꒰ O2.
Jaehyun veía como traían a la omega y la amarraban en la silla que se encontraba en el sótano de su casa en las afueras de Seúl. Un lugar en donde la mayoría de sus presas eran asesinadas o torturadas por el mismo.
Doyoung estaba a su lado observando como la chica se quejaba y tiraba insultos al aire. Hoy a él le tocaba encargarse de la presa, ya sea torturarla o matarla.
— Bien, Kim Yerim —Nombró el pelinegro— Prostitución de menores de edad y robo de dinero, ¿algo que decir antes de que te vuele la cabeza?
— Tu alfa está guapo y debe follar muy bien.
Jaehyun no evitó sonreír.
Doyoung caminó hacia ella y sacó el arma que tenía en su pantalón, apuntó a su pierna y presionó el gatillo, haciendo que la omega al instante comenzara a llorar y a quejarse por el dolor en su pierna.
— Era mejor... en la cabeza —Dijo entre dientes.
— Prefiero verte sufrir, tal cual como lo hicieron esos niños inocentes por tu culpa.
Jaehyun miraba cada cosa que hacía Doyoung, le recordó cuando este solo tenía 17 años y apenas podía tomar el arma por que sus manos temblaban.
Ahora era hasta mejor que él con el tema de las armas.
— Doyoung, mátala de un vez —Dijo ya algo frustrado, la chica no paraba de quejarse e insultarlo.
— Tú dices tus chistes sin sentido, a mí me gusta hacerlos sufrir.
— Mis chistes son buenos.
— Eso es lo que crees.
Jaehyun arrugó su nariz, se tardaba en buscar chistes buenos antes de matar a las personas, habían algunos que hasta se reían.
Pero al parecer Doyoung no tenía humor.
— Perforé la mitad de tu cuerpo, ¿por qué aún no estás muerta? —La chica rió escupiendo sangre de su boca.
— Tal vez no estoy destinada a morir, solo a que tu alfa me folle —Doyoung sintió su sangre arder y la tomó de su cuello, viendo su rostro rojo cubierto de su sangre.
— Escucha, ¿crees que él querría estar con alguien como tú? Alguien miserable que prostituye niños inocentes y roba dinero de otras personas, ¿eh?
— Además no me van las vaginas — Agregó Jaehyun— El único culo que quiero es el de él.
La chica iba a decir algo más, pero Doyoung le disparó en la cabeza, haciendo que sangre cayera en su rostro y en su ropa, más en las paredes y el piso.
— Eso no ayudó — Murmuró el pelinegro limpiando su rostro.
— Es la verdad, amo tu culo, mi amor —Jaehyun le lanzó un pequeño beso con una sonrisa— Además de que eres el único omega con el que quiero follar.
— Eres un grandísimo idiota, ¿lo sabías?
Doyoung pasó por su lado subiendo las escaleras y recibiendo la otra muda de ropa para que se cambiara, mientras que Jaehyun pensaba en que había dicho mal para que el omega se enojara.
ꕤ
— No me hables, Jung.
Ya habían llegado a la mansión del alfa hace un par de minutos, Jaehyun había tratado de hablar con Doyoung, pero este parecía querer todo lo contrario.
Algunas sirvientas pasaban por su lado y quedaban algo confundidas al escuchar su pelea, si bien peleaban seguido, pero no lo demostraban. Preferían que sus cosas quedaran solo para ellos, pues los chismes entre las sirvientas sobre ellos dos no faltaban.
— Hablemos en la habitación, ¿sí? —Más que una pregunta, Jaehyun prácticamente le rogó.
— No —La sirvienta le pasó el té a Doyoung y este le regaló una pequeña sonrisa al probarlo— Gracias, Hana.
— No hay de qué.
Doyoung salió de la cocina yendo a su habitación junto con Jaehyun detrás de él, quejándose porque no le prestaba atención.
— Bebé —Lo llamó.
— No me llames así, ya te lo he dicho.
Doyoung solo siguió caminando sin prestarle atención a los lloriqueos del alfa a su lado, en cuanto llegó a su habitación quiso cerrar la puerta sin dejar que Jaehyun entrara, pero el alfa había puesto su pie impidiendo que cerrara la puerta.
— Jung —Le dijo en tono de advertencia— Si no quitas tu pie, lo aplastaré con la puerta.
— Dime al menos que fue lo que dije que te molestó —Doyoung soltó un pequeño suspiro.
— Te comportas como un idiota, literalmente dijiste que soy como tu juguete sexual.
— No lo eres, amor, no medí mis palabras —Doyoung aprovechó que Jaehyun había quitado su pie y cerró la puerta con llave.
Jaehyun dejó caer su cabeza contra la puerta rendido, Doyoung no saldría de ahí hasta mañana o cuando le diera hambre.
— Tendré que dormir solo —Dijo con tristeza— Extrañaré tenerte en mis brazos.
— Ve y duérmete por un año, Jung, fuera de aquí —Jaehyun simuló irse, pero en realidad seguía ahí, Doyoung aún estando parado en la puerta lo podía oler desde cerca— Te puedo oler.
— Joder, Doyoung, no puedes dejarme solo —Se quejó mientras dejaba golpes en la puerta.
— Necesito pensar, para eso necesito estar solo —Murmuró mientras se acostaba en su cama.
— ¿Qué tan solo?
— Que te vayas a tu habitación.
— Está bien.
Doyoung esta vez no lo olía y pudo acostarse en su cama tranquilo, sin el miedo de Jaehyun fuera y le pidiera a la sirvientas que abrieran su puerta. Solo una vez había hecho eso, pero aún así le daba miedo.
Mientras que Jaehyun con un pequeño puchero se fue a su habitación, se recostó en su cama sintiendo el olor a vainilla de Doyoung en la almohada.
— No quiero estar solo —Dijo para sí mismo— ¿En qué momento dependí de un omega? Joder, soy Jung Jaehyun, uno de los alfas más temidos que ahora anda rogándole a un omega.
Y aún sin poder creerlo se quedó dormido abrazando la almohada que tenía el olor del omega, uno de sus olores favoritos en todo el mundo.
Doyoung ya por otro lado, se había quedado dormido en su cama, con frío y extrañando esos grandes brazos que abrazaban su cintura y se preocupaban de arroparlo todas las noches.
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