09
No pasaron más de tres días antes de que Hoseok se presentará de nuevo en la tienda de Tae, esta vez su ropa era mucho más informal y se veía colorido e interesante, mucho más joven además.
Entró y al encontrar la mirada de Tae se pavoneo frente a él jugando con sus lentes oscuros llevando una de sus patas a su boca y mirándole coqueto - ¿qué opinas? No es un traje, pero no me sienta tan mal ¿no crees?
Tae se sonrio bajando la mirada ligeramente tímido, este chico es tan descarado.
Hoseok camino seguro hasta Tae, levantó con su pulgar por la barbilla hasta encontrar su mirada - ¿qué dices hermoso? ¿Luzco lo suficientemente bien para que me aceptes un helado? - y guiño un ojo coqueto.
Tae no pudo resistirse, aceptó gustoso la salida pero le mencionó que debía regresar antes de las cuatro para un pendiente, así que sólo tendrían un par de horas para charlar, Hoseok trato de disimular para mantener el aspecto dominante pero por dentro estaba tan feliz que quería brincar y bailar, el chico que le había robado el pensamiento desde hace tres días acepto salir de nuevo con él, por lo que inconscientemente empezó a hacer ruiditos y efectos de sonido en algunas de sus acciones, Tae le veía entretenido y enternecido, al parecer el hijo de la señora Jung no era tan conciente de su tierno comportamiento, y era ruidoso como un niño ensimismado jugando.
Cuando salieron de la tienda, Tae observó encantado como Hoseok abría la puerta para él y lo cerraba tras de él luego de ayudarle a tomar asiento, sonriendo cálidamente y aún haciendo ruiditos, mientras estaba dentro del auto esperando a que el mayor rodeara por delante para subir por el lado del conductor lo admiro y soltó un pequeño suspiro, ¿será muy rápido para admitir que estoy cayendo por este pequeño rayito de sol? Por que si, para Taehyung Hoseok era como un rayo de sol, cálido, alegre y con un toque suave, y todo eso le gustaba mucho.
Charlaron un poco sobre el nuevo trabajo del hijo de la señora Jung en el trayecto, al parecer todo iba bien, era en una empresa algo cerca de donde tenía la tienda.
Se podía sentir la química entre ambos, una conexión caprichosa del destino, sólo que aún era demasiado rápido para ambos y querían tratar eso que se estaba formando entre ellos como algo valioso y pequeño, alimentandolo de a poco.
En la neveria Hoseok estaba inseguro de pedir algo, los tamaños no eran precarios y el no podía comer mucho, aún debía volver para practicar unas coreografías y temía que no le cayera muy bien comer demasiado antes, Tae noto su inseguridad y le preguntó - ¿qué pasa? ¿Es demasiado? Podemos compartir - y embozo una bonita sonrisa - b-bueno si no te molesta - completo un poco avergonzado pensando que quizá se había escuchado algo inadecuado o que tal vez al otro no le gustará la idea.
Hoseok lo miró dulcemente un momento, estaba más acostumbrado a la citas algo incómodas, personas algo chocantes o situaciones donde el terminaba sintiéndose comprometido, y aquí estaba con este chico con el que todo fluía, no había incomodidad, no había molestia, y aun casi sin conocerse el ya sentía confianza, recordó las palabras de su mamá cuando lo veía llegar frustrado de alguna cita que salía mal, no era para ti, mi amor, cuando sea para ti, todo se dará, y esa persona te dará paz, y no querrás alejarte nunca ni sentirás el tiempo transcurrir.
Hoseok aceptó con un ligero movimiento afirmativo, juraría que en ese momento podía ver un brillo especial en el chico de la Tienda, ¿será muy pronto para admitir que se estaba enamorando y no temía hacerlo?
Tae pidió cereza y Hoseok chocolate, y ambos compartieron una canasta de galleta con una torre de nieve y un par de galletas de crema de avellana, suficiente para al menos tres personas.
Charlaron, jugaron y bromearon un poco, el par de horas pasó volando y Tae recordó con pesar que debía volver a la tienda, Hoseok también resistía irse pero sabía que ambos tenían que regresar, sin embargo, había algo que no podía dejar de hacer, y es que desde que iniciaron a comer, su vista iba y venía todo el tiempo a los labios del menor, a su bonita sonrisa y más cuando escuchaba su voz aterciopelada, y se lanzó, aprovecho que había un poco de nieve aún en la comisura de Tae y simplemente le limpio pasando suavemente el pulgar - tienes algo de nieve aquí - y llevo ese mismo pulgar con nieve a su boca frente a la mirada nerviosa de un muy apenado Taehyung, reacción que por supuesto le encantó al mayor.
Lo llevó de regreso a la tienda y antes de que bajara para abrirle a Tae le pidió su teléfono, guardo su número y marco para guardar el suyo - así estaremos en contacto hermoso - Tae lo miro y le dijo - no, no lo guardaste bien - Hoseok dudo de si mismo y luego de un movimiento rápido en el teclado Taehyung le mostró la pantalla, su contacto ya no estaba bajo Jung Hoseok sino Hobi hyung🌞
Hoseok rio enternecido y emocionado, tomó la barbilla del menor y se acercó robándole un beso, ese que llevaba más de dos horas planeando y tres días rondando en su mente, fue apenas un suave y lento roce pero le causó un caudal de emociones al pequeño Tae.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro