- respondió. -¿Tu llevarás a los niños?- preguntó la mujer, colocando una mano de largas uñas pintadas en el hombro de Lil. -Si, ya estuve hablando con varios padres... Pero no sabía que vendrías por la pequeña Snape.- se acomodó el cabello hacia atrás con una mirada pícara. La mujer pareció avergonzarse levemente. -Oh, si.. es que... su padre...- Sirius rió con gesto teatral -Oh, si, su padre... ¿Amelia, es que estás saliendo con el viejo Quéjicus Sape?- Lil aprovechó a soltarse del agarre de Amelia para responder. -Es prince. Severus Prince. Y tu, de todo el mundo, deberías ser más flexible en lo que refiere a la imagen del pasado que tenemos de las personas.- Amelia pareció relajarse con las palabras de Lil. -Y volviendo a tu pregunta: si, estoy saliendo con Sev.- respondió haciendo ondear su cabello. Lil le dedicó una sonrisa y un gesto de asentimiento. Sirius levantó las manos en seña de rendición. -Claro, tienes razón joven Prince.- le dedicó una reverencia. -¿Está bien si me la llevo, entonces? Luego me aseguraré que regrese a la casa Prince por mi chimenea, de ser necesario, yo mismo la llevaré. De todas formas, sería algo deprimente que pasara sus primeros días de vacaciones sola a la espera de su padre. Tal vez Draco pueda hacerle compañía.- soltó hechando una mirada a su sobrino. Con ello, el gesto de Amelia volvió a endurecerse. -Lilith debe prepararse para sus exámenes, y no creo que su padre consienta que se pase las vacaciones con un chico, en vez de estudiar.- 

Draco se adelantó al notar que la cara de Lil se ensombrecía. -Supongo que podemos consultarlo con él, cuando regresemos. Le enviaremos una lechuza. Además Lil está preparando los exámenes de tercero, año que Harry, Invi, Hermione, Ron y yo estamos cursando, así que no creo que el profesor Prince tenga reparos en permitirle un tutor. No sería la primera vez.- Ante esto, Amelia pareció dudar, luego dedicó una mirada de desconfianza a Draco y se dirigió al adulto del grupo. -Bien, Sirius, si crees que puedes encargarte, comunícate con Sev cuando regresen.- dijo. -Por supuesto, Amelia, tienes mi palabra. Me comunicaré con el viejo quej... -hechó una mirada de recelo a Lil, que casi lo incineraba con la mirada y se corrigió -a Severus.- respondió él en tono jovial, lo que no contribuyó en absoluto a la confianza de la señora Bones.

Unos momentos más tarde se dirigían en grupos a la entrada del anden. -Bien, deberíamos dividirnos para que ningún muggle note que de pronto doce adolescentes y un muy atractivo adulto aparecieron de la nada- dijo con ínfulas Sirius. Ginny, Juliet y Hermione le rieron la gracia, pero Draco y Harry parecieron removerse algo incómodos ante la seguridad que desprendía aquel hombre. Había que reconocerle que para haber pasado doce años en Azkaban, se lo notaba jovial y bien recuperado. Estaba claro que la libertad le sentaba bien. -Yo iré primero- dije sujetando a Luna por la mano. -Nunca he atravesado la barrera.- Comentó ella en tono ensoñador, lo que me recordó que no era la unica. -Tal vez los que lo hayan hecho, deberían tomar a alguien que no consigo.- sugerí. Neville se movió temeroso hacia Hermione y Juliet sujetó con emoción a Ron. -¿No te pasas las vacaciones en lugares muggles? ¿cómo es que nunca atravesaste la barrera?- Juls se encogió de hombros. -Mamá suele recogerme en el anden, y luego volamos a casa.- Sirius rió -brujas volando a casa en escoba... ese Cliché tiene su encanto.- Juliet se volvió haciendo ondear su espectacular melena tras de sí -Lo tiene si vivies con el dueño del imperio de las Nimbus.- respondió dedicando una mirada segura, que enfatizó con una sonrisa maliciosa.

