🧧!! ' I
El sonido del disparo sonó por toda el lugar, haciendo eco en las paredes del sótano oscuro. Con el olor de la cordita y la fría temperatura del invierno en Canadá, el escenario se volvió más lúgubre de lo que era ya. La sangre fluía rápidamente sobre el sucio suelo, pero los presentes alrededor permanecieron impasibles ante el cadáver frente a ellos; una imagen tan común como el desayuno diario. Incluso si el despliegue de órganos podía resultar incómodo, decidieron guardar sus pensamientos para sí mismos. Las opiniones personales en este tipo de mundo no hacían valer tu vida, en La Roja estaba claro eso.
Guardando su pistola y tirando los guantes manchados a un lado, Jungkook hizo un gesto desinteresado que le indicó a sus hombres para levantar el cuerpo. El olor le estaba empezando a molestar, por lo que su paciencia se acortaba con cada gota de sangre que se escurría entre sus pies
-Señor. -llama uno-. La reunión con el señor Claire es en dos horas.
-Cancélala. -responde el alfa sin miramientos mientras encendía un cigarrillo. Exhalando el humo, observa cómo sus chicos intentaban no ensuciar sus trajes al cargar al hombre muerto, maniobrando torpemente entre ellos mientras discutían en susurros. Las comisuras de sus labios se elevaron ligeramente ante eso. Era prácticamente imposible estar impecable después de tocar el cadaver, la cabeza había quedado destrozada.
-Señor, esta reunión es impor...tante - el joven alfa se traba y retrocede cuando Jungkook le da una mirada irritada, por lo que no se atreve a probar su suerte con palabras extras-. Está bien, déjeme encargarme.
El hombre que pronto se convertiría en un cadaver más en el mar tenía una deuda de más de tres años con ellos y había escapado de Europa a Canadá para no pagarla. Usualmente Jungkook no se tomaría grandes molestias en este tipo de insectos, pero el hombre había matado a dos de los suyos en el proceso de huida, justo en los límites de la frontera con Bulgaria. Ese error le llevó a una muerte segura.
Dando una última mirada al cuerpo, tarareó las opciones en su cabeza con tranquilidad.
-Encárguense de la familia también -ordena después de un momento, abandonando el lugar con tranquilidad.
Al salir, se detiene un momento para estudiar la nieve en el aire. Cierra los ojos, disfrutando el frío en su rostro y la frescura del ambiente, este tipo de clima aún no llegaba a Turquía y el frío apenas era soportable para pararse ociosamente en medio de el. No es como si tuviera buenos recuerdos de las tormentas frías tampoco. Eran tiempos en los que su padre le hacía sangrar más.
Después de un rato, Jungkook siente a sus subordinados detrás de él, esperando cualquier orden de su parte en silencio. Con un suspiro cansado, entra al Bentley con sus hombres siguiéndole el paso. Cuando el auto inicia su transcurso, el alfa se percata de la sangre seca en sus manos.
════ ∘◦❁◦∘ ════
El omega mira con nervios de un lado a otro, poniendo especial atención en las esquinas o los lugares abiertos del aeropuerto. La ansiedad carcomía sus entrañas y la inseguridad que sentía a su alrededor provocaba la exhalación de un aroma ácido en sus fermonas, evidente para todos los presentes que giraban hacia él alertas por ser un omega que derrochaba miedo. Si no se apuraba en llegar a la puerta de su avión, los alfas se empezarían a acercar para hacer un papel de guardaespaldas que no les correspondía.
Estaba convencido de que su padre enviaría a gente a buscarlo en cuanto se diera cuenta de su ausencia. Podía imaginar su rostro colérico, enfurecido por las "insuficiencias" de su hijo como omega. Incapaz de cumplir el rol que se le ha impuesto desde su exacto nacimiento, en esta sociedad tan mediocre y jerarquizada.
Aquella misma noche se suponía que debía conocer a su prometido, pintado como un alfa con los suficientes recursos para hacerlo un hombre prepotente y altanero, lo suficiente como para darle el derecho de posponer la reunión de unión en más de tres ocasiones. Sin siquiera conocerlo, Jimin ya lo juzgaba como alguien de carácter zafio y no tenía la menor intención de enredarse con una persona tan falto de modales.
«¿Qué se creía?», piensa entre una sarta de maldiciones.
Con el corazón latiendo a mil y su mano temblando al entregar su boleto de un vuelo sin regreso a Inglaterra, Jimin siente que respira una vez sentado en el avión, había dado un gran paso a su salvación de un matrimonio que claramente no lo haría feliz y no había arrepentimiento en su interior. Como era costumbre en las familias de alta sociedad, los matrimonios arreglados no eran una cosa del siglo pasado y su padre no dudó un segundo en entregarlo cuando encontró el perfecto Alfa para su único hijo.
El perfecto Alfa que los salvaría de la bancarrota en la que estaban sumidos desde hace un buen tiempo.
Las malas jugadas de su padre y las apuestas diarias llevaron a su familia en declive; apunto de perder todo en corto tiempo, el hombre tuvo que buscar opciones de último momento, ofreciendo a su hijo a los socios más grandes de su círculo social. Cuando su padre le anunció sus planes para restaurar el nombre de la familia, Jimin se sintió enfermo. Toda su vida había tratado de complacer a ese hombre para compensar su condición de omega que le tría una incapacidad inexistente de asumir el negocio familiar como alfa. Los estudios y el prestigio académico se hundieron en un instante, remplazados con la idea de un matrimonio que a sus ojos era inservible. Sin embargo, no estaba dispuesto a casarse con un viejo millonario al que no se le levantaría en cuatro años. ¡Que le dieran!
Una vez llegara a Inglaterra, se encontraba ante el desafío de hallar un lugar seguro donde refugiarse. Sin tener amigos ni familiares confiables en aquel país desconocido, el omega sabía que debía actuar con cautela para sobrevivir en un entorno tan ajeno. En aquel momento, sintió que el futuro se extendía ante él, lleno de posibilidades que no se extendían hacia él por su casta. La incertidumbre se sentía tan bien incluso en tal empobrecida situación, y el avistamiento de cierta libertad le traía una tranquilidad que se había alejado de él desde hace años.
════ ∘◦❁◦∘ ════
—Han cancelado la reunión, señor.
—¿Cual ha sido su respuesta? No dudo que su paciencia haya acabado después de tantas posposiciones. Debió ser un problema, Namjoon. —Jungkook mira el trago dorado en su mano con una tranquilidad extraña. Instando al otro alfa a responder sin preocupaciones por su humor debido al asesinato de esa mañana.
—Extrañamente... se escuchaba aliviado de posponer el encuentro.
—¿Aliviado? La propuesta no era segura, personas como esas buscan una solución inmediata a sus problemas, no les importaría tener que vender incluso a sus mates para salvarse. Los caracteriza la estolidez en cada decisión que toman —Jungkook responde con confianza, Namjoon inclina la cabeza y asiente en acuerdo—. Lo sabremos de todas maneras, no tiene a donde huir.
La mecánica voz del avión anunciando el próximo despegue se hizo presente, y Jungkook suspira cansado, indicando que podrían retomar la conversación más tarde. Namjoon vuelve a su asiento sin decir nada, dejando a Jungkook solo.
Mientras transcurría el vuelo, los pensamientos del alfa volaron hacia la situación de su familia. La guerra contra los Yilmaz lo había hecho enojar lo suficiente para ver una paz lejana, el conflicto parecía no tener fin y su paciencia tenía un límite. Viendo tal futuro incierto y lleno de sangre, tocarse la frente con estrés es su única liberación momentánea.
—¿Necesita algo más antes de aterrizar, señor?
Jungkook alza la cabeza hacia la persona que se para frente a él con cercanía: una azafata que, por su inexistente olor, pudo identificar como una beta. De manera deliberada, la mujer deja al descubierto parte de su pecho al inclinarse hacia él, mostrando con facilidad sus intenciones en sus ojos felinos. Si Jungkook estuviera de humor, tal vez la habría seguido al baño para cogérsela, o incluso pedirles a sus hombre abandonar la primera clase para dejarlo jugar un rato. La propuesta de la mujer se quedó en su mente mientras observaba su figura delgada, pero antes de que pudiera responder, una nueva figura se sentó en el asiento frente a él.
════ ∘◦❁◦∘ ════
—¡Malditas turbulencias! —Jimin se encontraba hiperventilando cada vez que el avión temblaba y las personas a su alrededor empezaban a verlo molestos por el escándalo que estaba haciendo. Agradecía internamente no tener ningún acompañante en los asientos adyacentes, ya que de lo contrario, habría recibido más que solo miradas de reprobación.
En medio de su angustia y las quejas a su alrededor, pudo percatarse de lo que parecía ser una complicada discusión entre el personal del avión y por las miradas ocasionales hacia él, sabía que él estaba muy implicado en su conversación. Una de las mujeres se separó del grupo, caminando hacia él con el ceño fruncido. Jimin esperaba un reproche una vez que llegara hasta él, pero la duda en el rostro de la mujer no le dio claros mensajes.
—Disculpe, señor, faltan menos de treinta minutos para aterrizar, ¿querría ir a la primera clase en los minutos que restan del vuelo? —Las miradas molestas de los demás pasajeros se intensificaron al escuchar la propuesta de la empleada, quienes claramente no comprendían cómo alguien en tal estado de nerviosismo podía merecer tal privilegio. Sin embargo, Jimin asintió con entusiasmo, ignorando las feromonas hostiles que lo rodeaban.
Con el corazón latiendo aún acelerado, camina hacia la primera clase junto con la azafata guiándolo, sintiéndose como si estuviera dejando atrás un mundo de preocupaciones y agobios. Esa clase era más reducida, no había tanta gente y no tendrían el tiempo de prestar atención a su estado de pánico. Mientras pasa las cortinas, puede observar la aún presente discusión entre los demás miembros de servicio, y por la consternación de sus rostros, siente que es posible que no haya sido un cambio seguro.
Como era de esperarse, la diferencia entre la primera clase y la estándar era enorme. Jimin sintió un cambio en el ambiente de manera inmediata; todo parecía más tranquilo y refinado, y el ruido de las turbulencias parecía disiparse en esa zona del avión.
El joven omega no podía permitirse ese privilegio debido a la escasez de dinero en efectivo que tenía, y sabía que si usaba su tarjeta, su padre lo rastrearía de inmediato. Pero viendo a su alrededor, la opción de permanecer en la estándar parecía más factible. Normalmente, la clase especial solía tener poca afluencia, pero en esta ocasión, era excepcionalmente escasa. Demasiado.
Habían cinco hombres, de trajes oscuros y mirada pesada, todos alfas indudablemente. Jimin no se sintió intimidado; había vivido toda su vida rodeado de alfas y jamás se había sometido a ninguno de ellos, y no tenía la menor intención de comenzar ahora. Lo que llamó su atención fue ver que los cinco hombres estaban sentados estratégicamente alrededor de un hombre de traje azul oscuro que le daba la espalda. Estaba empezando a exagerar con su curiosidad ante esa imagen, pero otra turbulencia repentina desvió su atención y lo hizo mirar a la azafata con temor.
—Por favor, por aquí. —Le indica ella con una voz suave, haciendo que Jimin se sentara de inmediato en el lugar disponible. Si necesita algo más no dude en decirme.
La joven beta estaba a punto de retirarse cuando uno de los hombres de traje negro la llamó.
—Disculpe, pero se reservó con exclusiv... —estuvo a punto de quejarse, pero una señal de su jefe lo detuvo. Namjoon asiente, mostrando su extrañeza ante la situación.
Jimin no presta atención a su alrededor y seguía luchando por asegurar su cinturón con sus manos temblando de miedo.
"Maldición, ¿cuántas veces tengo que pedir un lugar sin ventana?", murmura para sí mismo con las manos aún temblando. El ceño del alfa se frunce, intrigado.
Había un pequeño atisbo de un olor dulce, claramente controlado por supresores. Para cualquier alfa podría haber sido difícil encontrarlo entre tanto fármaco, pero este tipo de cosas no pasaban desapercibidas para los de casta especial. Sabía que las feromonas eran un punto aparte, no tenían nada que ver con el olor que percibía del omega frente a él.
—¿Señor? —La beta, de intenciones desvergonzadas, vuelve a llamar la atención de Jungkook con una voz insistente.
—Estoy bien, puedes retirarte. —Responde con sequedad, provocando una mueca en la mujer mientras se retiraba a pasos pesados. Había encontrado algo más interesante.
En general, a Jungkook no le interesaban mucho los omegas, ni siquiera los de clase Gama; prefería evitarlos a toda costa. No obstante, el omega frente a él le parecía interesante y mantenía una calma sorprendente a pesar de estar rodeado de alfas que claramente no transmitían una buena imagen. Sus temblores se remontaban a una causa tan insignificante como las turbulencias de un avión. Jungkook no sabía si era un acto de estupidez o intriga lo que veía en el joven.
El omega ni siquiera le miraba, causándole bastante gracia. Estaba acostumbrado a ser el centro de atención en todos los lugares que iba, pero ahora, ante este omega enigmático, se sentía como si sus habilidades habituales para atraer la atención no tuvieran efecto alguno.
—¡Dios! —Exclama Jimin asustado cuando una fuerte turbulencia sacude el avión. Sin darse cuenta, aferra su mano sobre la de Jungkook mientras apretaba fuertemente los ojos, buscando desesperadamente algo a lo que aferrarse en caso de que, en sus pensamientos, el avión se precipitara hacia abajo.
El rostro de Jungkook se contrae por el dolor cuando las fuertes uñas de Jimin se entierran en su piel. Sin embargo, su instinto le indica dejar pasarlo y, en su lugar, sujetar la delgada mano del omega en un gesto de soporte y calma. Era cálida y considerablemente pequeña con la de él.
Sus hombres se pusieron en guardia y se mostraron tensos ante la presencia del joven omega, pero una sola mirada del alfa los tranquilizó al instante.
La mano del omega, a pesar de ser delgada, demostró una fuerza poco característica para alguien de su casta. Jungkook no pudo evitar que su interés se incrementara aún más. Este niño no era ni siquiera de clase Gama ¿Cómo podía tener tanta fuerza?
Durante el tiempo restante del vuelo, el alfa se encontró incapaz de apartar sus ojos dorados del joven castaño.
════ ∘◦❁◦∘ ════
¡Primer capítulo! ¿Tienen intriga?
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro