Tae estaba abriendo la tienda cuando le llegaron tres mensajes, uno tras otro.

Jin hyungie
Hey Tae, el viernes haré una cena para celebrar mi primer contrato con una importante firma, y quiero que vengas, estará también mi Namjoon, ¿lo recuerdas? El alto Moreno que viste en mis lecturas, espera a que lo conozcas, es tan guapo, en fin, será a las 7, aquí te veo.

Chimmy-ssi
¡¡¡TaeTae!!! le dije a Jin y accedió con gusto, el viernes en la cena verás a Yoongi y también probarás la comida más deliciosa jiji 🤭

💓 Mi Hobi hermoso 🌞
Hey cariño, nos invitaron a una cena el viernes, es cerca de tu negocio, ¿paso por ti unos quince minutos antes de las 7? Dime que puedes, quiero presumir que estoy con el más bello ser del mundo entero 😍

Tae sonrió pequeño, al parecer todo se acomodó de una singular manera y estaba feliz de que sólo se hubiera necesitado un pequeño comentario, ahora debía prepararse, hace tiempo que no hacía amarres y debía estar en paz y protegido por si fuera necesario, de verdad esperaba que todo se diera bien por que ver al pequeño Jimin lloroso le partía el corazón.

Respondió acertivamente los mensajes y entró tarareando una melodía que daba vueltas incesante en su cabeza.

Al cabo de algunas horas, ya tenía en mente que llevar el viernes, sus abus siempre le han dicho que cuando eres invitado a un hogar nunca debes llegar con las manos vacías, "siempre es bienvenida una persona cuando es grata y agradecida" diría su Tata, así que se propuso llevar unos cuantos detalles para los presentes, al menos para los que lo habían invitado y quizá un rico vino tinto dulce para compartir, esperaba de verdad que lo que cenaran combinará con el vino que había terminado de elegir.

Se sentó entonces a anotar lo que necesitaría para no olvidar nada y se dispuso a meditar y orar para estar óptimo, sonó una pequeña campaña unas tres ocasiones y apagó el incienso al terminar, buscó luego una pequeña cajita de madera que guardaba bajo un pequeño altar donde siempre mantenía algunas velas encendidas, hace mucho que ese altar no albergaba fotos, o pertenecías ajenas, nada más allá de un pequeño florero con rosas que cambiaba Tae de vez en cuando, amarradas con un lazo rojo y en su agua siempre colocaba una gota de miel y una pizca de canela en cada cambio.

Podía evitarse comprar rosas y colocar pétalos secos, pero a Tae le parecía que daba más esperanza y vida el tenerlas frescas.

De la cajita sacó una figura, la que más le gustó de las varías que tenía ahí, de color amarillo tenue con toques rojos, con forma de corazón, hueca y con algunos orificios, pasó un incienso alrededor y entre los huecos para limpiar de energía toda la figura.

La puso a serenar aprovechando la Luna creciente convexa y se la encomendó a la madre luna pensando en la posibilidad del Ying y el Yang, preparando todo por si se llegara a necesitar, usualmente para un amarre no hacía tanta ceremonia, pero éste sería El AMARRE si de verdad eran ambos quienes creía que eran, y en ese caso daría todo de sí para que funcionará.