★ | Capítulo 38
Dos días.
En dos días llegarían los omegas a la mansión. Por supuesto, la noticia y confirmación de concubinos para Minho se corrió como agua por todo el círculo social de la familia.
Las suposiciones del porqué esa decisión fueron variadas y nada neutras; sin embargo, casi todas parecían unirse en cierto punto: Minho Hasmet no estaba conforme con su mate.
Incluso, se puso a discusión la belleza de hürrem y el pudrimiento de la unión. El desenfreno de los numerosos rumores orilló a Jisung a hacer algo que nunca pensó que haría: Dió su primera orden directa como hürrem, y prohibió hablar sobre el tema bajo ninguna circunstancia.
Quería hacer oídos sordos e ignorantes ante cualquier chisme que se escurriera por los pasillos, llegando incluso a anular en la galería cualquier tipo de susurro entorno al escandaloso tema.
Por otra parte, mientras el alboroto se hacía presente en la dinastía y los alrededores, las rosas seguían llegando, pero ninguna noticia del alfa gama se escuchaba por ningún rincón. Jisung veía con más insistencia el celular cada día que pasaba, pero intentaba poner su preocupación en la línea de lo tolerable, sabía que si él hacía la llamada Minho intuiría que algo estaba mal y empezaría a rebuscar. La respuesta no tardaría en llegar y otras personas le dirían al alfa de su padecimiento.
Jisung por lo menos quería tener eso, el privilegio de ver por cuenta propia el cambio en Minho, ver su frialdad volver a su rostro y la gelidez en sus palabras cuando se dirigiera a él. Si iba dar rienda suelta a sus sentimientos quería estar seguro para tomar cualquier decisión.
Además, tenía que asegurar y mostrarse recto ante el Ogüt; si permitía que vieran alguna flaquees de su parte, ellos no dudarían en dar sus cartas para la victoria. Jisung nunca se consideró competitivo pero tampoco quería darles el gusto de la ventaja.
Los alfas de la eve, al igual que sus banyalar y las personas en la mansión, —exceptuando a una persona— fueron rectos en su posición de permanecer completamente leales a Jisung.
Por lo que el castaño tuvo más razones para proteger a las personas que apreciaba y mantener lo que Minho había construido desde que llegó al poder.
E independientemente si eso iba más allá de su acuerdo, no lo consideraba importante, él estaba cumpliendo con el puesto de hürrem que le habían asignado.
Ya había perdido muchas cosas a lo largo de los años; su madre, su libertad, sus decisiones y la incertidumbre de criar o no a un cachorro. No podía estar más en un punto medio donde dudara de sus decisiones.
Podía estar triste después. Y como dijo Dahyun, lo verdaderamente importante en este momento era aseverar y estabilizar su posición como el hürrem del imperio Hasmet.
"— Ellos buscan alianzas, relaciones fuertes que les den ventajas en el mundo bajo —le explicó Tzuyu en otro intento de estrategia para disipar sus nervios —. La dinastía de los Hasmet jamás ha requerido uniones importantes desde que nuestro amir subió al mando, no las necesita, él sabe que es lo suficientemente fuerte para mover el mundo y los gobiernos a su antojo"
"— Es por eso que las otras mafias no dejarán pasar esta oportunidad, hürrem — habló esta vez Dahyun, tratando de dar un mensaje claro con sus oscuros iris, no sería un juego de niños —. El Ojüt puede tener objetivos internos, pero las otras familias ven más allá de simples tradiciones. Una vez que se abran las puertas... no dudarán en atacarlo con todo lo que tengan"
Ante la amenaza latente de un atentado contra su vida, y las personas a su alrededor —por qué por supuesto que sus damas y guardaespaldas personales también serían considerados puntos rojos— , Jisung pidió un entrenamiento propio, dormir con un cuchillo debajo de la almohada seria la mínima protección que podría darse así mismo. Sus banyalar estuvieron algo recias, más que nada por la moral y enseñanza que tenían de mantener la delicadeza de su hürrem; por otra parte, Kim y Hyunjin se encontraron realmente entusiasmados ante la idea, y no dudaron en ofrecerse como sus primeros maestros.
Dahyun insistía con una primera autorización por parte de Minho, sabiendo que si empezaban con el entrenamiento sin una orden de su amir, podría haber consecuencias grandes para los alfas. Por los que las tres mujeres se ofrecieron a enseñarle algunas lecciones básicas de artes marciales, incluyendo la detección de venenos y su conocimiento. Jisung no pudo estar más que sorprendido por el hallazgo recién descubierto sobre sus banyalar. Si le dijeran el día de mañana que Jabir sabía dar vueltas y trucos de circo no estaría sorprendido en lo absoluto.
Agradeció tener días libres en su nuevo trabajo, o la carga de soportar las arduas lecciones de las omegas hubiera sido demasiado para él en ese día. Apenas ayer fue la primera, y ya sentía que sus pulmones aún no recargaban el suficiente aire para recuperarse.
