Capítulo 36: Noticias y sospechas
-¡Esto tiene que salir en el periódico de primera hora!- chilló un hombre regordete con la cara sudorosa. -Skeether ya está en camino del ministerio.- dijo con un leve tembleque en los labios. -¿Señor, está seguro de que el señor Cuffe estará de acuerdo en enviar a Rita después de lo que pasó a principios de año con los chicos de Hogwarts?- preguntó una bruja bajita y atractiva sentada detrás de un escritorio. -Esto no tiene nada que ver con Hogwarts. Además Rita fue la que cubrió el juicio hace años. Estoy seguro de que a sus lectores les encantará que ella retome la historia.- dijo, y esa vez sonó más seguro. -Señor Amorín, el Señor Crouch ha enviado un vociferador. Es para usted.- volvió a hablar la mujer del escritorio. El editor de seguridad de El profeta, Richard Amorín, tomó el pequeño sobre rojo. Desató el cordón y entonces el papel se plegó para tomar la forma de una boca, que habló con la voz del Director del Departamento de Cooperación Mágica Internacional: Bartemius Crouch: -Richard, amigo. Entiendo que este es un momento de revuelo en tu departamento de prensa, pero te agradeceré que uses esto como única respuesta, ya que no pienso recibir a nadie en mi oficina o residencia: La perdida de mi hijo es un momento trágico, en especial después de la muerte de mi esposa. Me encuentro bastante atormentado por tantas perdidas en tan poco tiempo, pero mi hijo ha muerto como lo que era: un criminal. Su destino no es otra cosa que la consecuencia de sus actos y por ello, aunque me duela despedirlo en estas circunstancias, no pretendo dar ninguna declaración de duelo. Te agradezco, viejo amigo, que respetes esto como un deseo de privacidad. Y demás está decir, que puedes citar estas palabras en tu periódico. Entiendo que no puedo dejarte sin material de trabajo tampoco, y que muchos estarán esperando el profeta de mañana para leer lo que su periódico favorito tiene que decir sobre la muerte del hijo del funcionario del ministerio en Azkaban.-
El señor Amorín lo consideró brevemente. -Envía una lechuza urgente a Rita.- ordenó. -Dile que el señor Crouch no hará declaraciones, pero tenemos suficiente para que escriba una columna al respecto aquí.- La bruja asintió y tomó pergamino y pluma. Redactó una breve nota y la ató a la pata de una gran lechuza gris que se encontraba posada en un rincón de la oficina. -Llévasela a Rita, Rómulo.- dijo, dándo al ave un pequeño bocadillo. El ave picoteó de la palma de la mujer y luego salió despedida por la ventana abierta. Unos minutos más tarde, la reportera de chismes rubia y con lentes de colores apareció en medio de una llamarada verde en la chimenea. -¡Richard! Pasé horas en el ministerio intentando hacerme con la exclusiva de Bartemius y luego recibo ésto!- dijo sacudiendo indignada la nota. -¿Qué se supone que tenemos aquí que no pudiera sacarle al viejo Barti?- Amorín le arrojó el vociferador abierto. -Barti no hablará, pero nos ha dado permiso de usar sus palabras en nuestra columna. Puedes escribir lo que quieras. Pero no te permitiré acosar a un hombre en medio de dos pérdidas tan trágicas, Rita. Barnabas no tolerará más problemas y no pretendo darle motivos para que monte otro escándalo como el que se desató cuando el abogado de los Perit se presentó aquí.- sentenció. La mujer pareció frustrada, pero asintió. -¿Qué dices de Amelia? ¿Puedo entrevistarme con ella?- preguntó con una pequeña sonrisa. Amorín se encogió de hombros. -Puedes escribirle si gustas. Si accede a ser entrevistada, está en tus manos.- afirmó.
...
En la primera mañana de vacaciones de pascuas, el colegio se veía más agitado que de costumbre. Y no solo por los estudiantes que traginaban de aquí para allá con grandes baúles listos para ir a casa, sino porque, aparentemente, todos caminaban con su nariz metida en la primera edición del profeta. Estaba untando mantequilla en una tostada con Luna sentada a mi lado y Lilith al frente, aunque no estaba seguro de que estuviera leyendo el enorme libro que sostenía o si se había dormido bajo él. Llevaba unas semanas bastante intensas, y no la culpaba, aprobar todo tercer año en un trimestre parecía el desafío más grande que había enfrentado hasta ahora. -¿Qué es tan interesante sobre El Profeta de esta mañana?- pregunté a nadie en particular. El chico Hufflepuff con el que Juliet había estado saliendo iba pasando detrás de mi y me enseñó la portada. -¿No lo has oído? El hijo de Barti Crouch. Era un seguidor del inombrable. Y ha muerto en Azkaban.- respondió. Miré un momento las fotos de la portada. -No tenía idea de que tenía un hijo.- comenté. -Fue a Azkaban tras la caída del inombrable. No es extraño que no lo supieras, según la nota de Skeeter, su padre no le tenía el mínimo de aprecio. En lugar de pelear por él o intentar probar su inocencia, lo envió a Azkaban sin el menor reparo. Skeeter dice que no quería que dañara su posición en el ministerio.- afirmo. -Hmm... Yo creería solo un tercio de lo que Skeeter escribe. Y eso, siendo en extremo generoso.- respondí sínico. -Oh, claro, ¿porque ella descubrió lo de tu amorío con la hija de Snape?- dijo encogiendose de hombros. -De hecho,- dije arrancando el periódico de sus manos. -porque ella tiene la tendencia de fabricar sus propias historias, sin ninguna base solida. Más que periodismo, lo que esta mujer hace es tejer fábulas muy bien elaboradas, pero falsas al fin.- solté. El chico hizo un gesto restándole importancia -Como sea, en este artículo, ha citado al propio Bartemius. Tal parece que el hombre se ha negado a declarar, pero ha enviado una carta al profeta y dado su permiso para divulgarla. Puedes quedarte con el periódico si quieres.- dijo haciendo un gesto al tomo que ya me había apropiado. -Gracias.- respondí y el chico siguió su camino.
Como era de esperarse, la nota de Skeeter era tan sensacionalista como la última que había leído, es decir, aquella en la que Lil y yo habíamos protagonizado un pequeño escándalo. La nota resaba:
LAS TRAGEDIAS EN LA VIDA DE BARTEMIUS CROUCH:
Está claro que la vida del señor Crouch ha estado plagada de logros en el ambito profecional; En el ministerio, algunos se refieren a él como el próximo ministro de magia. Sin embargo, es curioso pensar lo que estos logros le han costado a nivel personal. Hace 12 años, tras la caída de quién no debe ser nombrado, los juicios a sus seguidores se volvieron tan alarmantes como podrían imaginarse, y muchos de aquellos brujos y brujas, estaban dispuestos a dar nombres de otros seguidores, a cambio de una condena reducida. Fue así que durante el juicio de Igor Karkarov, el nombre de Barti Crouch salió a la luz. En un principio, todas las miradas se dirigieron a nuestro querido director del departamento de Coordinación Mágica Internacional, pero inmediatamente, Karkarov hizo la salvedad: Junior. Fue así como el hijo del prominente político fue arrestado, y sentenciado a perpetua en Azkaban, ya que éste se negó a revelar más nombres, sin mencionar que admitió su participación en los crímenes contra los aurores Longbottom.
Aunque Crouch Jr. no delató a sus cómplices, la jefa del departamento de seguridad mágica Amelia Bones, afirmó que tras arduos esfuerzos de su departamento, lograron identificar a los dos hermanos Lestrange y a Belatrix Lestrange, esposa de Rudolph, como los otros perpetradores de dicho crimen. En la noche de ayer, el departamento de seguridad mágica fue notificado de la muerte de Crouch Jr. Su cuerpo fue entregado al Señor Crouch Sr. quién hace poco tiempo, despidió a su esposa. Las tragedias en la vida de nuestro querido amigo, parecen seguirlo, sin embargo, él no abandona sus principios "Murió como un criminal, eso es lo que era. Y su destino no es más que la consecuencia de sus actos." afirma en una nota enviada a la editorial. Lamentamos todo lo que ha acontecido en la vida de tan prominente político y esperamos que su inquebrantable fé en la justicia y sus valores morales continúen haciendo de nuestro mundo, un lugar más seguro y feliz.
-¿Algo interesante?- preguntó Luna sacándome de mi ensimismamiento. -No lo sé. Tal vez.- Respondí. Había algo curioso en la noticia, aunque no lograba identificar por qué me resultaba tan incómoda. -Debo ir a terminar de juntar mis cosas.- dije poniéndome de pie. -Deberíamos despertar a Lil.- dije, señalándola. Sus ronquidos ya no dejaban lugar a dudas sobre si en verdad leía. -¡Ey, Lil!- dije sacudiendo un poco su brazo. La chica me dedicó una mirada confundida e inmediatamente saltó alarmada -¡¿Cuánto tiempo estuve dormida?!- chilló. -Solo unos minutos. -¡¿Unos minutos?! ¡Tengo un estricto itinerario de estudios que seguir, no puedo dormir en cualquier momento! Oh, no. Ni siquiera terminé el capítulo.- protestó. -Debo ir a terminar de alistar mi baúl y luego a la biblioteca a pedir que me renueven este libro o no podré llevarlo a casa y estaré perdida.- dijo, y salió como una exhalación.- Luna la miró correr por entre las mesas -Ni siquiera a probado bocado.- dijo con algo de preocupación en su voz. -No te precupes Luna, ya comerá algo en el tren. Ahora, debo ir a mi habitación.- dije cortés y me retiré.
Una vez en mi habitación, metí a Artemisa y atenea en sus jaulas. Terminé de recoger mis libros y me cambié de ropa, dejando mi uniforme de Ravenclaw sobre el baúl sin un orden particular. Me asomé a la ventana y encendí un cigarrillo. No creí probable que me castigaran a horas de partir. Algo seguía molestándome. Tomé algunos recortes de profetas pasados junto a la nota sobre los Crouch, una hoja de pergamino, pluma y tinta y garabateé una nota a mi padre. -Esta noticia parece tener a todo el mundo en ascuas. No tengo idea de qué significa, pero hay algo que me molesta. ¿Podrían echarle un vistazo?- escribí. Luego salí de mi dormitorio y me acerqué tanto como pude a la escalera de mujeres. Me concentré en Lil y la enconté. -¿Otra vez urgas en mi mente?- soltó como si no la sorprendiera sentirme en su cabeza. -Lo siento, necesito un favor. ¿Podrías prestarme a File?- Solo escuché silencio y luego pasos en la escalera. Lil bajaba con la jaula de file en una mano. -¿Para qué la quieres?- me inquirió. -Necesito enviar un mensaje a casa.- Le respondí, a lo que ella alzo las cejas suspicazmente. -¿Te vas a casa para las vacaciones?- volvió a inquirir. -No, solamente le comento a mi padre algo que me pareció sospechoso.- Lil pareció contemplarlo... -¿Algo con lo que pueda ayudar?- preguntó con su intensa mirada clavada en mi. -De momento no es nada. Y no quiero comentarlo aquí.- dije un poco osco -¿Sabes que tienes una manera de contarme las cosas sin que nadie nos interrumpa?- susurró en mi mente. -Lo se Lil, pero nunca sabes si existe otro legeremante cerca.- respondí por el mismo medio.
