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30




Ethan se presiona incómodamente contra el mármol negro, su pecho pegado por completo a la frialdad del material causa un estremecimiento ligero en sus sensibles pezones, demasiado mallugados por actividades predecesoras a esa situación. Su posición de ahora no era menos vergonzosa a las de anoche.

Jadea fuertemente cuando Assaf mueve sus dedos más profundo dentro de él.

—Espera, n-no los muevas así —pide con voz temblorosa al hombre atrás suyo, quien contesta con un vago sonido en negación.

—Necesito sacar todo, caíste inconsciente ayer y no pude hacerlo bien —responde cortante el alfa, viendo la seriedad en su tono Ethan piensa que el alfa ve la tarea de sacar el resto del semen en su trasero como una actividad corporativa más en su horario.

—¡Puedo hacerlo yo!

—Yo lo haré.

La aseveración final de Assaf sin salidas para objetar hace que Ethan se sienta en una desventaja clara en la situación, más aún por la posición en la que se encontraba, no quería hacer nada más que deslizarse fluidamente por la alcantarilla bajo sus pies.

—Es vergonzoso —susurra bajo.

—¿Vergonzoso? He visto prácticamente todo de ti ya, oğlandeclara abiertamente el alfa, Ethan siente su rostro calentarse y decide no decir más.

El agua caliente fluía entre sus cuerpos, haciendo que los dedos de Assaf resbalaran con más facilidad dentro de él. Era un estímulo muy difícil de ignorar, más aún cuando los movimientos del alfa atrás de él parecían ser con intenciones claras, no estaba muy seguro de esto último pero estaba convenciéndose de que nadie podía mover sus dedos con tanta maestría solo para "limpiar".

—¡Ah! —gime de repente cuando Assaf alcanza un punto extraño en su parte trasera, el alfa se detiene por un momento y Ethan se siente arrebolar con más fuerza cuando siente una mirada fuerte en su espalda, después de unos segundos el alfa vuelve a retomar su actividad.

El castaño maldice bajamente, esta situación era realmente vergonzosa para él, se sentía fuera de control.

Más aún considerando que los calores son montañas rusas de emociones e instintos, donde había momentos de claridad como este, que no duraban muchas ahora antes de que las feromonas de celo volvieran a activarse y desencadenarán el lado más bajo de su parte animal.

Muchos doctores decían que los momentos más cercanos a la verdadera naturaleza salvaje de la sociedad eran los celos, las uniones, la marca de territorios y los embarazos. Ethan no pudo estar más de acuerdo con eso considerando todas las cosas que dijo anoche, de las que hacía oídos sordos ahora en su estado de total conciencia.

—Termine —habla Assaf atrás suyo, sacando a Ethan dentro del mar de pensamientos. Assaf retira sus dígitos de él y el omega controla el jadeo ante el movimiento rápido.

—Mmm —responde el castaño ocultando su rostro aún contra la pared, no cree que un "gracias por sacar tu semen dentro de mi" sea una muy buena cosa que decir dada la circunstancia, ya se había puesto en vergüenza por mucho.

Assaf se aleja y enciende la regadera a su lado, porque por supuesto que ese baño tenía más de una, no podía ser simple y normal como las otras. Ethan se dio cuenta que no era como en los baños comunitarios y de escuela, por que estaban más juntos y eran de un solo espacio individual, ya que hacían su trabajo de proporcionar agua de manera más eficiente a comparación de otros.

Observa como el alfa empieza a enjabonarse a sí mismo, Ethan empieza a hacer lo mismo pero era muy difícil no dirigir su mirada a otro lado considerando el reducido espacio dentro de la esfera de cristal. Traga fuertemente cuando el alfa recorre el jabón por sus brazos y pechos, borrando el sudor con el agua correr por sus extremidades.

Su omega se movía con insistencia debajo de él, y apenas podía limpiarse correctamente, dándose cuenta de donde su vista había bajado sacude rápidamente su cabeza, queriendo librarse del calor en su vientre bajo.

« Contrólate », se ordenaba no muy seguro si el regaño iba hacia él o para su omega.

