Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

24


La antigua mansión Hasmet era considerada la casa más grande en Turquía, las paredes y las pinturas habían permanecido intactas en todos esos años; en cada pasillo podías oír los susurros de grandes decisiones que guiarían el continente a su antojo, planes de armas que harían temblar a organizaciones internacionales y el retumbe de las batallas en sangre fresca que sen han librado ahí.

Assaf recuerda todo eso, menos la calidez que un hogar tendría que darle. En sus memorias difusas de felicidad limitada recordaba el olor de los tulipanes, flores que se encontraban en un área exclusiva de la mansión y la que solía visitar de la mano de su padre.

Recuerda un día claramente, cómo la translucidez de un manantial o un río. Después de haberse desmayado por segunda vez consecutiva en el entrenamiento diario llevado en la nieve y perder la fuerza en sus piernas por el frío, su padre lo había llevado a lo que Assaf en sus pensamientos había llamado "el santuario gris" algo que le pareció divertido por que esa era la única área con más color en toda la casa.

—Assaf, ¿sabes quienes son?—preguntó su padre señalando las pinturas que seguía una tras otra en hilera. Todos eran retratos a mano, rodeados de las bellas flores típicas de su país con el escurrimiento de una que otra rosa o girasol.

—Son los mates de las cabezas que han estado en nuestra familia—contestó seco. Su padre rió ante su seriedad, una actitud muy poco propia para un niño de seis años.

—¿Sabes por que están aquí?—vuelve a cuestionar su padre mientras alza una ceja—¿Él por que se les retracta?

Assaf tararea su respuesta pero al final niega, su madre le había dicho que ese tipo de conocimientos de la familia no le nutrirían a su formación como líder, así que no había razón para entenderlo.

Su baba lo guía al retrato más viejo y antiguo, el primero que encabezaba el comienzo de la fila. Era la pintura de Eylem Hasmet, la pareja de Anek Hasmet, el patriarca de toda su familia e imperio.

—Anek Hasmet siempre fue reconocido por ser un alfa recto y de figura poderosa. Ninguna persona se atrevía a decirle no a cualquiera de sus palabras, mucho menos sus órdenes, grandes figuras políticas querían formar cualquier tipo de relación con él y ningún omega se negaba a su encanto nato —relató su padre con voz paciente. Assaf se encontraba aburrido y no entendía por que estaba diciéndole todo eso—. Excepto Eylem, un omega de raíces fuertes y retadoras, no solo fue la primera persona que captó el interés de Anek sino que también fue el primer omega en no doblegarse ante él. Algo que por supuesto solo avivó más su interés y lo impulsó a insistir más en que se volviera su pareja, ¿sabes que fue lo que hizo que Eylem aceptara?

—No —dice Assaf sincero.

—Eylem le dijo que debía reconocerlo como su igual, que más allá de su belleza debía amarlo por su esencia —Kadir pasa su mano por la pintura y Assaf se percata que a pesar de lo viejo que se veía el tapiz y la presión fuerte de su padre, la pintura no se arruinó ni un poco—. Una petición así de un omega en esos tiempos sería condenada a muerte; sin embargo, Anek no hizo otra cosa más que cumplir sus peticiones y más. Quería demostrarle su adoración a Eylem y mandó al mejor artista de Europa a pintar por primera vez en la historia de nuestro país a un omega en un retrato.

—¿Eso no era condenado a muerte también?—Assaf pregunta mientras alza su cabeza hacia su padre.

—Si lo era, y más aún haciendo un lugar exclusivo de sola pertenecía al omega para poner la obra.

—¿Y por que lo hizo?—el gama estaba muy confundido, no entendiendo el por qué arriesgarse tanto por un omega si implicaría tantos problemas.

—Porque lo amaba —responde con simpleza su padre, riendo cuando ve la confusión en el siempre templado rostro de su hijo—. Un día, espero que encuentres a alguien que hará que comprendas el sentimiento de adoración de Anek hacia Eylem. Y cuando llegue el día, si tú alfa está seguro de que es la persona que quieres a tu lado, traerás al mejor pintor de la época y harás que retracte a tu persona.

Assaf baja aún más su expresión y arruga sus labios en escepticismo. Siempre le habían enseñado que su pareja ya estaba contemplada desde que nació, lo conocería la próxima semana en su primera reunión con los Yilmaz. Era proveniente de una cuna de oro, tendría ya miles de retratos en su propia casa y no habría más que responsabilidad de ambas partes, así que no pudo más que expresar sus verdaderos pensamientos—¿Para qué?

