IX Coll*
Luna de la Cosecha*
Noche en calma, llora la luna en cuna de estrellas, el río recoge sus lágrimas de plata. Maravillada por la armonía del silencio que nos envuelve; corro, pequeña ardilla, entre círculos de piedras inmensas, clavadas por gigantes legendarios antes incluso de la llegada de las razas humanas; busco la protección entre las ramas del gran Roble en el centro de la corona de dólmenes.
El árbol por el que habla el primer Ser en boca de cinco sabios, en el tronco tallados sus rostros, en sus ramas se cobijan los búhos y un sinfín de pájaros, nube de polvos de hadas los envuelven. En el primer círculo de piedras se sientan el Consejo de los trece grandes maestros, en el segundo el resto de maestros de las diferentes líneas de sabiduría y sus aprendices; en el margen exterior, las demás personas y criaturas mágicas llegadas de todas partes para acaecimiento tan importante. Lugar preferente para el rey, a su lado una joven guerrera.
Señor del Fuego preside la asamblea, da paso a Dama del Lago que con voz dulce narra, sin perder detalles, la visita de Diosa, causando el asombro y admiración de todos. Y yo, embelesada en sus palabras, ante la tranquilidad de sus gestos y la paz de su rostro, me dejo llevar en el recuerdo de aquel momento.
Se abre turno de palabra y comienza el debate sobre el sentido del acontecimiento, se analizan las señales, palabras y gestos. Se acrecienta el rumor, elevando el tono de los discursos.
Y mi mente y mis ojos divagan desde lo alto de mi atalaya, buscando más allá de la otra orilla del río, planeando sobre el lugar donde habitan los demonios, niebla oscura de tristeza lo envuelve todo. Sollozos de los árboles que me llaman desesperados, del pánico de los animales perseguidos, humillados y sacrificados. Criaturas malignas que se esconden entre la oscuridad que gritan y se lamentan. Y unos ojos inyectados en sangre que me encuentran, desde la distancia me hablan.
− ¿Quién eres tú niña, qué osas mirarme? Yo soy el único rey de los demonios, pronto lo seré de todo; estoy sediento de vida, pronto comeré de tus entrañas; poseeré tu alma, será mía.
Su rostro reflejo del de nuestro rey, como dos gotas de agua, tan iguales como diferentes.
Súbito el trueno ruge en la noche, el rayo rasga las tinieblas. Lágrimas negras en mis ojos. La voz del mago me arropa y rescata, −ven Mariposa, te estamos esperando, hay alguien que quiere conocerte.
−Ven Mariposa, ven... −repiten las hadas.
Recupero mi forma, me siento junto al árbol que habla por la boca de cinco sabios, sus voces se repiten en ecos diferentes por entre todas las ramas y convergen en el susurro de un niño.
−Hola Mariposa, me alegro de conocerte, agradezco tu visita. ¿Por qué sonríes entre lágrimas?
−Tu voz suena como de niño.
−Es un niño el que te piensa y te habla.
−Encantada Niño Sabio.
−Mira, esto te dijo Diosa, sea tu espíritu fuerte para escucharlo y tu mente firme para aceptarlo, porque de ti pende la vida a la que se aferra para no apagarse entre las estrellas. Ni siquiera ella pude ocultarte esta verdad: "caerá la luna y la tierra caminará a oscuras por el tiempo de una vida. Resiste Mariposa hasta mi regreso, en el tiempo de esa vida". −Lluvia de estrellas rasgan el cielo, crujir de relámpagos.
Lentamente se va secando el árbol, marcha en descanso sereno, todos se van despidiendo de él, Pueblo Arbóreo que de lejanas tierras le trajeron, los animales y cuantos seres habitan esas tierras, revoloteo de incontables pájaros envueltos en destellos de miel de hadas, todos quieren dar el último adiós, hasta el próximo reencuentro. Señor del Fuego recoge el corazón de Roble y se aleja apresurado en dirección a Rey, todos le siguen.
Yo permanezco allí sentada sin comprender nada, perdida en una guerra con un enemigo al que desconozco.
Rey se inclina ante el mago y ofrece de nuevo la espada. Él la recoge, la eleva rasgando el aire. Ofrece el corazón del árbol a Dama del Lago, ella lo recoge entre lágrimas, busca al muchacho enigmático, lo introduce en su pecho entre abrazos delicados, lágrimas y besos. –Protege el corazón de nuestro pueblo, protégelo con tu vida y siémbralo allá donde la tierra sea pura, limpia de maldad para que renazca de nuevo.
Se despide del padre y la hermana y me regala antes de marchar una última mirada, un hasta siempre. Llevado por el Aire con rumbo desconocido en busca de una de esas naves que cruzan mares. Amigo de Viento, así te he de recordar.
El grito del mago me recupera a mi realidad −Escuchad, venga todo el ejército con todas las máquinas de guerra, venga cada hombre o mujer que pueda alzar un arma.
Rey se levanta y corre con sus auxiliares, hay que planificar una batalla y apenas queda tiempo. El mago se gira en el centro del círculo de piedras junto al árbol muerto, sus cenizas se esparcen al viento y grita −Venid árboles mágicos, venid criaturas del bosque, venid espíritus de viejos guerreros, venid espíritus del tótem. Acudid todos a mi llamada; traed la resistencia de la piedra, la velocidad del aire, el ímpetu del agua y la fuerza del fuego porque la batalla será encarnizada, nos va nuestra existencia en ello.
Retumba la tierra, descarga la tormenta truenos, ruge el río, arrecia el viento.
Luna cae en un destello fugaz, en mis brazos una niña blanca con ojos de plata se aferra a mi vientre, a la vida que late dentro. Me habla sin sonido de palabras −Es tan hermosa como tú, no podemos consentir que se apague su luz.
Señor del Fuego me busca, me recoge y me levanta. Junto a él Joven Guerrera, hija de Rey y Dama de Lago, hermana de Amigo de Viento.
−Vamos mujer tenemos que prepararnos.
−Quiero combatir a tu lado.
−No puede ser Mariposa. Tienes que resistir y defender nuestro mundo hasta que regrese el corazón del árbol, ese es tu destino, para eso te eligió la Diosa.
Busca a la joven, −llévala a Refugio del Dragón, protégela con todo lo que esté en tu mano, con tu vida si es necesario y recuerda siempre que ella está al mando.
Recoge un puñado de cenizas de Roble, la restriega por nuestros rostros, −estas son pinturas de guerra, nunca más serán borradas. Olvidaréis el significado de la palabra paz, para vosotras no habrá descanso. Debéis resistir con todas vuestras fuerzas para proteger el recuerdo de todos nosotros, de lo que somos, porque es el pueblo al que se aferra Diosa y lo lleva encendiendo estrellas, más allá de donde toda acaba y empieza de nuevo.
Me abrazo al mago, cubierto mi rostro de lágrimas, él fue mi compañero en este hermoso viaje. Ha llegado el momento de la despedida hasta el próximo reencuentro en la próxima vida. Ambos lo sabemos.
−Gracias por todo lo que compartiste conmigo, por todo lo que me ensañaste.
−Gracias a ti por la alegría y la luz que me diste, por tu amor y por tu compañía. No me olvides, volveremos a vernos. −El mago se aleja, le siguen los demás sabios, en sus manos los espíritus de todos los árboles, preparando la defensa de Círculo de Piedras.
−Vamos, hemos de irnos, −la joven subida a un caballo me ofrece su mano. La rechazo, le sonrío.
Transformada en embravecido caballo de estrellas, relincho angustiada al romper en carrera. En la última mirada mi magia reflejada en sus ojos, dos corazones cosidos con hilos de plata. Volveremos a vernos, no cabe duda. A su lado Dama de Lago, en su hombro un búho me mira fijamente, y entre sus piernas un duendecillo que me grita −prométeme niña que no vas a llorar.
−Te lo prometo...
Coll: Avellano (5 agosto - 1 septiembre) Sabiduría, consciencia, meditación, iluminación.
Luna de la Cosecha: Tiempo de cosechar lo que se ha sembrado, de compartir la abundancia
Consejo de Sabios: cuatro magos, tres médicos, tres bardos, tres cuentacuentos.
Perseidas: lluvia de meteoros a través del radiante Perseo, de forma cíclica en Coll.
En el jardín de las hadas
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