Este calor era muy diferente a los que había pasado desde su presentación como omega. De vuelta en Canadá, solo tenia que encerrarse los días de celo y auto explorarse en algunas ocasiones, no eran tan fuertes para impedirle estudiar o hacer sus deberes escolares, incluso podía moverse libremente cerca de la casa grande tomando inhibidores.

Sería muy orgulloso de su parte decir que todo era por la falta de medicina, porqué claramente el hombre a su lado estaba influyendo en el cambio hormonal que sentía, causando pensamientos poco propios de él y abriendo una puerta que jamás había explorado el castaño por si mismo.

—Ethan.

La voz a su lado lo trae a la realidad de un jalón, abriendo los ojos que tenia cerrados y dando cuenta de la sensación húmeda en sus muslos realiza que no es proveniente del agua que cae en su cuerpo. Tal vez había pensado de más.

Gira un poco y choca abruptamente con el duro pecho tatuado del alfa, su respiración se traba por un momento y no es capaz de alzar la cabeza al causante de todo el calor dentro de él.

—¿Si?—susurra débilmente el omega, apenas capaz de dejar salir esa simple palabra, los aromas a su alrededor lo estaban mareando.

—Tu olor —murmura bajo Assaf, un toque oscuro en su voz como en la noche de ayer. El lobo de Ethan tiembla por un momento.

—¿Qué sucede con mi olor?

Por supuesto que sabía que sucedía con su aroma, lo había dejado libre y con matices de excitación claros, el resbaladizo entre las mejillas de su trasero no ayudarían mucho a justificar los sentimientos dentro de él.

—Contrólalo —asevera el alfa, su olor empezando a responder al de Ethan, quien muerde su labio fuertemente. Era una amenaza silenciosa, pero sin matices peligrosos en el tono. Ethan se sintió extrañamente más competitivo.

—¿Cual sería la consecuencia si no lo hago?—replica el castaño, regañándose internamente e inmediatamente después de que las palabras abandonaron su boca, realmente se había vuelto costumbre retar siempre al alfa en cualquier situación, hay situaciones en la que debería pensar antes de actuar. Sin embargo, esta vez quería un resultado diferente, proveniente de su profunda naturaleza.

Respinga en sorpresa cuando el alfa agarra su barbilla y lo obliga a mirarlo, la misma mirada depredadora que Ethan recordaba estaba en su expresión en ese momento.

—O no podré garantizar tu salida pronta de aquí —susurra lentamente el alfa, Ethan rápidamente se cuestionó si eso era una treta, porqué su omega ronroneaba como si fuera una incitación.

—Nunca te la pedí —responde Ethan, manteniendo sus ojos en la mirada ambar, su instinto volviendo a relucir con una mezcla difusa de claridad. El alfa eleva una ceja, Ethan casi se desestabiliza por completo cuando una media sonrisa se extiende en el rostro del gama.

De un momento a otro su pecho se recarga por segunda vez en el día contra el oscuro marmol, hace el ademán de girar pero Assaf mantiene sus caderas en su lugar. El alfa se pega atrás suyo y el castaño jadea cuando Assaf recorre un dedo de su muslo interno a su entrada, rozándolo lascivamente.

El alfa siente su propio lobo salir a flor de piel, sus colmillos empieza a picar y el deseo de dominar rasgaba en su pecho. Mirando hacia abajo, acaricia torturosamente el límite de las mejillas traseras del omega, quien guarda el gemido dentro de su boca fuertemente cuando las expande con sus manos, dando a relucir la entrada húmeda y rosada. Muerde su propio labio ante la vista.

—Tan lascivo —murmura ronco el alfa, el instinto ya pugnando sobre los dos.

El omega gime contra la pared cuando el alfa roza su orificio con su miembro ya duro, sin presionar y martirizando el libido de Ethan. Su mano grande en la cadera se desliza con la humedad del agua en la curva de su cintura, acariciando y marcando un recorrido lascivo hasta uno de su pezones, es suficiente con solo un roce para que se alcen y causen temblores sensibles por todo el cuerpo de Ethan. Definitivamente esto era nuevo.

—Ngh...s-solo mételo —demanda agriamente el castaño, queriendo una liberación pronta, la excitation en su cuerpo estaba siendo demasiado dolorosa para aguantarla. Assaf contesta dando un apretón ligero al pezon de Ethan, recibiendo un gimoteo bajo.

El gama asevera su agarre sobre la cadera de Ethan y la inclina hacia el, haciendo que la espalda de Ethan diera una curva perfecta de su trasero levantado.

La saladez de las lágrimas sin derramar se arremolinan en las cuencas del omega, mezclandose con el agua caliente sobre sus cabeza cuando el alfa se desliza dentro suyo; sin miramientos y de manera hosca, los dos gimen cuando Ethan siente el miembro de Assaf enterrado profundamente en él.

Las embestidas empiezan sin una señal predecesora, la mano que antes estaba en el pezon de Ethan se traslada a su cuello, manteniéndolo en su lugar. Por extraño que parezca, a Ethan le calentaba mucho esa rudeza áspera en el alfa, sin tener ningún cuidado y dejándose llevar por su lobo, detalle que le sorprendió de si mismo.

La humedad entre ellos es clara y presente al sonido de sus cuerpos uniéndose, el chapoteo libidinoso retumba en los odios del castaño, su cuerpo siendo empujado una y otra vez se sentía tan bien.

Assaf aprieta el cuello de Ethan y acelera su ritmo un poco, empujando su polla profundamente dentro del omega, golpeando ese delicioso haz de nervios dentro de él.

El gemido del castaño se rompe en un lloriqueo agudo, y Assaf jadea de placer mientras el interior de Ethan se aprieta a su alrededor.
Aumenta el ritmo, cada empuje sacude violentamente el cuerpo del omega hasta el punto en que le es imposible tragarse los sonidos vergonzosos de su boca.

La mente de Ethan se vuelve cada vez más difusa, más rota con cada golpe del miembro de Assaf en ese lugar dentro de él, su garganta se vuelve cruda y ronca mientras gime, Assaf no detiene ni un poco las embestidas, volviéndolas más bruscas.

El alfa desliza una mano en su miembro y la doble estimulación hace que Ethan no pueda sostenerse.
Assaf lo mueve, sin ningún esfuerzo para ponerlo de lado.

Ethan ya no mira hacia la pared, el alfa agarra uno de sus brazos y lo guía a su hombro, un mensaje para que se sostenga. En esa posición el acceso del miembro del alfa es más letal, con una pierna sobre el abdomen de Assaf y la otra apenas capaz de sostenerlo era difícil mantener la estabilidad dentro del castaño.

Ethan ve el reflejo del vidrio frente a él, su rostro desbordándose de placer y su boca siendo pugnada por sus propios sonidos obscenos. Observa la mirada de Assaf, con matices de hambre y amatividad, su pene entrando de lleno dentro de Ethan con violentos aspavientos. Era demasiado.

Siente un temblor recorriendo desde sus pies hasta la punta de su cabeza, Assaf gira su cabeza y lo besa sin delicadeza, introduciendo su lengua y mordiendo sus labios fuertemente, el olor del alfa y el deseo que demuestra es demasiado para Ethan, siente su liberación como una explosión gratificante y sus gimoteos son callados por los besos demandantes de Assaf.

—Eres mío, solo yo puedo verte de esta manera —gruñe el alfa con una estocada fuerte, la sensibilidad de su orgasmo predecesor se siente en sus extremidades, sus piernas fallan pero el alfa lo sostiene hábilmente.

El chapoteo incrementa, y las embestidas son cada vez más fuertes y demandantes. Ethan siente algo hinchándose dentro de él, y el aroma fuerte de feromonas gama lo marean en todo sentido, su cuerpo se siente pesado y cansado.

El alfa se viene con un jadeo bajo, un sonido realmente disfrutable a oídos del omega.

Mientras siente líquido espeso salir y desbordarse de su entrada, apenas es consiente de la oscuridad que le llega rápidamente.


































