capítulo 23: Tutores, favores y primeros besos.
Después de haber comido tanto como para alimentar a un pequeño batallón, fuimos con Invi a sentarnos bajo un árbol a orillas del lago negro -¿Qué podemos hacer hasta que Potter y el profesor Lupin terminen de ponerse al día con Sirius?- dije con cara de aburrimiento, Invitus me respondió con otra pregunta -¿No tuviste suficiente emoción con lo de anoche? Simplemente podríamos sentarnos y disfrutar de lo poco que queda del verano- suspiró y se acomodó contra una gran raíz que le hacía de respaldo. -No es que no haya tenido suficiente emoción con lo de ayer, pero... Ahora que tengo la posibilidad de adelantar años, quiero aprovechar cada segundo para hacerlo. Podrías empezar a enseñarme el patronus, así no volveré a necesitar del vacío y terminar inconvenientemente inconsciente a media batalla- largue con una cara de emoción y ambición al mismo tiempo -¡Ah! Así que era eso... No, definitivamente no te enseñaré el patronus aún, pero podríamos ir a buscar a tus tutores, al menos tres de ellos.- dijo reflexivo -porque uno estará ocupado por un tiempo, y el otro ya está presente- terminó mientras se ponia en pie y me hacía una reverencia -por aquí mi joven Padawan- expreso con una sonrisa burlona. -No sabía que un refinado sangre pura supiera sobre la cultura muggle.- dije remilgadamente. -pense que con las exelente hamburguesas que te invite a principio del verano, había sido claro mi conocimiento no mágico.- respondió fingiendo estar ofendiendo -además, por más que la tecnología del cine sea muggle, el guionista no lo es: es un mago muy respetado en Norteamérica.- finalizó levantando las cejas, y dejándome estupefacta. -Ahora señorita, a lo que nos compete para que puedas realizar más de un curso este año- dijo volviendose serio -tu irás a por Draco. Supongo que no pedirá muchas explicaciones y estará encantado de ayudarte.- mientras me daba una sonrisa que parecía ser pícara -¿Me ayuda una vez cuando estoy en peligro de muerte, y ahora estará absolutamente dispuesto a ayudarme siempre?- solté intentando borrar su sonrisa, el me miró con cara de tonto. -¿No recuerdas nada de lo que ocurrió cuando convocaste el vacío?- me puse seria -Sentí a los dementores venir, di la voz de alerta, te vi correr hacia Black con papá, corrí detrás de ustedes pero algo me jaló, de pronto, me sentía helada y triste. Mamá estaba muerta, papá ponía sus obligaciones por delante de mi, tu... tú me rechazadas cuando expuse mis sentimientos. Estaba sola, y entonces comprendí que estaba rodeada y que no había escapatoria, intenté quitarlos de mi mente, pero fue imposible, volví a estar de pie frente al cajón de mamá, absolutamente sola. No había nadie más que yo para recordarla o llorarla, y luego dejé de sentir frio. Dejé de sentir. Creí que ya estaba muerta, pero entonces hubo una luz a mi alrededor, alguien rodeaba mi cuerpo con sus manos y ponía todo su empeño en protegerme. Alguien usaba sus recuerdos felices a falta de los mios. La luz me devolvió la suficiente conciencia para saber que debía hacer algo, la luz se sentía débil así que abrí el vacío, no podía ver ni sentir nada, luego, de pronto, el vacío se apagó, había una luz más intensa a lo lejos, pero no lograba comprender que era, solo sentí que caía y un par de brazos firmes me sujetaban y corrían conmigo. Ví los ojos verdes de Draco hacer contacto con los míos. Estaba cansado, pero seguía corriendo hacia el castillo. Y luego me desmayé. ¿Eso responde tu pregunta? ¡No tengo idea de lo que pasó después de que los dementores atacaron!- Invi parecía un poco incómodo... -Tendré que ponerte al corriente de algunas cosas que ocurrieron antes de que tú padre nos interrogue esta tarde, pero ahora, ve por Draco y luego por Ginny. Si pregunta, dile que necesito un favor de ella. Usa el mapa para localizarlos más rápido, pero trata que nadie lo vea- puntualizó seriamente -yo iré por Neville, luego por mi mate y mi termo y nos volveremos a encontrar aquí- lo miré con duda -¿Qué pasará con la reunión en el despacho del director?- movió la mano restándole importancia -encontraran una forma de avisarnos cuando todos estén listos- me respondió. -Y antes de que vayamos, te pondré al tanto de lo ocurrido.-
...
Al separarnos, opte por ir primero a mi dormitorio a por mi mate... Prefería mantener mis aposentos lo más privados posible. Utilicé un pasadizo que me mostró el mapa, que me dejaba a un pasillo de distancia de mi sala común. Al recojer mis cosas, revise el mapa para ver dónde estaba Neville, y lo encontré en uno de los invernaderos, posiblemente trabajando en lo que se le daba mejor en el mundo mágico: la herbología. Era precisamente por ello que lo necesitaba. Al llegar al invernadero, di un golpe en la puerta para avisar de mi presencia -Hola señor Perit, ¿A qué se debe está grata visita?- me saludo madame Sprout. -Buenos tardes profesora, estaba buscando al señor Longbottom. Hola Neville, ¿cómo estás? Si no estás muy ocupado, ¿podrías acompañarme? Tengo un favor que pedirte.- dije mirando al nervioso chico. -Hola Invitus, todo bien ¿Y tú?- respondió un poco sorprendido de que alguien lo estuviera buscando específicamente a él -Claro, si la profesora Sprout no me necesita más, iré encantado.- la profesora lo escuso con la mano -por mucho que aprecio su ayuda, señor Longbottom, parece que el señor Perit lo necesita... Y yo puedo concluir con las tareas pendientes sola.- dijo con una afable sonrisa -Muchas gracias por todo Neville. Vaya a disfrutar de esta linda tarde.- lo despidió cariñosamente. -Así que, ¿cuál es ese favor que deseas pedirme Invitus?- dijo mirando el suelo por dónde caminábamos. -no me malentiendas, me siento honrado de que creas que puedo aportar algo, la mayoría de las personas me evita, pero no entiendo en qué podría ayudarte alguien como yo.- soltó con su tono de autosabotaje adquirido-No digas eso, Neville. Eres el mejor estudiante de Herbología de todo el colegio. Yo me he criado entre herbolarios y preparadores de pociones, y aún así no estoy q tu nivel. Necesito que le des tutorías de herbología a una estudiante de primero: es una chica brillante, pero la herbología es algo más que inteligencia y aplicación de conocimiento. Se necesita ese toque especial... Si tu mano verde no puede ayudarla, estará en verdadero problema. Solo tu puedes ayudarla a mejorar.- dije haciendo énfasis en sus talentos. El chico necesitaba escuchar, de vez en cuando, que no era un mago mediocre o terminaría por creerselo. Mientras caminábamos, miré hacia nuestro lugar de reunión, dónde nos esperaba un inexpresivo Malfoy y unas enfurruñadas Lilith y Ginny. -Cuando lleguemos allí te pondré al corriente junto con sus otros tutores- afirmé, preguntándome que había pasado entre ellas dos ahora. Tal vez no había sido buena idea que Lil y Draco, fueran por la menor de los Weasley.
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Antes de dejar el viejo árbol a orillas del lago negro, saqué mi copia del mapa del merodeador y busque a Draco, al tenerlo localizado, puse rumbo en su dirección. Al rato, llegué a la biblioteca, me escondí detrás de unos estantes y saqué el mapa para asegurarme que siguiera allí. -Hola señorita Snape, ¿Qué hace escondiéndose en la biblioteca?- largo una voz que ya conocía. Guarde rápidamente el mapa sin que lo notará -Hola Malfoy- dije como si no me hubiera asustado por la sorpresa -justo a quién estaba buscando- mencioné como si nada. -¿Ah, si? ¿Extrañabas mis bonitos ojos?- preguntó intrigado el muy idiota, haciendo que me sonrojara un poco -no te creas tanto, oxigenado. Invitus me mandó a buscarte. Necesitamos que nos hagas un favor- dije controlando mi sonrojo y pareciendo desinteresada. -¿Y cuál es el favor? Si se puede saber- pregunto aún más intrigado que antes, -cuando estemos todos juntos, el les contará... Pero primero...- dije poniendo cara de que no quería hacerlo -debemos ir a por la niña Weasley.- En este momento la cara de Draco era un poema a la confusión. -Bueno señorita, estoy a sus órdenes- dijo con una sonrisa burlona y una reverencia. Puse los ojos en blanco -parece que los idiotas se han confabulado hoy para hacerme burlas- solté en vos baja, mientras el rubio largaba una carcajada.
Había escuchado de camino a la biblioteca, que la única Weasley mujer, estaba entrenando en solitario en el estadio de quiditch así que hacia allí caminé mientras Draco me seguía. Al llegar, la vimos hacer unas maniobras tan difíciles y peligrosas, que me hizo preguntarme cómo no se mataba con esa vieja escoba de la escuela. Si ella no podía enseñarme a volar, nadie podría, eso estaba claro. -Wow, sinceramente tenemos en frente a una futura profesional en el quiditch- largo mi acompañante de repente -si se pudiera permitir la compra de una escoba, gryffindor ganaría todas las copas hasta su graduación.- su comentario me tomó por sorpresa -pensé que en tu cerebro solo había insultos para los gryffindumbs, y aún más para una Weasley- mencioné con sorna. El se encogió de hombros -por más que no me agraden los... ¿Cómo fue que dijiste? Ah, si... Gryffindumbs, y en especial los Weasley, hay que reconocer que esa chica tiene talento.- Sacudí la mano restándole importancia. No estaba dispuesta a inflarle el ego a esa peliroja. Por mucha razón que tuviera Draco. Cuando Ginny miró hacia donde estábamos, le hice señas de que bajará y poder entregarle el mensaje e irme lo más rápido posible al punto de reunión, esperando que Invitus ya estuviera allí. Al llegar al suelo y desmontar, la nueva buscadora de gryffindor espeto -¿Qué quieres Snape? No te voy a entregar el campo solo por qué tú padre es profesor, tengo una autorización de McGonagall.- y sacó un pergamino arrugado de su túnica -además, escuché que eres pésima volando. ¿Intentas matarte o algo así? aunque, a juzgar por tu compañía, supongo que le rogaste a tu papito para que el buscador de su equipo te enseñara. Si quieres mi consejo: pide que te enseñe alguien que no haya tenido que comprar su puesto en el equipo.- dijo hechando una mirada de desprecio general a ambos. Antes de poder responderle, Draco hablo -a mi no me metas en esto Weasley, yo solo la acompañe hasta aquí a pedido de invitus.- respondió mirándola con asco. -¡Deberías aprender a controlar esa boca, heredera de Salazar! Después de controlar a un basilisco, no debería serte tan difícil. Solo vine a entregarte un mensaje- le respondí cortante, y antes de que pudiera decir algo más, continúe -Invitus me pido que te dijera que necesitaba un favor tuyo. Nos vamos a reunir bajo el viejo árbol junto al lago Negro, así qué... ¿Vienes? ¿O le digo que venga el a buscarte para que tengas más tiempo de hacerle ojitos?- pregunté con irritación. Ella me miró intrigada y respondió -así que un favor...- reflexionó -¿De qué se trata?- pero no nos dejó responder, -No importa, voy si... Esperen que me cambié, guarde la escoba y nos vamos- dijo mientras salia dispara a los vestuarios. -La sola mención de Invitus la pone así, es insoportable.- dije. Draco río. -Bueno, Invitus ha tenido un largo plantel de seguidoras en estos tres años.. Ginny solo es una más, y una de las frustradas porque él no la ha correspondido. ¿Y tú? ¿Celosa?- me reí -tal vez en otro momento, pero ya no. Invi me ha dejado claro que me ve como una amiga. Me tomó un poco de tiempo (y una fuerte decepción) comprenderlo, pero solo solos amigos. Muy buenos amigos, pero nada más.- dije sintiéndome aliviada de poder afirmarlo por fin. -Eso es bueno.- dijo él con una mirada que no pude comprender.
En unos minutos pusimos rumbo al lugar donde nos encontraríamos todos, en dónde Invi les pediría que fueran mis tutores. Dudaba que la peliroja dijera que si, pero mi ya tutor podía ser muy convincente cuando se lo proponía. Íbamos las dos en silencio y enfurruñadas, cosa que parecía causarle gracia a Draco. -deja de reírte Malfoy o te daré de comer al calamar gigante- dije medio en broma, medio en serio - él y yo tenemos una conexión, ¿Sabías?- mencioné levantando mis cejas y colocando una sonrisa macabra. -No, no sabía. Aunque viniendo de ti, tampoco me sorprende- respondió y siguió riéndose. Poco tiempo después de que llegáramos, y que le cambiara la cara al rubio creído al mostrarle que si tenía una conexión con el habitante gigante del lago, llego Invi acompañado de Neville Longbottom. -Se preguntarán por qué los he reunido aqui- largo el tarado de forma teatral. En otro momento me hubiera reído, pero no estaba del mejor humor, y esperaba que todo esto saliera bien o tendríamos que buscar a otros tutores. -Tranquila, al menos uno ya dijo que si, aunque no le expliqué mucho, y el otro dudo que se niegue aunque no le expliquemos nada o casi nada- dijo Invi en mi mente, dejándome más calma, pero un poco molesta por invadirme sin permiso -no te metas en mi mente si no quieres terminar siendo la cena del calamar- le respondí mentalmente. El se encogió de hombros y continuó hacia la orilla del lago. Al llegar allí, se dió la vuelta y extendió las manos. -Damas, caballeros- comenzó pero yo lo corte -Invitus, deja de hacerte el maestro de ceremonias y ponte serio, tarado.- el se rió por un momento -parece que mi joven padawan no está de humor.- Los tres que se suponía serían mis tutores lo miraron como si le acabara de crecer un tercer ojo -no importa... Parece que no lo conocen y no es momento de tener una charla social.- dijo exasperado por el nulo conocimiento muggle de nuestros tres candidatos. -estamos aquí porque Lil necesita tutores en todas sus materias, y había pensado en que ustedes tres fueran algunos de ellos- largo como si nada. -¿Tutores? Oí por ahí que todos los profesores están encantados con ella- dijo con saña la odiosa peliroja. -Si, pero a diferencia de ti, no pienso pasar 7 años de mi vida encerrada en el castillo.- largue e inmediatamente Invi puso cara de que hable de más. -¿Cómo es eso de que no pasarás 7 años aquí? ¿Te adelantarán? Ni siquiera con Granger, que aunque me cueste admitir es la mejor de nuestra generación hicieron eso.- dijo Draco y todos quedamos como si hubieramos visto la piedra filosofal tirada en el piso. En ese momento, mi tutor volvió a tomar la palabra -es una posibilidad, pero debe de hacer todas las tareas y actividades del año en mucho menos tiempo, y no puede sacar menos que un exelente.- mencionó mientras se frotaba las sienes -y como los profesores no pueden darle clases particulares, yo estoy consiguiendo tutores para ella.- Miró a todos los presentes, largo un suspiro y continuó -esta demás decirles, que les deberé un favor, siempre y cuando esté dentro de mis posibilidades y desee hacerlo.- dijo esto último mirando a Malfoy y a Weasley. -Dudo que pueda hacerlo aunque se multiplique por tres- dijo Ginny haciendo que me enojara -eso es problema mío Weasley, si no quieres solo di que no y vete- le solté. Ella lo pensó por un momento y dijo -me vendría bien una escoba- miró a Invi -¿Eso está dentro de las posibilidades como pago?- le pregunto. El se encogió de hombros -¿No quisieras saber primero que le tienes que enseñar?- le respondió. La muy engreída se encogió de hombros -Bueno, es obvio: Neville la ayudará con herbología, Draco es de los mejores en pociones y tú, eres bueno con la varita...- en cuanto dijo eso, todos los chicos se volvieron rojos como un tomate. -¡Podrían no ser tan idiotas por una vez!- solté exhasperada. -lo que queda, es obvio: que yo le enseñe a volar para que madame Hootch la dejé pasar de año antes de tiempo- dijo ella adivinando. -Bueno, tienes razón. Así qué... ¿Nimbus 2002 o Saeta de fuego?- consultó a la peliroja como si nada. -¿En serio?- dijo con mucha sorpresa -pensaba en una escoba nueva, pero nada tan caro.- soltó de pronto viéndose los pies. -No te preocupes por el precio, no voy a escatimar en el pago por esta tarea siempre que este en mis manos.- dijo Invi decidido. Draco se frotó la cara... -Parece que será un año difícil para Slytherin, con Perit y Snape en Ravenclaw la copa de las casas está fuera de discusión, y si pones a Weasley sobre una saeta de fuego, será el fin para el resto de los equipos en quiditch también.- soltó. -¿Asustado Malfoy?- lo confrontó la peliroja. El hizo un gesto tonto. -Para nada. Será casi un honor que barras el piso conmigo, algún día mis hijos te verán en el campeonato mundial como capitana de un equipo y podré decirles que al menos pude ponerte las cosas un poco difíciles.- dijo con una sonrisa. Ginny se sonrojó.