Kadir da una ligera risa y toca la cabeza de su hijo delicadamente. El alfa pequeño siempre se había dado cuenta de la forma en que hablaba su padre cuando se tocaban el tema de su futuro mate; como si esperara a que eligiera su futura pareja sin restricciones de tradiciones antiguas. Dando una ligera inclinación Kadir continua y contesta su pregunta—. Para que en el futuro sepan que un día amaste. Y que esa fue una de las razones para proteger aún más a esta familia.

El pequeño alfa observa la hilera de pinturas, contando que no equivalían al número real de omegas que habían existido en su familia. De quince sólo habían ocho retratos.

—¿Por qué no hay una pintura de madre?—cuestiona confundido.

Y el agradable ambiente desapareció.

En sus memorias aún está la imagen de la expresión de su padre tambaleando por unos segundos. Y como después de una sonrisa incómoda los vuelve a guiar hacia la salida para seguir con su entrenamiento y clases.

Assaf no lo entendía en ese momento, pero después de años siguientes comprendió que ese santuario solo era para mates que habían sido de importancia para sus alfas, no para parejas de uniones forzadas y de beneficio.

Y cuando descubrió eso, entendió el por qué su padre nunca había mandado a hacer un retrato de su anne.



















Cabellos castaños, labios delgados y delgadas pestañas que ocultaban en sombra unos ojos grisáceos, un poco más claros que los comunes. Era la imagen de Assaf una noche posterior al ataque en uno de sus club y después de su celo de agresividad.

El delgado cuerpo blanco estaba cubierto de mordeduras, moretones y marcas que tardarían por lo menos un mes en desaparecer. El pequeño omega estaba tan agotado y en un estado de inconsciencia tan profundo que no abrió ni un ojo cuando Assaf lo cargó en brazos para adentrarlo al baño y limpiarlo.

Lo secó, hizo que trajeran una de sus prendas y lo volvió acomodar delicadamente sobre la cama, queriendo recompensar y borrar todo moretón provocado por él.

Assaf se quedó ahí unos minutos o más contemplando a lo que ahora era su mate.
Cada movimiento involuntario de sueño y cada respiración automática que hacía que el pecho de Ethan bajara y subiera daban una imagen de paz en el castaño.

Por que ahí estaba, la prueba viva de la única existencia fuera del control de Assaf.

Pasando una mano sobre la glándula donde descansaba su mordida, Assaf se dio cuenta que nunca había visto la marca después de tornarse, la cual estaba pasando por un cambio de tonalidad del que el alfa no se había percatado.

Moviendo su mano, la deslizó suavemente para acariciar los cabellos humedos. El sol que entraba por la ventana hacía que un vainilla pintara la piel con parsimonia y Assaf se encontró observando la figura por un momento más.

Quitando su mano y dando la espalda sentado en la orilla de la cama, la frustración y la confusión lo inundaron. No entendía nada, ni sus acciones, sus palabras, o los sentimientos crecientes en él.

¿Instinto?, no lo creía, había sedado por completo todo eso desde que era niño, ni siquiera podía decir si era atracción sexual o algo con más amatividad, un polvo y siempre quedaba solucionado, y esa parte siempre había quedado satisfecha muchas veces y por mucho.

Dando un último vistazo a su espalda y acomodando la sábana para cubrir la figura con más seguridad; se empezó a preparar y vestir, tenía que ir a un lugar antes de atar cabos con el ataque.




















—¿En tres días señor?—Esat susurró sorprendido, sus años al mando de la servidumbre en la casa principal de Hasmet hicieron fortalecer su audición a pesar de la vejez en sus expresiones, pero con la orden de Assaf tenía que asegurarse de que había escuchado bien.

—Si, en tres días debe estar terminado, para esta noche los vuelos de los ressamlar deberían llegar a Turquía —indica el alfa mientras observa a sus hombres trabajando para dar espacio espacio suficiente a donde estaría el cuadro—. Mañana vendré a dar indicaciones para los primeros borradores.

Esat frunce el ceño—¿No es mejor una foto de hürrem? Con lo ocupado que está no es necesario que esté presente amir.

Assaf niega, caminado por el pasillo de piedras hermosas y recogiendo una flor marchita sobre ellas.

No será necesaria ninguna foto, con mis palabras será suficiente para hacer una imagen idéntica —asevera el alfa con tranquilidad.

El hombre anciano se queda estático unos segundos y después da una reverencia de entendimiento hacia su amir, retirándose para comenzar el largo trabajo que le encargaron.

Assaf observa los pétalos marchitos y el color feo que la planta cobraba en sus manos.