—Ethan — una voz suave susurra a su lado, con un matiz de tranquilidad tan clara que le hace tener su propia calma con más presencia.

Hay sonidos difusos entre las nieblas de sueño y no es capaz de escuchar con perfección todo.

—Ethan —vuelve a llamar la voz dulce. Su respiración se iguala y un rayo de luz choca fuertemente contra sus ojos.

Por segunda vez en el día, el rostro de Assaf le da los buenos días.

Ethan levanta su cabeza, haciéndolo lentamente para no causar un mareo, sus extremidades se sentían tan mallugadas y no quería un malestar más.

—¿Qué pasó? —pregunta débilmente, su garganta se sentía áspera. Assaf estaba sentado en la cama, manteniendo una distancia considerable para no arruinar más el desastre del nido de Ethan...o lo que quedaba de él.

—Te desmayaste, otra vez —responde el alfa tranquilo, Ethan suspira fuertemente mientras recuerdos de "su baño" llegan a él. El celo se volvió a activar, y gran parte era su culpa, pero más la de Assaf por ser tan desvergonzado frente a él, Ethan toca su cabeza cansado y Assaf se inclina hacia él—. Tal vez se deba a mis feromonas, es difícil sobrellevar tal explosion de presencia gama para algunos omegas.

El castaño alza una ceja interrogativa.

—¿Te ha pasado antes? Pareces tener mucha experiencia

Assaf se mantiene en silencio por un momento, y después extiende un plato de comida hacia Ethan.

—Come, debes estar hambriento —el tono de la voz del alfa era claro de captar, quería llevar la conversación a otro lado. Ethan sonríe con diversión y toma el plato.

—¿Nos dejaron comida?—cuestiona dando un picoteo al huevo frente a él. En su estado, nadie podría entrar ahí, los dos lo verían como una amenaza a su intimidad, por eso a Ethan se le hacía el extraño el calor del plato, prueba de que estaba recién hecho.

—No, yo lo hice —declara el gama con sinceridad, el omega detiene el movimiento en sus manos para alzar los cubiertos.

—¿Enserio?

—El día después de que me atacaran y la noche en que estuvimos juntos, también dejé tu desayuno servido.

Ethan parpadea una y dos veces, esa vez también había pensado que era alguien más del personal de la mansión quien había llevado su plato. Viendo el rostro serio y neutro de Assaf, el castaño no pudo evitar reír ligeramente.

—¿Qué sucede? —el rostro de Assaf se frunce en confusión.

—Nada, nada, solo que no pensé que fueras de ese tipo —sonríe Ethan mientras da un trago largo al jugo de limón que el alfa le ofrece.

El turco mantiene sus ojos en la sonrisa de Ethan y asiente lentamente después de unos segundos.

—Si, yo tampoco —habla con un matiz más suave, Ethan alza los ojos y también los mantiene sobre el alfa. Un hormigueo ligero le recorre la espalda al omega, esa extraña vibra entre ambos se alza nuevamente, Ethan estaría mintiendo si dijera que no disfrutaba esa calma.

Después de lo que parecen horas, realiza el tiempo que estaba llevando el desciframiento silencioso por parte de ambos en los iris del otro, pero se ve incapaz de guiar su vista a otro lado.

Assaf carraspea y es el primero en voltear a otro punto de la habitación.

—Te revise un poco, no pareces tener ningún desgarramiento o herida, me gustaría que un doctor viniera y lo confirmara pero es imposible dada la circunstancia.

El matiz serio y diplomático vuelve en automático en el alfa, Ethan quiere reír otra vez por el cambio abrupto pero se controla, en vez de eso solo opta para asentir en comprensión.

—Está bien, me siento bien, no me hiciste daño, te controlaste bastante lo sé —murmura Ethan llevándose un pedazo de fruta a la boca.

Assaf no dice nada, y Ethan mantiene su mirada en el plato. De repente, siente un toque en su cabeza, es ligero y gentil, el alfa acariciando su cabello.

Parecía ya una costumbre generada por parte del hombre. Ethan se mantiene ahí, sintiéndose bien de alguna manera.

Despues de un momento, Assaf retira su toque.

—Estaré en el la oficina de al lado, tengo que revisar algunas cosas. Llámame si tienes alguna molestia.

Cuando el alfa hace el ademán de levantarse Ethan no duda en agarrarlo del brazo. Por alguna extraña razón le daba ansiedad que el gama se alejara, no sabía si tenía que ver con alguna otra clase de instinto por parte de su lobo pero estaba seguro de que no quería estar solo en el enorme cuarto.

Assaf se detuvo y lo miro con expectación, Ethan se dio cuenta de sus acciones y retiró su mano inmediatamente.

—Lo siento, es solo...¿puedes revisarlo aquí?

Ethan no quería alzar la cabeza, se sentía demasiado avergonzado, un récord impresionante para ese día.

Estaba seguro de ser rechazado y después de unos segundos su teoría parece hacerse realidad, los pasos de Assaf se alejan, saliendo del cuarto.

Suspira con decepción, sintiéndose mal por un momento. Tal vez no estaba en el lugar para pedir algo.

Se siente melancólico y su omega se agrieta tristemente ante el rechazo; sin embargo, escucha una puerta abrirse y cerrarse, pasos ligeros en el pasillo y la puerta del cuarto donde estaba volviendo a abrirse.

Ve a Assaf entrar con unos documentos en la mano y una computadora, concentrándose en ellos. No dice nada y se instala en el gran sillón frente a la cama.

Ethan siente un cálido sentimiento instalándose en su pecho cuando ve al alfa comenzar a trabajar, ahí frente a él y cumpliendo el pequeño capricho de su parte.

Sonríe para si mismo y continúa comiendo.
La fruta estaba deliciosa, y tenía que admitir que el alfa no era nada malo para cocinar, todo sabía bien.

El tecleo de las manos de Assaf en la computadora es todo lo que se escucha en la habitación, Ethan no se siente mal ante el silencio, era cómodo.

Cuando da un último bocado a la comida, deja el plato silenciosamente a su lado. Se sorprende cuando ve su cuaderno de dibujo en el buró de al lado, una nota sobre este.

"Hürrem, dejamos el cuaderno en la puerta, sabemos cuánto extrañaría dibujar así si lo deja por unos días, también compramos un paquete de sus lápices favoritos.

Cuídese.

Atte: Kenia, Edith y Elit"

Ethan se inclina felizmente y toma el paquete de lápices nuevos, abriendo la tapa con cuidado, sabía lo caros que eran.

Se relaja sobre la cama y alza sus rodilla, su mano empieza a trazarse hábilmente sobre la hoja, desde ayer tenia la curiosidad de pintar la vista desde el penthouse. Se estaba enamorando de la ciudad, Estambul era muy bella.

Se deja llevar y no es difícil dar forma a los edificios y luces de sus recuerdos de ayer, para su desgracia, termina su dibujo demasiado pronto. Suspira fuertemente cuando da los toques finales, incluso se permitió ser perfeccionista pero esos detalles no alargaron la elaboración de la metrópolis.

Hojea los dibujos y retratos anteriores, tenia muchos de Jabir y los animales en la mansion, también de sus banyalar y los alfas de la eve. Incluso de todos los empleados que había llegado a conocer en la enorme casa.

Abre una hoja nueva y picotea el espacio en blanco con el lápiz, alza la mirada a la bella planta con flores azules y hojas verdes fuerte que estaba en la habitación y se dispone a retratarla; sin embargo, se detiene un momento en observar la imagen seria del alfa.

Se sorprende cuando ve un par de lentes en su rostro, unos que no vió antes. Definitivamente no disminuían su atractivo en lo mínimo.

Parecía muy concentrado en lo que sea que tuviera frente a la pantalla frente a él.

Ethan lo estudia por un momento, lo analiza y estudia los rasgos que por alguna razón ya sabia de memoria. Se recarga aún más sobre la cama y acomoda el cuaderno, ya sabía que dibujar.














Voten ♥️

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