Ella puso los ojos en blanco, resopló, me tomó por la muñeca firmemente y me arrastró hasta las escaleras de los dormitorios masculinos, una vez parada frente a mi puerta me miró -¿Vas a hacer los honores o tendré que pedirle a Wandine que la vuele en pedazos?- preguntó. Con una floritura de varita (y un hechizo silencioso, pues no quería revelar mi cerradura), abrí la puerta, Lil la cerró detrás de si y conjuró -Muffliato.- Luego sus intensos ojos castaños volvieron a centellar: -¿Y bien?- Suspiré. -¿No te parece extraño que la esposa de Crouch enfermara y muriera, y luego una semana después muriera también su hijo?- Pregunté. Ella se encogió de hombros -Tal vez lo contagió en una visita a Azkaban.- sugirió. Negué con la cabeza. -Según el ministerio, Barti y su esposa solo visitaron una vez a su hijo. Justo antes de que su esposa muriera.- respondí y le alcancé el profeta de hacía una semana, en él rezaba:
LAS INFLUENCIAS MUEVEN AL MUNDO: El director del departamento de Cooperación Magica Internacional y su esposa, han sido los primeros en visitar a un prisionero en Azkaban; según las fuentes, ver a su hijo, prisionero en dicha instalación, fue el último deseo de la moribunda esposa de Bartemius Crouch Sr. Con lo que, el ministro y el departamento de seguridad mágica, arreglaron este encuentro.
Lilith leyó el artículo. -Entonces una madre moribunda desea ver a su hijo una última vez, un esposo devoto y con contactos políticos mueve algunas influencias para conseguir cumplir este deseo, luego ella muere, y el chico también. ¿Qué tiene eso de sospechoso?- preguntó. -El cuerpo de la esposa de Barti no fue velado, solo enterrado, sin que nadie más que él la viera... Y después de aquella visita, Barti visitó regularmente a su hijo. ¿Entiendes lo que quiero decir?- Lil me miró como si estuviera a punto de volar los engranajes de su cerebro. -No.- contestó contrariada. -¿Qué pensarías si tu hijo hubiera sido encarcelado y tu estuvieras muriendo?- pregunté. Ella miró suspicaz. -¿Crees que verlo no es todo lo que pidió?- Asentí. -Creo que ella tomó el lugar de su hijo.- Lil abrió los ojos enormes, como si fuera a engullirme a través de ellos. -¿Y entonces a quién enterró Crouch hace una semana?- Me encogí de hombros. -Si tuviera que adivinar, diría que un cajón vacío.- Ella se acomodó el pelo -¿Y las regulares visitas de Barti a su hijo en azcaban?- preguntó. -Pues... no puedes fabricar poción multijugos en una celda de Azkaban...- dije. Para este punto, Lilith tuvo que sentarse. -¿Sugieres que un funcionario del ministerio de alto rango, está involucrado en el escape de un prisionero de Azkaban? ¡¿No es una locura?!- apuntó. -Bueno, lo es. Pero creo que Barti necesitaba que la historia de su hijo acabara de una vez, nadie le permitiría ser ministro mientras mantuviera la mancha de su hijo en Azkaban. Y si es así, que mejor que la noticia de que ha muerto, mientras él lo tiene encerrado bajo su propia custodia. Y sale a los medios a defender que ha muerto como un criminal y que no tiene nada en contra de lo que ha hecho el ministerio al enviarlo a Azkaban.- .
-A todo esto, ¿no se supone que no sabías que Crouch tenía un hijo? Eso le dijiste al chico con el que sale Juliet.- Resoplé. -Mis padres no me enviaron a Hogwarts solo como un estudiante de intercambio...- dije intentando ser tan vago como pudiera. -¿Estás aquí como un espía?- preguntó sorprendida. Yo suspiré. -No precisamente... Es... complicado. Mis padres estaban preocupados por los constantes intentos de Voldemort por regresar. Después de que en mi primer año el señor tenebroso ocupara el cuerpo de un maestro de Hogwarts y casi se apropiara de la piedra filosofal; quedó claro que no estaba muerto. El regreso en forma de recuerdo con el que dejó en libertad al basilisco, fue una prueba de lo recursivo que puede ser. Así que ahora, la posibilidad de un antiguo seguidor liberado, no es buena señal. Necesito informar de mis sospechas a mis padres.- sentencié. Lil abrió la boca pero las palabras no lograron salir. -Y bien... ¿Vas a enviar eso o no?- preguntó de pronto. Tomé los recortes de diarios de sus manos y volví a preparar el sobre para enviar.
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