Capitulo 14: Presentar.
—Entonces llevas mejor las cosas, ¿No?- Yagi preguntó, mirando como el pecoso guardaba la cajita en la que había traído sus deliciosos bollos de carne.
—Hun, sí, ya las cosas son algo más pasibles que la primera semana, aún así sigue siendo difícil.- Izuku respondió alzando su vista para mirar a los ojos al mayor.
Estuvieron hablando sobre todo y nada, era divertido recordar las cosas que hacían antes, cuando su madre estaba con ellos y se enojaba por alguna travesura que hacían.
La nostalgia era algo que no se le podía quitar a nadie, era bueno recordar los momentos felices para sonreír a la nada y tener fuerzas para poder seguir adelante, o así era como Izuku creía que servía. Esperaba que sí, pues le funcionaba y esperaba que a los demás también.
Izuku se llevó una mano a su cuello para rascarlo un poco, sintió la orilla de uno de sus parches de aroma y se sonrojó, quizás era un buen momento para mencionar sobre que tenía una pareja, su padre estaba tranquilo y feliz.
—Por cierto papá, cuando puedas salir del hospital te presentaré a alguien.- el pecoso dijo con una sonrisa, mirando como el rostro de su padre se volvía un poco serio y le veía de manera fija.
—¿A quien quieres que vea, es alguna sorpresa, un viejo amigo?- preguntó el alfa con una ligera sonrisa, e Izuku tragó saliva sintiéndose culpable, solo un poco pero si.
—Es algo así, emm, verás…- Izuku era malo mintiendo, sobre todo ocultando algo a su padre, siempre fueron unidos entre ellos y se decían todo lo que se tenían que decir, aún así, el pecoso estaba nervioso.— la razón es que, t-tengo una pareja con la que estoy desde hace un mes y bueno, quería que lo puedas concoer un día de estos cuando salgas.
El Omega confesó mientras jugaba con sus dedos todo nervioso, incluso tenía su vista baja y un sonrojo en sus mejillas. Segundos después, Izuku no escuchó nada decir al rubio y alzó la vista para mirarlo.
Yagi estaba serio, le miraba pero al mismo tiempo parecía que estaba en otro sitio, el pecoso volvió a tragar saliva y pasó una mano al frente del rostro de su padre, tratando de llamar su atención.
—¿Papá, estás bien?, ¿Me estás escuchando?- ¡Lo había descompuesto!, Izuku sabía que no debía decirle, menos ahora, sabía que le podría dar un ataque al corazón y aún así se lo había dicho.
—S-sí, disculpa, ¿Que has dicho?- el alfa parpadeó y miró hacia el con esos ojos azules, y tran profundos que daban algo de miedo.
—Q-que te quiero presentar a mi pajera el próximo mes…- quizás de verdad debió decirle cuando ya estuvieran fuera del hospital, así podrían evitarse los intentos de fuga.
(...)
Izuku estaba en su hogar, despues de detener a su padre una cinco veces de que no se fuera a escapar del hospital.
Él quería "conocer" lo más pronto posible a su "pareja", pero era mejor esperar a que el mes pasara, no podría ni imaginar su reacción cuando supiera que era uno de sus alumnos.
"Estoy jodido"
El Omega dejó caer su rostro en el escritorio de su habitación, tratando de ordenar un poco sus pensamientos. Su celular interrumpió su hora ancestral con el sonido de una llamada.
No siquiera miró el apartado mientras se lo llevaba al oído antes de contestar.
—Habla Izuku, ¿Con quién tengo el gusto?- preguntó el pecoso con voz aburrida, aunque eso no duró mucho pues un escalofrío recorrió todo su cuerpo cuando escuchó una risa al otro lado de la línea.
—¿Que pasa Deku-sensei?, ¿Tanto me extraña que cuando no estás conmigo suenas como un zombie?- la voz ronca habló al otro lado de la línea telefónica, haciendo al pecoso sonrojarse.
—¿D-de que estás hablando?- el pecoso comentó con nervios, sentándose derecho sobre su silla, jugando también con un lápiz que encontró allí.
—De eso, hace un momento te escuchabas como si acabarás de tener una depresión severa, pero bueno, no llamo para hablar de emos.- Katsuki dijo e Izuku no pudo evitar soltar una pequeña risa divertida, adoraba esos comentarios que siempre se le ocurría al alfa.
—¿Y entonces?, ¿Hay algo importante que me quieras decir?- ahora Izuku podía decir que tenía una sonrisa boba en el rostro, de esas que siempre miraba en sus compañeros cuando estaban saliendo con alguien que les gustaba bastante.
—Hay un par de cosas, la número uno: era que quería saber cómo estuvo tu día, tampoco soy solo un alfa lleno de hormonas, ¿Sabes?, También me interesa tu bienestar.- el rubio le dijo, y el pecoso no pudo evitar reír suavemente otra vez, ahora sentía su rostro más rojo aún, quizás hasta sus orejas estaban rojas.
—Awww Kacchan, estoy bien, solo algo cansado del viaje al hospital donde está papá.- Izuku respondió dibujando un pequeño corazón sobre una hija de papel blanca.
—Me alegra oír eso, Sensei. La otra cosa era que: hay un pequeño amigito, bueno no tanto, que extraña sumergirse dentro de ese delicioso calor suyo y ser exprimido por usted. Creo que se ha vuelto adicto a eso, mi querido Deku-sensei.- bien, si antes Izuku estaba rojo, ahora era una fresa o un tomate maduro por completo.
Escuchar esa voz ronca al otro lado de la línea y tan cerca de su oído no era bueno para el, ¡Se suponía que quien tenía las hormonas alborotadas era el rubio y no el!
—¡K-kacchan!, ¿¡Pero que me estás diciendo!?- el pecoso chilló completamente avergonzado, miró el corazón que estaba dibujando y le puso un par de cuernos, colmillos y una colita de demonio.
Era el corazón de cierto alfa, de forma configurativa, era exactamente así, puro pero a la vez tan pervertido como un demonio del sexo, después investigaría sobre eso.
—¿Qué?, Solo dije la verdad, han pasado solamente dos días desde que pude tocarte como quise y siento que ya ha pasado un año, ¿Seguro que no me has hecho algún tipo de amarre?- el rubio preguntó entre risas e Izuku solo se rió también.
Sentía que todo el estrés del día se había ido y su cuerpo estaba más relajado, Katsuki era alguien que podía distraerlo de si mundo y sus problemas, podría ser un arma de doble filo, pero al menos podría disfrutar de ese momento.
—Estoy seguro que no hice nada, y aunque aún si lo hubiera hecho no lo sabrías.- murmuró el pecoso con una sonrisa, escuchó al otro lado un gruñido que le hizo suspirar.
—Te creo Deku-sensei. Aunque te recuerdo que me debes una por no salir conmigo hoy temprano.- Katsuki le recordó e Izuku asintió lentamente, si le debía una, pero en parte no tenía culpa, ya que le había prometido a su padre primero que lo iba a visitar.
—Bien, entonces, ¿Nos vemos mañana?, Podemos ir alguna parte, no tengo nada que revisar de la clase por el momento.- Izuku dijo estirando un brazo por encima de su cabeza y respaldándose en su silla.
—¿Y por qué no mejor ahora?, Te espero en una hora una calle más abajo de tu apartamento, puedes pasar la noche aquí conmigo, Deku-sensei.- el rubio le dijo e Izuku se sorprendió, perdió el equilibrio de su silla y terminó por caer al suelo.— ¿¡Estás bien, que fue eso!?
—E-estoy bien, solo me caí.- contestó el Omega sobándose la cabeza, se había golpeado un poco contra el respaldo de su silla.— no me dolió.
—Voy hacer como que te creo.- el pecoso rió ante ese sarcasmo y terminó por levantarse del suelo.— una hora Deku, espero que eso te dé tiempo de elegir unas bragas bonitas.
—¿B-bra…?- Izuku hubiera preguntado, pero la llamada ya había sido cortada, ¡Era un pervertido de mierda!, Pero así lo quería, y no podía cambiar eso.
Al final terminó con el rostro rojo y quitándose de ropa para tomar una ducha corta, escogió algo de ropa abrigadora por la noche fría y salió algo apresurado de su apartamento.
No sabía que elegir una braga de verdad le tomase tanto tiempo, además de una pequeña afeitada, había que tener el terreno preparado. ¿Desde cuando era tan pretensioso?
—Dijo que una calle más abajo.- murmuró el pecoso mirando a los lado del lugar, no pasó mucho para que el sonido de una moto sonase e Izuku la reconoció.— allá está.
El Omega fue hasta donde estaba la moto y miró la ropa que el rubio traía puesta, que mayormente era de cuero, sin poder evitar no considerarlo atractivo. Era infernal mente sexy.
—Ya sé que estoy atractivo, pero al menos espera llegar a mi casa para babear al re mí, Deku-sensei.- el rubio habló haciendo al pecoso sonrojarse, ni siquiera se había dado cuenta cuando el rubio se quitó su casco.
—¿D-de que estás hablando?, No estoy haciendo nada.- Izuku respondió acercándose más y montarse atrás del rubio, quien solo le sonrió de medio lado.
—Si claro, por cierto, ¿Ya cenaste sensei?, Y no quiero mentiras.- el rubio volteó un poco hacia el para verlo con los ojos entrecerrados, terminó por suspirar y rendirse antes de dar batalla.
—No, he cenado, pensaba hacerlo, pero entonces me llamaste justo en ese momento.- el pecoso le sonrió de la manera más brillante posible, así sería más creíble.
—Lo supuse, conozco un buen lugar para cenar, primero iremos allá.- Katsuki se colocó su casco y buscó el otro apea dárselo al Omega, quien solo le sonrió.
—¿No sólo hormonas, joven Bakugou?- Izuku se rió y pocos segundos después sintiendo su como el casco cubrió su cabeza.
—Es "Kacchan", para usted, Deku-sensei. Ahora, agarrece con fuerza.- no era algo que el rubio Denia decirle dos veces.
Izuku abrazó el abdomen firme del alfa y la motocicleta rugió con fuerza antes de arrancar. El mismo viento helado pegando en las partes descubiertas de su piel.
Lo que serían solo las manos y un poco en los tobillos, aún no se acostumbraba por completo a esa velocidad y el helado frío que le daba.
Pero era de una forma reconfortante, ya que podía estar abrazado al rubio con fuerza, pudiendo esuchar los latidos de su corazón, le resultaba algo increíble que a esa velocidad y la adrenalina propia que sentía, el rubio tuviera sus latidos un nivel regular.
Era algo acelerados pero no tanto, parecía más a latidos de emoción controlada.
Pocos minutos después se detuvieron en un local de comida nocturna, no era algo elegante, ni muy prestigioso pero no exigiría tampoco algo de cinco estrellas.
Su padre siempre le decía que nunca se necesitaban de muchas cosas caras para ser felices. Agradecía de esas enseñanzas de su parte, le hacía apreciar las cosas pequeñas pero muy significativas.
A los pocos minutos ya estaban sentados en una mesa para dos y habían ordenado un platos ramen, para el rubio extra picoso, no sabía cómo era que podía aguantar tanto picante, ¿Quizás su le gua solo sentía un buen sabor en la comida si le echaba eso?
Quien sabe, lo que Izuku si sabía era que no podría comer nunca una comida llena de picante como las que el alfa tragaba, primero se tomaba tres litros de leche antes de pasar dos bocados.
—Por cierto Kacchan, le conté a mi padre sobre ti.- le comentó el pecoso mientras le daba un pequeño sorbo a su agua con limón que había pedido.— dijo que te quería conocer cuanto antes, aunque aún tiene que estar un mes en el hospital.
Murmuró el pecoso con pena, aveces era algo tedioso que su padre fuera tan protector, pero sabía que solo buscaba alguien que cumpliera sus expectativas. Ojalá y el rubio mayor no tenga la idea de "llegar virgen" hasta el matrimonio.
Ya había fallado por mucho eso, estaba seguro que no le quedaba nada de virgen en su cuerpo.
—Oh, bien no importa, de todas formas conozco a Toshinori un poco, siempre fue mi maestro de literatura desde que estuve en la universidad, es alguien tranquilo.- el rubio contestó e Izuku le dió otro sorbo a su agua.
"Tranquilo…" supuestamente, solo esperaba que su padre no fuera a castrar el rubio cuando se enterase, aún tenía en su futura meta tener lindos cachorros rubio o con ojos rubí.
(...)
No se confíen de los padres tranquilos banda, es solo un engaño. -.-
Por cierto, ésta historia está llegando al final :'3
Espero que les haya gustado el capítulo. UwU
Hasta aquí mi reporte juaquin. 🧍🏽♀️
Zaorycast. ✨✨
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