CLAIRE.
Mientras bailaba encima del escenario sentí varias miradas encima de mi, y como no, traigo conjunto sexy de encaje rojo vino que no le deja mucho a la imaginación.
Sigo bailando sin darle mucha importancia, estoy acostumbrada.
Y no es que esto me guste, si no que lo tengo que hacer, lo hago desde los 17 y tengo 20.
Soy huérfana y nunca tuve a nadie que me ayudara con mi situación, viví con mi tía hasta los 15 pero ella murió y desde ese entonces vivo sola en el mundo.
La jefa de éste lugar, Meriem, me encontró un día en una fila para conseguir un trabajo y me ofreció este y aquí estoy.
La música acaba y los aplausos se hacen presentes a la vez que bajo .
Voy hasta Meriem para ver con quién me a tocado hoy.
-Aquel de allí, chica-me señala hacía una mesa en la esquina de club y voy hacia allí.
El hombre tenía una cara neutra y sería, los ojos azules y la mandíbula bien marcada.
Me miraba a la vez que me iba acercando.
Llegó hacía el y me siento en sus piernas.
-Hola-digo con voz sexy.
-Hola, Claire- responde con voz ronca.
-Como te llamas-.
-Alex Velikok-.
-Entonces que empiece la diversión-le digo coquetamente cerca de sus labios.
Este me toma por la mandíbula y me besa rudo, rápido y introduce su lengua en mi boca.
Nos separamos a la vez que le paró de encima de el y vamos hacía las habitaciones.
Al entrar dejo caer la bata que traigo puesta y él me mira y el deseo se le nota en los ojos azules.
Se acerca a mi y me vuelve a besar a la vez que yo le voy desabrochando la camisa y tocándole el grueso y trabajado torso.
Voy agachandome mientras le beso el torso hasta que llegó al botón de sus pantalones, lo desabrochó y me arrodillo.
Se quita los boxers dejando ver su largo y grueso miembro.
Le doy un beso en la cabeza, y en segundos lo tengo en boca mientras el me coje del pelo, desde aquí oigo sus gruñidos de satisfacción.
Se deja ir en mi boca y me lo trago todo.
Me paro frente a él, este me empuja hasta que quedó contra la pared, me coje por la cintura y yo envuelvo las piernas alrededor de sus caderas.
-Espero que estés preparada, Claire-dice.
-S.., !ah!- no me deja responder, entra en mi de un empujón, duro, fuerte.
Me tiene aprisionada contra la pared, mientras entra en mi sin compasión, una y otra vez.
Llegó al climax a la vez que tiemblo y me devuelvo en sus brazos, al no le importa, sigue empujando hasta que se deja ir.
Me baja en dos segundos y me pone la cara contra la pared y en segundos lo tengo dentro de mi otra vez, pero por detrás.
Empuja duro, fuerte, a la vez que yo gimo y el maldice en voz baja.
Llegó al orgasmo de nuevo y el se viene después de otro rato empujando .
Me suelta y me da un beso mientras nuestras lenguas se enredan.
De pronto siento que tengo dentro de mi otra cosa, pero no exactamente su miembro, sino sus dedos, introdujo los 4 dedos de golpe y empezó a masturbarme.
Se agachó y me empecé a dar placer, pero con la lengua, entre lametones y gemidos llegue de nuevo al orgasmo.
Se separó de mi y se empezó a vestir a la vez que yo me ponía de nuevo el conjunto de lencería y la bata, me acerqué y nos dimos otro beso con lengua.
-Adios, baby-le digo y salgo de la habitación.
Dios, ese hombre es el mismísimo dios griego.
Llegó hasta Meriem.
-Listo- le digo.
-Aquí está lo tuyo, puedes irte- me entrego un fajo de billetes y lo metí en mi bolso.
-Gracias-.
Sali y coji un taxi de camino a casa .
Al llegar me di un baño y no pude evitar pensar en el.
Eliminé esos pensamientos de mi mente y sali de la ducha y me fui a la cama.
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