CAPITULO 67
Los cuerpos temblorosos se convergen mientras inclinan sus frentes hasta tocar el mármol. Incluso cuando sus voces se reúnen en un eco unísono, existe inestabilidad en sus tonos al decir las siguientes palabras:
—Amir, size hoş geldiniz diyoruz! [¡Amir, lo recibimos con gusto!]
Yeon Jun observa alrededor sin expresión alguna, y hace un movimiento desinteresado para evitar formalidades, sin embargo, las personas siguen en sus lugares como inmóviles estatuas. Con todos arrodillados, es capaz de ver con claridad a la única persona que no hace ningún ademán de respeto hacia él. Soo Bin rehuye su mirada y voltea hacia otro lado mientras alza los labios.
—Mis disculpas por no saludarlo —Soo Bin hace un movimiento veloz, apenas perceptible para que se pueda considerar un saludo. Yeon Jun frunce el ceño y sus labios se contraen en una expresión de irritación.
Todos sudan ante su mirada y sus pobres mentes trabajan en los mensajes de expresión que están viendo desde su posición.
Hürrem siempre se ha considerado un omega tenaz e inflexible, la etiqueta de La Roja nunca fue algo que el considerase con mucha importancia. Este recibimiento simplemente era muy seco.
Yeon Jun camina hacia él y sus ojos hacen saber que quiere decir algo. Soo Bin voltea hacia abajo y observa como Woo Young ya empieza a enderezarse.
—¡Amir! —su voz suena tan melosa e insoportable, Soo Bin apenas si puede evitar chasquear su lengua.
Yeon Jun se detiene y mira hacia abajo, notando que no se había dado cuenta de la melena roja bajo sus pies. El razonamiento llega a él de inmediato mientras observa los ojos zafiros que le miran anhelantes. Woo Young había sido una presencia inexistente en los últimos meses, y su reputación en el clan había sido herida por sus actos groseros. No recordaba que se encontraba en Kilyos, relegado y castigado por su mano.
—Woo Young —dice seco, lo suficiente como para hacer que todos retrocedan temblorosos a su alrededor. Aún así, el omega parece ser ignorante del verdadero ambiente que fluye en el aire y su rostro se ilumina con una sonrisa sincera hacia Yeon Jun.
Soo Bin quiere reír ante la absurda escena, por supuesto que ese omega cambiaría su cara de inmediato frente a Yeon Jun. Su mano cruje y se retuerce, y requiere de mucha de fuerza para retraer sus feromonas, si mostrara ese tipo de descontrol los rumores solo incrementarían. Acaba de llegar a otra región de Turquía, en esta mansión tenía que mostrar una imagen benevolente, con su papel no podía saltar a la mínima provocación o las voces entre el clan se alzarían en susurros prejuiciosos contra él. Había veces en las que él mismo ni siquiera podía ayudarse.
—Amir —la voz dulce de Mina se extiende entre ellos de repente—. Pido permiso para hacer una acusación.
Soo Bin voltea sorprendido, Moon y Arin parecen compartir su asombro en silencio. Yeon Jun alza una ceja en respuesta, no conocía mucho a las damas de Soo Bin, pero sabía que eran silenciosas y modestas. Eran mujeres que habían sido entrenadas para hablar cuando se requería, por lo que no podía ignorar este cambio de actitud.
—Habla —dice Yeon Jun mientras da una mirada rápida a Soo Bin, quien parece notar su atención hacia él y le ignora sin discreción.
—Amir, usted sabe el estado delicado en el que se encuentra Hürrem. En esta etapa del embarazo y después de los riesgos que han sufrido los niños imperiales, es de suma importancia mantener la salud de Hürrem como mayor preocupación del clan —Mina hace una pausa ligera antes de continuar, todos guardan silencio mientras habla con una precisión tranquila—. Es por eso que Hürrem no puede enfrentarse a emociones fuertes. Con este atrevimiento que tengo para hablar, puedo sostener que recientemente Hürrem casi es arriesgado de nuevo...¡Esta sirviente le pide la rectitud de su mano para que pueda castigar al causante!
Soo Bin jadea cuando Mina se arrodilla, intenta detenerla pero Arin y Moon le siguen con la cabeza baja. Cuando se quiere inclinar para alzarlas, ellas rehuyen su tacto y le piden paciencia en sus ojos.
Won Woo observa de lejos con miedo, y su banyalar le instruye para retroceder. Para el harem hay cosas en las que no pueden intervenir, este tipo de situaciones puede llevar a una ejecución de toda la mano de trabajo de la Mansión Mavi.
—Explícate —exige Yeon Jun mientras mantiene sus ojos en las tres mujeres arrodilladas.
Soo Bin muerde sus labios y alza el mentón con enojo, el aroma alrededor de Yeon Jun se ha espesado y puede causar estragos en los lobos de los demás. Teme que pueda afectar directamente a sus banyalar si se les expone a él mucho tiempo, por lo que esta apunto de decir algo para que Yeon Jun se controle mejor. Sin embargo, Tae Hyun surge desde la espalda de Yeon Jun y a lo lejos mueve la cabeza en negación hacia él.
"No intercedas"
Soo Bin hace una mueca y lo ve con extrañeza, Tae Hyun suaviza su rostro y vuelve a hacer el mismo movimiento de negación. El omega duda, debido a los sentimientos negativos que ha reunido hacia Tae Hyun por la ocultación de información sobre su madre y su origen es difícil verlo a los ojos sin querer llorar y reclamarle. El mensaje de su enojo y desconfianza hacia él había sido claro al no querer verlo tampoco ¡Por lo que no podía pedirle nada! Así que Soo Bin da un paso, ignorando a Tae Hyun de lejos. Pero el alfa no retrocede y vuelve a hacerle una expresión de súplica, Soo Bin lo ve de reojo y aprieta los labios. Demonios.
—Para responder a amir, mi acusación va directamente a la sanguijuela bajo sus pies. Desde el palacete principal busca reducir a Hürrem, por lo que fue expulsado desde hace tiempo, pero viendo el orgullo en su rostro ahora ¡Realmente no aprendiste tu lección! —Mina señala a Woo Young sin tartamudeos, haciendo que este reaccione de inmediato.
—¡Mentirosa lamebotas! ¿¡Es que mi nivel no es lo suficiente para decir unas cuantas palabras a mi señor!? —Woo Young se alza y le grita enojado a la mujer, Soo Bin tiene el impulso de querer voltearle el rostro para callarlo —¡Si es tan grande que no puede saludar a humildes sirvientes entonces se hablará de él!
—¡Basta!
Y como una ola arremetiendo, todos se arrastraron en el piso. Tal fuerza de voz de comando calló hasta las cigarras de los jardines recónditos del lugar. Soo Bin mira el rostro de Yeon Jun con sorpresa... su voz, incluso en este distanciamiento su lobo respondía con ahínco.
—¡Desde hace tiempo se decretó la prohibición de rumores y chismes entorno a las altas posiciones del clan! ¿¡Quien se atrevería a decir algo de la figura materna de la dinastía!?
—¡Gitmeye cesaret edemeyiz, asla! [¡No nos atrevemos Amir, de ninguna manera!]
Soo Bin cierra los ojos en culpa de nuevo. Estas personas volvían a responder por algo en lo que no estaban involucrados.
—¡No quise hacer enojar a Amir! ¡Por favor perdóneme! —Woo Young se acerca de rodillas hacia Yeon Jun, tomando con manos temblorosas la manga de su camisa. Yeon Jun se aparta con brusquedad y le da la espalda.
—Nuevamente has ofendido a tus mayores, Woo Young. Mis consideraciones contigo eran solo por el trabajo de tu abuelo durante todos estos años de servicio. En este punto no puedo ser indulgente —Yeon Jun espeta serio mientras todos observan atentos a sus palabras. Soo Bin da una ligera mirada a su expresión cuando los segundos pasan sin ninguna palabra dicha, la seriedad en su rostro no se ha esfumado, pero parece estar pensando en algo con mucha seriedad. Justo después de que Soo Bin aparta los ojos cuando se encuentra de nueva forma con los de Yeon Jun, él habla—. Serás castigado con la pena máxima de nuestro clan a omegas por tu falta.
Todos guardan el aliento ante eso, Soo Bin alza la mirada y por fin enfrenta la de Yeon Jun. La Marcación de Amapolas, era un castigo que estaba desde el reinado del sultán Orhan I, era extremadamente cruel contra omegas con grandes crímenes. Implicaba la extracción de la glándula de marca, el extirpamiento de utero y heridas permanentes en todo el cuerpo del omega. Sin embargo, este castigo fue ligeramente cambiado en el reinado de Mehmed V, dejando el castigo a solo una cicatriz en el rostro de no más de siete centímetros. Este castigo se mantuvo junto con antiguas reglas del imperio caído a época de La Roja. Si Soo Bin había aprendido bien, era la primera vez en cincuenta años que se volvía a aplicar.
—¡Amir! ¡Amir, affet beni! [¡Amir!¡Amir, perdóneme!] —Woo Young grita con más fuerza después de escuchar sus palabras y todos tiemblan ante sus alaridos de súplica, pero al ser ignorado la desesperación le llena. Sabiendo que no obtendrá respuesta alguna, se dirige a Soo Bin y se acerca de rodillas hacia él. Soo Bin no lo empuja cuando pega la frente en sus pies—¡Hürrem, le ruego me perdone por mi falta! ¡Si lo hace, prometo escalar la montaña de cuchillos y entrar en el mar de fuego por usted sin quejarme!*
Soo Bin observa el rostro de Woo Young contorneándose de miedo. El rostro de un omega, así como su glándula y vientre, definitivamente era lo que les hacía vivir. Ese castigo era ligero comparado a antes, pero incluso para él era difícil tomar una decisión.
—Amir ha sido paciente, tienes suerte de no perder tu cabeza el día de hoy Woo Young. Se agradecido —la voz de Tae Hyun se hace presente, haciendo que Soo Bin no dude y tome una decisión de inmediato.
—La cicatriz será de cinco centímetros. Después de eso, seguirás trabajando en la mansión Mavi hasta que tus huesos se calen sin descanso.
Woo Young muerde la parte interior de su mejilla y sus verdaderos sentimientos se ocultan bajo sus ojos rojos. Pero no se atreve a decir una palabra más, no cuando podía perder su lengua también. Alá había sido misericordioso con su destino, tampoco podía ser avaricioso con algunas cosas que no estaban en su control. Soo Bin gruñe y su voz ordena sin temblores.
—Llévenselo.
—¡Hürrem es magnánimo! —las voces unísonas vuelven a surgir con otra inclinación. Woo Young le observa en silencio mientras es llevado por ambos brazos y nadie dice nada de nuevo cuando la gran puerta se cierra detrás de él.
—Lamentó meter a Amir en este tipo de problemas sin importancia —Soo Bin camina hasta Yeon Jun y baja la cabeza, haciendo que Yeon Jun tome su mano con preocupación. Soo Bin es capaz de soltarse antes de que alguien lo note—, le prometo no volverá a pasar.
La mandíbula de Yeon Jun se tensa sin disimulación, y sus ojos se vuelven oscuros y feroces ante el rechazo. De repente, las personas alrededor que ya se enderezaban, volvieron al piso de rodillas por la pesadez que se posó en su espalda de repente.
—Veo que Hürrem está cansado, por lo que su servicio no será necesario —Yeon Jun voltea hacia las tres mujeres detrás de Soo Bin, haciéndolas temblar de inmediato por la amenaza que perciben—. Yo lo acompañaré hasta las alas principales.
Nadie refuta.
— Como ordene, amir.
Las puertas se cierran detrás de ellos con un sonido áspero. Soo Bin camina sin voltear detrás de él y aprieta la unión de su velo en su pecho cuando nota la cercanía de Yeon Jun detrás de él. No dice nada cuando el alfa se inclina e inhala cerca de su cuello, pero el sonido de disgusto que Yeon Jun hace después de eso le pone incómodo.
—Nuestros hijos son fuertes y sanos, puede parecer apresurado pero el tiempo pasa como arena entre dedos. Tal vez sea hora de que elijamos el método de parto para una mayor comunidad para ti —Yeon Jun pasa al lado suyo sin tocarlo, plantándose en medio del lugar empieza a observar alrededor con despreocupación y tranquilidad. Soo Bin ríe sin gracia y voltea a otro lado con molestia. Esta conversación tan fraternal y sin chiste le hace querer vomitar.
—¿Nuestros?
Yeon Jun gira la cabeza con parsimonia, el veneno entre las palabras de Soo Bin no tiene ningún efecto en él a primera vista. Pero por el cambio en su olor, Soo Bin sabe que lo ha desestabilizado.
—Soo Bin, se que mis palabras ahora son vacías para tus oídos. Pero se que me escuchaste cuando te lo dije, no me rendiré para lograr tu favor —Yeon Jun dice con voz suave, haciendo que Soo Bin se irrite más—. Hasta que me perdones.
—¿Es que para ti solo se trata de ganar? —escupe sin miramientos—. Deje mis creencias, mi estilo de vida y mi libertad por ti y tú... ¡Yo solo pedí una cosa, una maldita cosa!
Yeon Jun suspira y aprieta los dientes. Su instinto le pide acercarse pero sabe que el rechazo está más que asegurado. Le habían indicado mantener la tranquilidad de Soo Bin, pero un paso suyo y ya ponía a su omega de esta manera.
—¡No pudiste ser sincero conmigo, mi padre... mi madre! ¡Mi madre Yeon Jun, es más que un daño colateral! —Soo Bin camina hacia él, apuntando un dedo hacia su pecho y empujándolo. Yeon Jun no hace nada para detenerlo y retrocede—¡Tú maldita familia, sus malditas reglas y tu... ¡Sobre todo tu, han sido el mayor error en mi vida!
Soo Bin lo empuja otra vez, arremetiendo contra él hasta que Yeon Jun le sostiene la mano y lo jala hacia él.
—Y sin embargo aquí estás, a mi lado, donde siempre has pertenecido. Los lazos son más espesos que el agua, tu presencia y la mía en ese avión estaba marcada desde antes —Yeon Jun toma su rostro con ambas manos, juntándolos con ahínco. Soo Bin percibe el dolor en los ojos amatistas del alfa mientras sus exhalaciones se reúnen con fuerza, a centímetros de los labios del otro—. Eras mío antes de que nacieras.
—¿Destino? —Soo Bin hace una mueca con burla, provocando más heridas en el corazón de Yeon Jun—¿o la hegemonía de tu familia y sus horribles costumbres?
Yeon Jun niega mientras acaricia sus mejillas, ese rostro que se le presenta es un extraño frente a él, apenas es soportable para sus sentidos mantener la mirada.
—Siempre has sido más que eso, lo sabes.
Soo Bin siente su pecho arder mientras sus respiraciones se vuelven más lentas. Este acercamiento le asfixia con cada segundo cerca de ese hombre.
—El problema Yeon Jun, es que yo ya no se nada de ti. Ya no eres mi alfa.
Yeon Jun se separa por un momento y sus manos tiemblan mientras le apartan con delicadeza. Con cada centímetro de distancia la marca en el cuello de Soo Bin arde y duele bajo el velo que le cubre. La mirada de Yeon Jun se vuelve intensa, sus ojos brillan con un torbellino de emociones descontroladas, como un océano embravecido que amenaza con desbordarse en cualquier momento.
El alfa no dice nada y Soo Bin se siente cansado, por lo que quiere dar la vuelta e irse, da dos pasos hasta que Yeon Jun le toma del brazo otra vez y le jala sin cuidado. Soo Bin se siente atrapado por la fuerza de Yeon Jun mientras le besa con un sabor frustrante, aún cuando es agresivo no muestra ninguna reacción física que le detenga, pero con cada segundo su cuerpo se tensa en dolor mientras su mirada se vuelve fría y distante. Con un movimiento rápido y determinado, el omega aprieta con fuerza y muerde el labio de Yeon Jun en un gesto de rechazo y liberación. La sangre brota de la herida, pero Soo Bin no muestra remordimiento ni vacilación.
Ha sido suficiente, no puede soportar más este dolor y confusión emocional. Un recuerdo en su visita a Aya sofia se presenta entre ellos de repente, con una misma sensación de distanciamiento que parece ahogarlos a ambos.
—Gitmek [Vete] —la voz de Soo Bin no tiembla incluso cuando su corazón lo hace ante sus frías palabras.
Yeon Jun permanece en un silencio pesado, su mano pasa por el rastro de sangre de su labio y aprieta los ojos en una expresión que Soo Bin no puede entender.
—Aun con palabras crueles en tu corazón, mi marca y mi desendencia siguen estando en tu cuerpo —Yeon Jun saca un pañuelo de su saco y limpia la sangre de la punta de sus dedos sin alguna prisa, su tono de voz se mantiene sin molestias al igual que su rostro—, necesitas mis feromonas para que el embarazo prosiga sin dificultades. Si insiste quedarte en Kilyos, no me importará mudar todo el centro de la organización. No te puedes librar tan fácil de mi.
—La organización tiene que permanecer en Estambul, no soy tan ignorante como crees, se muy bien por las movilizaciones que has hecho en el continente que no puedes darte la libertad de ser tan ocioso —Soo Bin espeta con dureza, y sin dejar que Yeon Jun le interrumpa sigue hablando sin chistar—. Los ataques de los Yilmaz han llegado todo el país, la desaparición de La Corse ha traído dudas en La Gran Mesa y las guerras en Oriente han vuelto a explotar, por lo que el flujo de nuestras armas puede inclinar la balanza en esa parte del mundo. Yeon Jun Hasmet, ¿qué clase de líder serias si dejas esos asuntos por temas personales conmigo?
Yeon Jun alza los labios ligeramente y su entrecejo parece temblar mientras lo observa. Soo Bin ha colmado su paciencia, es fácil verlo incluso entre la distancia entre ellos.
—Mírate, realmente eres el Hürrem de la nueva época —Yeon Jun susurra con peligro, una mezcla de ira y tristeza en sus ojos—. Si crees que puedes enfrentar todo esto por ti solo, entonces adelante, pero recuerda que también tienes responsabilidades que no puedes ignorar. Como figura de poder, tienes deberes que cumplir en tal delicado momento de la organización. Tu lugar es en la capital, con tu alfa.
—Lo se perfectamente. Pero según las reglas, mi estado me permite descansar de asuntos del clan que pueden mantenerse en tus hombros,
a excepción del harem por supuesto. El único miembro de él esta aquí, por lo que puedo permanecer aquí hasta dar a luz si es que me place.
Yeon Jun aprieta los dientes cuando un gruñido se filtra en sus labios. No importa cuan paciente puede ser, esta clase de actitud de su omega se siente un claro reto para sus instintos, el querer alejarlo de él es inaceptable para su lobo.
—Soo Bin.
—Además, Jabir se encuentra aquí. Su estado aún es delicado y como miembro importante de la familia principal puedo encargarme de su cuidado sin interrupciones —Soo Bin le interrumpe, dejando al alfa mudo por largos segundos debido a lo que ha escuchado. Yeon Jin había escuchado el reporte de la negación de Soo Bin ante la muerte de Jabir por palabras de Choi, por lo que había estado con gran preocupación desde entonces. Debido a la negación de Soo Bin por verlo y su decisión apresurada de venir a esta región, no había podido verlo con sus propios ojos. Su furia parece disiparse ante la realización de la gravedad que Soo Bin presenta.
—Soo Bin —Yeon Jun habla con voz más suave, intentando tener un tacto paciente para él—. Esa noche en que ingresaste en el hospital, el estado de Jabir empeoro gravemente.
Soo Bin mantiene los ojos sobre él, con una expresión que no le dice nada. Yeon Jun duda e intenta inhalar a su alrededor con disimulación. El olor de Soo Bin se ha apagado, no hay nada que le diga el estado de su omega, así que se encuentra completamente a oscuras de cómo llevar este tema. Pero él sabe, la realidad es el primer paso que puede dar para que en un futuro no empeore el estado de la mente de Soo Bin, el cual ya se encontraba en una delicadeza preocupante. Yeon Jun tenía que ser cruel, nuevamente.
—Jabir falleció esa noche.
El rostro de Soo Bin se tensa y sus manos empiezan a temblar. El lobo de Yeon Jun le insta a acercarse al percatarse de un posible avecindamiento de otro ataque de pánico, pero sus pasos se detienen de inmediato cuando la mano de Soo Bin le voltea el rostro en un movimiento rápido. El sonido de la bofetada resuena en la habitación, seguido de un silencio tenso. Yeon Jun se queda en su lugar, con una pasmades que jamás había sentido hasta ahora.
—Vete, no lo volveré a repetir.
—Soo Bin...—sin alguna mascara encima, la tristeza y preocupación de Yeon Jun se muestran con una plena libertad que Soo Bin jamás había visto. La muestra de debilidad en el rostro del alfa le desorienta de una manera dolorosa, por lo que cuando Yeon Jun hace el ademán de querer acercarse otra vez no puede evitar el dejar salir su voz con desesperación y miedo.
—¡No!
Yeon Jun detiene sus movimientos en automático, como si un botón se hubiera presionado dentro de su mente, dejándolo congelado en su lugar. Su mente lucha por procesar lo que acaba de ocurrir y su lobo araña por tratar de comprender la reacción de su omega que se le presenta de frente. Una voz de comando, es lo que le ha detenido en primer lugar, pero lo que la ha instado a no continuar es la imagen de Soo Bin frente a él. Un rostro lleno de miedo y repulsión, eso es lo que le ha dejado en blanco.
La bofetada que Soo Bin le propinó aún arde en su mejilla, y es lo único que le hace ver que aún respira. En una situación fuera de su control, la sensación dentro de él es completamente desorientadora y devastadora. Sin saber cómo actuar, decide observar una vez más hacia adelante, donde el cuerpo aún tembloroso de Soo Bin le mira, su respiración pesada le llena los oídos mientras baja la mirada al vientre del omega. Después de un rato, se recompone y endereza su cuerpo, dando un paso sin mirar otra vez a Soo Bin le rodea y pasa de él. Soo Bin cierra los ojos cuando sus pasos se detienen a su espalda, pero la duda no dura mucho y vuelven a alejarse de él. Cuando la puerta se abre y el olor de Yeon Jun se disipa, otro surge entre la puerta que aún no se cerraba.
—Hürrem —la voz de Tae Hyun susurra a su espalda. Soo Bin lleva una mano a la glándula de su cuello y arranca el cubridor en su cuello. La quietud envuelve la estancia, solo interrumpido por el leve susurro del viento que se cuela por las rendijas de la ventana.
—Tú también Tae Hyun, no te quiero ver.
Soo Bin siente la humedad en sus mejillas de repente, sus brazos envuelven su estómago e inhala con fuerza cuando no escucha nada de nuevo. Lo percibe antes de darse la vuelta. Ya no hay nadie detrás de él.
*Proberbio Chino que se refiere a no escatimó se esfuerzos por algo o alguno.
Si. Soo Bin uso por primera vez la voz de un omega Gama. :D
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¿Qué les pareció el capitulo? ¿Triste?
Espero les guste el capitulo, iba a actualizar ayer pero tenía tarea de matemáticas, mil disculpas. :")
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