53
El perfume lascivo en la habitación lleno los sentidos de Frenkie. Las paredes a su alrededor parecían encerrar con recelo los sonidos de su boca. Su cuerpo estaba caliente, casi hirviendo.
El camisón—puesto en un breve y rápido momento de descanso—apenas cubría su cuerpo desnudo, su plano pecho rozaba con la tela azul arrugada, causando más fervor en su amatividad ya desbordada. Sosteniéndose de los hombros de Marc pudo ser brevemente consiente del sudor en su piel.
¿Cómo evitarlo? Su cabello estaba húmedo y sus rizos estaban despeinados y pegados a su perlada frente.
Marc rodea con sus brazos su cintura mientras se empuja con deleite en el interior de Frenkie. Las manos del alfa en su espalda hacían que su piel se erizara con cada toque posesivo del gama. Frenkie aprieta sus muslos mientras Marc vuelve a empezar un vaivén rápido y feroz.
—¡Uh!—jadea cansado cuando las manos grandes de Marc se deslizan a la curvatura de su trasero, imponiendo así el ritmo en el que quería que Frenkie se desenvolviera sobre él.
La cama estaba desnuda, las sábanas y colchas yacían en el piso de la habitación de Marc.
Era de mañana, y el frío del invierno en Turquía era apenas perceptible en el calor de sus cuerpos juntos.
—Frenkie...—Marc gruñe en su pecho, su miembro tenía un fácil acceso gracias a la lubricación que su semilla previa le ha permitido.
La voz de Frenkie estaba ronca, cansada.
Pero Marc siempre lograba la forma de hacerla sonar.
Las embestidas no tardaron en llegar a su máximo punto, habían dejado la amabilidad en sus caricias y toques en el auto a la orilla del Marmara. Los violentos empujones hacían que la cadera de Frenkie doliera más y el sonido del choque de sus cuerpos aumentó con cada jadeo que salía de sus bocas.
Las uñas de Frenkie se entierran en el cabello negro y despeinado de Marc cuando siente otro orgasmo seco viniendo. El alfa retrocede y lo besa con rudeza cuando su semen se expande por una vez más en el interior de Frenkie.
Marc sale renuente de él después de un segundo.
Sabía que el castaño no podía soportar otro de sus nudos, no si no estaba en celo.
Sus manos se envolvieron en un abrazo automático. El olor de su esencia natural, el sudor y el sexo eran ajenos para su olfato mientras recuperaban la respiración.
Marc pegó su oído al pecho de Frenkie, donde su corazón recuperaba su compás normal.
—Kalp atışlarınız[ Tus latidos] —murmura bajo. Frenkie abre los ojos con pesadez y fatiga, apenas capas de oír a Marc. Si no fuera por la cercanía entre ellos habría tenido que acercarse más para escucharlo.
—Ne var?[¿Qué tienen?]—su garganta dolía, pero el tono dulce era perceptible en su voz tenue. Sus dedos se deslizaban pacientemente en caricias involuntarias para peinar el cabello de Marc.
—Onları en harika ses olarak[Lo encuentro deleitante]
Frenkie da una ligera risa, Marc alza la cabeza y observa los ojos hinchados de Frenkie, las lágrimas de placer y el poco sueño habían sido un factor mayoritario.
—¿Desde cuando eres tan expresivo?
Marc vuelve a enterrar su cabeza en el pecho de Frenkie, su respiración ya tranquila estaba en sintonía con la del castaño. Se sentía bien, en mucho tiempo por fin lo sentía real.
—Tengo que irme, hay muchas cosas que hacer en la galería —susurra Frenkie manteniendo sus manos en el cabello de Marc.
—No hay necesidad de que vayas.
Frenkie sonríe.
—Un centro de arte tan importante en el continente levantará a los medios si permanece un segundo día cerrado. Has estado en Canadá, también debes tener cosas que hacer aquí.
—Ronald y Coral pueden encargarse —el alfa lo carga y lo recuesta suavemente sobre la cama, una de sus manos viaja al cuello de Frenkie, acariciando la marca que lo adorna—. Mi madre llamó esta mañana, quería verme, pero le dije que tendría un día ocupado, fue fácil suponer que la reunión entre los dos no fue bien.
El omega frunce el ceño y aparta la mirada. Por supuesto que Belma ya se ha quejado de su comportamiento.
—He decidido que no interferirá en el harem, la forma en que maneja los asuntos es...difícil de tolerar.
Sus ojos grises se levantan a ver la expresión de Marc, un sentimiento de duda le punza en el pecho.
El alfa cierra los ojos y asiente. No hay ningún cambio en su olor que denote un mal humor.
—Favorilerin siparişleri 30 yılı aşkın süredir Büyük Valide'de[Las órdenes del favorito han estado sobre las de Büyük Valide desde hace treinta años]—Marc baja la mano, con claras intenciones de levantar la tela, una pequeña sonrisa se extiende en el rostro del alfa cuando Frenkie lo detiene con una mirada de advertencia—. Ben bile kendimi Hürrem'in isteklerini küçümseyerek buldum[Incluso yo me he encontrado condescendiente a los deseos de Hürrem]
Frenkie abre los ojos pasmado. Escuchar el título de la boca de Marc causaba un efecto raro en él.
Sin poder soportar la vergüenza que lo desborda no tiene más opción que apartar la mirada de los orbes del alfa.
De inmediato Marc sostiene su barbilla para girarlo e inclinarse para besarlo, una pasión exuberante se siente en cada toque profundo de sus labios.
Los dedos de Marc se deslizan de su cintura a sus muslos causando cosquillas en Frenkie.
El castaño detiene sus acciones cuando las manos de Marc se hunden cerca de sus glúteos, con un punto específico como meta.
—Basta —Frenkie reprime los sonidos que se deslizan de su lengua cuando el alfa centra la atención de sus besos en su oreja y cuello. Marc levanta la cabeza.
—Duerme conmigo, mandaré a que muden tus pertenencias.
Frenkie tiene que reprimir un quejido divertido.
—Está prohibido, nadie puede dormir permanentemente con el Amir.
—Puedo cambiar las reglas si lo deseo.
—No sin permiso del Öğüt.
Marc tiene un brillo molesto en sus ojos ante la mención del consejo.
—Podría hacerlo.
—Eso traería una pelea interna.
—Puedo suprimirla.
—Estás haciendo planes de otra guerra de clanes solo por un caprichoso de dormir conmigo, detente —Frenkie lo empuja con suavidad, no había seriedad en su voz, lo encontraba divertido—. Con los omegas de las otras familias es más imposible aún.
—Ellos no se enterarán, no están aquí —Marc lo suelta y se extiende tranquilo en la cama. Frenkie se incorpora rápidamente.
—¿Cómo?
—He mandado a mis hombres a acompañarlos a la ciudad. He notado el mal humor de tu lobo por su olor presente aquí, esto le permitirá un respiro —el tono de Marc había vuelto a ser inexpresivo y neutro. Frenkie razona en silencio.
Con sus acompañantes y guardias personales concentrados a donde fueran los hatuns podría ser libre de una investigación más exhaustiva, Christensen y Robert debían de tener algo ya.
Marc lo observa en silencio, Frenkie también le devuelve la mirada con la misma intensidad. Sabía que el alfa tenía preguntas, tal vez también dudas inseguras.
Aún así no dijo nada más. Frenkie entendió rápidamente la señal para cambiar de tema.
—En una situación frágil con las otras mafias es mejor dar un paso lento. Aparte...—el omega se peina distraídamente—, duermo con Jabir, se sentiría mal si lo apartara de repente.
Marc alza una ceja.
—¿Estás prefiriendo dormir con él?
Frenkie ríe sonoramente. La expresión irritada de Marc parecía tan sincera para no hacerlo. Su lobo se sentía tan pleno en este momento.
Marc se relaja de inmediato al ver el rostro feliz en el omega. Decide dejar el tema por ahora.
Tenía otro asunto que era más importante.
—Leon llegó hace unos días a Turquía.
Frenkie borra su sonrisa de inmediato. Marc reprime el deseo de querer abrazarlo.
—Ha revisado tus estudios anteriores, pero necesita más para un resultado seguro —el alfa lo mira con sinceridad—. Sabes que no te obligaré a nada, pero tu salud es importante.
—No quiero otra confirmación de lo que mi cuerpo no es capaz de hacer —responde Frenkie apartando los ojos.
—Te he dicho que no eres imperfecto, tu valor como omega no se encuentra en lo que es capaz de hacer o no.
El castaño presiona sus dientes contra su lengua.
—Es difícil despegarse del papel que se supone que tienes que cumplir. Se que mi valor va más allá de mi capacidad para procrear, pero no puedo deconstruir toda una ideología sin previos cuestionamientos de mi funcionalidad en esta sociedad.
—No tienes que demostrar nada —afirma Marc con seguridad.
—Lo sé, sé que soy perfectamente funcional. Pero has vivido en un privilegio superior al mío, ser un alfa, no...un alfa Gama te ha dado la oportunidad de no pensar las cosas por segunda vez cuando decides hacer o demostrar algo —Frenkie se apresura a explicarse cuando ve el hundimiento en las cejas de Marc—. No me malinterpretes, pero realmente quiero llevar mi duelo pacientemente.
Marc recorre su lengua por sus colmillos en una acción de meditación. Sus hombros se relajan después de unos momentos, segundos en los que Frenkie esperaba una contradicción a sus palabras. En cambio—y para su estupor—fue alzado en el aire en un movimiento que no pudo prever, Marc apretó el agarre en su cuerpo tranquilamente.
—Vamos, desayunemos. Te llevare a la galería.
El camino al centro de Estambul fue inesperadamente rápido, pero menos incómodo que el desayuno en el comedor principal.
Después de un baño ligeramente decente y rápido, Marc había pedido que llevaran un desayuno completo en el comedor central del palacete, donde las ventanas daban una maravillosa vista al jardín de las aves y los girasoles. A pesar de la gran extensión de la mesa de roble el alfa le condujo a sentarse en su lado derecho, y en el breve momento de una comida silenciosa Frenkie pudo observar la divergencia en las expresiones de los sirvientes y cocineros en la habitación. Tenía el ligero recuerdo de las palabras de Katrine en su memoria para ese momento; Marc jamás había usado ese comedor, siempre comía en soledad en sus propias alas.
Afortunadamente la ola de chismes dentro del palacete estaba estrictamente prohibida, orden directa proclamada por Marc. Desde el incidente en la noche de presentación la insubordinación era castigada severamente.
Frenkie había interferido en la sentencia de las dos cocineras que habían sido víctimas de una fuerza exterior que fue el núcleo del problema. Ellas le habían dado detalles que le serían de suma importancia en sus planes privados.
Además, ellas no habían sido culpables de la crisis que tuvo en esa noche lluviosa. Eran su gente después de todo.
—Pasaré por ti, llámame cuando termines —Marc murmura a su lado una vez que la camioneta se detiene enfrente de Sol Galerisi.
Frenkie levanta una mano en forma de saludo cuando Dani le saluda desde la entrada.
—No es necesario, terminó mi trabajo antes que tú. Robert y Christensen me llevarán a salvo —Frenkie voltea hacia atrás, donde otros autos le custodian—. Se que también los mandaras a ellos.
—Jelum sustituirá a Robert hoy, puedo mandar a otro hombre si deseas también —responde el alfa mientras desliza un travieso cabello del castaño detrás de su oreja. Jelum era otro de los alfas que Frenkie había identificado orgullosamente entre la ola de todos los alfas de la eve. Era amable y tímido a su alrededor, no le molestaba. Pero no era común este tipo de cambio.
—¿Qué pasa con Robert? —un tono preocupado se filtra en la pregunta de Frenkie. Marc da una mirada al frente, donde Christensen endereza su espalda.
—Ha entrado en su rut, hürrem. Estará aquí mañana o el martes —dice Christensen con un tacto tranquilo. Frenkie alza las cejas sorprendido. Los alfas de la eve tenían un entrenamiento estricto y severo, toda su alimentación y salud estaba controlada por especialistas de los hospitales que pertenecían a los Hasmet, su celo no era la excepción a ese sistema.
Ronald le había explicado que la seguridad y guardia de La Roja era medicada con un supresor desarrollado por el área farmacéutica de la familia de Marc. La responsabilidad a su trabajo estaba sobre las necesidades naturales que pudieran tener y era por eso mismo que la ausencia era tan difícil en sus casos.
Por supuesto, una supresión prolongada era peligrosa, por lo que la liberación de sus instintos sólo estaban limitadas a tres o cuatro veces al año. Esa era una de las razones por que el medicamento podría dejar de funcionar, pero era difícil que algo así pudiera pasarle a un alfa del calibre de Robert.
Sin embargo, también había la posibilidad de que el alfa de Robert haya encontrado un omega compatible con él, lo suficiente apto para que su lobo suprimiera los efectos de la droga.
Al pensar en eso Frenkie no pudo evitar rememorar el día de ayer, cuando un olor floral se hizo presente en el cuerpo de Robert.
No pudo dar una profundidad mayor a ese pensamiento cuando el toque en su pierna lo trae de vuelta de su disociación breve.
—Aún así pasaré —vuelve a insistir Marc a su lado. Frenkie tuerce sus labios contento; aceptara o rechazara, sabía que de todas formas Marc haría lo que quisiera.
—Te esperare entonces.
Robert se mueve con incomodidad en la cama, el sudor y la pegajosidad en su piel era molesta y la punta de su nariz estaba siendo irritada por el cabello cercano a ella. Una mano fría y pequeña se mueve a su mejilla.
—Czy Robertv się obudził?[¿Has despertado Robert?
La mujer alza la cabeza y le da una sonrisa ligera. El alfa la observa y trae a su mente los únicos datos qué tiene de anoche; donde la sorpresa de su celo le obligó a dejar la investigación personal encomendada por su hürrem.
Alista, tan disponible y amable como siempre, acepto ayudarlo por segunda vez en lo que va del año.
—Wybacz mi, czy byłam zbyt niegrzeczna ostatniej nocy?[Discúlpame, ¿fui demasiado rudo anoche?]
La rubia se sonroja ligeramente y se incorpora sobre él. Robert ignora su desnudez; la perfecta forma de sus pechos y la palidez de la piel. Solo puede poner atención al brillo dorado de su pelo.
—Wcale nie, świetnie się bawiłem[En absoluto, la pase muy bien] —Robert sigue el movimiento de sus manos en su pecho—, ale twój telefon był nieoczekiwany, minęły zaledwie trzy miesiące od twojej ostatniej rutyny...czy znalazłeś kogoś, kogo interesujesz, małą Moskwę?[Pero tu llamada fue imprevista, han pasado solo tres meses de tu ultimo rut...¿has encontrado a alguien de tu interés pequeño polaco?
Polacas, tan hermosas como inteligentes.
Robert borra la sonrisa de su rostro y suspira con pesadez, su compañera nota el cambio en sus feromonas: preocupación.
—Vamos, te llevare a tu apartamento.
Alista tuerce la boca, pero termina bajando de su regazo para empezar a vestirse. Robert la sigue y hace lo mismo, una vez que deje a la rubia en su departamento del centro se irá directamente a bañar al suyo.
Agradecía silenciosamente que Alista no fuera tan insistente como sus antiguas compañeras en querer conocer su casa, siempre optaba por llevarlas a la eve.
A pesar de los cambios en el regimiento de su Amir en la mafia, los bajás siempre eran de libertad limitada. Tal vez era por eso que sentía una ligera envidia de Christensen y Alonso, cuyo amor iba más allá de los prejuicios de ser una pareja de alfas en un país lleno de odio.
—¡Oh! Czy to nie Ronald? Dawno go nie widziałem[¡Oh! ¿Ese no es Ronald? Hace mucho no lo veía] —exclama Alista a su lado una vez que pasan el área de entrenamiento y salud, llegando a la zona de los jardines cerca de la costa, donde se encontraba su amigo observando la extensión del mar salvaje de invierno—, ¿qué le pasa? Desde aquí puedo oler sus pesadas feromonas.
Robert sigue su mirada, estudiando los ojos oscuros y el rostro casi nunca serio del moreno. Sonríe con amargura cuando comprende una vez más la razón de la melancolía que le llena.
—Vamos, si te ve aquí me matará.
Alista tuerce su boca una vez más y Robert no puede culparla por tener esa atracción y enamoramiento ligero hacia Ronald. Era algo común.
Pero al igual que ella, el moreno sufría por algo que sus deseos profundos no podían obtener, el anhelo a algo que no era suyo podía ser algo terriblemente doloroso.
Y era por eso mismo, que al dar una última mirada a su amigo perdido, no pudo reprimir la amargura de su lobo. Porque al igual que él, la pesadilla de una persona imposible le estaba empezando a atormentar.
¡Rezaba!
Alá era el único que podría ayudarlo a aguantar el océano profundo en su interior ¡El fuego que le consumía cada vez más!
Porque Alá y su lobo mismo sabían que no tenía tanto autocontrol como Ronald.
Voten❤️
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