"—Un día, espero que encuentres a alguien que hará que comprendas el sentimiento de adoración de Anek hacia Eylem—"



























Los grillos chirriaban con gracia en el temple de la noche. Las vigas de cristal adornado en arte hacían que la luminosidad de la luna se viera de un color más turquesa sobre las plantas y diera una imagen de paz en el conticinio.

—¿Qué es este lugar?—pregunta Ethan observando el paraíso silvestre ante sus ojos, la noche no dominaba por completo y unas luces ligeras provenientes de las luciérnagas por su luminiscencia hacía más fácil seguir el camino al que Assaf lo guiaba.

—Un lugar exclusivo y de gran importancia en los orígenes en mi familia —responde calmo el alfa frente a él. Ethan observa el perfil de Assaf, la sombra de sus rasgos era más marcada con la luz de luna y le daban un aire más etéreo, bajando su vista intentando girar sus ojos a otro lado, titubeó por un segundo en sus pasos al ver a sus manos aún entrelazadas.

Razonando los ecos de su cabeza se convenció que era algo normal, una acción común que tendrían que hacer en eventos como estos.

Pero estaban solos, no había personas que convencer o sonrisas y palabras qué contestar con amabilidad.

Eran solo ellos

Ethan detiene sus pasos cuando Assaf los detiene abruptamente y el castaño se da cuenta que estaban más adentrados al pequeño santuario natural, quiere preguntar el por qué están aquí pero la expresión no neutra de Assaf lo hace mudo.

El alfa lo gira y Ethan queda estático al reflejo frente a él.

Respira y vuelve a expirar para convencer a sus ojos que no era una clase de visualización falsa que sus arrinconados pensamientos habían fabricado frente suyo.

El marco era grande y dorado, las flores se enredaban hermosamente alrededor sin pasar un límite que cubriera de más la pintura, y los colores eran tan armoniosos ante el ojo artístico del omega.

Era él, en toda la extensión de la realidad.

Ethan traga y jura que sus ojos chocan con un espejo. Su retrato lo saluda de frente, con una ligera inclinación que hacía que rasgos de los que jamás se había percatado en él se hicieran ver con una gracia reverente, su cuello y hombros en la imagen estaban adornados con joyas y telas de bordados exactos y coloridos, en su cabeza recaía una tela gruesa con adornos colgando a su alrededor, dando una figura más delicada a su rostro.

Pero lo que Ethan realmente admiro con cuidado fueron los ojos, sus ojos.

Nunca nadie podía adivinar con exactitud el tono de sus iris, porque no era un gris característico u oscuro que era común y siempre visto. Eran más claros y de matiz plata, iguales a los de su madre. Incluso teniendo la foto de su rostro ahí seria imposible atinar su color exacto, no a menos que su segura presencia estuviera mientras se hacía el retrato.

Pero fuera de eso y la existencia palpable de la obra frente a él, Ethan no entendía el por qué la realización de esto.

Gira su vista hacia Assaf al lado suyo, el hombre ya lo veía de vuelta.

—¿Qué es...esto?—pregunta inseguro, de miles de teorías de por que Assaf haría eso ninguna cuadraba con lógica. La expresión serena del alfa solo lo ponía más nervioso.

—Es costumbre en mi familia hacer un retrato del hürrem en poder, es...—Ethan ve una duda momentánea en el hombre, después de una y cero expresiones en el alfa por fin parece encontrar las palabras correctas—. Es un regalo, de mi para ti.

El omega queda más estático en su lugar y miles de interrogantes corren por su mente, no puede hacer nada más que volver a cuestionar—¿Por qué?

Últimamente Assaf se comportaba como todo lo contrario a la imagen que tenía en un principio de él y eso desestabilizaba al omega.

Assaf da un paso más cerca y Ethan se encuentra incapaz de retroceder.

—Es una brecha a una nueva paz, desde un principio nuestro trato ha estado lleno de hoyos y te he tratado con nada menos que respeto, eras más que una imagen postiza que está en mi brazo—la expresión seria pero sincera hacía que el castaño viera con más brillo los dorados ojos de Assaf, y las palabras susurradas por sus labios solo hacían que repasara la respuesta una y otra vez en su cabeza—. Tenías razón, el matrimonio de mis padres no era más que una relación forzada llena de peleas y tristeza, algo que yo siempre critiqué y que sin darme cuenta estaba copiando contigo. El derrumbamiento de la confianza empezó conmigo, quiero disculparme.

El cosquilleo en su estómago se intensifica, Ethan abre una y otra vez la boca, pero su lobo moviéndose bajo su piel agitadamente hace que se vuelva más imposible pronunciar una palabra, cuando encuentra las vocales y el sentimiento de redención lo llena se ve incapaz de poner una queja en sus labios, Assaf no podía ser el único maduro aquí— Tampoco debí hablar sobre tus padres; mi comportamiento tampoco ha sido el mejor, de un momento a otro esto se volvió un juego para ver quien tiraba más y eso no es propio como los adultos que somos —Assaf suspira y asiente en comprensión, dándole razón a las palabras tan ciertas del castaño, Ethan copiando su gesto también exhala todo el aire de su boca—. Como dijiste en un principio, si vamos a vivir amarrados toda nuestra vida será mejor empezar a dejar cierto orgullo de nuestra parte en intentar aunque sea un...entendimiento y respetuo mutuo.

El alfa hace un sonido de aprobación—Eso sería lo mejor.

Ethan parpadea y vuelve su vista hacia la bella pintura, sonriendo cuando incluso ve el lunar debajo de su labio en el lado derecho, tan diminuto pero tan perceptible—Gracias, es hermoso.

—Lo es —susurra Assaf.

Por lo que parece una diminuta eternidad, ninguno de los sabe que hacer o decir. Assaf por inseguridad a sus palabras y Ethan por nerviosismo a la situación.

El castaño sentía el peso de la melancolía y dolor de su omega disminuir en demasía. Dando un ligero vistazo a la figura del alfa a su lado, la voz en su cabeza vuelve a sonar.

«¿Era necesario escapar?»

No tenía dinero, ni un lugar estable, Assaf tenía el control en todo Occidente y Oriente, factor que le limitaba muchos destinos.
Sin contar que el alejamiento con el alfa lo llenaría en un estado de melancolía y posiblemente lo mataría.

Rostros fugaces en su memoria aparecen.

También estaban Elit, Azra, Kenia, Edith...las betas amables en la cocina que siempre se preocupaban por que comiera bien, los chistes de los empleados en la mansión que siempre le hacían reír, los alfas con alegres rostros de la eve y la calidez en la sonrisa de Yusef. Personas que le hicieron sentir una calidez que jamás había sentido en toda su fría vida con su padre, personas que se preocuparían si un día faltara.

Un lugar a donde pertenecer.

«¿Era realmente necesario que escapara

La frustración de sus sentimientos lo inundaron, haciendo que volviera a soltar feromonas agrias que incluso él en el destello de razón se percató. La ansiedad siempre había estado presente en su vida de encierro y parecía cobrar más vida en ese momento de confusión.

Su cabeza se vuelve un nudo, intentando convencerse de la opción de escape como la mejor.

Un toque en sus brazos lo trae a la estabilidad de nuevo, ojos preocupados saludándolo. Assaf empieza a envolver con su aroma a Ethan, cubriendo la desesperación en el ambiente con feromonas de protección.

La misma atracción y ambiente envolvente común entre ellos llega como una vieja amiga y Ethan se ve incapaz de resistirse a ella.
Se siente feliz, es algo innegable, la protección de tu alfa siempre será atractiva para cualquier omega marcado.

Ethan da un paso más cerca.

Ninguno de los dos mide su acercamiento, grillos cantando y hojas chocando unas con otras. De un momento fugaz a otro sus labios se juntan tiernamente.

No había prisa, o agresividad, algo que siempre caracterizaba los arrebatos pasionales entre ellos. Ethan se deja ser con la estabilidad en los brazos que lo rodean y levanta sus manos para acercar más el rostro de Assaf.

Este no era un beso de demostración, no podía serlo cuando ninguno de los sabía cómo describir el roce pasional entre sus cuerpos.

La lengua del alfa pasa seductoramente por sus labios y Ethan siente que necesita recuperar el aliento o sus piernas fallarían.

Respirando con jadeos y mordiéndose los labios con deseo mientras observa los del alfa, Ethan susurra bajo—Deberíamos parar.

Assaf entrecierra los ojos y contesta con voz ronca—Deberíamos.

Estudiando la respiración agitada de los dos y la postura cercana de sus cuerpos mientras se observan con ahincó a los ojos del otro, vuelven a encontrar su camino hacia sus bocas con ansias.































Créditos a: duck_work05

Voten♥️
Insta de la cuenta( se subirán ahí spoilers, imagenes, comentarios, etc) : marijoseheaven28

https://instagram.com/marijoseheaven28?r=nametag

Mi twitter 💙: https://mobile.twitter.com/Majoag28

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro