66 Equilibrio De Poder
Yoonmin +🔞
Habían pasado algunas semanas desde que fue la cena donde comenzó todo, Jimin y Yoongi han cenado juntos prácticamente cada día desde entonces, y el fin de semana casi lo pasaban completo pues Min llegaba a casa de Jin y pasaba largo tiempo así, a veces simplemente viendo películas o jugando videojuegos con Jimin, y a veces también salían, la charla entre ellos parecía no acabarse, podían hablar de tonterías por horas.
Yoongi ha descubierto mucho de Jimin, que a pesar de ser inseguro, le coquetea seguido, y eso le encanta.
Que muchas veces disfruta tomar la iniciativa de los besos o los abrazos pero rápidamente cede la dominancia a Yoongi cuando esté reacciona.
Que es perfeccionista y se exige aún más a sí mismo, más que a nadie.
Que tiene un sentido del humor que embona perfecto con el de él y que ahora que le tiene más confianza le contesta y le reta siempre, convirtiéndose en una interacción que le parece muy divertida y enganchante pues por lo regular Yoongi es tolerante pero en el momento en que algo le molesta toda su actitud oscurece y hace que los demás se frenen de inmediato y dejen de bromear casi completamente con él, y le respeten en adelante.
Pero su Jimin no le teme, el muy diablillo sabe que Yoongi tiene un punto débil por él y le tolera mucho más, secretamente el mayor ama a su rebelde mochi (como suele llamarle para hacerlo molestar mientras le pellizca las mejillas) y lo excita un poco verlo molesto, haciendo pucheros y frunciendo el ceño, defendiendo sus puntos y defendiendose de manera inteligente de cada ataque de Min.
Lo que no sabe Yoongi, o al menos no ha medido del todo, es que Jimin también ha aprendido muchas cosas de él, y que está igualmente enganchado o quizá un poco, una pisquita más.
Que a veces pasa rato a solas en su cuarto y busca liberar un poco todo lo que el mayor le hace sentir con su toque, que a veces guarda cosas que le recuerdan a sus salidas, un boleto del cine, incluso una hoja del parque donde caminaron y se besaron por largo rato en una de sus bancas.
Yoongi no sabe que Jimin le siente invadirle y saturarle poco a poco con su presencia y fuerte energía, él es demasiado distraído, demasiado tranquilo a veces, no se da cuenta de lo que está provocando en el menor, al menos, no imagina el peso de todo.
No se da cuenta que Jimin está tan peligrosamente lleno de él que está por derramarse en contenido y arrasar con todo a su paso, como una avalancha de nieve esperando el distraído estornudo de un transeunte...
Un terrible amenaza natural a punto de ser desatada, a la vista de todos, sin ser percibida... Hasta que... Ya es tarde...
Yoongi se encontraba llenando unas partituras que necesitaba pasar con ciertas correcciones, además de estar editando aún una canción que llevaba puliendo gran parte de la tarde, estaba tan metido en esto que no notó la hora, faltaban unos minutos para las 6, tenía ya en algún rincón de su estudio la cena, pero él creía que era mucho más temprano.
Escuchó algunos golpesitos tímidos en la puerta de su estudio, y susurró un "pase", ni siquiera escuchó el ruido del pestillo siendo asegurado, no se giró a ver quien era o que necesitaba, hasta que, en un rápido movimiento su silla giratoria fue jalada bruscamente y antes de que pudiera ser conciente de que pasaba tenía su regazo ocupado con un peso ajeno, su boca invadida con una deliciosa humedad que le exploraba y unos dientes que mordian torpemente sus labios, podía sentir perfectamente como unas manos le tocaban dejando una sensación casi demasiado caliente a su paso, abrió sus ojos suavemente, sólo para asegurarse que no lo estaba imaginando, y frente a él estaba su Jimin, una versión tan contraria a su naturaleza habitual que Yoongi se sintió abrumado, y un poco violentado.
Pero no le daba respiro, no le daba ni un segundo para pensar, el pequeño que tanto le tenía suspirando con su inocencia y bondad ahora sentía que lo asaltaba de golpe con un calor ardiente, sentía como si lo estuviera consumiendo en llamas y se derretía como una pequeña rama rápidamente vuelta cenizas al calor de un gran incendio, totalmente incapaz de presentar resistencia a su inminente final.
Jimin sentía que si no se permitía liberar sus sentimientos se volcarian sobre sí mismo volviéndolo autodestructivo y tuvo miedo, miedo de encontrarse ante un acantilado.
Así que, decidió dejarse ser, sin pensar en qué dirán, sin esperar a estar listo, sin esperar la respuesta o reacción de la otra parte de la ecuación que lo tenía así.
Yoongi por fin pudo respirar, sólo para regalarle una visión que quedaría tatuada por siempre en su pequeño, que, ahora se sabía poderoso, se sabía capaz de hacer un desastre de su cazador, que yacía frente a él, con las mejillas enrojecidas, la boca semiabierta y marcada con puntos rojizos donde Jimin había succionado y mordido a placer, su cabello revuelto y una evidente reacción entre sus piernas.
Jimin mordió su labio inferior tratando de frenarse un poco, al menos mientras admiraba su creación, su hermoso y dominante productor hecho un delicioso y lascivo caos por su inocente y pequeño trainnie, y le supo embriagador.
Yoongi no podía creer lo que pasaba, apenas podía seguir el ritmo de su pequeño, la dominancia y posesividad del otro eran tan fuertes que lo tenían entumecido y francamente sobrecargado, su energía tan violenta como súbita le hacía sentir casí como un espectador ante un desastre natural, tan pequeño, tan frágil y con tanto miedo que le causa congelamiento.
Sintió como Jimin hacia lo que quería con él y él simplemente no podía poner ni un poco de resistencia, el placer le sabía tardío, lo captaba como si fuera casi algo ajeno.
Escuchó como su bragueta era abierta y su entrepierna estimulada, pero antes de poder disfrutarlo ya le dolía la estimulación brusca y rápida. Entonces sacó fuerzas de algún punto, quizá un pánico de ese tipo que sólo se activa cuando el instinto de supervivencia florece al sentir demasiado peligro.
Yoongi apretó fuertemente la cintura de Jimin deteniendo sus movimientos, se puso de pie rápidamente casi trastabilando con las piernas amenazando con fallarle y sintiendo que apenas podía mantenerse de pie, se enfrentó al otro empujando hasta que lo tuvo contra la pared, sujetando fuertemente con una mano ambas muñecas del contrario sobre su pecho y la otra en la nuca del menor que se removia con fuerza, Yoongi pudo ver esa mirada en Jimin, era terrible, profunda y oscura.
El mayor soltó un gruñido y tomó la dominancia, la exigió con besos fuertes, mordidas y suprimiendo todo movimiento en el otro hasta que se calmara un poco, cuando por fin empezó a ceder poder su pequeño, Yoongi estableció su propio ritmo, jalando al otro a que se acoplara a la misma fuerza y tiempo, a que vibrará en armonía y no fuera sólo ruido agobiante, poco a poco el menor fue relajándose, liberando su energía de modo más equilibrado hacia el otro.
En algún momento el productor logró tenerlo sometido bajo su peso sobre la alfombra de su estudio, imponiendo su tiempo, dándoles el espacio necesario para disfrutarse y sentir placer, sujetando con fuerza apenas necesaria, sólo lo necesario para restringir lo suficiente el caudal de su pequeño, que amenazaba con ahogarlos.
Bajó a su entrepierna y le ayudó a liberarse un par de veces para menguar su energía, comenzó también a estimular esa entrada, con toda la humedad que el menor emanaba y un poco de su saliva, el combinar fluidos con su pequeño calico le causaba estragos de deseo que no sabía que era capaz de sentir.
Jimin veía todo silencioso, apenas soltaba ligeros gémidos por momentos, y Yoongi pensó que realmente este chiquillo, era todo un hombre, un hombre atractivo e intimidante si se lo proponía, si se dejaba llevar por su impetuoso interior, su fuerte carácter y su pasión abrasadora, se volvía poderoso, sin embargo, lejos de causarle miedo o de que el deseo menguara, sólo incentivaba su depredador interior, le hacía sentir seguro el ser capaz de dominar tan temible presencia y hacerle suyo.
Yoongi soltó un sonoro suspiro una vez que sintió que su pareja estaba lo suficiente dilatado para recibirle.
Buscó la mirada de Jimin, quien respiraba acelerada y acompasadamente aún resistiéndose un poco a ser dominado, así que Yoongi se colocó encima de él, pusó ambas piernas del otro a los lados de su cintura y tomó su boca en un beso lento, profundo e intenso, tan caliente mientras recorría con sus manos la piel ligeramente tostada por el sol que tanto le gustaba.
Poco a poco sintió relajarse al pequeño trainnie en sus brazos, y él también fue empujandose entrando tortuosamente lento.
Con ambas manos sostuvo fuertemente la cadera del otro, impidiéndole la oportunidad de arrebatarle de nuevo el control.
Jimin aún le miraba retante pero ya había brillo en sus ojos, su labio inferior temblaba como si tuviera mucho frío y bastó un "¿estás bien, Jiminie" en tono preocupado, con notable cariño y esa voz rasposa que amaba para que por fin Jimin cediera y volviera, susurró un "Sí, hyung" apenas audible y fue la premisa que necesitaba el mayor para invadirle, llenarle y tomarlo.
Empezó a escuchar gemidos suaves, algo roncos y entrecortados, y cuando escuchó un jadeo supo que lo encontró, el punto donde su pequeño se derretiría para él, busco estimular ese punto hasta sentir como su pequeño salpicaba su abdomen y apretaba en deliciosos espasmos que le causaron también liberarse, se retiró y admiró como dejaba escurriendo detrás de sí las piernas de su pareja que aún temblaban en espasmos residuales, totalmente expuesto y abierto para él, sintió su pecho ensancharse por su obra, por que ahora era tan suyo.
Se dejó caer encima de Jimin y siguió besandole y dejando caricias sobre su piel, apretando de vez en cuando sus muslos y sus gluteos, ahora que ambos estaban sencibles quería dejar marcados sus cuerpos, que ahora aprendían a amar y necesitar el calor del otro.
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