-Nos estamos desviando del tema.- señalé. -Weasley, escoge tu escoba y dime cuándo serán nuestras lecciones de una vez.- ordené. La chica lo pensó un momento: te veré los sábados en la tarde, después del almuerzo. El campo de quiditch siempre está vacío entonces. Y quiero una Nimbus.- dijo convencida. Invitus asintió -Nimbus 2002 será.- respondió él. La chica sonrió -Te veo el próximo sábado. Regresaré a practicar.- dijo como despedida mientras emprendía el camino de regreso al campo de quiditch corriendo. -En cuanto al resto; Weasley ya se ha adelantado sobre las asignaturas que necesito que me enseñen, pongan su precio, si es que están interesados. Oh, y Neville, antes de que aceptes, debes saber que si necesito ayuda con vuelo, necesito MUCHA, MUCHÍSIMA más ayuda con herbología. Así que si vas a ayudarme, considera tu precio el más elevado de todos.- Draco se adelantó, -Me encantaría ayudarte Lil. No tienen que pagarme nada. Lo haré para que me alcances en tercero, ¿que opinas? y si en algún momento te adelantan más allá de mi, tendrás que devolverme el favor, ¿trato?- sonreí. -Trato.- Él me dedicó un guiño juguetón con sus tentadores ojos verdes. -Te veré los martes después de la cena.- Invi puso los ojos en blanco. -¿Y tu Neville?- el chico de cachetes sonrosados parecía no caber en sí de tanta emoción. -Nunca me habían pedido ayuda con nada. Menos que fuera tutor de alguien. Me encantaría ser profesor. Lo haré por la experiencia. ¿Qué opinas de los sábados de tarde, después de tu clase de vuelo? Madame Sprout está siempre en los invernaderos, incluso podría orientarnos.- dijo el chico con seguridad. Yo asentí de acuerdo.
...
Una vez que los tutores se pusieron de acuerdo con los horarios, y que Draco aprovechó el momento para coquetear descaradamente con Lilith, le agradecí a Neville y se marchó. -Draco, tu y yo tenemos aún una tarea un poco más... incómoda.- comencé. El rubio me miró extrañado. -Tal vez sería mejor que nos sentáramos.- sugerí. -Lilith no recuerda lo que ocurrió entre que la atacaron los dementores y su desmayo, o más bien, recuerda cuestiones muy vagas y sus recuerdos están algo... confusos, con lo que no recuerda... ya sabes... cómo la trajiste de regreso del vacío.- dije removiéndome incómodo. Me negaba a ser yo quien le diera la noticia a Lil de que no recordaba su primer beso. Draco abrió la boca de pura sorpresa. -¿Te refieres a...?- asentí con la cabeza. Saqué mi mate y comencé a tomar. Esto iba a tomar un rato. -Lil, ¿te molestaría describir lo que recuerdas? Por favor.- ella puso los ojos en blanco y resumió -Tras sentir a los dementores venir, di la alerta. Los ví alejarse por el campo pero no fui lo suficientemente rápida. Comprendí que estaba rodeada y que no había escapatoria, era imposible mantenerme serena. Creí que había muerto y entonces hubo una luz que me hizo volver a la vida y me devolvió la suficiente conciencia, al menos para hacer algo, pero se sentía débil y parpadeaba ocasionalmente, así que abrí el vacío: no podía ver ni sentir nada y luego, el vacío se apagó así como así. Ví a Draco corriendo hacia el castillo conmigo en brazos. Y luego me desmayé.- El chico no parecía muy cómodo. -¿Entonces no sabes como se apagó el vacío?- preguntó. Lil negó con la cabeza. -Solo sé que pasé del frío de los dementores a la nada, luego la calidez parpadeante de la luz, luego la nada del vacío. Y luego, algo cálido e intenso, como si me sacudieran desde los pies, pero con ternura... Y ya.- No pude evitar reirme. -"como si me hubieran sacudido de los pies, pero con ternura" ¡Vaya descripción! ¿eh Draco?- pinché, pasando un mate a Lil. -También dijo "cálido e intenso". ¿O te has saltado esa parte a propósito Perit?- devolvió el chico mirando con asco mi mate.
