— Buenos días, busco al fiscal Qian. —Dijo el castaño apenas entró a la comisaría.

— ¿Su nombre? —Preguntó uno de los fiscales.

— Lee Minho.

— Han Jisung, mucho gusto. —Estiró su mano siendo estrechada junto con la de Minho. — El fiscal Qian ya no está trabajando aquí hace un par de semanas.

— Oh, ¿no tiene su número?

Jisung asintió y lo anotó en un papel para luego dárselo, Minho le agradeció con una sonrisa.

— Espero verte de nuevo, Minho.

— Lo mismo digo, Jisung.

El alfa se retiró de la fiscalía tomando su teléfono y marcando el número de Hendery, espero unos cuantos segundo escuchando el tono hasta que escuchó la voz de Hendery.

— ¿Sí?

— ¿Qian Kunhang? —El chico desde la otra línea hizo un sonido de aprobación. — Quería que me ayudará con unos asuntos, ya sabe, usted es fiscal y eso.

— En estos momentos estoy fuera de la ciudad.

— ¿En dónde se encuentra?

— En Seúl.

Minho entrecerró sus ojos sin creerle del todo.

— Esperaré a que vuelva entonces.

La llamada finalizó y Minho en seguida se encargó de rastrear la llamada.

— Taiwán, maldito mentiroso, odio que me mientan.

Y con esas pequeñas maldiciones marcó el número de Doyoung y esperó a que este le contestara.

— Kim.

— Lee.

— Están en Taiwán, en la capital.

— ¿Taipéi?

— Sip.

— Gracias, Minho, te debo una.

— Consígueme una cita con el fiscal Han.

ꕤ

— Jaehyun-ah. —Lo llamó el omega entrando a su oficina.

— Soy todo oídos, mi amor.

— Están en Taiwán, en Taipéi. —Informó el pelinegro.

— ¿Taiwán? —Doyoung asintió. — Joder, yo que quería descansar estos días.

— Compraré los pasajes.

— Amor mío, tengo un avión privado que no lo ocupo hace seiscientos años, iremos en ese. —Dijo. — Dile a tu amigo que gracias por la información.

— ¿Puedes creer que me pidió una cita?

— Pediré que lo maten, ya nos dijo lo que tenía que decirnos, que muera.

— No, no a mí, si no que le consiga una cita. —Aclaró. — No puedes ir por la vida matando gente.

— Si le piden una cita a mi novio sí. —Habló con obviedad. — Además de que es mi trabajo.

— No es precisamente tu trabajo matar gente, matas, pero por justicia, no por diversión.

— Exacto, por eso mis chistes.

— Tus chistes siguen siendo una mierda, corazón.

— Buscaré un novio que sí se ría de mis chistes.

— No hay, no existe.

ꕤ

— Kim. —Lo llamó el alfa. — Hoy cocinaré yo.

— Hashtag miedo, ¿por qué me llamas, Kim? Eso si que me da miedo, ¿estás enojado?

Jaehyun negó.

— Jung, no me mientas.

— ¿Debería? ¿Hiciste algo?

Esta vez Doyoung negó.

— No hay razón entonces.

— Dame besitos entonces.

Jaehyun se acercó a él y besó sus labios, un beso tierno y cálido que no duró más de 20 segundos. Doyoung sonrió en cuanto se separaron, en cambio Jaehyun se quedó en su lugar mirando sus ojos.

— Hay algo que te molesta.

— Creo que le gustas a Wonho, eso me tiene inquieto.

— No hay problema con eso, no es como que yo vaya a corresponder sus sentimientos. —Se encogió de hombros. — No te preocupes por tonterías, ¿sí? Vamos, te acompaño a cocinar.

Doyoung se paró de su cama tomando la mano de Jaehyun y llevándolo hacia la cocina, el alfa solo lo seguía sin decir nada, agradecido de que su novio le diera aquella seguridad de que no tenía ojos para nadie más que él.

El alfa sacó los vegetales y una tabla para comenzar a picarlos, mientras que Doyoung estaba sentado en el taburete con una copa de vino en su mano, hacía frío y ese era el mejor momento para beber un poco de alcohol.

— ¿Crees que somos destinados? —Preguntó el omega.

— Para mí es bastante obvio, nos gustamos, yo al menos no siento atracción por nadie más que seas tú. Te amo solo a ti, para mí no es complicado ese tema, dudo que me guste otra persona.

— ¿Me amas?

— Uh, la cague. —Jaehyun apretó sus labios tratando de no decir nada más. — Olvida lo que dije.

— ¿Por qué no me lo dijiste antes?

Jaehyun dejó de cortar los vegetales.

— No quería sonar como alguien apresurado, solo llevamos un par de semanas como novios.

— Pero llevamos años de conocernos, ambos sentimos cosas por el otro durante mucho tiempo, solo que ahora decidimos hacerlo oficial. ¿Crees que yo no siento lo mismo?

— No lo sé, tal vez me ames, pero no de la misma manera que yo lo hago. Créeme que lo descubrí desde que llegaste aquí, supe que eras mi destinado para toda la vida.

— ¿Intuición?

— Hasta mamá me lo dijo.

Doyoung alzó sus cejas.

— Tu mamá jamás se equivocaba. —Dijo. — Creo que deberíamos hacerle caso. —Musitó mientras se acercaba a él.

— ¿En?

— Quedarnos juntos para toda la vida.

Jaehyun sonrió y besó sus labios, Doyoung abrazó su cuello aún con sus bocas juntas. El alfa no dudó en posar sus manos sobre la pequeña cintura de su omega dejando uno que otro apretón.

En cuanto se separaron Jaehyun lo abrazó.

— Te amo, Doyoung, no sabes cuanto.

— También te amo, Jae.