Capitulo 7: Frustración.
No sabía cómo describir lo que ocurría en ese momento, se sentía como cuando tenía seis años y sus padres lo habían descubierto queriéndose robar el gato de su vecina en aquel entonces.
¡Pero lo que ocurrió con el señor panchocito no tenía nada que ver ahí!, Y el pecoso lo sabía.
Aún así no podía evitar sentirse, regañado, atrapado y acusado. Además, ¿¡Que le importaba a su estudiante con quién salía!?, Tampoco era como si hubiese estado con alguien de verdad.
—N-no creo que eso sea de tu importancia Bakugou, ¿Podrías apartarte y déjame salir?- Izuku vió como el rostro del rubio no cambiaba para nada, aún así, el alfa se irguió liberándolo de la prisión de su asiento.
El pecoso se levantó e iba hablar, pero rápidamente el rubio le dió la vuelta y lo pegó sobre el escritorio, Izuku sintió su sangre enfriarse, no se podía mover, pues el alfa le aplicaba fuerza en su espalda para mantenerlo allí.
—En realidad si me importa, y bastante Deku-sensei.- el rubio habló en un gruñido, con su voz ronca por el enojo, la mano libre de éste bajó por su espalda, acercándose peligrosamente a su trasero.— habla.
Izuku sabía que estaba en problemas, no se podía mover, y su parte instintiva se reusaba a escucharle, pues podía sentir como su Omega estaba respondiendo físicamente al alfa enojado.
—¡Éste fin de semana mi hermano me vistió, me fuí a despedir de él ésta mañana!, ¿¡Bien!?, ¡Ahora sueltame!- era peligroso estar allí, y sobre todo así, más cuando tenía que correr a un baño y usar toallas de papel para secar su ropa interior despues.
—¿Soltarte?, Nah.- Katsuki se lamió el labio inferior, le gustaba bastante tener al pecoso sometido a el, ese trasero le estaba seduciendo.
Lo sentía removerse bajo su agarre, se sacudía y cada vez que lo hacía, su trasero temblaba, le provocaba bajarle los pantalones y hundirse entre esas dos mejillas regordetas. Un ligero aroma dulce llegó a su nariz y eso le hizo sonreír, al parecer a su Sensei le gustaba que lo tratasen rudo.
—Puedo oler tu mancha Deku-sensei.- murmuró el rubio sonriendo, y sintió como el Omega bajo su mano se tensó, pudo notar como sus orejas se pusieron rojizas.— ¿Te gusta que te traten rudo no?, Pequeña zorra masoquista.
—¡N-no digas cosas que no son ciertas!- Katsuki tuvo que reafirmar su agarre para que el Omega no se escapase de sus manos, sonrió con picardía y bajó su mano que se encontraba en las caderas del Omega y la llevó por el frente.
—¿Por qué no comprobamos eso?- escuchó un pequeño chillido del pecoso cuando dió presión sobre su parte baja, aún sobre la ropa.
Siguió presionando y masajeando por encima de la ropa, sintiendo como temblaba y soltaba gemidos ahogados. Sonrió y se inclinó sobre el pecoso acercando su rostro al oído del mayor.
—Shhh, Deku-sensei, alguien nos puede escuchar.- Katsuki sonrió cuando vió al pecoso mirar asustadizo hacia la puerta, que estaba cerrada, y llevar una de sus mano a su boca para taparla.— buen chico.
Se burló, el rubio pensó que quizás era de llevar las cosas a otro nivel, ya llevaba dos semanas coqueteando sin mucho resultado y además, debía de darle un par de lecciones a su querido Sensei.
—Sabes Deku-sensei, me molestó mucho saber que pudiste haber estado con alguien estos días.- Katsuki metió su mano entre la ropa del pecoso, no sin antes abrir un poco su cierre y botón del pantalón que tenía puesto, tocando la orilla de las bragas que tenía puesta el Omega.
—¡N-no, e-espera!- Izuku trató de removerse otra vez, pero fue inútil, pronto sintió como la mano del alfa metió su mano por dentro de su ropa interior y fue hasta su coño.
Chilló tapando su boca con fuerza para no dejar salir un gemido, al sentir como los dedos grandes del rubio se metieron entre sus labios y tocaron su sensible botón.
—Estas tan mojado Sensei, muy caliente. ¿Te gusta cuando toco aquí?- preguntó el rubio, moviendo y presionando con algo de fuerza su sensible piel.
Katsuki podía sentir como las caderas del peli-verde se movían, incluso se presionaban contra su mano. Masajeó más allí, y después bajó un poco más sus dedos para ir a la fuente de esa humedad caliente.
—K-ka-Ahh~- Izuku no podía controlar su cuerpo en ese momento, estaba ardiendo, pero también se sentía bien, era la primera vez que unos dedos que no eran los suyos le tocaban.
En ese instante, era la parte instintiva del Omega quien mandaba, estar bajo la dominancia de un alfa que le gustaba y concideraba una potencial pareja, se dejaba hacer.
Izuku tampoco podía negar que no le gustaba, si le gustaba ese placer, y la sensación que tenía, bastante. Pero aún así, su parte racional le hacía saber que estaban en un salón de clases, que podrían ser encontrados y que era el maestro de la persona que le estaba dando ese placer.
Desgraciadamente para el pecoso, su Omega se excitaba aún más al saber eso, le avergonzaba sobre manera entender que era un masoquista de mierda.
—Siento como chorreas aún más Sensei, te gustan mucho ésto, ¿No?, Imagina lo que pensaría un alumno o un maestro que viniera aquí y te viera disfrutar, gimiendo como toda una zorra, al ser tocado por uno de tus estudiantes.- Katsuki sintió como el interior del Omega se apretaba cada vez más alrededor de sus dedos, eso solo lo hacía sonreír.— ¿Estas por correcte Sensei?
Preguntó el rubio con malicia, apretando con su pulgar el botoncito sensible y blando que hacía temblar aún más a su maestro. Izuku rodaba los ojos hacia arriba, podía sentir como lágrimas caían por sus mejillas y saliva se escurría de entre sus dedos que tenía tapando su boca.
Estaba tan cerca, se iba a correr y ensuciaría todo, su ropa incluso el suelo, tendría que limpiar, pero quería llegar a esa deliciosa liberación pronto. Sin embargo, cuando estuvo a punto de hacerlo, Katsuki se detuvo, sacó los dedos de su interior y la mano de su ropa interior.
—Lo siento por ti Sensei, pero no será hoy, se me hace tarde para mis otras clases, además, considera eso como un castigo por dejar que otro alfa deje su asqueroso aroma sobre ti, que no vuelva a pasar.- Izuku solo vió de reojo como el rubio se lamía los dedos brillosos por su lubricante.— no vemos mañana Deku-sensei.
Katsuki se fue, dejándolo allí frustrado, entumecido y con su ropa desacomodada. Izuku se deslizó del escritorio y terminó sentado en el suelo, su cuerpo aún temblaba y su Omega chillaba completamente disgustado y triste, aparentemente le importaba más que el alfa estuviera enojado, si dejarle correrse.
Que ser atrapado con los pantalones abierto en el salón, aveces, Izuku odiaba su parte instintiva que solo pensaba con su coño.
Izuku se arregló la ropa y agarró su maletín para irse, salió del salón con las piernas un poco temblorosas, aún se sentía sensible, mucho, y el no poder haber tenido un orgasmo cuando estuvo punto de hacerlo lo puso un poco de mal humor, sin pensarlo mucho se fue a la oficina de profesores.
(...)
Katsuki contuvo un gruñido cuando su polla al fin dió su liberación en la taza del baño, respiraba agitado y trataba de recordar lo más posible del aroma y sabor del coño que tenía el Omega pecoso.
Era la misma gloria, mejor de lo que se imaginó jamás, tocar esa piel tan suave, blandita, húmeda y caliente. Había sido su jodido sueño hecho realidad, lo escuchó gemir, decir su nombre, él lo había disfrutado.
Quiso liberar su polla y enterrarse entre esas deliciosas paredes que se apretaban alrededor de sus dedos. Pero sabía que no podría y menos allí, al menos por el momento, Izuku podría acusarlo, además de que podía tenerle asco si se propasaba más de que ya había hecho.
Katsuki salió de baño lavándose las manos a regañadientes, no quería, pero sabía que no era higiénico no hacerlo, además, el aroma de la mancha del pecoso podría notarse, aunque no supieran de quién era le podrían mirar raro.
"¿Un rapidín antes del entrenamiento no?"
Ya podría imaginarse los comentarios de Kirishima y Sero, o Mina, más bien ella lo acusaría de serle "infiel" a su querido Sensei.
Quizás Katsuki si se había pasado un poco con su enojo y dejar al omega con un orgasmo frustrado no habría sido lo mejor, pero, al entrar al salón y sentir un aroma a alfa venir de su Deku, había hecho que toda su ira se encendiera.
Y no fue el único, varios notaron ese aroma en el pecoso, e incluso Shindou se había enojado, no le sonrió de manera hipócrita a su maestro, ojalá y con eso deje de coquetearle.
Por suerte solo fue el hermano del Omega quien estuvo "de visita", si hubiera sido alguien más, Katsuki no sabe si se hubiera podido controlar un poco con su enojo.
Quizás si le hubiera pegado contra el escritorio y le hubiera llenado de su semilla hasta dejarlo preñado, estaba seguro que si se hubiera ganado el odio del Omega por eso, pues mismo le había dicho que no quería cachorros hasta tener casi treinta.
"Aún tengo esa oportunidad".
Pensó el rubio con una ligera sonrisa mientras se iba a los vestidores rápidamente para cambiarse e ir a la cancha, se ganó un regaño de su profesor y miradas acusadoras de sus compañeros al llegar tarde.
La verdad todo eso le valía un pepino, el solo hacía sus prácticas y cumplía con su castigo con una sonrisa en la cara, lo que le daba miedo a sus amigos, Sero y Kirishima creían que era el fin de mundo por verlo sonreír de esa manera, era algo muy extraño en el alfa rubio.
(...)
Cuando Izuku llegó a su apartamento hizo su rutina de manera mecánica y automática. Parecía un muerto vivo, un zombie, se dió una ducha, se cambió, calentó agua para sus fideos instantáneos, comió y después se fue a su cuarto.
Se echó sobre su cama, se arropó y se quedó mirando el techo por unos diez minutos, despues tomó una almohada y la pegó a su rostro para ahogar un grito de niña histérica en ella.
—¿¡Por qué me pasa ésto a mí!?- Izuku estrellaba su almohada contra su rostro repetidamente mientras hablaba.
¡Pero era que debía ser una broma! ¿¡Como era posible que haya disfrutado ser manoseado por Katsuki de esa forma!?, Estuvo a punto de tener un orgasmo, y eso era otra cosa que le molestaba.
¡¿Como fue posible que no le haya dejado venirse!?, Estaba frustrado, Izuku soltó un gemido lastimero mientras se frotaba los muslos.
Recordaba esos dedos gruesos del alfa pasar por su coño, embestir dentro y frotarse, torturar su cliptoris con su pulgar. Se estaba mojando de nuevo al recordar y eso lo molestaba más.
—¡Maldito Katsuki!- exclamó al aire, aventando su almohada a la pared al lado suyo, la pobre almohada rebotó y cayó en la cama de nuevo.
Izuku se volvió boca abajo y llevó su mano a su coño, comenzó a frotarse con algo de agresividad, estaba molesto, pero aún así se quería complacer.
Era una extraña mezcla de placer y dolor, le gustaba, era una masoquista de mierda, ya no podría negarlo aunque quisiera, y todo era culpa de alguien que tenía nombre y apellido.
—K-Katsuki...- el Omega puso los ojos en blanco mientras perseguía si orgasmo, estaba tan cerca, y recordar lo que el Alfa le había hecho en el salón solo lo hacía excitarse más.— ¡Aah!~
Izuku gimió arqueando su espalda y chorreando su cama, al final soltó otro gemigo frustrado, no había sido un buen orgasmo, y no tenía tango impacto en su cuerpo como hubiera querido.
La excitación no era la misma como cuando el rubio lo tocó, no era la misma sensación, solo bajó un poco su libido.
—Papá, ¿Por qué no fuiste maestro en una guardería?- hubiera sido mil veces mejor que fuera profesor de cachorros.
(...)
Pobre Deku, el solo quiere que le den duro contra el muro pero lo pueden llevar a la cárcel 😾👊
El Kacchan es un loquillo. 🤭👀👀
Ehemp, espero les haya gustado uwu
Zaorycast. ✨✨
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