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★ | Capítulo 36

El rostro bello y delicado del omega de cabellos rojos siempre parecía estar contorneado por la ira y el rencor cada vez que daba una mínima mirada Jisung, las raíces de envidia eran demasiado largas dentro de su razón, enterradas profundamente en su corazón.

Últimamente Jisung no lo veía mucho por la mansión —tampoco es que él estuviera siempre ahí— pero era un alivio grato evitarlo en lo máximo.

Si no se equivocaba, también había escuchado por parte de Sana que le estaba prohibido acercarse a él, por lo que Jisung no entendía que hacía en esa parte de la mansión, particularmente cerca de sus habitaciones. Y realmente no pensaba detenerse a preguntar, estaba demasiado cansado para decir o reclamar algo, cualquier resentimiento que Seonghwa tuviera a con él no era de su interés en lo absoluto; así qué pasó de largo, las tres mujeres hicieron lo mismo y lo ignoraron deliberadamente.

— Espero hürrem haya tenido un día productivo.

Jisung suspira débilmente y detiene su paso. Gira ligeramente sobre su cuerpo, atento a cualquier veneno que quiera soltar el omega recesivo.

— ¿Aún tienes boca, quien eres para hablarle a hürrem? — Tzuyu sisea con enojo, Seonghwa eleva una ceja divertido.

Por alguna razón, a Jisung no le gusta la tranquilidad en el otro omega. El que estuviera tan alejado de él en los últimos días, y que ahora se mostrará con tanta confianza realmente movía algo de inseguridad en Jisung.

— Solo sigo el protocolo, ¿qué clase de servidor sería si no rezara y deseara todo lo bueno para nuestro hürrem? — Seonghwa se acerca con paso lento, el castaño no pudo evitar hacer una analogía de una serpiente balanceándose por la tierra, arrastrando su veneno consigo.

— Que bueno que has conocido tu lugar entonces, Seonghwa — susurra Jisung, observando el cambio en la expresión burlona del pelirrojo a una más sincera, completamente llena de aversión y repulsión hacia él. Sin embargo, el pequeño vestigio de la verdadera naturaleza de Seonghwa dura menos de lo que Jisung esperaría.

Seonghwa compone su postura rápidamente, dejando un extraño brillo pasar fugazmente por sus ojos.

— Escuche que Büyük Valide ha visitado a nuestro hürrem junto con el doctor Elak el día de hoy — dice Seonghwa mientras se acerca aún más.

Jisung empieza a sentir una mala sensación dentro de su estómago, era obvio que se correría la voz entre los empleados de que Belma Hasmet fue a la galería a verlo, así fuera algo mínimo que haya pasado en una sucursal en China de los Hasmet —sea cual sea el sector—, todas las personas que trabajaban para la familia sabrían hasta el mínimo detalle de lo sucedido al final del día. Al principio Jisung no entendía ese afán de hablar de cosas privadas sin la autorización de la persona, pero Dahyun le explicó que era una costumbre que todos los criados tenían para matar el tiempo, que con tal de que todo se mantuviera en el límite de lo privado, nadie terminaría muerto. Durante esos meses Jisung había escuchado más secretos de la familia que en todo lo que pudiera buscar por si mismo haciendo su propia investigación. Por esa misma razón es que Jisung pidió a Kim y Hyunjin no decir nada, incluso si no lo hubiera hecho sabía que los alfas de la eve eran los únicos en el circulo laboral de los Hasmet que no hablaban a menos que se les ordenara, así que era fácil confiar en ellos. Pero viendo la seguridad de Seonghwa, la suya flaqueaba ligeramente.

— Yo esperaba buenas noticias, ¡Todos rezábamos a Alá por un próspero futuro para nuestro amir y hürrem! — continúa Seonghwa  —, pero para mí fue una gran tristeza saber la verdad de esa visita. Debe haber mucha tristeza dentro de hürrem en este momento.

Jisung sentía su respiración atorarse ligeramente dentro de sus pulmones, sus ojos se abrieron con sorpresa, ¿sería imposible verdad? Seonghwa no podría saber nada.

— ¿Tristeza? Deja de hablar y mejor encárgate de tu trabajo — exclama enojada Sana, su olor se estaba volviendo agrio y Seonghwa parecía querer responder de la misma manera, sin embargo, su estado recesivo no daban ninguna cuenta de su estado de ánimo, usando solo su lengua para atacar.

— ¿Pero es que no saben? Es una vergüenza, ideberíamos rezar mucho a partir de mañana en las mezquitas por nuestro hürrem, pedir un milagro para curarlo!

— Seonghwa, conoce tu límite, ¿qué tratas de insinuar? No hay nada malo en hürrem, si rezamos es para su felicidad, no para arreglar algo en él — por fin habla Dahyun, su rostro era sereno como siempre pero Jisung puede captar un ligero matiz picoso en sus feromonas también.

— Estás muy equivocada Dahyun, si debemos rezar por él — responde Seonghwa mientras vuelve a dirigir su mirada sobre Jisung, da una ligera sonrisa y vuelve a una expresión de falsa tristeza — Porque hürrem no puede concebir. Alá lo ha castigado con la infertilidad.

Jisung siente algo ligero romperse dentro de suyo, sonando en ecos como vidrios rotos contra sus oídos. Tenía la misma sensación que esa tarde, de hilos cocidos en su boca y una gran piedra sobre su lengua.

— ¡Discúlpate ahora mismo! — grita Tzuyu indignada, las exclamaciones enojadas parecieron llamar la suficiente atención en los empleados cercanos, que se acercaron preocupados al alboroto en las alas cercanas de su hürrem.

— ¡Kendinizi bu sekilde ifade etmeye cesaret ettikçe, agir bir sekilde cezalandirilacaksiniz! [¡Como osas expresarte así, serás castigado severamente!] — exclama esta vez Sana.

— ¡Pero es cierto, el vientre de hürrem esta podrido! — vuelve a atacar Seonghwa — Una vez que amir se entere...

¡Plaf!

La bofetada fuerte trae un silencio pesado, la cara volteada de Seonghwa va volviéndose roja, justo del lado donde ha recibido el golpe. Todos parecen estar en un estado de profunda incredulidad. Los sirvientes alrededor tampoco se atreven a decir algo, la sorpresa los carcome poco a poco ante la imagen frente a ellos.

— ¿Quien te crees que eres? — susurra lentamente Jisung, la palma de su mano empieza a arder por el golpe recién dado, pero no le toma importancia, sus emociones se han desbordado por completo, como una gota llenando la cantidad exacta para que el recipiente se rompiera.

¿Cómo volver a antes de que el vaso se derramara?, lo había llenado cuidadosamente durante todo ese tiempo para que no se desbordara, había permanecido neutro y trataba de seguir el consejo de Changbin cuidadosamente, sentir el peso de poder del anillo y no dudar en atacar. Pero estaba cansado.

Ser el papel perfecto de hürrem que querían estaba agotándolo, no quería ser el gran omega de la familia Hasmet ese día, sólo quería poder encerrarse en sus habitaciones y dejar que la tristeza de su omega lo inundara, dejar que las noticia de ese día se asentara poco a poco. No quería correr hacia su alfa y dejar que lo consolara; no quería esperar a que Minho se encargara del asunto, se había prometido que el lo haría por si mismo, y esa era una decisión incuestionable que había tomado.

Lo arreglaría, en el futuro.

Sin embargo, había querido ese día para tranquilizar a su omega, si tenía que llorar más y desbordarse al límite de gritar hasta quedarse sin voz, lo haría.

Pero nuevamente las decisiones le eran arrebatadas y tenía que empezar a poner las cosas en su lugar desde ahora.

— Hürrem... — Dahyun musita débilmente atrás de él, Jisung apreciaba la preocupación que se escuchaba en su voz, pero no se veía capaz de actuar indiferente, no cuando su lobo se sentía demasiado lastimado para lo que podía soportar por si mismo.

— Te he preguntado algo, respóndeme — el castaño sigue manteniendo su atención en el otro omega, quien aún parece estar en un ligero pasmo —. Minho burada olmadigi için istedigin seyi yapma özgürlügüne sahip oldugunu sanma. Esyalarini toplayip seni buradan çikarmami isteyeyim mi? [No creas que porque Minho no está aquí significa que tienes la libertad de hacer lo que te plazca. ¿Debería pedir que hagan tus maletas y te saquen de aquí?]

Los ojos de Seonghwa se abrieron grandes. Con su mejilla lastimada y las lágrimas desbordando de sus ojos verdes, Jisung casi sintió pena.

Tenía un pequeño deseo de cumplir su amenaza, hacer que tomaran las cosas de Seonghwa y arrojarlas a la calle, no habría nadie para objetar su decisión, y estaba seguro de que sería un un alivio para todos ahí.

Pero sabía que si él se iba también lo haría Berat, siguiendo a su nieto para cuidarlo, independientemente de la lealtad que le tuviera a Minho, sabía que el cariño que tenía por Seonghwa no seria cuestionado. Así de noble era el hombre mayor de rostro amable; que parecía haberle heredado nada de su bondad a su nieto.

— Y-yo... — tartamudea el omega de cabellos rojos, ya no había nada de burla en sus orbes, la sonrisa cínica había desaparecido por completo y su piel de porcelana se enrojecía con cada segundo.

— Escucha bien. ¡Soy tu hürrem! No me importa si aún mantienes algún tipo de sentimiento con tu amir, el tipo de amor que tengas tendrás que guardártelo para ti mismo — Jisung se inclina ligeramente, haciendo que Seonghwa retroceda en automático —. Esta será la última vez que vuelves a hablarme así. Sera mejor que lo que sea que sepas permanezca encerrado en tu boca, o yo mismo me encargaré de eso.

El pelirrojo retrocede aún más y resbala ligeramente por la inestabilidad en sus piernas. No esperaba ese tipo de respuesta, definitivamente no lo hacía. Pero lo que le aterró aún más de ver, lo que causó más escalofríos en su cuerpo... fueron los ojos cristalinos del omega frente suyo, algo había cambiado en la persona frente a él, y Seonghwa no pudo estar más que aterrorizado por lo que presentía de esos iris transparentes.

— ¡Seonghwa! — grita una voz hacia ellos. Jisung alza la cabeza y observa a Berat acercándose, su rostro viejo se veía más decaído en ese momento. Cuando llega a su altura se inclina ligeramente, después de eso duda en sus movimientos y termina arrodillándose frente a Jisung —. Mis disculpas hürrem, tenga piedad de mi nieto por favor.

— ¡Abuelo! — exclama con sorpresa Seonghwa, Berat no contesta y lo toma de la parte trasera del cuello, haciendo que también bajara la cabeza.

— ¡Anda, apresúrate y discúlpate!

El rostro de Berat mostraba una expresión de congoja, lo que hizo que Jisung aligerará sus emociones. Seonghwa debió haber visto también la desesperación en los ojos del hombre más viejo, por lo que alzó su cabeza un poco, sus ojos mostraban una furia aún contenida, pero aparte de eso también había un ligero miedo entreabriéndose entre las esmeraldas.

Jisung observó impasible, sus propias feromonas haciendo presión en Seonghwa, una señal para que cuidara sus próximas acciones. Las extremidades del pelirrojo empezaron a temblar, su cuello quería doblarse ligeramente en sumisión.

¿Qué clase de fermonas eran estas? Definitivamente no eran de un omega común, ¿ser recesivo lo hacía tan debil?

Después de unos segundos de conflicto interno, cuando su fuerza flaquea y sus músculos duelen, Seonghwa baja su cabeza y toca su frente con el piso.

— Hürrem, ruego me disculpe — Jisung apenas escucha las palabras, sabía que no había arrepentimiento en ellas, pero elige mantener sus propios pensamientos para si mismo y no decir nada. Se acerca y levanta a Berat de los brazos, haciendo que se pare por completo.

El hombre no es capaz de verlo a los ojos y sigue dando disculpas bajas. Jisung niega con la cabeza y le sonríe ligeramente, diciéndole silenciosamente que todo está bien. Después, vuelve a dirigir su atención a la persona en el piso, todos los sirvientes observan expectantes las próximas acciones de su hürrem, pero después de unos segundos Jisung no hace nada más que darse la vuelta y continuar su camino hasta sus habitaciones; Dahyun, Tzuyu y Sana también deciden seguirlo silenciosamente.

— Agradece que solo fuera una bofetada, no me sorprendería si el día de mañana hubiera visto tu cabeza sobre un palo — dice Berat una vez que Jisung se retira por completo. Seonghwa no responde ni objeta nada, solo aprieta sus manos en puños coléricos.

Jisung entra silenciosamente en la habitación, sus banyalar lo siguen y suspiran fuertemente detrás de él. Jisung no es capaz de dar la vuelta y ver sus rostros, no quería enfrentar sus expresiones ahora que sabían la verdad. Solo es capaz de girar la cabeza confundido cuando percata un olor amargo viniendo de ellas.

Cuando las encara, las tres mujeres permanecen de rodillas, y al igual que Seonghwa, sus frentes están contra el piso.

— ¿Qué hacen? — Jisung pregunta asustado, tratando de levantarlas.

— Hürrem, lo sentimos mucho. Alá debe castigarnos — susurra Tzuyu contra el piso, Jisung no puede encontrarse más que confundido.

— Hemos puesto demasiada presión en hürrem, debimos darnos cuenta que algo estaba mal. Por favor, castíguenos.

Las palabras de las omegas hacen que el pecho de Jisung se sienta más apretado, el olor de culpa proviniendo de ellas lo desestabiliza por completo, no entendía ese tipo de reacción, hacer que ellas también cargaran con dolor le hacía sentir sumamente melancólico. Las observa desde arriba, y después de unos segundos también se desliza en el piso y se pone frente a ellas.

Otra regla que ha incumplido.

— Yo... se que sus expectativas en mi han caído por completo, no merezco sus disculpas, ustedes no hicieron nada malo — Jisung susurra lentamente, su voz cortada hace que las mujeres alcen las cabezas alarmadas.

— ¡No, no, hürrem siempre será nuestra hürrem! — exclama Sana en lágrimas, todas se acercan a él y toman sus manos.

— Nosotras hemos elegido seguir llamándolo hürrem por nosotras mismas, no hay nada de usted que deba ser arreglado — Dahyun habla seriamente, también hay lágrimas contorneando sus cuencas. Jisung siente su labio temblar, esa calidez que le daban, siente que no la merecía.

¿Cuantas veces había intentado escapar de esa familia, de ese amor que le daban devotamente? Lo había despreciado hasta hace poco, había sido tan egoísta consigo mismo pensando que no se merecía ningún tipo de amor y calidez. Viendo el desastre de lágrimas en los bellos rostros de sus banyalar hizo sus ojos se abrieran de mejor manera, quería inclinarse y decir todo de lo que tenia miedo.

— Gracias — agradece sinceramente —. Gracias por estar aquí, a pesar de todo lo que puedan pensar y sus creencias... tesekkürler.

— No hay nada que pensar, hürrem. Sabemos que nosotras hemos sido criadas de una manera diferente, un poco arcaica. Pero nos ha enseñado tantas cosas, usted ha sido mejor hürrem de lo que pudimos haber pedido para servir — Sana trata de quitar las lágrimas en sus mejillas, pero rápidamente otras las remplazan.

— Independientemente de las reglas que hayan, de lo que se nos ordene. Siempre le seremos fiel a hurrem — asevera Tzuyu, sosteniendo la manos de Jisung con más fuerza, haciendo que este soltara involuntariamente el aire pesado en su pecho.

No sabía porqué había dudado de ellas, la inseguridad en él era tan grande cuando se trataba de personas que apreciaba. Simplemente no quería que lo dejaran solo otra vez, no creía que pudiera soportar algún tipo de soledad.

— Es bueno escucharlo, considerando el ultimatum del consejo — murmura el omega mientras se deja ser en el apoyo que le mostraban las mujeres. Incluso si no tuviera mas ese título, estaba un poco más tranquilo sabiendo que no estaría completamente solo en ese sendero oscuro.

— ¿De que habla, hürrem? — cuestiona confundida Dahyun.

— Como oyeron, la madre de Minho me visitó hoy. Ha determinado que no soy suficiente para ser el único omega de Minho — confiesa Jisung, no tendría caso ocultar todo a este punto de la situación —, el Ögüt decidirá candidatos "aptos" para continuar la dinastía. La brecha de un harem no será más una suposición.

Las tres omegas abren sus ojos grandes, las lágrimas vuelven a acumularse en sus cárdenos y se acercan aún más a Jisung, tratando de soltar fermonas tranquilizadoras a su alrededor.

— ¡Oh, hürrem! — chilla una vez más Sana, Jisung les da una sonrisa triste, que solo hace intranquilizar aún más a sus damas.

— Era de esperarse, desde que nuestro amir subió al poder redujo su mandato. Aprovecharán la situación — dice Dahyun con un semblante serio —. Es posible que manden omegas que podrían tener influencia para que su poder vuelva.

— Es una fuerte opción, pero considerando lo voluble que es nuestro amir... — Tzuyu hace una pausa — los rechazaría inmediatamente.

Jisung no quería dudar, pero Minho todavía era un campo desconocido para él. Las decisiones que podía tomar el alfa estaban muy lejos de sus predicciones.

— No creo, son inteligentes — niega Dahyun mientras baja sus ojos al patrón del piso. Como si el mármol tuviera respuestas a las preguntas en su cabeza —. Definitivamente arrinconarían a nuestro amir, de una forma en que no pueda negarse.

Jisung estaba de acuerdo con la morena. No conocía a nadie del consejo de los Hasmet — ni siquiera en el kis se habían presentado, para proteger el clan tenían que permanecer anónimos — pero considerando que Belma Hasmet era la cabeza de ahí, no creía que ese grupo estuviera lleno de ineptos.

— Hürrem — lo llama Sana dubitativa, Jisung hace un gesto para que siga — ¿Amir ya lo sabe?

El castaño no tenía que preguntar a qué se refería, no las culpaba por ser curiosas, especialmente cuando solo el sentimiento de preocupación inundaba sus ojos en ese tipo de situación enredosa.

Jisung exhala pesadamente, y niega la cabeza con lentitud. La comprensión en los tres pares de ojos sobre el se muestran sin dificultad.

— Si amir lo sabe, definitivamente pondrá un alto, hürrem — Jisung niega la cabeza ante las palabras de Tzuyu. Entendía su punto y su desesperación por buscar más opciones.

— Se lo dire cuando vuelva, tengo que encargarme de esto, no puedo dejar que me consuman vivo. Ellos esperan verme sumiso.

Sana y Tzuyu parecen aún mas intranquilas que antes, sus bocas se abren para decir algo, pero son interrumpidas por Dahyun.

— Hürrem tiene razón, están poniéndolo a prueba. Lo primero que esperarían sería que hürrem le dijera a nuestro amir los planes del consejo, el regresaría y le pondrían una condición para rechazar el harem.

El omega realmente está impresionado con el rápido entendimiento de Dahyun a cualquier situación. Y se da cuenta que es bueno tenerla de su lado.

El ambiente se queda en silencio por un momento, el olor de las mujeres da un cambio rapido, volviéndose más ácido, como si entendieran el punto de Dahyun. A Jisung le preocupaba el matiz de miedo en ellas, ¿Qué condiciones podrían tener?

— Muchas injusticias de parte del consejo fueron suprimidas por nuestro amir, es posible que quieran traer de vuelta esas costumbres como condición — razona Tzuyu con una mueca triste.

— ¿Cuales son las posibilidades? — cuestiona Jisung.

— Demasiado altas, antes, la esterilización era obligatoria en los alfas que trabajan para la familia, no se les permitía hacer ningún tipo de vínculo significativo. Para los omegas... — la mujer de cabellos negros hace una pausa larga — era igual y peor. Al ser sirvientes esterilizados no veían imposible aprovechar la situación. Ni siquiera eran considerados concubinos... fue un alivio enorme para todos nosotros cuando amir nos redimió de esas experiencias.

— Si vuelven a implementar su poder seríamos simples mozas para todos ellos — dice Dahyun convencida.

Jisung no pudo ocultar su horror, había pensado que muchas de sus reglas y costumbres eran atávicas, escuchar todo esto realmente hacía estremecer su piel de asco. Ahora veía porque todos mostraban tanto respeto hacia Minho, prácticamente los había salvado de imposiciones crueles y absurdas.

No podía permitir que les quitaran la libertad una vez más, ¿qué clase de persona sería si pusiera sus sentimientos sobre la vida de otros? ¿Cuantos de ellos confiaban en él?

— ¿Entonces? ¿Qué podemos hacer? — pregunta Sana con una expresión de desasosiego. Jisung pone una mano sobre sus hombros para calmarla.

— Dejare que elijan a los omegas, no dire nada hasta que traigan a los candidatos. Hurrem.

Sana niega la cabeza repetidamente, mientras que Tzuyu parece realmente confundida.

Dahyun solo lo observa en silencio, posiblemente anticipando sus planes.

— Dejare que vengan — el omega hace una pausa — Y me encargaré de que dejen la mansión, uno por uno.

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