-Podrían por favor dejar los rodeos y explicarme qué es lo que pasó, para que el chiste sea de todos?- solicitó con frustración la Ravenclaw de la varita de Veela. Draco y yo nos miramos incómodos. Ninguno de los dos parecía decidido a explicar la situación. Ella resopló. -Ok, par de idiotas: les daré a ambos la cuenta de tres, si para cuando termine ninguno de los dos está hablando, seré buena y los dejaré escoger si quieren ser devorados por el calamar gigante o por el vacío.- dijo con una sonrisa sínica. El silencio se mantuvo pese a la cuenta de Lil, entonces, fastidiada, resopló. -Ok, ustedes se lo buscaron. Lo siento Draco.- dijo negando con la cabeza y cerró los ojos. Yo ya sabía lo que estaba pasando. Pero no creía que Draco estuviera muy cómodo con Lil viendo sus recuerdos a través de sus ojos así que intervine. -Draco, cuéntale ya.- dije con una voz firme, que interrumpió la concentración de Lil. Me puse de pie. -Supongo que él preferirá contarte lo que ocurrió a solas. Los veré en el castillo.- dije y me marché.
...
Lil jugaba con sus manos en la hierba mientras me miraba inquisitiva. Tomé aire, no tenía idea de que decir, así que comencé por el principio. -La noche en que atraparon a la rata de Weasley y lo convirtieron en humano, yo escuché ruidos en mi sala común y vi al profesor Snape salir de ella. Lo seguí y escuché algo de lo que estaba ocurriendo. No era mi asunto, así que regresé a mi sala común, pero no podía dormir. Luego escuché los gritos y los aullidos de los dementores. Corrí a la puerta del castillo mientras tu padre, el profesor Lupin y Perit defendían a un hombre que parecía un mendigo y más atrás tú estabas sola y rodeada. Ninguno de los tres parecía notar que estabas en problemas, así que corrí hacia tí.- dije con un suspiro de frustración. -No puedo hacer un patronus corpóreo como el dichoso dragón de Perit, por eso la luz que viste a tu al rededor era débil y parpadeante, pero al menos te dió tiempo para abrir el orbe de vacío. El un primer momento pensé que era genial pero en la medida que el orbe absorbía más y más dementores se volvía más grande e inestable. Tu padre y el profesor Lupin se llevaron a Black al castillo y Perit regresó por nosotros, pero ni el ni yo podíamos hacerte regresar. Tus ojos se habían vuelto negros como el vacío y habías comenzado a levitar hacia él. Perit me dijo que te sacara del trance. Él mantuvo su patronus, y yo... Bajé mi varita. Te traje hacia mi y... Y te besé. Entonces abriste los ojos y habían vuelto a ser tus ojos castaños y luego te desmayaste en mis brazos, y yo corrí hacia el castillo con Perit cerrando la retaguardia con su dragón plateado alejando a los dementores que quedaban.- terminé abochornado. -Estaba desesperado. Y se que lo que hice no estuvo bien. Pero no supe que hacer en el momento.- solté como una disculpa, la había besado sin su consentimiento, y eso, por nobles que fueran mis intenciones estaba mal. De ello estaba seguro.
Lil me miró confundida. -¿Sabes que pudiste ser absorbido por el vacío junto a mi?- preguntó como procesando lo que acababa de escuchar. Yo asentí. -Pero no supe que otra cosa hacer.- respondí. -Ese fue mi primer beso.- dijo ella con tristeza. -Lo siento, no quise propasarme.- dije avergonzado. -Ni siquiera puedo recordarlo. Creí que mi primer beso, sería algo que recordar...- volvió a sonar triste. -...pero supongo que un beso para salvarme del vacío y los dementores es algo que recordar, después de todo-. dijo con un dejo de humor. La miré y me sonrió. -Gracias. No tenías por qué arriesgarte.- dijo -Si tenía. Por tí.- contesté. Le tomé la mano. -Algo en tí me orilla a ir en contra de todo lo que he aprendido, en contra de todo lo que he sido toda mi vida. Algo en ti me hace ser mejor.- respondí. Ella seguía jugueteando con la hierba con su mano libre. -Gracias por contarme. Pero aún me debes algo...- dijo y acercó su cara a la mía. -un primer beso que si recuerde.- Esta vez no lo dudé, la tomé entre mis brazos y la besé con ardor. Ella me devolvió el beso mientras sonreía. Le aparté el cabello del rostro. -Deberíamos ir al castillo con los demás.- sugerí. Ella se puso de pie, y me tendió la mano, la cubrí con mi brazo y nos acercamos caminando a paso lento. Ahora estaba abrazando a la hija de mi profesor y de una muggle. Si Snape no me daba de comer a un colacuerno húngaro, lo haría mi propio padre, pero no me importaba. Me había enamorado de Lilith Snape Lock.
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