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(Jisoocristo las perdone por lo que están a punto de leer)

Ahora mismo Jisoo se encontraba en camino hacia la casa de Rosé, la había llamado hace unos minutos y le dijo que la necesitaba. Ya no había vuelta atrás, estaba nerviosa de hacerlo, pero lo necesitaba. Bajó del taxi y caminó hacia la puerta donde estaban varios hombres vigilando.

- ¿Qué haces aquí? ¿Quién eres?- Preguntó uno de ellos

- Soy Kim Jisoo. - Respondió

- Déjala pasar. - Era de nuevo aquel tipo. Jungkook. - Es el nuevo juguete de la patrona, ven conmigo. - La dejaron pasar y juntos caminaron hacia la habitación de la mafiosa. - Aquí es, te dejo. - Jungkook se marchó dejándola sola. Tocó la puerta y Rosé la hizo pasar

- Que bueno que llegas. - Dijo al verla. - Cierra bien la puerta. - Le ordenó. - Ven aquí. - Jisoo se acercó, Rosé la tomó por el cuello, sus rostros estaban muy cerca, así que acortó la distancia uniendo sus labios. - Tus besos son muy dulces, te juro que me estas volviendo loca, eres tan perfecta. - Jisoo decidió dejar a un lado sus pensamientos, así que se disponía mejor a disfrutar de aquella mujer que tenía justo frente a ella. Besó sus labios nuevamente y desesperadamente, un beso con mucha pasión. Fue guiando a la rubia hacia la cama, se posicionó sobre ella, pero Rosé la detuvo. - Me encanta que seas así, pero la que manda aquí soy yo, así que harás lo que yo te pida

Se levantó de la cama, Jisoo estaba un poco desconcertada, siempre era ella quien dirigía, pero tenía que admitir que eso la excitaba aún más. Jisoo comenzó a quitarse sus prendas, quedó solo en ropa interior aún sentada sobre la cama, mientras que observaba como Rosé retiraba su bata en color rojo dejándola sobre el piso. Se deleito ante aquella imagen que tenía frente a ella. Esas bragas y ese sostén la hacían ver tan sensual. La miró de arriba a abajo, su rostro era perfecto, su cuerpo era perfecto, todo en ella lo era. Pero hubo algo que llamó su atención, en el costado izquierdo de su abdomen había una marca, como si alguien la hubiera apuñalado, una cicatriz. Rosé se acercó nuevamente hacia la cama y se colocó a horcajadas sobre la peli negra y comenzó a besarla mientras se movía sobre ella provocándole. Jisoo con sus dos manos tomó su trasero para guiar el movimiento.

- Que atrevida eres. - Dijo la rubia. - Pero ya te dije que aquí mando yo

- ¿Qué mierda? - Tomó unas esposas y se las colocó por detrás para que así no pudiera tocarla. - ¿Por qué no puedo tocarte? - Preguntó desconcertada

- No por ahora, tal vez después sí. - Continuó con los movimientos haciendo crecer aún más su excitación y la prominente erección de la peli negra. - Ahora si quiero probarte. - Bajó sus calzoncillos y observó su miembro

- Yo también quiero probarte. - Le dijo Jisoo. - ¿Me vas a dejar? ¿O tendré que esperar?

- Tal vez Jisoo, tal vez. - Tomó su miembro y comenzó a mover su mano. - Pero ya te dije que aquí mando yo, así que ya cállate y disfruta. - Comenzó a lamer la punta, después lo metió todo en su boca

- Oh...no, déjame...déjame tocarte. - Imploraba. - Por favor. - Pero era imposible, Rosé estaba muy concentrada haciendo su trabajo. - Oh mierda, lo haces tan bien. - La rubia detuvo sus movimientos, retiró sus prendas restantes y tumbó por completo a Jisoo sobre la cama

- Dejaré que me pruebes. - Fue subiendo lentamente hasta su rostro

- Siéntate en mi cara. - Dijo Jisoo. Rosé de inmediato obedeció

- ¡Oh mierda! - Gemía al sentir su lengua adentrándose en su intimidad. - Maldita sea, me encanta como mueves tu bendita lengua. - Cerró sus ojos debido al placer. - Mierda Jisoo nunca antes había sentido algo así. - Soltó un fuerte gemido cuando se vino. - Eres experta en esto. - Dijo mirándola a los ojos

- Sabes muy bien. - Dijo besando sus labios ferozmente. - Quítame esta mierda, me esta lastimando

- No. - Seguía negándose. - Ahora si te quiero dentro de mi

- ¡Oh mierda! - Gimió Jisoo al estar dentro de ella. - Te sientes tan bien

- Tu me llenas por completo. - Seguía moviéndose frenéticamente

- Por favor quítame esta mierda, me lastima. - Seguía insistiendo

- Dime por favor patrona. - Ordenó

- Por favor patrona. - Dijo. - Necesito tocarla, acariciarla, besarla

- Esta bien. - Detuvo sus movimientos y quitó las esposas de Jisoo, quien de inmediato tomó el control de la situación posicionándose sobre ella y hundiéndose nuevamente en sus adentros. - Me encanta lo atrevida que eres

- Me encantas tú. - Seguía embistiendo fuertemente

- No quiero llegar, me gusta mucho como te mueves. - Decía mientras Jisoo la besaba, tocaba y acariciaba todo su cuerpo, su abdomen, sus pechos. Esta chica la estaba volviendo loca de placer

- Mmm...mierda estoy cerca. - Informó la peli negra

- Vamos a venirnos juntas. - Siguió embistiendo un par de veces más hasta que por fin se liberaron. - Santa mierda, eso fue magnífico. - Jisoo seguía dentro de ella y continuaba moviéndose tratando de prolongar el placer. Salió de ella lentamente y se recostó a su lado tratando de regular su respiración. - Eres una diosa en la cama

- Tu no te quedas atrás. - Dijo dando un corto beso en sus labios

- Te necesito de nuevo

- Lo que usted me diga patrona. - Se posicionó nuevamente sobre ella y repartía besos sobre su rostro. Se vieron interrumpidas ya que tocaban la puerta. - Mierda diles que se vayan

- ¡Largo de aquí! ¡Te dije que no atendería nada déjame en paz! - Dijo Rosé

- Jefa es de suma importancia, se trata de su hermano. - Informó Jungkook

- Tengo que atender esto Jisoo. - Se levantó de la cama en busca de su ropa. - Vístete. - Le ordenó. - Otro día continuamos. - Jisoo buscó su ropa y comenzó a vestirse. Cuando ya estaban listas Rosé fue y abrió la puerta. - ¿Qué es lo que pasa con mi hermano? - Preguntó

- Salió de casa, dijo que iría con un par de amigos a divertirse, obviamente iba bien escoltado por nuestros hombres. Pero en el camino fueron interceptados por los hombres de Chanyeol

- ¿Qué? ¿Y nuestros hombres? ¡Son unos inútiles! - Gritó enojada

- Los de Chanyeol nos superaban por mucho, eran demasiados, atacaron, ellos están muertos

- ¡No puede ser maldita sea!

- Chanyeol tiene a su hermano ¿qué quiere que hagamos? ¿Atacar?

- No, ese estúpido algo quiere

- Es obvio que a usted

- El imbécil tiene que hablar, solo queda esperar. Si no llama, prepara un plan para atacar ¿entendido?

- Sí patrona como usted ordene

- ¿Todo bien? ¿Hay algo en lo que pueda ayudar? - Preguntó Jisoo

- Lo mejor será que ya te vayas, no sirves de nada aquí. - Contestó Jungkook

- ¿Tu que tienes contra mi? Deja de tratarme así imbécil. - Dijo Jisoo

- ¡Ya basta! - Gritó Rosé. - Dejen de discutir que suficientes problemas tengo ya. - Ordenó. - Tu Jungkook deja de ordenar porque tu no eres nadie aquí ¿entiendes? - Dijo mirándolo fijamente

- Sí patrona entendido. - Contestó

- Y tu Jisoo nos vemos después, ya puedes irte. - Le dijo

- Esta bien, te llamo más tarde. - Jisoo salió de ahí

- ¿Qué tiene esa imbécil que no tenga yo? - Preguntó Jungkook

- Mejor ya cállate, no tengo cabeza para tus estúpidos reclamos. - Dijo harta. - Así que mejor ponte a trabajar con lo que te asigne. - Rosé cerró la puerta de su habitación

- Algún dia Roseanne, algún día serás mía