Viendo donde se encontraba como persona en ese momento le hizo darse cuenta de la cantidad de cambios personales que ha tenido durante ese tiempo. Antes, no podía dar una segunda mirada a Jabir o a la armas de los alfas sin tener sus extremidades temblando del miedo por el cambio de ambiente que tuvo. Ahora, el felino era una de las mayores compañías a su lado, y tomando la palabra de Sharia que le enseñaron sus banyalar, también empezó a cuidar animales de ahí. Incluyendo a todo eso su evolución sobre su pensamiento de las armas, solicitando incluso una para él mismo.
Pero estaba bien, se sentía satisfecho y esperaba que eso fuera bueno.
Había intentado relajarse antes del torbellino que se avecinaba y descansar del peso de los últimos días. Ver a Jabir dormir en sus pies le dio un increíble contagio de pereza, por lo que paró con la pintura apenas comenzada en el lienzo frente a él y se encaminó a la zona silvestre de sus habitaciones. Mientras acomodaba las rosas recién plantadas podía entretenerse con los chistes malos que los alfas afuera de sus alas se contaban entre ellos, sus ocurrencias de niños lograban sacarle una sonrisa de vez en cuando.
Inesperadamente, su soledad cómoda se vio interrumpida cuando un toque ligero sonó en las puertas. Jabir alzó la cabeza alerta, pero Jisung le acarició la cabeza para que volviera a su posición tranquila.
— ¿Si?
La cabeza de Hyunjin se asoma con inseguridad, dando una sonrisa y reverencia ligera. Los alfas aún no sabían cómo actuar frente él pero Jisung apreciaba el esfuerzo de apoyo que le daban cada día.
— Hürrem, lamento molestarlo en su día libre, pero alguien ha mandado algo para usted — Hyunjin agita su mano, en la cual tenía un sobre blanco y grande.
Jisung frunce el ceño y le da una señal para que pase.
— ¿De quien es? — extiende la mano para tomarlo. Hyunjin niega con la cabeza e inclina sus hombros.
— No dice nada del remitente.
Y era cierto, solo su nombre en cursiva estaba escrito en el sobre blanco. Era simple y no parecía contener nada duro dentro de él. De otra forma, hubiera sido examinado
exhaustivamente antes de llegar a sus manos.
— Está bien, gracias Hyunjin — lo despide amable, el alfa da otra reverencia y sale de las habitaciones.
Jisung lo observa por un momento más, era un sobre sospechoso, ni siquiera tenía un sello de la compañía de mensajería. Todos los artistas con los que había tenido un acercamiento se comunicaban por correo electrónico, y ya nadie usaba este tipo de vías para mandar algo. Sin darle más vueltas al asunto decidió abrirlo.
Era una foto, simple, no había más. Sin embargo, Minho estaba en ella, junto con ese omega gama de la familia Yilmaz. El ángulo parecía extraño pero Minho y Vernon estaban de frente, mirándose. Al fondo de la foto y de manera borrosa estaba el nombre de un hotel de la cadena de los Hasmet.
El castaño sintió su pecho presionarse dolorosamente, e intenta tragar saliva una y otra vez para no dejar su garganta seca ¿Qué diablos era eso?, muerde su labio con fuerza y rompe la foto molesto.
Su mano desbloquea el celular a su lado por inercia y empieza a buscar el contacto que quiere llamar en ese momento de abatimiento. Su dedo para justo antes de que presiento el botón de Llamar. Duda una vez más, pero decide volver a apagar el celular.
No debía actuar así, el no era impulsivo. Sus manos se habían movido en automático y ya estaba preparando las palabras de reclamo contra el gama. Pero la parte fría de su mente fue más rápida. Esa foto no había sido mandada al azar, e independientemente de la situación que se retrataba en ella, Jisung tenía que mantener cualquier tipo de emociones fuertes dentro de él, por lo menos hasta que todo el asunto del harem parara.
Jisung sonrío tristemente, acercándose y acostándose en la cama con una expresión dolida. Por desgracia, su omega tenía un punto diferente de la situación.
— ¡Explica esto!
La mujer alfa arroja la tablet enojada hacia él. Jisung se apresura a agarrarla antes de que se estrelle, no tendría que sorprenderle la falta de cuidado que los Hasmet podían tener con las cosas, considerando que rápidamente podían sustituirlas.
Sin siquiera ver el contenido de la pantalla, Jisung intuía a que se refería Belma con sus reclamos. Durante toda la mañana y todas esas horas, el tema trending en los medios de comunicación había sido él... y Minho.
"El mate del magnate Minho Hasmet —del que aún se tiene información muy reservada— ha sido fotografiado junto con uno de sus guardaespaldas en camino al penthouse de su propio alfa. Muchos de los testigos que estuvieron esa noche han dicho que el omega estaba en un estado de calor, y que la cabeza de la familia Hasmet no se había visto por ningún lado"
Lo cual era una mentira, porque Minho había entrado con él esa noche al club.
La noticia iba acompañada de una imagen pequeña de él y Hyunjin en el elevador, tomada antes de que se cerraran las puertas.
Por supuesto, un tema tan trascendente en el país no pudo pasar desapercibido para los internautas curiosos, teniendo una gran variedad de comentarios y opiniones al respecto.
"La familia Hasmet siempre ha sido reservada, y aún así es la más rica e importante del país, uno de sus miembros tenía que verse envuelto en algo algún día."
"Nada sorprendente que sea un omega."
"Había visto fotos de ellos cuando fueron fotografiados en la mezquita de Ayasofia, en ese momento pensé que se veían bien juntos, ahora..."
"Escuche que también Minho fue visto con un omega en su viaje a Canadá, no me sorprendería si viera una noticia de separación en los próximos días."
Junto suspira pesadamente mientras da una ligera mirada a los comentarios. Aun recuerda el rostro alarmado de Mariam en la mañana cuando le mostró todo. La llegada de la madre de Minho era solo cuestión de tiempo en la galería.
— ¡Tú! — la mujer camina con paso pesado hacia Hyunjin, quien mantenía la cabeza baja — ¿Cómo te atreves a ser tan cercano a tu hürrem? ¡Incluso está prohibido que le hables! Debes saber ya cual es tu castigo por la insolencia.
Hyunjin da una reverencia larga, casi hasta el piso. Su voz es baja, pero decidida cuando por fin habla.
— Aceptaré cualquier castigo que Büyük Valide considere correcto.
Jisung se apresura y camina entre los dos alfas.
— Anne, Hyunjin no tiene la culpa de nada, él solo cumplía su trabajo para protegerme. Minho si estaba en el lugar, el dio la orden para que me acompañará hasta el penthouse para estar seguro.
Belma tuerce la boca molesta, sus feromonas eran fuertes pero Jisung estaba haciendo su mejor esfuerzo para mantener su postura.
— Independientemente de si dicen la verdad o no, la noticia ya ha sido publicada. Incluso si mando a suprimirla, la imagen de la familia y tu título ya ha sido pisoteado por esos asquerosos cuervos — dice mientras su olor se volvía más amargo, intentando suprimir los demás en la oficina.
— Lo arreglare — Jisung asegura, haciendo un esfuerzo para mostrar determinación en sus ojos. Sabía que había una razón para que esa foto se publicara recientemente cuando los sucesos del club ya habían pasado hace más de una semana.
— Hay cosas que simplemente no se pueden arreglar, pequeño niño — escupe mientras baja la mirada al vientre de Jisung. El omega no dice nada pero la punzada en su corazón se clava aún más en su pecho ante el reclamo —. Me encargaré de esto, por esta vez. En cambio quiero que visites el hospital hoy, ya he hecho arreglos para ti.
— Hay cosas que no puedo aplazar para mañana, anne — Jisung había querido retrasar esa visita al hospital, no tenía interés en inyecciones en su vientre, y prefería el olor a pintura que el de fármacos.
— Daemin se encargará de los asuntos importantes de hoy aquí en la galería, tú concéntrate en empezar con el tratamiento lo más pronto posible — asevera Belma.
El omega se encontró arrinconado, por lo que no pudo responder nada. Haría lo que pidiera por hoy, si con eso conseguía librar a Hyunjin de cualquiera pena que le impusieran, lo cumpliría.
— Está bien.
La mujer lo estudió detenidamente, su mirada estaba puesta insistentemente sobre el cubridor en el cuello de Jisung, como si tuviera la curiosidad de extender la mano y quitárselo. Afortunadamente, solo se conformo con dar una última mirada tajante y darse la vuelta, los hombres que venían custodiándola también se fueron, dejando el centro artístico con portazos y un gélido silencio.
— Hürrem... — Hyunjin lo llama una vez que Belma desaparece, Kim y los demás alfas estaban sin decir alguna palabra. Cuando el albino empieza a arrodillarse, Jisung lo detiene rápidamente por los brazos.
— No hagas eso — le dice con un rostro severo, Jisung no creía poder soportar ver a las personas que quería en esa posición tan humillante otra vez.
— Pero... — Hyunjin comienza.
— No — Jisung vuelve a insistir, su rostro serio hace que el alfa no insista más con una disculpa que no debería hacerse —. Pueden retirarse, tú también Mariam.
La omega de baja estatura da afirmaciones rápidas con su cabeza. Les da una mirada a los alfas para que la sigan y se retiren con ella. Todos dan una reverencia en despedida y dejan a Jisung solo.
Una vez que todos se van y la soledad se hace presente a su alrededor, el omega corre apresuradamente al baño y se inclina en el lavabo, vomitando todo el contenido dentro de su estómago. El asqueroso sabor de la comida en su lengua hace que le duela la cabeza, así que se se moja la cara para disipar las punzadas en su craneo. Alza la cabeza hacia el espejo, y observa las ojeras y el tono blanco en su rostro.
La guerra no había empezado, pero Jisung ya se sentía completamente derrotado.
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