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A veces es necesaria la tempestad para ver claro, para valorar los rayos de sol que damos por sentado.
Después de la tormenta, viene la calma...

Cuando llegaron Namjoon y Jin estaban en la puerta, se pasaron todos a la sala, ahí ya estaba Jungkook sentado en un sillón, su cuerpo hacia adelante apoyando sus brazos en sus rodillas y chocando las uñas de sus pulgares buscando liberar su ansiedad, su rostro denotaba  preocupación, por su actitud parecía mucho más grande, se podía notar una idea muy clara de cómo sería Jungkook en un futuro, brillante, seguro y llamativo, bien parecido.

Tae y su abu estaban en la habitación con Tata, habían un par de paramédicos dándole asistencia y la llevarían al hospital, pero Tata se negaba.

— No me llevan a ningún lado dije, quiero estar en mi casa.

— Tata por favor entiende, es para que te revisen y te atiendan — trataba Tae de convencerla con lágrimas en sus ojos mientras sostenía sus manos.

— que no, quiero estar aquí, mis últimas horas quiero estar en casa.

Cuando dijo eso su abu salió de la habitación, no pudo más y rompió en llanto, no podía obligarla, no podía pedírselo, no podía romper la promesa que se habían hecho hace años cuando Tae se mudó al departamento de arriba por que ellas insistieron en que él debía empezar a aprender a ser independiente y hacer sus cosas, ellas habían prometido que cuando alguna de ellas empezará a fallar, no habría problema, no habría intervenciones innecesarias, si ya era su momento y madre Luna decidía que su tiempo terrenal llegaba al final, ambas respetarían el deseo de quedarse en su casa y esperar solemne e integras el momento.

Abu lo sabía, días atrás presentía, se había instalado un sentimiento como si alguna estuviera próxima a su momento y urgió a tener todo organizado para que Tae no tuviera que batallar y estar tratando de ser objetivo o certero en vez de procesar la pérdida. Organizo todos sus papeles, la ropa de ambas, todo estaba listo. Cualquiera que fuera el desenlace.

Respiró profundo, entró de nuevo y le pidió a los paramédicos dejarla.

Tata dejó de pelear y sonrió, una sonrisa pacífica, una sonrisa de agradecimiento a su nieta.

Los paramédicos se retiraron y Tae los vio incrédulo, miró con tristeza y decepción a su abu, pero esta, sólo le pasó la mano por la espalda y le susurró — necesitamos hablar contigo.

Se sentaron en la cama al lado de Tata que rápidamente empezó a quedarse dormida, quizá por el medicamento que le dieron para el dolor, quizá por la energía que gastó luchando.

Abu tomó la mano de Tae entre sus manos y colocó su otra mano encima de las de Tata.

— Amor mírame, sé que el dolor puede nublar un poco tu discernimiento pero trata de entender, hace tiempo nos prometimos Tata y yo, no hacernos sufrir más, y tomar el momento de nuestra partida con solemnidad y resignación, mi amor, no le tememos a la muerte pues nuestra alma es eterna, sólo nos duele la separación, hemos tenido buenas vidas y nos trajiste una felicidad que nos hizo sentir orgullo y calidez.

— Pero Abu, ¿Porqué no luchar por vivir? ¿Si me aman por que no luchan por vivir para mi? ¿Porqué se rinden? — preguntó dolido Tae.

— Mi pequeño Tae, no es que no luchemos o que esperar nuestro momento signifique amarte menos, amar también es dejar ir, es no desear egoístamente que nuestro ser querido sufra más por alargar unos minutos más su tiempo terrenal, no nos rendimos, amor, aceptamos nuestro momento, no es como si lucharamos con una enfermedad, en realidad estarías luchando con los designios de la madre luna, en un acto desesperado de alargar el final.

» No te enojes, no guardes rencor en tu corazón amor, la razón de que te digo todo esto es para que entiendas nuestras decisiones – Abu limpiaba las lágrimas de la mejilla de Tae suavemente en una caricia con su palma, le sonreía triste pero con mucho cariño, Tae trataba de estar tranquilo y recomponerse — amor, ya estamos grandes y tuvimos la bendición de verte crecer, de estar contigo, ambas hablamos de esto hace mucho, quizá debímos hablar contigo antes pero teníamos la esperanza de que estuvieras con alguien para que tuvieras en quien apoyarte si lo necesitabas.

» Hace días que tengo un sentimiento en mis entrañas querido, y lo supe, el momento de regresar a madre Luna estaba cerca para alguna de nosotras, Tata ya no puede moverse mucho así que me apure a dejar todo listo, es mejor prevenir amor por que nadie tenemos la vida comprada.

» Necesito decirte lo que quedamos en pedirte cuando llegara el momento, creí que estaría Tata despierta y decírtelo ambas pero bueno, de cualquier modo es igual, es lo que pensamos ambas, tenemos tres peticiones para ti, bebé, si alguna de nosotras falta.

» Vive, no creas que por que una de nosotras queda sola, tú debas dejar tu vida para cuidar, claro, ven, sigue al pendiente pero no pongas en pausa tu vida, no podríamos tolerarlo.

» Llora, pero sólo lo necesario para sacar el dolor asfixiante amor, nosotras también lloraremos por que es inevitable que te extrañemos, sólo no te quedes ahí, no vivas en el dolor.

» Ama, y sé amado, querido, sigue como eres, y no te cierres por miedo o dolor, apóyate en otras personas, pide fuerza a la madre luna y no dejes de amar, siempre estaremos felices por ti y queremos que seas feliz.

» Ahora, eso incluye que tomes tus decisiones sin culpa, sin mirar atrás, nuestro tiempo terrenal es tan corto que no queremos que hagas algo sólo por alguien que ya partió, si quieres vender la casa o cerrar la tienda cuando faltemos hazlo, nosotras no viviremos en la casa luego de la partida, viviremos en ti, y dónde tu estés, estaremos.

» Necesito que me prometas que respetaras lo que te pido en nombre de Tata y mío. Te lo estoy pidiendo ahora por que es el momento y por que quizá si me falta tu Tata no tenga el valor o la fuerza de hablar esto contigo y pedírtelo después, así que prometeme lo, bebé, necesito escucharte decirlo.

Tae dio unos respiros profundos y trato de entender todo, aunque le dolía prometer en ese momento esto no podía negarle nada a sus viejitas queridas, aún si eso lo desgarraba por dentro, asintió silenciosamente y pronuncio

— Lo prometo abu, prometo respetar lo que me piden y respetar si deciden partir, no intervenciones innecesarias ni dolorosas. Y viviré cuidando de hacerlas sentir orgullosas siempre.

— Mi Taetae, ya estamos orgullosas de ti, siempre lo hemos estado.

Tae le dio un beso a su abu en la mejilla, otro a su Tata y ambos lloraron unos minutos, cuando se calmaron secaron sus lágrimas, su abu pronunció : —Tae, quiero pedirte un último favor antes de que vayamos a cenar algo y dejemos descansar a Tata, quiero que nos presentes a tus lunas, sé que quizá aún no estén asentados completamente y eso te detiene, pero quizá no le quede mucho tiempo a Tata, no sabemos, y ella, ella quiere conocer a tus lunas, lo ha esperado tanto tiempo, ve por tus lunas y yo despertaré a Tata, ¿si?

Tae asintió y sonrió, seco sus lágrimas y trató de recomponerse un poco, no quería que su Tata le viera tan triste y eso la hiciera sentir mal.

Salió y llamó a Hoseok y a Jungkook, cuando se acercaron les pidió — Conocerán a mis mamás, mi abuela y mi tatarabuela, son lo más importante para mí, por favor, hablaremos después pero en este momento quiero que ellas conoscan mis lunas, mis complementos, porque independientemente de lo que pase con nosotros, para ellas están conmigo, quiero darles la paz de saberme acompañado si algo pasa.

Ambos asintieron de inmediato y acomodaron sus ropas, pero Hoseok sintió su corazón encogerse ¿Acaso ese "indepentemente de lo que pase con nosotros" era una clara amenaza de separación? No, simplemente no podía costearlo, no podía verse a él mismo sin su Tae, lo ama tanto.

Empezaron a andar, y cuando Tae estaba por abrir la puerta vio que Hoseok seguía en el mismo lugar, congelado, lágrimas caían de sus mejillas y mordía fuertemente el dorso de una de sus manos para callar sus lamentos.

Tae caminó hacia él y no pudo más, no podía seguir molesto con su solecito, y no podía portarse frío al verlo así, lo abrazo fuertemente, Hoseok de inmediato rodeó su cintura y mordió el suéter de Tae, cerca de su hombro, luego lo soltó y le dijo al oído entre sollozos, — Tae, perdóname, no quiero pelear contigo, no quiero perderte, no lo soportaría, te amo tanto, p-por favor, no me dejes amor...

— Ya, tranquilo Hobi, también te amo, sólo necesitamos hablar ¿sí? — le dijo separándose un poco para acunar su rostro y mirarle directo a los ojos, Hoseok suspiró tratando de calmarse y asintió.

Tae volvió a abrazarle y luego sintieron un fuerte abrazo que envolvía a ambos, y sintieron paz.

Jungkook los abrazaba y dejaba besos en el cabello de ambos, luego dijo — no peleen, no quiero que estemos mal, no soporto la idea de perder a alguno de ustedes como no soporto la idea de que me alejen aún si dicen que es por mi bien.

Tae acuno la cara de Jungkook entre sus manos y le dio un beso dulce que enseguida correspondió luego beso a su Hobi y después Jungkook besó a Hobi.

Tae sonrió para sus adentros, al parecer también tendremos que hablar con Jungkook, ¿cuándo creció tanto, sólo han pasado algunos meses, pensó.

Entraron y Tae tenía a uno a cada lado sosteniendo su mano, su abu estaba sentada en una silla con una vibra tranquila justo al lado de la cama y su Tata estaba sentada sobre la cama recargada en la cabecera, cubierta de sus piernas con una frazada, sonriendo coqueta como niña emocionada recibiendo un regalo muy esperado.

Tae hizo las presentaciones, su abu de puso de pie y dio un abrazo cálido a cada uno. Su Tata en cambio, retiró la frazada y ante la mirada incrédula de todos se fue encima de las lunas de Tae, inspeccionandoles.

Primero Hoseok, miró de cerca su piel, su boca, sus ojos, y luego sostuvo sus manos, ahí se detuvo y buscó su mirada — tú, tú eres su primera Luna, tú eres su fortaleza, y su refugio, sabía que serías guapo — Hoseok soltó una risita, sintiendose abrumado por las palabras de Tata.

Los demás rieron al ver la tierna escena y a la coqueta Tata mirando con gusto a Hoseok.

Luego siguió con Jungkook, se dio una vuelta a su alrededor, como si revisara parte por parte, luego se paró al frente del menor y le miró a los ojos, luego su boca, inclinó un poco su cabeza a un lado y lo abrazó, él es — se dirigió a abu señalando a Jungkook — eres el pequeño, creí que serías pequeño y delicado, pero la visión se refería a que eras aún joven, un brote, tú eres alegría y calor. También eres muy guapo — pellizcó suavemente sus mejillas y Jungkook rió como niño pequeño, mostrando su bonita sonrisa que recordaba a un conejito.

— Las tres lunas — pronunció emocionada, caminó lo más pronto que pudo hasta el armario y trataba de bajar algo del estante, abu se acercó cuando la vio estirarse para alcanzarlo.

— ¿Tata? ¿Qué necesitas? — le preguntó abu y sólo le señaló el estante, había una caja arriba, grande, circular, como más que usaban para guardar sombreros antiguos.

Hoseok se apresuró a ayudarlas y bajo la caja, abu la abrió y Tata buscó emocionada en su interior, sacó al fin un pañuelo rojo, parecía cubrir algo que sonaba metálico cuando lo movió.

Vió a Tae encontrando su mirada y éste podría jurar que veía la mirada de su Tata con un brillo que la hacía verse años más joven, acercó rápidamente y en un momento todos rodearon a la tierna anciana que estiraba su mano pidiéndole a su tataranieto que le prestará la suya.

Tae puso ambas manos al frente, palmas arriba, juntas encima de la mano extendida de su Tata, y recibió el bulto envuelto en el pañuelo.

Tata descubrió el bultito y tres cadenas cada uno con un hermoso e intrincado dije brillaron.

Tata buscó en ellos y tomó uno, lo vio con amor, como si le trajera recuerdos entrañables, y con sus ojos vidriosos como si estuviera aguantando llorar y una sonrisa dulce le coloco uno a Tae, y le dejó un tierno beso en su frente.

Luego le coloco otro a cada luna. Pronunció —Tres, unidad, equilibrio.
Después inició a hablar en un idioma que Tae recordaba vagamente haber escuchado de pequeño pero que no entendía, y abu le puso atención — despacio Tata, para entender.

Cuando terminó, abu le tradujó a Tae y sus lunas

"Estos amuletos se han pasado en generaciones, por tres lunas en nuestro pueblo, su matrona los resguardaba y se los estregó cuando encontró a sus lunas, es un amuleto de protección. Representa el poder de tres, la unidad, la indivisibilidad y el equilibrio. Son fuertes y juntos lo son triplicado, llevan la carga de energía de las lunas anteriores, incluyendo la de ella y sus lunas, te los está heredando porque ha esperado por años y generaciones siendo su guardiana esperando las siguientes tres lunas."

Hoseok, Jungkook y Tae se inclinan en agradecimiento, Tae la abraza y sus lunas se unen, y también su Abu. Pueden sentir llenarse de calidez y calma, es un abrazo sincero y significativo.

Tata se dirigió a la cama, se recordó totalmente cansada y se durmió.

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