Capitulo 15: Solo mío.
—Tu boca sabe a picante.- el pecoso dijo con los ojos llorosos, no fue una buena idea besar al rubio sabiendo que éste había comido algo muy picante.
Por su parte el rubio solo se reía con maldad por lo bajo, era graciosa la cara del Omega sonrojada y con lágrimas. No eran exactamente las lágrimas de placer que quería sacarle, pero de todas formas le gustaban.
—No seas tan dramático.- murmuró el rubio pasando las yemas de su pulgar por esos labios rojos y gruesos.— tengo algo de leche que te puede servir para bajar el picor.
El pecoso le miró expectante, de verdad necesitaba esa leche, su lengua se lo agradecería muchísimo.
—¿De verdad tienes un poco de leche en el refrigerador?- preguntó el pecoso, en ese momento ambos estaban en la casa del rubio, sentados en el sofá.
Mirando una película de verdad, aunque si no mal recordaba, esas mismas sesiones de besos lo llevaron hacer otras cosas después la última vez.
—Si tengo la leche que necesitas, pero no exactamente en el refrigerador, te dije que me la debías, ¿No Deku-sensei?- preguntó el rubio con sorna e Izuku lo miró confundido, después el alfa llevó la mano del Omega a su entrepierna.
La polla del alfa estaba dura como roca entre los pantalones, ahora todo tenía sentido, "leche" y "preparar su boca". Había sido llevado a un injusto engaño cruel por el rubio, no, más bien, su ingenuidad lo llevó a creer otra cosa. Debió suponerlo con el alfa pervertido que tenía por pareja.
—Ouh.- fue todo lo que dijo en ese momento, su rostro rojo y sus nervios a flote, ¡Nunca había hecho una mamada en su vida!, No sabía qué hacer o por donde empezar.
—Vamos Sensei, este pequeño amigo necesita entrar en un buen calor ahora, y ser atendido correctamente, estoy seguro que sabes cómo hacerlo, después de todo, lo conoces bien.- el rubio le susurró al oído con su voz ronca, enviándole más de un escalofrío al cuerpo.
—P-pero, yo no sé cómo hacer… eso.- el pecoso respondió con vergüenza, no tenía experiencia en nada y todo lo que aprendía era con el alfa.
—Siempre hay una primera vez para todo, déjame ser tu maestro en ésto.- Katsuki dijo con una sonrisa de malicia en la cara, e Izuku casi rodó los ojos ante la ironía.— empieza por ponerte de rodillas ante mí.
Bueno, solo había dos cosas que se hacían de rodillas, o se reza o se peca, aunque haría lo segundo esa noche. Ya vería cómo terminaría el resultado.
Izuku se bajó del sofá y se agachó para quedar de rodillas al frente del rubio, quien había separado sus piernas para que tuviera mejor acceso. El prominente bulto entre sus pantalones, que parecía una gran montaña alta, se podía notar a la perfección.
Aún le parecía algo imposible que pudiera tener a un monstruo como ese entre su ropa, aunque no se quejaba mucho, pues lo disfrutaba bastante cuando lo tenía en su interior moliendo sus entrañas.
—Tienes que liberarlo de su prisión, Deku.- le dijo el rubio sin quitar esa estúpida sonrisa de su cara, lo fulminó un poco con la mirada, ¿Era tan difícil de ver que estaba tratando de hacerlo lo mejor posible para no morirse de una ataque de ansiedad y nervios?
Suspiró y con las manos algo temblorosas bajó el cierre del pantalón, bajó también el elástico de la ropa interior, liberando así esa gruesa extensión. Extensión que lo golpeó un poco en la cara cuando estuvo libre, nunca lo había visto tan de cerca.
Ahora tenía dudas de cómo esa cosa había entrado en su interior, dió un respiro cuando lo tomó con cuidado entre sus dedos. Una cabeza roja y furiosa estaba justo al frente de su nariz, goteando líquido pre-seminal.
Era oloroso, como el aroma del alfa pero algo más fuerte y viril. Tragó la saliva que se acumulaba en su boca y sacó su lengua para darle una pequeña lamida, era agridulce, un poco más salado que dulce pero al menos no sabía tan mal.
—J-joder Sensei, me estoy impancientando, trate de ser algo más rápido.- el rubio le dijo e Izuku solo sonrió de medio lado.
—Shhh, tengo que conocer bien a Kacchan jr, es mi amigo, ¿No?- el pecoso murmuró bajito, sacando una risa del alfa, lo ignoró mientras que exploraba con sus manos la dura erección.
Tenía varias venas sobresalientes a lo largo, en la base una mata rasa se vello rubio tupido, se miraba que había sido rasurado no hace mucho.
—Me gusta, siempre está tan dura y caliente, preparado para mí.- Izuku dijo maravillado con esa polla entre sus manos, le gustaba de verdad, dejó un pequeño beso en su punta de nuevo.
Esta vez, abrió la boca y metió el glande entre sus labios, succionó un poco haciendo al rubio suspirar de manera temblorosa.
—Así es Sensei, un poco más, no uses tus dientes.- Katsuki admiraba como el pecoso trataba de engullir la erección en su boca, bajaba un poco a la mitad y después volvía a subir.
Su lengua era usada como un colchón, pero al mismo tiempo ayudaba a succionar. Esos labios rosados estaban alrededor de su extensión tratando de chupar también, podía ver como la saliva y el líquido pre-seminal caían en gotas.
Una vista gloriosa sin dudas, no pudo evitar llevar sus manos a ese cabello verdoso y darle una mísera disculpa al Omega antes de hacer que bajara la cabeza por completo y pudiera tragar toda su polla hasta la base.
Se estaba ahogando, era una sensación sofocante y a la vez placentera, daba algo de miedo el placer que le recorría cuando su boca era abusada con la brutalidad que estaba usando el alfa.
Quien parecía que estaba buscando su propio placer, podía sentir como su garganta se apretaba cada vez que el rubio llegaba hasta ella con su gruesa polla. No podía respirar hasta que el alfa la sacaba casi por completo, pero ese pequeño momento de aire se iba a cuestión de microsegundos, cuando le embestía de nuevo.
Era masoquista, sus ojos estaban rodados hacia arriba mientras dirigía una de su manos a su propia entrepierna, presionó su coño por encima de su ropa, incluso se frotó con fuerza mientras su boca aún era embestida.
—M-maldita sea Deku, tu boca se siente tan jodidamente bien.- Izuku miró al rubio, con su boca llena y sin poder responder nada, Katsuki tenía la cabeza echada hacia atrás, y con una sonrisa de placer en el rostro.— tu garganta me apreta casi como tu coño.
Izuku llevó su mano por entre su ropa, tocando su coño mojado, frotando directamente su clítoris, haciendo que gimiera y enviara vibraciones a la polla del alfa. Más que antes, ahora no solo gemía ahogada mente por las embestidas a su boca, también lo hacía por el placer que se daba a si mismo frotando su botón sensible.
—Y-ya casi, maldición.- el rubio gruñó, haciendo que las embestidas contra su garganta fueran más rápidas, de pronto se detuvo, pero enterró su polla aún más profundo.
No pasó mucho para que sintiera como Katsuki empezó a llevar su garganta con su semilla caliente, espesa y viscosa. Poco a poco, el alfa fue retirando el miembro de su boca, tragó todo lo que pudo, pero aún le quedaba bastante semen en su boca, fue una buena carga.
—Abre la boca y muéstrate.- Katsuki ordenó y vió como el pecoso, que estaba temblando, abrió lentamente su boca, había mucha semilla mezclada con saliva, algunos hilos escurriendo del mentón del omega. Era una gloriosa vista.— se un buen Omega y tragalo todo.
El pecoso lo hizo, cerró la boca y tragó, respiraba agitado y tosía un poco, pero con su expresión y su sonrojo podía decir que también lo había disfrutado.
Katsuki pasó su dedo por el mentón del Omega, limpiando un poco sus labios también.
—Estuvo increíble Deku-sensei, pero la noche es joven aún.- comentó el rubio, antes de ayudar a Izuku levantarse y llevarlo a su cuarto.
Pudo oler la mancha del Omega, mojando más allá de su ropa interior, el pecoso estaba más que preparado para recibirlo.
—K-Kacchan, te quiero dentro Kacchan.- ronroneó el Omega con sus ojos vrdriados, llenos de deseo, el rubio sonrió con morbo y un poco de cariño, ese Omega era perfecto, nunca lo dejaría apartarse de su lado.
—Te lo daré tan profundo que ni siquiera podrás recordar tu nombre, Sensei.- Katsuki dijo, besando al Omega con hambre, quitando su ropa hasta dejarlo completamente desnudo ante el.
No importaba cuanta veces lo hiciera, no importaba cuántas veces quitará la ropa del pecoso, siempre era una maravilla verlo desnudo, perdía el aliento cada vez que lo hacía.
Esa piel lechosa llena de pecas, que podía ponerse roja con cualquier azote, mordida o chupón. Tan firme pero a la vez blandita, esos muslos que parecían una obra divida, si tuviera la posibilidad de morir entre ellos lo haría muy feliz.
Katsuki debía de dejar de perderse en sus fantasías cuando estaba con el Omega de esa forma, podría perderse también de esas magníficas expresiones. El rubio hundió tres de sus dedos en ese coño apretado, dentro y fuera, rápido y sin perder el ritmo.
Izuku solo podía gemir, pedir por más y mover sus caderas buscando más contacto con esos dedos que le hacían ver estrellas.
—¡A-aah!~- el pecoso gimió fuertemente arqueando su espalda cuando sintió su liberación cerca, tan cerca que podía tocarla, pero un segundo antes el rubio detuvo sus movimientos, dejándolo con ganas de más.— ¡K-kacchan!
Chilló el Omega disgustado, recibiendo como respuesta un azote sobre su coño, la sensibilidad lo hizo gemir y chillar corriendose de manera sorpresiva, dejándolo annodado.
—Pero que puta, ¿Solo te corres con unos dedos y un azote sobre tu coño, Sensei?- murmuró el rubio buscando entre sus cajones un condón, después lo abrió y lo deslizó por su polla para cubrirla.— me gusta ver como te desaces de esa forma, es excitante.
Katsuki trepó al pecoso de nuevo, alzando sus piernas, abriéndolas por completo dejando ver ese coño gordo y pelposo sin que nada lo cubriera. Podía ver el brillo de su lubricante, esa entrada rosa que se contraía a la nada, ver eso era mejor que la Viagra para su polla.
Izuku sintió como el glande del alfa se alineó contra su entrada y presionó, el pecoso gimió cuando entró por completo de una sola embestida, dando justo en el lugar correcto.
—Aun con un condón, maldición, es igual de bueno.- el alfa murmuró en un gruñido, empezando a embestir fuertemente, profundo y rápido.
El Omega solo podía gemir con la lengua afuera y sus ojos volteados hacia arriba. Retorciéndose y agarrando las sábanas de la cama con fuerza. Podía sentir la respiración agitada del alfa pegando contra su piel, era caliente, tan caliente como la suya propia.
—T-tan buena perra Sensei, apretándose tan bien, ¿Es lo que le gusta no?, Ser llenado de pollas hasta el fondo.- Katsuki sonrió cuando sintió el interior del Omega apretarse con más fuerza.
E Izuku, el pecoso solo podía gemir más, ¿Cómo era que esas palabras insultantes y sucias lo ponían así?, Quizás si era una perra como lo decía el alfa, y le gustaba serlo, ser la perra de Kacchan.
Le gustaba que Kacchan lo llenase con su polla, sentir su útero lleno de su semilla caliente. Le gustaba mucho cuando su cuerpo era hecho un desastre por el alfa.
—¡D-dame más Kacchan, más profundo!- campresto dijo eso, un fuerte azote aterrizó sobre su muslo cerca de su trasero, eso solo lo hizo gemir más.
Katsuki embistió de manera salvaje, la cama rechinaba de forma ruidosa, odiaba como ese Omega podía tenerlo a su merced de forma tan fácil, pero estaba más que dispuesto a seguirlo y lamer sus pies si se lo pedía.
—Eres mío, sólo mío Izuku, tu cuerpo no le pertenece a nadie más.- el rubio gruñó embistiendo un par de veces, antes de enterrarse por completo y correrse.
Izuku también se corrió, arqueando su espalda de manera fuerte y al final su cuerpo había cedido ante el cansancio y los placeres, quedándose casi instantáneamente dormido. Fue una sobre carga de estrés y placer, ahora era momento de descansar.
Katsuki dejó al Omega dormir, buscó toallitas y limpió todo, le puso al pecoso una de sus camisas. El rubio miró el cesto de los papeles sucios y sonrió antes de apagar la luz y dormir abrazando por la cintura a su pecoso.
Deku no iba a ser de nadie más que solo suyo.
(...)
Pregunta, ¿Cual es el mejor amarre para hacer que el amor de tu vida nunca se vaya de tu lado?👁️👄👁️
¿Deku podrá hacer una mamada decente con ayuda de Kacchan?😳
¿Por qué la mezcla de morado y azul de llama Raoul?🕴️
¿Lees Ésto con voz de presentador? 👀
Espero que les haya gustado el capítulo.
Hasta aquí mi reporte juaquin.
Zaorycast. ✨✨
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