Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 21


[ The Cophy Perfect | Kise Ryota ]

Hace mucho tiempo... cuando aún era una niña pequeña que poco sabía de la vida, todo lo que me pasaba para mí era normal ¿porque no lo sería?

Solo veía a mi madre correr de un lado a otro en nuestra pequeña casa mientras se arreglaba con ese extravagante maquillaje que solo me causaba curiosidad, su ropa que a pesar de ser simple y la misma de casi todos los días tenía una apariencia impecable casi como nueva causando que muchos hombres no apartaran la mirada de su cuerpo casi comiéndosela con la mirada.

A pesar de ella siempre vestir bien, yo en cambio solo usaba un vestido blanco de tirantes sin ningún estampado o detalle especial, con unas sandalias marrones ya desgastadas listas para romperse en cualquier momento y mi cabello corto que siempre estaba grasiento pues rara vez había agua para bañarme o limpiarme.

A veces miraba revistas que estaban tirada mirando las personas usando ropa linda y llamativa, con aspectos impecables a diferencia de mi.

No tenía amigos, tanto las niñas como los niños huían de mi, decían que era fea y rara. Jamás les tome importancia.

—Cariño, mami se va a trabajar, no causes problemas ¿bien?—

Yo como siempre asentí abrazando mis piernas aún sentada en el frío suelo, algo que ella jamás le tomó importancia a lo que hacía a pesar de ser su única hija y familiar.

Algo que también se volvió habitual fue verla embrazada y jamás dar a luz a ninguno, trabajaba como secretaria para varias personas.
Lo que poco que entendía se embarazaba de alguno de sus jefes para luego reclamar para que le dieran dinero por ello, algo así como tomar responsabilidad, algunas veces se embarazaba del primer hijo para ser heredero por lo cual tendría dicho dinero asegurado; pero después de un tiempo, normalmente a la mitad del embrazado, perdía al bebé en "accidentes" que ella misma provoca pero nadie se entera que son planeados por ella para que aparenten ser accidentes, y aún así consiguió algo de dinero por eso.

Jamás tuve un hermano o hermana menor.

Si así se ganaba la vida, no entendía por qué vivíamos así de pobres, ni la razón por la que yo si nací a diferencia de mis medios hermanos.

Una vez se lo pregunte, su respuesta fue que yo era la hija de un antiguo amante y sería la heredera de una familia de grandes riquezas que era la "Kise" pero de un día para otro mi padre desapareció, no tendría la herencia que se "supone" me pertenece hasta que el hombre confirme ser mi padre por lo cual -yo supongo- nací, así cuando el aparezca o muera yo tendría dicho dinero, por eso nací a diferencia de mis hermanos.

"Kise Ryota"

Fue con ese nombre el cual escogió mi madre, o al menos eso me gustaría decir, pero lo escogió un amigo de madre el cual rara vez veo.

Hice por primera vez una amiga cuando tenía diez años, nos encontramos cuando ella chocó contra mí cuando escapaba de algo. Fue raro por que se disculpó ella primero, tenía el cabello azul y su piel era oscura a diferencia de mi y vestía con una falda negra y una blusa blanca.

Cuando la vi pensé de algún modo que era como mi contra parte. No solo por la apariencia física, sino más bien por que su familia no se preocupaba por el dinero.

—Soy Aomine Daiki, es un placer rubia—

Al principio no supe si ofenderme o no por el apodo, al final solo le sonreí presentándome para así ambas empezar a jugar como niñas de nuestra edad.

Fue la primera vez que me divertí de verdad.

Esperaba volverla a ver algún día, ese fue mi pensamiento cuando nos despedimos para cada quien ir por su camino a casa.

Cuando llegó el invierno frotaba mis manos para luego abrazarme, no tenía ropa abrigadora por lo que solo tenía un vestido de tirantes y sandalias. Cada vez que soltaba un suspiro un humo se presentaba por el frío.

Caminaba por la calles viendo los colores llamativos de las tiendas y las decoración por las festividades navideñas que se acercaban cada vez más, mire a través de la ventana para ver los peluches que por más que le rogara a mi madre jamás obtendría por que "no hay dinero".

Pare de caminar al identificar algo, mi respiración se había acelerado al igual que mi corazón.

Ante mis ojos, los de una niña pequeña que solo tenía a su madre y conocía el dolor que no debería conocer un menor; una mujer, la cual era mi madre, estaba acompañada de un hombre y una niña que parecía un poco menor a mi, le entregaba a la niña un peluche de oso mientras le sonreía y abrazaba.

A mi nunca me dio un regalo, tampoco me a abrazado y no me da ese tipo de sonrisas.

Ni siquiera sabía si llorar o no, después de todo rara vez me mostraba su amor pero aún así dolía por lo que corrí de vuelta a casa sin mirar atrás con algunas lágrimas corriendo por mis mejillas.

Cuando abrí la puerta de mi hogar un hombre de traje negro estaba ahí sentado en una silla mientras tomaba una taza caliente de alguna bebida, solo me miró sin inmutarse, como si no le importara mi horrible aspecto en ese clima o mi repentina llegada.

¿Qui-Quien es usted?—

El hombre se acercó, cerré los ojos por reflejo, pero no pasó nada por lo que los abrí viéndolo frente a mi quitándose su saco para luego ponerlo en mi pequeño cuerpo, se sentía tan cálido.

—Gra-Gracias—

—Kise Ryota ¿verdad? ¿Donde está tu madre?—

Baje la mirada, recordé que encontré a mi madre con otra familia de manera muy cariñosa, me sentía usada; tal vez solo existía para conseguir algo de dinero a mi madre ¿para que otra cosa sino? Después de todo estaba obsesionada con el dinero.

El hombre frunció el ceño al ver mi reacción, estaba por disculparme cuando él hablo serio.

—¿Tu amas a tu madre?—

Fue una pregunta un tanto extraña por lo que me hizo pensar, agarre los extremos del saco para cubrirme más, aún se sentía cálido.

—Ella me dio la vida, pero no a hecho nada para que la quiera o la respete—

Hablo con sinceridad, después aquel hombre se fue dejándome sola en esta pequeña y solitaria casa fría, sin la compañía de nadie.

Mi madre no me ha dado razones para amarla más que haberme dado la vida, ni tampoco para respetarla cuando no aprecia la vida de los que se desarrollan dentro de ella, solo buscando dinero fácil.

Yo...

¿La odio?

Sonrió disfrutando de la vista que tenía mientras su cabellera se movía al compás del viento, la sirena de la ambulancia había dejado de hacer ruido desde hace algún tiempo cuando por fin lograron atrapar a la mujer que seguía dando pataletas al aire aún cuando está sangrando con una herida abierta arriesgando la vida del pequeño ser que aún se desarrollaba dentro de ella.

Kasamatsu Yukio al identificar a la recién llegada sacó el teléfono con una mano para llamar a algún policía y con la otra sacaba un arma, una pistola regular, la cual llevaba para defensa propia en la ciudad tan peligrosa en la que vive, además, de tener permiso para portar un arma por lo que no se metería en problemas más adelante si disparaba, aunque dudaba que lo acusaran de algo si tenía a una de las más grandes mafiosas del país frente a él.

.-.Que empiece el show.-.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro