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Frenkie jamás se había sentido en un estado de piloto automático como en ese día.

Manuel, amable como siempre, había llegado después de que Belma se fuera de la galería. Le sonrió tristemente y musitó un débil "Lo siento" .
Al parecer había llegado como una presión para que Frenkie fuera al hospital de inmediato. El omega sabía sin siquiera preguntar que la alfa era capaz de mandar hombres para que lo escoltaran a la puerta del consultorio si seguía negándose a cualquier orden de ella.

Y si algo tenía que reconocer, era la velocidad con la que los Hasmet podían resolver las cosas. Al cabo de unas horas, las noticias se apagaron como ceniza después de un incendio, y todas las publicaciones de canales de noticias fueron completamente borradas.
Fue una advertencia, ninguno de los internautas se atrevió a reclamar cuando borraron sus comentarios u opiniones del asunto, teniendo demasiado miedo a la familia Hasmet para exclamar siquiera una sílaba. La expresión del poder de unos sobre otros era más que clara cuando la familia de Marc se veía involucrada en algo. Por otra parte, sabía que eso aplicaba también para él y que los rumores sobre su unión aumentarían en el círculo interno de la dinastía, incluso si él volviera a silenciarlos, ese tipo de ola solo subiría cada vez más. No quería enfrentarse a una tempestad de ese tipo, no cuando tenía que ser muy cuidadoso con sus acciones como en ese momento. Y más aún cuando las jugadas sucias ya habían empezado, no era una casualidad que las fotos que le mandaron de Marc y este escándalo social tuvieran lugar con todo el caos de la decisión del consejo.

Robert aún seguía apenado debido a eso, e incluso en el transcurso de la galería a la clínica no se atrevió a subir la mirada para verlo. Frenkie, por su parte, estaba ansioso con la situación, el peligro de que Robert fuera castigado por algo que no hizo realmente le obligaba a mantener la guardia en todo momento.
Sin embargo, Christensen le tranquilizó y le explicó que con su protección nadie se atrevería a hacerle algo. Desde el momento en que Frenkie se puso frente a Robert para defenderlo, este se volvió prácticamente intocable, pues tenía el cuidado de la palabra de hürrem. Si algo tenía que reconocer el castaño, era el valor de los títulos en esa familia.

Y es por eso mismo que tenía que estabilizar ese poder.

—¿Aquí?—Frenkie pregunta una vez que llegan al corazón del centro de Estambul, donde la arquitectura del Liv Hospital se presume con belleza y exclusividad.

—Si, hürrem. Ya hemos mandado un grupo de hombres para custodiar los límites, no hay ningún reportero.

Frenkie asiente ante la explicación de Christensen.

Si en algo fue precisa Belma fue en qué "No llamara más la atención" Argumentando que eso solo traería más problemas para su mallugada reputación como el mate de Marc, por supuesto, empeoraría si se le ve en un hospital con el area más exclusiva de especialistas en ginecología.
A Frenkie no le importaba, pero no quería que la alfa se desquitara con alguien más aparte de él.

Cuando baja de la camioneta y ve que los alfas lo empiezan a seguir los para rápidamente.

—Iré yo solo.

Todos hacen rostros alarmados.

—Pero...—empieza Alonso, su semblante de oso frío se ve ligeramente cambiado a uno preocupado.

—No, preferiría ir solo. Llamaré a Christensen una vez que termine aquí Y esperaba que fuera pronto.

Los alfas dudaron, Frenkie tenía el rostro pálido y demasiado delgado. Parecía una débil hoja de árbol que en cualquier momento podría desprenderse de su rama.
¿Sería la separación prolongada entre él y Marc? ¿La presión del harem o la noticia desgarradora para todo omega?

—Estaré bien —los tranquiliza Frenkie, una suave sonrisa extendiéndose por su pálido rostro—. Entrar con todos ustedes definitivamente llamaría la atención.

Todos parecen renuentes a irse, pero una orden directa no podía ignorase tan fácilmente.

—Estaremos cerca —advierte Christensen, Frenkie asiente en acuerdo. Los alfas dan una ligera mueca junto con una reverencia, después de eso se van en los autos blindados.

Frenkie gira sobre si mismo y observa una vez más la clínica. En el pasado no había estado mucho en hospitales, pero eso no quería decir que los disfrutaba, tal vez la pesadez en el aire era un recordatorio de las muertes que podían pasar ahí, y tal vez esa era la razón por la que a muchos no les gustaba poner un pie en el lugar. Los humanos pueden ser tan influyentes cuando se trata el tema de la muerte.

Realmente esperaba que no fueran tantos estudios, aunque si presentara anemia —causada por el estrés—no se sorprendería en lo mínimo. Sabía que había descuidado su salud a pesar de los cuidados de sus banyalar, pero no podía hacer nada para ayudarse cuando la presión en su espalda se enterraba con más fuerza cada día. Realmente no quería hacer eso, ni estar ahí.

—¿Planeas quedarte ahí todo el día?

Una voz lejana a su lado le sorprende de repente, era un tono ligeramente conocido.

Joshua Yilmaz, con su rostro bello y postura elegante, estaba recargado contra la pared al lado de la entrada. Un cigarrillo en sus manos estaba a punto de acabarse, el humo de este era exhalado lentamente por el omega. Frenkie no pudo evitar sentirse ligeramente alarmado cuando el rubio lo apagó agresivamente contra el dorso de su propia mano, sin hacer ninguna expresión de dolor.

¿Qué estaba haciendo ahí?¿Era algo planeado? Frenkie realmente estaba pensando en todas las posibles opciones en ese momento.

—Joven Yilmaz —murmura Frenkie aún con sus ojos sobre la herida recién hecha en la mano del otro omega. Joshua se acerca, pero Frenkie no retrocede.

—Mírate, estás hecho un asco, ¿demasiada presión ya?—susurra Joshua secamente.

—Usted tampoco se ve mejor, joven Yilmaz —responde el castaño mientras eleva una ceja. No era raro que los omegas usaran maquillaje, era completamente normal que muchos quisieran resaltar su belleza; sin embargo, los omega gama estaban en otro nivel aparte, siempre se les consideraba de elegancia y atractivo infinito. Y era por eso que a Frenkie le sorprendió ver corrector en ciertas partes del rostro de Joshua, no tenía que ser un genio para adivinar que las manchas negras eran moretones, demasiado marcados para taparlos con simples capas de maquillaje.

Frenkie se encontró curioso, ¿Ni siquiera un omega gama, de clase alta y familia reconocida podía escapar de su propio infierno? Que alarmante situación social.

El rubio lo observa detenidamente, después arregla su cabello y sonríe ligeramente.

—Oh querido hürrem. Deberías saber que ni siquiera un omega de mi clase puede evitar la dominación de los alfas —Joshua acerca su mano para tocar el anillo esmeralda de Frenkie, pero este golpea su mano rápidamente. El otro omega sonríe aún más, la mueca en su rostro parecía más una expresión triste y forzada a ojos de Frenkie—. Solo excavan y excavan dentro de nosotros...hasta que nos volvemos simples cascarones que romper.

Frenkie eleva una ceja, no era por decir mucho que incluso él se veía un poco mejor a comparación del omega tambaleante frente a él. ¿Estaba saliendo del hospital?

—Una cáscara es una cáscara, no creo que haya algo que excavar cuando el lugar está hueco, joven Yilmaz.

Joshua se inclina aún más, por lo que Frenkie dirige su mano furtivamente sobre el mango de la daga escondida en su ropa, regalo reciente de Mikky.
Había mencionado que solo la tuviera "por si acaso", pero realmente no confiaba en las acciones del omega de ojos violetas, no cuando sus iris demostraban tanta turbulencia dentro de ellos.

Joshua se queda en esa posición un poco más de tiempo, como si evaluara cuidadosamente cada parte del cuerpo de Frenkie. Otra expresión cínica cruza su rostro.

—Si tuviera planeado atacarlo, ciertamente no lo haría en un lugar público.

—Prefiero prevenir —dice Frenkie sosteniendo la mirada. Ali extiende su sonrisa.

—Admiro tú tenacidad, será mejor que la mantengas, la necesitarás pronto —susurra. Después, aparta la mirada a la calle y suspira pesadamente—. Espero le haya gustado mi regalo, hürrem — Joshua se da la vuelta, dándole la espalda mientras hace un gesto de desdén con su mano.

Frenkie frunce su ceño, y observa la figura del omega alejarse. Donde una camioneta blanca le espera a lo lejos.

«Ah, con que fuiste tú»














































Frenkie observa la sala cuidadosamente. Sus ojos van de una máquina a otra mientras sus fosas se llenan con el olor a medicina. Un grupo de doctores se encontraba frente a él, todos hablando entre sí, dirigiéndole una mirada hacia él de vez en cuando.

Habían desocupado todo el piso tres para atenderlo exclusivamente, por lo que la única compañía que Frenkie tenía era el del personal médico. Después de recibirlo, hicieron que se preparara para dirigirlo a otra parte del hospital. Una vez ahí, le hicieron diversos estudios extraños; como el acostarse en una mesa de exploración para después insertar objetos médicos de los que definitivamente no tenía conocimiento. Su omega estaba inquieto, por la intrusión no deseada, y se dio cuenta que tal vez no era mala idea dejar que los alfas lo acompañarán y se quedarán en la sala de espera.

Su brazo por favor —exclama la enfermera a su lado mientras señala el baumanómetro en Frenkie.

—Oh claro, lo siento—Frenkie deja que la enfermera quite el aparato médico, dándose cuenta del temblor en las manos de la mujer, como si tuviera miedo de dejar un mínimo rastro de que alguna vez lo haya tocado.

—¿Estás bien?—pregunta cuando la frente de la mujer empieza a llenarse de sudor. La enfermera baja aún más su mirada y da una inclinación rápida antes de dirigirse a otro lugar de la sala. Frenkie la observa con confusión.

—Discúlpala, todos han estado nerviosos desde la mañana cuando supimos que iba a estar aquí —uno de los médicos—el más joven al parecer—se acerca a él lentamente. El castaño frunce sus labios.

—¿Por qué?

—Bueno, eres el omega principal de la familia Hasmet, ¿quién no estaba cagando en sus pantalones frente a ti con el miedo de una amenaza de vida ante cualquier cosa que te pase?—responde el hombre con un tono de obviedad—. Mis disculpas, no me presente, soy el doctor Kol Niehelsen, el líder principal de esta investigación.

Frenkie eleva una ceja con escepticismo.

—Creí que el doctor Elak me atendería.

—El doctor Elak es el mejor médico especialista en ginecología y obstetricia de Estambul, así es. Pero su caso necesita más que intervención médica.

—¿Y exactamente cuál es mi caso, doctor?

—Ese es el problema que tenemos, joven de Hasmet —el hombre beta comienza mientras observa el aparato en su mano, la cual tenía el historial clínico del omega. Frenkie dejo que continuara y no corrigió el apellido con el que se dirigió hacia él—. Usted es un caso que jamás se ha visto, hemos sido traídos de diferentes partes del globo para descubrir en qué situación nos encontramos.

Frenkie empieza a sentir nerviosismo, ¿es por eso que había tantas personas discutiendo su caso?

—Se más específico.

—Como el doctor Elak le habrá comentado; parece que está sucediendo un cambio biológico en usted, no hemos podido saber la razón, el por qué se presenta ahora o siquiera de que se trata. Pero definitivamente está alterando su situación como omega—explica el doctor Kol mientras hace una señal hacia otro doctor. Quien se acerca a ellos con radiografías en sus manos—. Estás son unas histerosalpingografías, permite ver el útero en omegas.

Ahora Frenkie entendía la complejidad del estudio recién hecho en él. Observa cuidadosamente la radiografía de lo que parecía ser su matriz, pero aún así no logra entender la imagen. El doctor pareció entender su expresión confundida, así que se apresuró a explicar.

—Su útero...—comienza inseguro—, parece encogerse cada vez más con cada día qué pasa. No es igual al de otros omegas, su tamaño está a la mitad de la medida de lo normal.

"Vientre podrido"

Frenkie cierra los ojos cuando realiza la analogía de esas palabras con su situación. Su útero, justo como una fruta madura, empezaría a encogerse y arrugarse, hasta parecer una pasa seca sin vida.

—La empresa farmacéutica de los Hasmet ha estado desarrollando un nuevo método para omegas recesivos, no es su caso, pero...se están haciendo modificaciones especiales para usted—habla esta vez el otro doctor, su aspecto viejo le hacía rondar por los 60. Su bata, a diferencia del doctor Kol, tenía el isotipo empresarial de la familia de Marc. Debía trabajar en el área científica.

Y el nuevo método del que hablaban era la J-1, un método aún en pruebas según las palabras de Dani. Era extremadamente doloroso por las inyecciones espesas, puestas en diversos lugares del cuerpo omega, incluyendo las glándulas.

—¿Cuáles son las probabilidades si no tomo el tratamiento?—cuestiona el castaño.

—Si existe la posibilidad...de que pueda quedar embarazado naturalmente, no hay muchas probabilidades de que el feto sobreviva. Seguiría creciendo, pero la placenta no lo haría con él—la expresión del doctor Kol era de completa pena—. Incluso ...usted podría morir con él.














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