07
El chico de rosa
Jin pasó al día siguiente temprano a la plaza, compró el suéter rosa pastel qué el chico de la tienda le sugirió, terminó su atuendo colocándose la cadena con la perla y colocó una gota de la esencia de rosas y miel en el hueco de su cuello entre sus clavículas, era como sentir a su tía a su lado.
Se dio una última mirada en el espejo antes de dirigirse a firmar ese contrato, y quien sabe, sentía que abordaba una nueva fase en su vida y lo haría siendo valiente y tratando de ser si mismo.
Llegó a tiempo a la cita y lo hicieron pasar a una sala pequeña de juntas, al cabo de un par de minutos llegó Namjoon riéndose aún de algo que hablaba con el agente que lo había contactado primero, ambos miraron a Jin y saludaron inclinando un poco sus cabezas a modo de ligera reverencia, el agente se despidió casi al instante luego de saludar a Jin y al tomar asiento Namjoon aún no podía dejar de observar a Jin, algo en él ese día hacía imposible dejar de mirarlo, y Namjoon sentía una sensación de lucha consigo mismo para no mirar de más a un posible empleado, trató de explicárselo a sí mismo como que no era común ver a un hombre con una prenda de ese color y vaya que le lucia, sus ojos tenían un brillo que parecían casi cristalinos, una perla decoraba su largo cuello descansando coquetamente entre sus clavículas y cuando Jin se acercó para leer el contrato un tenue aroma dulce acarició las fosas nasales de Namjoon.
El Moreno productor carraspeo algo nervioso, hacía mucho que no se descolocaba y mucho menos en su trabajo, llevaba trabajando para su padre desde que era un adolescente y estaba acostumbrado a ver desfilar mujeres y hombres atractivos en la agencia, y desde que se convirtió en la mano derecha de su padre hace unos 4 años era el encargado de la mayoría de las contrataciones y aquí estaba sintiéndose algo inquieto por la belleza hipnotizante del joven alto frente a él.
Al terminar de firmar Jin extendió la pluma de Namjoon hacia él y este bajo su mano sin calcular la distancia rozando sutilmente la mano de Jin, menos de un segundo después un sonrojo subió desde el cuello al rostro y a los oídos de Jin y todo frente a la mirada atenta del productor, una sensación de ternura lo invadió, este chico que seguro estaba acostumbrado a ser centro de atención, a los halagos y a las personas que le busquen por su belleza se mostraba tímido con él y eso le halagaba, una imagen rápida terminó en su mente donde vio un Seokjin sublime y sumiso ante su toque, y en seguida sus ojos cayeron en la boca del joven aspirante a actor y modelo, su boca era una tentación, sus labios pomposos y delineados con apenas una capa quizá de bálsamo, es un hombre, Namjoon seguía repitiéndose una y otra vez en su cabeza pero eso no impedía que deseara morder esa boca y llenar su nariz de su esencia.
Se levantó nervioso buscando disimular y borrar la tensión del momento - bien Jin, ya que has firmado, lo primero es hacerte un portafolio para agregarte a nuestra cartera de modelos y promocionarte, acompañame, te llevare al estudio.
Usualmente su asistente era la encargada e estos detalles pero se reporto enferma por la mañana y Namjoon tuvo que detener su agenda para hacerse cargo de Jin.
Tampoco se sentía molesto, hace tiempo que no tomaba tareas sencillas y esto le servirá de distracción sin sentir culpa por que no fuera algo que el considerará no productivo, así que era como un pequeño descanso sin culpa, acompaño al modelo mientras lo maquillaban y vestían, por más que trataba de distraerse con el celular o revisar su agenda sus ojos terminaban en Jin.
Jin empezaba charla con las estilistas cuando Namjoon simulaba estar ocupado con el celular, pudo escuchar que era educado, sencillo y sus bromas eran de papás, algo que le pareció muy curioso, era alguien muy joven para ese tipo de humor, pero lo que terminó robando su sonrisa fue la risa peculiar del joven, pegajosa, ruidosa e inusual.
Cuando salió para las fotos, Namjoon se sentía hipnotizado, lo veía desde detrás de la pantalla donde se iban mostrando las fotografias tomadas, el chico era tan fotogenico, se veía perfecto en las imágenes, no se notaba totalmente su brillo pero definitivamente necesitaría pocos o nulos retoques, sabía sus ángulos y atendía las direcciones del fotógrafo sin problema.
Cuando volvieron a cambiar su maquillaje y ropa, Namjoon habló un poco con Jin, de algún modo se sentía atraído a éste, le preguntó cómo se estaba sintiendo y Jin dijo que bien, con una sonrisa pequeña, que lo hacía verse como un inocente niño pequeño, robándole un suspiro de ternura, tuvo que apretar los puños dentro de sus bolsillos para no apretar las mejillas del modelo que parecía verlo con ojos brillosos.
Luego de unos minutos charlando y otras fotos terminaron la sesión, caminaron hasta la sala de juntas de nuevo mientras esperaban por una copia del contrato para Jin, Namjoon sirvió un par de cafés de la cafetera en la sala y la llevo hasta la mesa, - bien, Jin, ¿qué te ha parecido hasta este momento? Mañana comenzaríamos con horario para que vengas a unas clases para prepararte, ya tenemos un par de proyectos donde nos interesa tu imagen y con el portafolio de la sesión empezaremos a promoverte, tendrías un horario cómodo un par de semanas, por las mañanas y te daría el primer pago en la quincena pero no te llegará oficialmente nomina hasta un mes. ¿Tienes alguna duda? - Jin lo pensó un momento.
- ¿estás dos semanas también te veré? ¿Estarás conmigo como hoy? - preguntó por fin.
- mm no lo sé, quizá sólo para llevarte a dar un recorrido por las instalaciones, pero debo quedarme a hacer trabajo en la oficina y el estudio y tú estarás en el adiestramiento. ¿Porqué Jin?
Jin recordó lo que le dijo su tía de ser siempre el mismo, y sentía confianza en Namjoon, además recordó también lo que le dijo Taehyung, que todo se daría bien si el sólo era como siempre así que sonrió coquetamente y contestó sin pasar por filtro lo que le vino a la mente arrepintiendose en cuanto lo hizo.
- porque me gusta estar contigo, me gustas.
Namjoon se rio quedó apenado, se puso serio de repente tratando de que no se notará que esa respuesta había movido completamente sus cimientos, ya le habían coqueteado antes los trainies, siempre había alguien que lo hiciera pero por lo regular sólo los ignoraba y seguía su charla sin darles entrada, pero con Jin se sintió tímido un momento, expuesto, como si el chico hubiera captado que tenía a Namjoon hipnotizado y eso le dio pánico por lo que luego actuó como con los demás, serio, colocando límite.
- ponte serio. - contestó cortante para luego ver los ojos brillosos de Jin y notar como se le empezaba a borrar su infantil sonrisa - también disfruto tu compañía Jinnie - dijo de inmediato sorprendido de sí mismo y desviando la mirada para tratar de esconder la pena que le daba admitir eso, pero el modelo no perdió detalle, le encantó esa reacción, Jin no solía coquetear, por lo regular era al que le coqueteaban y el se dejaba llevar, el hecho de esta vez ser el que iniciará el coqueteo y de causar esa tierna y tímida reacción en ese hombre que le parecía tan seguro y atractivo le emocionaba y mucho, su corazón dio un par de latidos que retumbaron en todo su ser y su pecho se sintió cálido con ese apodo, sólo su tía le había llamado así antes.
En eso llegó una de la administrativas a entregar la copia del contrato y preguntar algunas cuestiones pendientes a Namjoon, así que Jin tomo su carpeta y pregunto si podía retirarse, Namjoon asintió con una sonrisa donde dejaba ver sus hoyuelos, y justo antes de que saliera Jin de la oficina levanto ligeramente su palma pidiendo sin hablar un segundo a la chica y preguntó - Jin, ¿tienes como irte a casa? Puedo pedirte un taxi ejecutivo.
Jin acercó inconcientemente la carpeta a su pecho rodeándolo con sus brazos, y declinó la oferta educadamente - no, gracias Namjoon, s-señor Kim - titubio, de algún modo se sintió obligado a mostrar más respeto a su jefe inmediato frente a otros trabajadores - caminaré a casa, debo pasar por algunos víveres para la comida.
Namjoon quedó estático, esa interacción fue algo incómoda y sabía que era por la presencia de alguien más, le gustó que le tuviera confianza de llamarlo por su nombre, escucharlo decir Sr Kim le hacía recordar a su padre y le intrigó lo de la comida, este chico además de perfecto sabrá cocinar, ¿debería averiguarlo más adelante?
La chica al sentir terminada la conversacion, totalmente ajena a la tensión en el ambiente retomo las dudas y no dio más oportunidad a seguir la charla.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro