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5

En el mundo de Frenkie, el segundo género era un factor importante para definir tu futuro. De este dependían elementos importantes de tu día a día; posición, educación, salud, trabajo e indudablemente la pareja que te acompañaría toda tu vida.                                                                            A pesar de que Frenkie se crio en una familia acomodada, las desventajas como omega no dejaron de estar presentes, haciendo que la presión en sus hombros creciera a lo largo de su vida.

Todo eso sin contar que la ausencia de su madre sólo hacía más difícil las cosas para él y su vida en casa. 

Prometió que, a pesar de eso, él decidiría unirse por amor, aún si eso implicará darle la espalda a su padre y su herencia. Quería decidir algo por él mismo, sin que su padre o su segundo género se vieran implicados; por eso, no pudo sentir más que repulsión al ver su mano unida con el hombre al que estaba atado de por vida.

— La señora Hasmet ha vuelto a llamar amir, sería más recomendable ir directamente a su hogar, antes de ir a la ana ev. – se acercó uno de los hombres de Marc a informarles, su mirada se detuvo un momento en sus manos unidas para quitarla de inmediato. Frenkie prácticamente arrebató su mano del alfa, sintiendo las orejas calientes.

— Mnn, no sería mala idea que por una vez en su vida esperara — asintió Marc, ignorando el arrebato de Frenkie.

— ...

— ¿Podrían dejar de ignorar mi presencia por un segundo y desatarme? — susurro el omega tratando de tener paciencia.

Todo el avión se tornó incómodo.

— Permítame. — se acercó Ronald al omega para biblioteca los listones. Marc puso un mano en su brazo para detenerlo, sus hombres se pusieron nerviosos al pensar que Ronald había cometido un error al tocar al omega del jefe sin su permiso. El moreno ni se inmutó sabiendo que Marc no haría un escándalo por algo como eso.

— Quiero hablar con mi mate, retírense todos del avión — informó Marc, haciendo que todos en el avión dieran un suspiro de alivio.

— ¿A quién carajos le llamas mate? — grito indignado Frenkie mientras los dejaban solos. Cuando el piloto salió -siendo el último- el alfa se dirigió a él.

— ¿Qué es...? — comenzó Frenkie.

— Frenkie Claire, primogénito de Jackson Claire, dueño de MAG. Una empresa de gas importante en Canadá hasta 2019, tiempo en el que tu padre se vio involucrado en problemas de deuda con muchos casinos y socios de otras empresas, llevándolos a la ruina de todo. Desesperado por salvar su legado: te ofreció a ti, su único hijo en un matrimonio arreglado para salvar sus bienes. — Frenkie se quedó en blanco al torbellino de información personal en tan poco tiempo, el alfa contuvo su risa al ver el rostro asustado del castaño frente a él.

— ¿Cómo demonios es que sabes...?

— Tengo mis medios, te lo dije — lo volvió a interrumpir el alfa, saltando una vena en la cabeza de Frenkie.

— ¿Y, acaso eso te da un beneficio sobre mí? Te puedo acusar de secuestro — él omega decidió atacar, haciendo que la sonrisa cínica del alfa creciera.

— ¿Secuestró? Si no me equivoco tu escapaste de casa, ¿no? — la declaración del turco provocó sudor frío por su espalda. Marc concedió su teoría cuando él omega esquivó sus ojos.

— ¿Piensas llevarme con él? — preguntó Frenkie dudoso. Marc pensó por un momento.

— No, si escapaste debiste tener tu razón. Tus problemas o tu pasado no me conciernen — ante la declaración del alfa, el castaño no pudo evitar mirarlo con cierta pizca de esperanza. — Sin embargo, debes cumplir ciertas condiciones.

—No sé por qué no me sorprende — expresó Frenkie con un gesto cansado. — ¿Cuales?

— Primero que nada, quiero que por una vez no intentes escapar apenas mis hombres quiten los ojos de ti. Segundo, te comportaras y asumirás tu papel como hürrem, es indispensable este punto. Tercero, sé que el respeto se gana; sin embargo, sería algo importante ahora que estamos unidos y tendremos que vernos la cara por el resto de nuestras vidas, cuando vio la mirada molesta del omega continuar. — Realmente no se si deba confiar en ti, este cuento podría haber sido planeado por ti y tu padre para tener acceso a mi familia. Pero es algo que ya está hecho y ni tú ni yo podemos cambiarlo a pesar de cualquiera que sea la verdad de nuestro encuentro.

Frenkie tuvo que admitir que en la última parte tenía mucha razón. Así quisiera cambiar las cosas, no podía hacer nada. Los Clarie no le daban espalda a sus problemas y no pensaba atormentarse con eso por el resto de sus días.

— Bien; pero ¿qué obtengo a cambio? — las enseñanzas de su padre en negocio tenían que funcionar en algún momento. El alfa no pudo evitar una carcajada y alzó una ceja curiosa a Frenkie.

— Mi protección, lujos fuera de tu imaginación, servicios de primera calidad y básicamente la vida que cualquier omega pudiera querer — aseveró el turco. Frenkie le devolvió el gesto de la ceja con escepticismo.

— Quiero libertad, no quiero que tus hombres estén atrás a cada hora del día, no le tengo miedo a los alfas, pero su presencia me pone los nervios de punta — enunció Frenkie.

— No estarán pegados a ti a menos que tengamos que salir, esto, más que nada es por tu seguridad. Estoy seguro que Ronald te lo explico y es verdad lo que dijo, tengo enemigos por todos lados. Mis hombres entran en la condición de protección — por el tono en la voz del alfa, sabía que no podía poner objeciones a eso. Empezó a enunciar su próximo término.

— Esto puede sonar extraño, pero a pesar de las cosas que hizo mi padre, él sigue siendo mi familia más cercana. No quiero verlo en una destrucción total y traicionarlo de ninguna manera — expuso con duda el joven. Marc no pudo evitar el sentimiento de sorpresa ante la petición del castaño, creía que después de prácticamente venderlo, el omega no querría saber nada más de él. Volviendo a su expresión normal, asintió.

— No te preocupes, podría hacer negocios con tu padre para que su negocio no se vea más en declive, la MAG volverá a sus tiempos de fama — le aseguro Marc y Frenkie no pudo sentirse más que aliviado. Con duda y solo un poco de pena, declaró su última petición.

— No sé cómo se lleven las uniones en tu cultura, pero no pienso ser parte de un harem. No me conoces lo suficiente ni tú a mí, pero en ese aspecto te pido fidelidad — terminó con determinación el omega.

El avión se tornó en un incómodo silencio, Frenkie levantó la mirada para observar al alfa. Este solo lo miro sin ninguna expresión que pudiera comprender, el castaño se puso más nervioso al pasar los segundos. ¿No era una petición tonta... o sí?, el mundo del hombre frente a él era muy diferente al suyo. Tal vez ya tenía muchos omegas como amantes y no quería dejarlos.

— Tienes mi palabra, oğlan — por fin hablo Marc. El omega lo miro sorprendido, estaba preparado para que esa propuesta fuera rechazada. Por la cabeza de Frenkie no pudo evitar pasar el pensamiento de qué tal vez el hombre no sea tan malo como aparenta ser. Después de unos segundos de un incómodo silencio, el omega decidió romperlo.

— ¿P—podrías desatarme ahora? — sintió sus orejas calentar otra vez, se enojó lograr mismo por el tartamudeo de su voz. Como si no se hubiera percatado de eso, el turco inmediatamente se dirigió a ayudar.

«Muy cerca», pensó Frenkie.

Las manos expertas del alfa empezaron a desatarlo rápidamente. La calidez del hombre y el perfume caro inundaron sus sentidos por completo, se sintió enojado cuando su omega se movió feliz dentro de él ante la proximidad de su alfa.

Cuando se dio cuenta de ese último pensamiento, se golpeó mentalmente. Marc no era su alfa, no le pertenecía a nadie.

— Listo. — declaró el turco cuando todas las cintas fueron desatadas. Al estirarse para acomodar sus extremidades, Frenkie no pudo evitar dirigir la mirada a las manos del alfa.

— ¿Cómo está tu herida? — pregunto dudoso. Marc volteó a ver su mano con indiferencia, ni siquiera se había percato de que aún tenía la bandita de osos que le dio él omega.

— Fue solo una herida sin importancia — declaró mirando a Frenkie divertido, la intensidad de sus ojos dorados ponía su resistencia en duda y la tensión en el avión no era por incomodidad esta vez. Él omega sintió palpitar la marca en su cuello y sin darse cuenta dirigió su mano a ella.

— Pediré que un médico revise la mordida, para asegurar que la cicatrización vaya bien – le aseguró Marc cuando vio la mirada preocupada en él omega. Frenkie asintió y el alfa hico un gesto para que pasara. – Por favor.




















El colorido de Estambul hizo que Frenkie se sintiera en otro mundo, las calles eran irreales y llenas de vida. Las casas y los edificios eran una combinación de la modernidad y la antigua Turquía. Había tanta diversidad en la arquitectura y las personas que Frenkie pensó en pellizcarse para saber que no estaba soñando.

— Hermoso ¿no? — Ronald, que estaba en el asiento de copiloto frente a él lo sacó de su estupor.

— Si, realmente lo es. — Frenkie respondió con una sonrisa emocionada, ajeno a la mirada de Marc en él mientras sonreía.

Empezaron a dejar el centro atrás y se iban acercando más hacia la zona del mar de Marmara. Al ser una zona más exclusiva, Frenkie pudo observar cómo las personas no se inmutaban al grupo poco normal de coches en el que estaba. Se preguntó si la gente de Turquía normalizaba el negocio de Marc en su país.



Al llegar a una zona alejada y rodeada por vegetación, Frenkie pudo escuchar el sonido del mar más claramente. Cuando las enormes puertas frente a ellos se abrieron, su mente dio vueltas y su cerebro intentó procesar lo que veía. Esa no era una casa normal, ni siquiera era una de las mansiones a las que estaba acostumbrada a ver en los socios de su padre. Parecía una combinación de estructura occidental y oriental muy peculiar y bien hecha. Mientras pasaban el enorme tramo de vegetación él omega podía visualizar pavos reales blancos caminando libremente en el pasto ¡Una completa locura!

— Hemos llegado — le anunció Marc al lado suyo.

— ¿Aquí es donde vives? — preguntó sorprendido.

— Es mi casa, pero no es el hogar principal de mi familia donde me crié —le responde el alfa mientras le extendía la mano para que saliera.

«¿Ni siquiera es la casa principal?», Frenkie no se pudo ni imaginar el hogar de infancia de Marc. Cuando salió del auto, vio dos hileras de personas en las escaleras. Por su inexistente olor pudo predecir que todos eran betas y por su vestimenta pensó que trabajan en la casa —palacio—. Se puso nervioso al ver que algunos hombres tenían armas grandes, pero corrigió a su consciente para que se acostumbrara a esa imagen.

Las mujeres eran parecidas a las omegas que lo vistieron, con la diferencia que no evitaban su mirada y en cambio le sonreían amablemente. El hombre más viejo se acercó a ellos con un rostro de felicidad.

Efendi, bizimle olmasi güzel. [Amo, es bueno que este con nosotros otra vez].

Ne de olsa burasi benim evim, Berant. [Es mi hogar después de todo, Berat]. — le contestó Marc igual de feliz. El castaño se sintió un poco confundido al no entender nada de lo que hablaban. Los ojos del hombre se pararon sobre él y Frenkie pudo jurar que la expresión en su rostro incrementó a una aún más feliz. — O Frenkie, dostm. Türkçe konuşmuyor [Él es Frenkie, tu hürrem. No habla turco]

— ¡Oh, hürrem! Es un honor conocerlo — se dirigió a Frenkie con inglés perfecto, el acento apenas notorio. El omega iba a contestar cuando el anciano agarró sus manos y las puso sobre su frente inclinándose. — Tu llegada trae gran felicidad a la familia Hasmet, hürrem.

— Ah...— Frenkie no supo cómo responder.

— Él es Berat, se podría decir que es el mayordomo principal como dicen en Occidente. Pero es más de la familia para mi — le explicó Marc. Ante su cara confundida, él omega pudo escuchar un sonido de "pff " de los hombres atrás suyo. Ronald los miro con advertencia para que no se burlaran.

— Es un honor para mí también, Berat — se recompuso a Frenkie.

Ante su declaración todos pusieron sus manos en la frente y se inclinaron, Frenkie casi entró en pánico al no saber qué significaba. Ronald, salvándolo como siempre, se acercó a explicarle.

—Ellos quieren decir "Bienvenido, hürrem".











ana ev: casa principal.




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