Capítulo 10
Los pasos cercanos rompieron su ensoñación. El ambiente se rompió tan rápido como llegó y el entorno volvió a la normalidad, Jimin fue dándose cuanta de donde estaba y con quien, su omega había ganado terreno otra vez poniendo su razón por muy debajo del control de sus acciones, trató de controlar su olor el cual incluso él pudo percibir como dulce. Solo había sido un toque ligero en sus labios; pero Jimin sentía todo su cuerpo vibrar.
—¡Amir, hürrem! — era la voz de Taehyung sonando desde lejos. Jimin se separó un poco avergonzado, reprendiendo a su omega por no tener control sobre sí mismo. Era extraño para él tener era tipo de reacciones que daba lugar antes de que procesara en ellas.
Yoongi no se movió ni un poco y solo miraba con una intensidad que nunca había experimentado antes. Cuando vio los ojos del alfa aclararse y controlar sus feromonas con tanta facilidad, Jimin se preguntó si no fue un sueño los últimos cinco minutos.
—Vamos — se incorporó el alfa. Cuando su cuerpo se separó de la calidez de Yoongi, el castaño sintió a su omega chillar. El tigre también alzó la cabeza, pero se quedó e su lugar. Jimin acercó su mano dudoso y le dio una última caricia mientras Yoongi lo observaba de cerca.
Por alguna extraña razón, Jimin sintió que cuando salieron de esa zona y volvieron dentro de la mansión, eran los mismos extraños atrapados en una unión forzada.
Yoongi no cenó con él, apenas habían pisado la casa se excusó y desapareció dentro de lo que Jimin pensaba eran sus oficinas. No tenia derecho a reclamar nada, no dijo ni una sola palabra mientras veía la figura del alfa desaparecer dentro de las puertas. No es como si fueran una pareja casada que comparten las comidas y hablan de todo lo que hicieron al final del día. Eran su alfa y omega lo que se atraían, no ellos como personas. Era solo instinto.
—¿Hürrem? — Taehyung lo llamó desde atrás, Jimin no se había dado cuenta de que seguía estando en el mismo lugar donde lo dejó Yoongi.
—Te he dicho que no me llames así, por favor— inhala Jimin dirigiendo sus pasos al azar, no conocía la casa y realmente no quería preguntarle al alfa donde estaban sus cuartos.
Al final Taehyung lo guió a sus recamaras, Elit, Kenia y Edith ya estaban esperándolo en la puerta con un carrito de comida. El brasileño dio un asentimiento en despedida y Jimin agradeció que no se inclinara de manera reverente como los demás.
Comió, lo bañaron a pesar de sus objeciones y lo vistieron. Cuando las omegas se fueron, Jimin se quedó viendo las pinturas en el techo, la enorme cama le recordaba la soledad que sentía en su corazón. Estar unido era más difícil para los omegas, buscaban la atención y el cuidado constante de sus alfas. Había intentado reprimir sus instintos naturales esos días, pero la cercanía de Yoongi hoy se dio cuenta de que iba a ser más difícil, Jimin tenía una imagen del turco y su omega otra, era la primera vez en su vida que se sintió tan confundido.
Con duda, dirigió su mano a su vientre y recordó las palabras del doctor, no creía sentirse listo para tener un hijo.
Era cuestión de tiempo por supuesto, al ver la familia y el mundo de los Min sabía que lo presionarían para tener algo en su cuerpo pronto. Tenía que escaparse antes.
Cerrando los ojos con el vano intento de dormir, sus pensamientos volvieron a los ojos dorados causantes de tantas variantes en su vida.
Y en otro lugar de la casa, otra persona tampoco podía conciliar el sueño.
En las mañanas siguientes, Elit le informaba cada día que su alfa estaría todo el día en la empresa. A Jimin no le importaba realmente, entre menos viera al turco mejor; sin embargo, una parte orgullosa de él se enojó al pensar que el alfa también lo estaba ignorando deliberadamente. Desayunaba y se vestía para bajar a los jardines- había días en los que se quedaba en los propios- o iba a la zona de la alberca o al salón de música, o en general a cualquier lugar donde pudiera quitar su aburrimiento. Incluso pidió ayudar en las cocinas para tener algo que hacer, las betas de ahí lo vieron horrorizadas cuando lo pidió y decidió no preguntar otra vez.
Una mañana en particular salió de las recamaras y despidió a las omegas mientras ellas insistían en que avisara si necesitaba alfo y que estarían cerca ante cualquier llamado. Taehyung lo esperaba en la puerta como usualmente lo estaba haciendo en los últimos días. El alfa usaba menos lenguaje cortés ante la insistencia de Jimin, hablar de temas normales de la vida diaria con Taehyung le recodó a su vida universitaria.
—Amir estará ocupado el día de hoy, después de desayunar irá a la empresa, me informó que lo disculpara por que no estaría... en los próximos días — le informa Taehyung apenas bajan las escaleras. La irritación que controló durante todo ese tiempo se disparó en un segundo.
Como siempre, no tenia problema con que el alfa hiciera sus asuntos.
¿Pero esperaba que me quedara todo el día encerrado mientras él salía y cuando volvía ni siquiera me dirigiera una mirada?
—No es necesario que me digas eso todos los días, pero agradezco las disculpas de tu amir— contesta Jimin sarcástico mientras emprende su camino.
—Bien, si así desea— lo sigue el moreno, guardando sus propios pensamientos para si mismo. —¿A dónde quiere ir?
Jimin se detiene abruptamente, sintiéndose tonto al pensar que se veía demasiado obvio que no conocía el lugar. Tarareo la pregunta de Taehyung dentro de su cabeza, estaba demasiado irritado y pensaba sacar su frustración dibujando en los jardines, pero Jimin no era de los que se quedaba callado. Así que redirigió sus pasos.
Recordando ligeramente el camino, cruzo todos los pasillos y salones cuando finalmente encontró la puerta que buscaba, la oficina de Yoongi. El enojo dominaba su mente y aceleró sus pies, cuando el moreno vio sus intenciones se escandalizó.
—Al amir no le gusta ser interrumpido mientras trabaja, no creo que sea buena...—se cortó cuando vio al omega interrumpir y abrir la puerta del estudio de su jefe sin chistar. Decidió que sería mejor esperar afuera.
Yoongi revisaba los documentos de los casinos y bares donde tendría que ir en la próxima semana, los Yilmaz no mintieron con sus amenazas y habían provocado revuelo en su territorio. Había estado m uy ocupado en esos días poniendo en marca su dominio y capturando a los trabajadores de la otra familia
Cierta parte de él quería evitar al omega que habitaba en la casa, no estaba listo para enfrentar las reacciones de su alfa, habían sido ya tres veces que su lobo ganaba sobre su razón. La falta de control era algo que no soportaba Yoongi.
Sosteniendo la pluma sin moverse, a punto de firmar los últimos detalles de sus propiedades la puerta se abrió abruptamente, revelando al omega que había evadido todo ese tiempo. Estaba enojado, su rostro lo decía todo.
Los dos se quedaron en su lugar sin decir nada, Yoongi aún demasiado sorprendido por la valentía del castaño y Jimin apenas dándose cuenta de sus acciones. El alfa decidió hablar primero.
—¿Sucede algo? — pregunta tranquilo, avivando el enojo del omega. El alfa actuaba como si fuera una molesta mosca a su alrededor. Irguiendo su postura y alzando la cabeza respondió.
—Bueno so, no sabía que tenia que interrumpir de esa forma para que te dignaras a dirigirme la palabra— con la mirada confusa el turco, se apresura a añadir —NO malentiendas, tus asuntos no me interesan en lo mas mínimo, pero es curioso que el que habló de confianza primero ignore deliberadamente al omega que se cogió y marcó mientras él sale todos los días y encierra a su mate como una puta princesa en la torre.
Jimin recupera el aliento de sus palabras, tomando respiraciones largas para calmarse y sopesar lo que había dicho.
Estoy muerto piensa el omega. Si antes tenía la mínima oportunidad de salir, aunque sea una vez, esta había ido para no presentarse nunca más. La mirada neutra del alfa no ayudó a sus nervios y cuando el alfa se levantó de su asiento estaba seguro que ni siquiera le permitirían salir de sus habitaciones.
Yoongi se para frente a él sin decir nada. Le ganaba a Jimin en altura casi por dos cabezas así que tenía que alzar su cabeza sí o sí. A pesar de eso y el aura peligrosa que exhalaba el alfa por cada poro, Jimin no bajó su mirada ni una vez.
—Taehyung me informó que te gustaría pintar, pero que preferías elegir por ti mismo los materiales— Yoongi sostuvo una tarjeta enfrente de Jimin, agarrando su mano la pasó en la palma del castaño.
—¿Qué es esto? — cuestiona Jimin a la acción, no al objeto. Sabia muy bien que era una tarjeta de crédito.
—Taehyung y algunos de mis hombre te llevaran a comprar las pinturas, la zona está llena de ropa y otras cosas. Compra a tu deseo. — responde Yoongi sin ninguna emoción en su rostro. El castaño no sabe que responder. —Taehyung.
El moreno entra lentamente a la habitación, la postura que usualmente tenía con Jimin se convirtió en una figura recta y seria.
—İhtiyacın olanı ve istediğinizi satin almak için hürreminizi alacaksınz, başkalarını da yaninizda götüreceksiniz. Geceden önce burada isterim. (Llevaras a tu hürrem a comprar lo que necesite y desee, lleva a otros contigo. Los quiero aquí antes de la noche.) —Taehyung asiente a la orden y Yoongi dirige su mirada de nuevo a Jimin.
—Espero que sepas calcular bien tus acciones— murmura bajo y Jimin no tiene que adivinar para saber que era una advertencia para no intentar escapar. Decide no responder nada.
—Hürrem— lo llama Taehyung apuntando la puerta. No lo había llamado así en los últimos días, pero sabía que frente a Yoongi sería arriesgado para el moreno.
Jimin sale procesando el peso de la tarjeta en su mano, mientras Yoongi observa la figura del omega esfumarse tras la puerta.
El estar afuera después de mucho tiempo fue un antídoto a la tensión en los músculos de Jimin provocada por tantas emociones recientes. Lo llevaron a una extraña plaza al aire libre, había tiendas de todo tipo a cada extremo que mirara Jimin. No pudo evitar sentirse como un niño pequeño explorando el exterior.
Había diversas miradas en él, no había ni una sola persona que no pasara al lado del omega para volver su vista a él. Además de Taehyung, había otros cuatro hombres acompañándolo.
—¿Dónde desde ir, hürrem? — pregunta un hombre rubio con barba al lado de Taehyung. Era difícil recordar sus nombres y Jimin sintió que era grosero no hacerlo.
—Ah, ¿Dónde están las tiendas de arte...? — hizo un esfuerzo por recordar.
—Tristán, hürrem— lo ayudó Taehyung.
—Lo siento, sería más fácil si tuvieran un gafete que pudiera identificarlos— bromea el castaño, callándose cuando los rostros de los alfas se volvieron más serios. Decidió quedarse así y dejar que lo guíen.
Lo llevaron a la zona de tiendas que pidió, toda la plaza tenía establecimientos de productos de marca, las personas que pasaban tenían el visto de la población que identificaba perfectamente al capitalismo. No se sorprendió al ver desde los ventanales los instrumentos o pinturas de los más caros en el mercado. Al final se decidió por una de las tiendas, Taehyung fue el único que entró con él mientras los otros alfas se quedaban afuera.
—B-bienvenido— tartamudeó la chica de la tienda. El omega se compadeció y no la culpó, los hombres afuera tenían una mirada solida sobre ella, parecía que estuvieran a punto de lanzarse sobre la beta si hacia algo mal. Decidió hacerle el día más fácil y escoger rápidamente lo que necesitaba.
Compró diversos colores y lápices, unos cuadernos, un caballete y lienzos. Se sintió raro al extender una tarjeta que no era suya, pero pensó que Yoongi no se quejaría si viera el gasto de mas de cinco ceros. Se despidió, sintiéndose culpable por tono pálido en la chica cuando salió.
Por supuesto, no lo dejaron cargar nada.
Decidió pasar también por unos cubridores para su mordida. Los que le habían dado se veían demasiado elegantes para pasar inadvertido, así que quería comprar unos más casuales.
La marca había dejado de molestar, pero aun así seguía curándose, sería mejor tenerla cubierta.
Jamás había entrado a una tienda específica para productos de omega, no le gustaba hacer alarde de su segundo género. Apenas cruzo la puerta de la que parecía aceptable, dos empleadas omegas se le alzaron— ¡Bienvenido! ¿Qué podemos hacer por usted?
El castaño se puso nervioso por la insistente atención. Taehyung dio un paso al frente y habló por él. Haciendo que retrocedieran las dependientes. —Buscamos cubridores, los más casuales que tengan por favor.
Jimin le agradeció en un susurro y Taehyung solo le sonrió amigable.
Le trajeron un bonche de telas, algunas no eran tan casuales como los pidió, pero pensó que eran mejores que los que le ofrecieron Kenia, Elit y Edith. El omega estaba muy concentrado en elegir algunos para probarse, hasta que por la esquina de su ojo vio otra puerta trasera cerca de lo que pensaban eran los vestidores. Una cortina la cubría, pero pudo verla al percatarse de un empleado entrando por ella.
Volteó a ver a Taehyung y a los demás alfas para comprobar si también se habían dado cuenta de la salida. Pero estaban tan concentrados en amenazar a los que pasaban con su mirada que no voltearon ni un momento.
—Me gustaría probar estos— extendió dos al azar. Una de las chicas que lo atendían le pidió seguirla para llevarlo a los vestidores. Taehyung se adelantó y lo siguió.
—No creo que... — empezó el alfa.
—Ah vamos, no creo que quiera meterse al cubículo con él ¿o sí? — lo interceptó la otra empleada. Jimin agradeció la duda en el rostro de Taehyung y el coqueteo descarado que le estaban dando al brasileño. Estarían lo suficientemente entretenido, los otros alfas estaban frente a la puerta principal, esperando afuera.
—Si necesita algo no dude en llamarme, soy Lisa— se presentó la omega que lo guio. El asintió rápidamente y cerro las cortinas. Esperó unos segundos y se asomo para verificar la posición de Taehyung y los otros.
No podía creer su suerte cuando el empleado que estaba cerca de la salida se dirigió a un cliente que entró, dejando sola la puerta. Volteó y vio que ahora eran tres trabajadoras rodeando a Taehyung, ofreciéndole productos para comprar. Agradeció el atractivo exótico del alfa.
Sin dudar corrió hacia la salida.
Era la parte trasera por lo que había una avenida enfrente. Los carros pasaban rápidamente y su corazón latía como loco, sentía que era algo muy apresurado, pero era una oportunidad muy rara. Alzó su mano para detener a un taxi cuando dos camionetas negras derraparon y se detuvieron rodeándolo. Jimin apenas pudo parpadear cuando vio que una bala atravesó al chofer del taxi que llamó.
Hola!
Me paso por aquí para comentarles un par de cosas.
La primera: las actualizaciones son 3 veces por semana, trato de que mantenerlas en lunes, miércoles y viernes sin embargo podrían variar (como la semana pasada) peeeero trataré de que sean por lo menos 3.
Segundo: si reciben notificaciones de los capítulos anteriores es por que estoy realizando edición, sobre todo por el guión largo que Wattpad insiste en quitar, y para agregar algunas canciones de las cuales por error no se estaban adjuntando y no me había percatado (son canciones que están en la historia original )
Último: Se que no hay muchos comentarios, sin embargo estoy tentada a incluir a Kim Namjoon como León Mikaelson el amigo de Yoongi (si no recuerdan bien, su aparición es el capitulo 2) así que les pregunto ¿Qué les parece? ya que vamos en el capítulo 10 y como dije es un personaje del capítulo 2...
Y nada... ¡Muchas gracias por leer y darle la oportunidad a la adaptación!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro