ALEX.

Ella había sido mi perdición desde que la ví bailando en el escenario.

Y cuando la vi gimiendo por mi, fue mil veces más mi perdición.

No sabe en lo que a caído, pero pronto lo sabrá.

Ella será mía.

Esa mujer que folla como una diosa tiene que ser mía.

-Su nombre es Claire Kaer, es lo único que se pero dentro de una hora quiero saber todo sobre ella-le ordenó a mi mano derecha.

Más conocido como mi mejor amigo, Patrick, nos conocemos desde que tengo memoria y Patrick siempre a sido mi mano derecha.

-No se si pueda saber absolutamente todo, pero lo intentaré-dice.

-No, no lo vas a intentar, si no vienes aquí con todo sobre ella te volaré la cabeza joder-.

-Ok, vendré con todo-dice levantando las manos en señal de paz.

•••

Media hora más tarde estábamos sentados en mi oficina a penumbras y hinzonorizada para que nadie se metiera en lo que no debía.

-Claire Kaer, 20 años, no tiene familia, vivía con una tía que cuando tenía 15 años murió y trabaja en "Pasionett" desde hace 3 años, desde que tenía 17 mas bien y aquí esta su dirección, eso es todo y puedo preguntar-.

-no y guarda todos sus registros, si va al hospital, me informas y cualquier otra cosa me informas y puedes irte-.

Asintió y se fue, eso me gustaba de él, que sabía cuando no debía preguntar o insistir.

Sali de mi oficina y fui hacía la salida de mi pent house por mi auto.

-Quiero mi auto aquí en 5 minutos-le ordenó al chófer.

El asiente y en unos minutos lo veo venir en mi ferrari, se baja y me da las llaves.

-Que todos los guardias protejan la casa por los alrededores- ordeno.

Eso es otra cosa, Moredatti me tiene hasta los cojones con sus ataques, siempre lo derribo pero ya en una ocasión no estaba acá y aprovecho porque sabía que Lisa estaría sola en casa.

Llegó a casa de Claire en segundos, es en un edificio un poco viejo y desgastado de ladrillos.

Aparco y me bajo, empiezo a subir escalones con prisa hasta que llegó a su piso.

Toco su timbre una,dos,tre...

Cuando iba a tocar de nuevo, la puerta fue abierta y ella apareció.

Iba con unos leggins apretados y un pequeño corpiño que le dejaba poco a la imaginación.

Resumen: se me puso dura en segundos.

-¿Que hace aquí señor Alex?-.

-Lo que e querido hacer desde hace dos días-.

Me acerco, la tomo por la cara y la beso, introduciendo mi lengua en su boca, está no se aparta, al contrario me muerde el labio y acaba con la poca paciencia que me quedaba.

De un momento a otro la tengo con las piernas enredadas alrededor de mis caderas y estamos al lado de la puerta, dónde cualquiera que pase nos puede ver, pero no nos importa.

Nos seguimos besando y ella con toda la intención se restriega contra mi, haciéndome soltar una maldición.

Cierro la puerta con el pie y la bajo, le quitó los leggins y las bragas.

En un momento la tengo con las piernas enroscadas a mi alrededor de nuevo.

Me bajo los pantalones y los boxers y entro en ella de un empujón, le quitó el corpiño y le masajeo el pezón y me lo meto en la boca y succionó, todo esto mientras empujó dentro de ella.

Repito los movimientos en su otro pecho y cuándo le pellizco el pezón soltó un chillido y llegó al orgasmo.

Yo seguí empujando dentro de ella, duro, cada vez más duro, con fuerza, hasta que me vengo, el orgasmo llega con fuerza.

Apoyo la frente en la de ella y en unos minutos salgo de su interior, ella recoje toda su ropa y yo me acomodo la mía.

-Señor esto no puede volver a pasar de verdad-dice.

-Pues mira a ver cómo lo vas a asimilar porque volverá a pasar-digo con una sonrisa socarrona.

-Por favor vallase -dice y decido dejarla respirar, tal vez una o dos semanas y luego vendré de nuevo a llevármela.

-Adios baby- le digo yo esta vez en el oído y no la dejo hablar me voy.