Atravesé la barrera con Luna pegada a mi brazo. Podía  sentir su respiración emocionada a mi lado y su fuerte apretón en mi mano, aunque no podía ver nada. Al reaparecer del otro lado, contemplamos King's Cross... Estaba curiosamente vacía para la fecha y el horario habitualmente concurrido. Nos siguieron Draco y Lil, Neville y Hermione, Ron y Juliet, Ginny y Thadeus, Harry e Ignatius. Cuando nos volvíamos para recibir a Sirius un guardia nos gritó desde un lateral de la entrada -¡Hey! ¿Qué hacen aquí? ¿No saben leer o qué?- todos nos miramos con algo de confusión. -¡La estación está cerrada por remodelaciones. Es peligroso que estén aquí!- gritó el hombré. Sirius apareció del otro lado de la barrera. -¡Santo cielo!- gritó en muggle. -¿Usted está a cargo de estos chicos?- Sirius se sobresaltó, borrando su sonrisa confiada -Humm... si, eso parece.- soltó. -Bien, ya puede llevarlos de aquí. He estado corriendo a chicos desde hace varios minutos. Debe ser una de esas bromas de internet, pero está perdiendo la gracia. Y, lo más extraño de todo es que no he visto que ninguno llevara cámara.- Al ver la expresión confusa de Sirius, Hermione se adelantó -Claro, es un desafío de redes sociales, ya sabe como somos... jeje...- dijo dedicando una mirada al grupo que decía asientan ya. El grupo se balanceó en un rumor sordo de asentimientos. -Llevamos cámaras ocultas en la ropa. Son más cómodas para correr, pero supongo que nos ha atrapado y no lo subiremos a las redes, ¿verdad chicos?- El rumor volvió a sonar.- El guardia pareció recuperar la confianza. -Bueno, supongo que nadie subirá a las redes si los he espantado bien.- Hermione soltó el aire lentamente. -Seguramente no.- dijo con una sonrisa afable.

Tras salir de la estación (que por cierto si estaba cerrada con una cinta en la que se leía "NO CRUZAR" y varios carteles de "Zona de construcción" y "Peligro") nos dirigimos a un centro comercial. Noté que algunos en nuestro grupo miraban las cosas más mundanas con fascinación. Lil en voz baja les relataba a unos sorprendidos Neville y Draco sobre algunas de ellas. -Es un semáforo.- decía. -Nos ayuda a ordenar el tráfico y cruzar a la otra acera seguros.-  Los chicos se detenían a mirar a la gente cruzar la calle a la señal de los semáforos. -¡Qué ingenioso!- dijo Ginny sorprendida. -Humm... si, supongo...- dije. Sirius no dejaba de hecharle miradas a las mujeres que pasaban y dedicaba sonrisas coquetas a las que le devolvían la mirada. -¿No tienes un novio, Sirius?- dijo Draco. -¡Si, por favor! ¿Podrías comportarte?- soltó Harry que claramente se sentía avergonzado. -Oh, lo siento... ¿Acaso me pides que sea... SERIO?- soltó con una carcajada. Harry se golpeó la cara con una exasperada mano. -Solo creemos que al profesor Lupin no le gustará que su novio vaya por las aceras Muggles echando miradas cargadas de intención a toda chica que pasa.-  dijo con elocuencia Draco. -Oh, sobrino...- desechó la idea con un gesto de la mano... -comprenderás que las relaciones no pueden encadenar las miradas.- dijo dándose aires de poesía.

-Tal vez no, pero el amor puede hacer que solo tengas miradas para una persona.- dije, para mi propia sorpresa y la de los demás. Sirius pareció contemplarlo un minuto, pero luego regresó a su auténtico y despreocupado ser. -El amor adolescente es tan... idealista.- rió su propia gracia. -Lunático me conoce, sabe cómo me comporto, y está en paz con ello. Además, por muchas miradas que dedique, ninguna de estas mujeres llegaría nunca a mi cama. De ello pueden estar seguros.- susurró mientras se volvía para guiñar a una rubia de curvas marcadas. -Pero la emoción del cazador jamás se pierde.- soltó. Hermione, Juliet y Lilith se volvieron con miradas ofendidas. -¿Cazador?- dijo la primera. -¡Si claro, como si ese cazador pudiera darle a algo de lo que divisa!- dijo Juls, -es absolutamente machista de tu parte que te refieras a las mujeres a las que miras como presas.- soltó Lil. -Bah, tranquilas chicas. Soy un deportista de la seducción.- Las chicas bufaron y oí a mi legeremante amiga murmurar para si algo que sonaba como "misógino idiota". 

...

Cuando llegamos al centro comercial agradecí tener una excusa para alejarme de Sirius Imbécil Black. Me dirigí con el resto de las chicas al piso de damas e inmediatamente allí perdimos a Juliet de vista. Cuando la encontramos estaba debajo de una pila de prendas de lentejuelas y colores brillantes que desprendían luces reflejando la artificial luz del piso. Hermione miró la pila con velado horror. -Humm... Juls, deberías buscar algo más...- se detuvo, como si buscara la manera de decir "menos tú" de forma amable -... Discreta.- finalizó. Luego se la llevó por un pasillo en busca de jeans. Me volví para encarar al resto del grupo, pero ví la rubia cabellera de Luna junto a Ginny lejos en un pasillo lleno de vestidos informales. Supuse que estarían bien solas... Igual que yo. Aunque tenía ropa de calle, traía algo de dinero que Severus me había dado, así que supuse que estaría bien escoger un par de prendas nuevas. Tomé unas leggins negras, un bonito par de botas y una camisa a cuadros suficientemente larga para cubrir mis caderas anchas. A medio camino hacia los probadores, una camiseta negra con el lema "Magic is everywhere" llamó mi atención y pensé -al diablo, ¿por qué no?- Recogí una de mi talle y seguí. Hermione ya estaba allí con algunas prendas en su brazo. Y una mirada de preocupación.

-¡Oh, por Merlin! Gracias al cielo estás aquí. Necesito tu ayuda.- dijo señalando dos probadores. -Luna parece un elfo doméstico recién liberado, se ha puesto todas las prendas que le han gustado una encima de la otra, y Juls parece que está a punto de recorrer una alfombra roja.- dijo algo exasperada. -Hum... Bien, yo voy por Luna, y tu por Juls- dije dejando en un gancho la ropa que había apartado para mi. Cuando descorrí la cortina del probador de Luna, no estaba preparada para lo que me esperaba. -¡Oh, no...!- dije dejando que mi mandíbula cayera. Ginny, que se apareció para ver sobre mi hombro soltó una risita -¡Luna, ¿qué llevas puesto?!- chilló. -O mejor... ¿qué no llevas puesto?- se corrigió. Luna contemplaba su reflejo embelezada. Traía unas converse con estampa floral, unas leggins con estrellas iridiscentes debajo de un short con un parche de unicornio de lentejuelas, y la camisa de un pijama con panditas, que había metido dentro de la pretina del short. Además traía una campera inflada de un amarillo limón tan brillante que podría hacer daño mirarla fijamente y un gorro de lana con pompones que imitaban orejas de oso. -¿No es ropa adecuada para un muggle?- preguntó. La decepción brilló en sus ojos. -No, pero podemos conservar la esencia, bajando un poco la intensidad...- sugerí. -¿Solo un poco?- dijo Ginny. 

Por primera vez la contemplé. Para mi sorpresa, la chica había usado el paseo hasta el centro comercial para observar a los muggles, y había logrado armar un conjunto apropiado sin ayuda. Traía unas zapatillas deportivas coloridas, unas leggins como las mías, un top deportivo rojo y una campera deportiva a medio prender. Además había recogido una campera más gruesa, un jean y un canguro del mismo estilo que las zapatillas. Suspiré aliviada. -Me llevé a las dos chicas de regreso al pasillo de donde luna había escogido algunas de sus prendas. No logré hacer que desistiera de sus converse con flores, así que me apegué a ellas para formar un conjunto, cambiamos las leggins estrelladas por unas medias de un color naranja pastel, el short por una jumper de jean con peto y la camisa de pandas por una camisa naranja lisa. Tuve algunos problemas para que dejara la campera inflada y el gorro de lana, pero Ginny encontró una linda sobrecamisa blanca con botones de flores naranja y amarillas que logró convencerla, y conseguimos un broche con una gran moña a juego, que hizo que finalmente desistiera del gorro con pompones. También conseguimos unas caravanas de panditas que la hizo sentirse bien sobre el tema de quitarse sus rábanos. Al final, Luna se veía como una adolescente algo aniñada y estridente, pero que podía pasear por las calles de Londres sin levantar todas las miradas de cuanto ser humano y animal se cruzara. 

Finalmente bajamos al piso de los chicos con nuestras prendas. Allí nos esperaban Hermione y Juliet. Me complació ver que en el brazo de Juls ya no había prendas con lentejuelas. En su lugar, traía un jean fuxia, unas jordan blancas y varias prendas de colores neutros. Miramos en todas direcciones hasta que la risa de Sirius nos indicó que los chicos seguían allí. Cuando llegamos el hombre estaba recargado en un mostrador con la mirada perdida en el largo pasillo de probadores. -¡Niñas! Confío en que no habrán tenido problemas para elegir sus atuendos...- dijo hechando una mirada a nuestra carga. -Para nada...- dijo Hermione nerviosamente. -¿Por qué?- Sirius se revolvió el cabello. -podríamos requerir su ayuda...- soltó cansinamente. -Si me hubieran escuchado, todos se verían increíblemente seductores como yo en un traje informal.-

...

Al oír las palabras de Sirius, Lil se dirigió como una exhalación hacia nosotros -¿Dónde está Draco?- pregunto alarmada. Invitus señaló un probador de cortina aún cerrada pero yo adiviné su preocupación -Tranquila, no dejaré que mi primo se pasee por Londres en traje de pingüino. Aunque aún así tiene la apariencia de la realeza intentando pasar desapercibida.- Invitus rió mientras Lil salía disparada hacia el probador. Una dependienta se dirigió hacia nosotros chistando a Lil. -¡Esos son los probadores de caballero!- chillo hacia la chica que se metía sin reparo en uno de ellos. -Tranquila,- soltó Invitus a la alterada mujer -no verá nada nuevo.- dijo con una risita. Ello no pareció tranquilizarla, pero se alejó murmurando sobre lo alborotadores que podían ser los adolescentes.

Poco después Lilith salió más calmada del probador. Cuando llegó junto a nosotros suspiró. -¿Tuvieron algún problema eligiendo la ropa?- preguntó mirando nuestras manos ya cargadas con algunas bolsas. -A parte de tener que convencer a Neville de salir del pacillo de adulto mayor, quitarle las camisas a cuadros, los mocasines, las sandalias de cuero, los calcetines blancos altos y las bermudas de turista, quitarle a ron las camisas hawaianas, alejar a tu novio de los trajes y el hecho de que mi padrino no dejara de seguirnos a todas partes sugiriendo que usaramos trajes informales, no. Ninguno.- dije enumerando con los dedos. La chica rió -¿Y ustedes?- pregunté, imaginando lo fatídico que podría ser intentar que Luna no llamara la atención. -Humm... Bueno, nadie intentó combinar leggins iridiscentes con camisas de pijama.- dijo con un gesto teatral. -Y si escuchan eso, no es verdad.- Una cortina se descorrió cerca de nosotros..  -¿Harry?- la temblorosa voz de Neville provenía de ella. Suspiré y me dirigí allí. Heché una mirada. -¡Nada mal Longbottom!- pareció aliviado. -Vengan a ver esto.- dije a Invi y Lil. Neville traía unos borcegos marrones, un jean clásico, una remera blanca y un saco de hilo. Le daba un aspecto relajado y clásico. Se veía como él mismo, en lugar de una versión juvenil de su tío.  -¿Qué opinan chicos?- preguntó con una sonrisa -¡Me veo bien!- Lil e Invi aullaron y obacionaron por toda respuesta. Neville pareció tan animado como podía estar. -¿Que es todo ese alboroto?- preguntó Thad, que traía unas zapatillas en la mano y corría hacia nosotros con Ignatius y Sirius detrás. -¡Por Merlin, Neville! Te ves increíble.- dijo Ignatius algo aliviado.

Ron salió del probador fascinado y emocionado por su ropa nueva, mirando cada detalle de lo que llevaba puesto -Bueno... esto me lo eligieron ustedes...- dijo, mirando hacía donde estábamos con Invi -... así que debe de estar bien ¿no?- pregunto, con un poco de espanto por si lo hacíamos probarse mas prendas. El estilo leñador le quedaba muy bien, unas botas de cuero negras, un vaquero clásico, una camiseta negra y una camisa de franela a cuadros, como si fuera hecha de tartan escoses componían el atuendo y le daban al pelirrojo un porte casual y cool. -¡Estas hecho un galán!- soltó Juls. -¿Ese es mi hermano?- comentó Ginny -Quién hubiera pensado que podrías verte bien.- Juliet levantó la mano como movida por un impulso irrefrenable -¡Yo si!- respondió, haciendo que las orejas de mi amigo se colorearan intensamente, al punto que le darían envidia a un par de tomates. -Humm... chicos...- la voz del rubio nos hizo darnos vuelta, Draco estaba de pie fuera del probador tironeando de una camisa negra entallada, y un pantalón ajustado a juego. Había cerrado el atuendo con un par de zapatos informales del mismo color. La piel pálida del chico parecía refulgir bajo el contraste. -¿Están seguros de que es el talle correcto?- preguntó aún algo incómodo y tirando de la ropa en lugares bastante impropios. Lil se veía hipnotizada -Si. Definitivamente. Absolutamente, si.- respondió aún en trance. Sirius chilló y aulló en medio de sus propios aplausos. -¡Ahí está el porte de los nuevos hombres Black! ¡Excelente elección, chico! Si sigues así y escuchas mis consejos, te haré un seductor como tu tío.- soltó. A Draco no pareció entusiarmarlo tanto la idea. -Me parece que la cárcel te dejo chiflado. No quiero ir por la vida babeando por mujeres que piensan que soy un idiota como tú.- Le respondió mi nuevo primo a Sirius y todos largamos la carcajada. Melancólicamente y tapándose los ojos como si fuera a llorar dijo -Ya no hay respeto por los mayores.- 

...

Pagué por todas las prendas de los chicos con la salvedad de Harry, Lil, Hermione, Juliet y Draco ya que todos ellos me dieron el dinero correspondiente a lo suyo, y a regañadientes, Draco aceptó que Harry pagara por lo suyo. Salimos de la tienda aún haciendo algunas cuentas de conversión de Galeons a Libras para que Tad me entregara el dinero correspondiente a sus prendas. -Bueno, tengo que pasar por un concesionario y luego podremos ir a El Caldero Chorreante para usar su chimenea.- dije. Mis compañeros me miraron raro. -¿Para qué quieres pasar por un concesio-no-se-qué?- Pregunto Ron -Un  proyecto, que resultara muy útil.- dije misteriosamente. Me coloque unos encantos de glamour para parecer mayor y entré a una  tienda de automóviles de lujo que había en el centro comercial dejando al resto, incluído a Sirius ciertamente aturdidos. -Buenas noches.- le dije a un vendedor -Quisiera comprar un Rolls-Royce Panthom, en color azul medianoche. Lo quiero en esta dirección lo más pronto posible.- y le entregue un papel con ella anotada -Claro señor.- dijo el hombre con una mirada algo asombrada de mi seguridad. -Pase por aquí, ahora mismo firmaremos los papeles.- me condujo a una oficina donde me enseñó los documentos de compra, que firmé con el nombre y datos de mi padre. Ya me encargaría de su reacción luego.

Salí 15 minutos después y todos me miraban aún más raro. -¿Qué fue eso?- pregunto Ginny. Me encogí de hombros quitándole importancia. -Solo compraba un auto. Con confianza y un poco de ayuda de confundus, los vendedores no cuestionarán nada con tal de llevarse la gorda comisión de una venta así.- Respondí. -¿Y para qué querías un auto de lujo?¿Y como puedes pagarlo?- Preguntó Ignatius -Tengo pensado abrir una empresa mágica en base a ellos, y el como puedo pagarlo es fácil...- no quería admitirlo, pero claramente no había usado mis fondos, que por muchos que fueran, una compra así me dejaría en ceros -... lo pague con el dinero de mis padres.- Sirius me miraba como si me hubiera salido una segunda cabeza -¿Cómo es que no tenemos al cuerpo de aurores arrestandote en este momento? Los menores no pueden hacer magia fuera de Hogwarts y tienen un rastreador para sancionar esas acciones.- Dijo, perplejo de que no ocurriera nada -Las normas de su ministerio son... una mera sugerencia para mi, y aunque si me atrapan rompiendo algunas como esta, me ganaría una extradición...- respondí, levantando los hombros -Pero, ahí esta la clave... Si me atrapan.- Hermione me miro horrorizada, pero milagrosamente no dijo nada.     

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