Capitulo 13: Bollos de carne.
—¡Ah-ahí!- Izuku gimió fuertemente cuando sintió como la polla del rubio se enterró más al fondo de su coño.
Ni siquiera había pasado la semana y ya estaba de nuevo con la polla del alfa metido en sus entrañas. En ese momento estaban en el apartamento del rubio, quien le había mandado un mensaje para una cita de "películas", supuestamente.
Pero aparentemente eran ellos quienes hacían una película porno mientras que las otras películas en el televisor pasaban sin que nadie las mirase.
—¡K-kacchan, Kacchan allí!- Izuku estaba sobre el sofá en cuatro, sosteniéndose cómo podía del respaldo, mientras que el rubio embestía con fuerza desde atrás, sosteniendo sus caderas.
—J-joder, me apreta tanto, ¿Acaso quieres arrancarme la polla con tu coño?, Maldición, podría vivir de ésto.- Katsuki gruñó con las voz ronca, viendo como su gruesa polla desaparecía sin problemas en el interior caliente y pegajoso.— me gusta como eres de puta, Deku-sensei.
El rubio dijo, soltando una mano para poder darle un azote a ese delicioso trasero, haciendo que el Omega gimiera más y su interior se apretara con fuerza.
Katsuki estiró su mano y tomó del cabello al Omega, alzando lo de ahí para pegarlo a su pecho. La otra mano del rubio se fue hasta su abdomen y subió a su pecho, apretando esos deliciosos botones de color rosa.
—T-te llenaré tanto Deku, voy hacer que tu estómago se viera como si estuvieras en cinta.- el rubio dijo entre gemidos que parecían más gruñidos, e Izuku solo podía lloriquear y gemir quebradizo.
Mientras que su coño era destruido por la gran polla que llegaba casi a su estómago. Izuku solo podía gemir y no pensar, no tenía momento ni quería hacerlo, solo quería seguir sintiendo ese increíble placer que lo llenaba.
—¡C-cachorros!, ¡Dame tus cachorros Kacchan!- el Omega gimió corriendose al momento, grandes cantidades de chorros salían de ese botón sensible que tanto le daba placer al pecoso.
Katsuki solo sonrió con malicia, antes de morder el hombro del Omega y correrse en su interior con fuerza, sentía como grandes cantidades de su semen llenaban el interior caliente.
El rubio había extrañado eso desde que lo hicieron el sábado, ya era jueves y lo había necesitado bastante, quizás se había hecho adicto al Omega y no se había dado cuenta antes.
Izuku suspiró profundamente tratando de calmarse un poco, se dejó llevar por el rubio quien se acostó en el sofá, con él encima, aún sin salir de su interior.
Lo que le parecía algo vergonzoso, pero se sentía lleno y no se quejaba, solo se dejó hacer mientras el alfa le daba besos en el cuello y los hombros.
—¿Tomas pastillas anticonceptivas o tomaste algo después de que llegaste a casa?- preguntó el rubio, pasando sus dedos por la piel suave del Omega, le gustaba acariciarlo a cada rato.
El pecoso se tensó un momento, no imaginó que el rubio le fuera a preguntar algo como eso, pero quizás tenía razón, debía estar al tanto de lo que estaba tomando para no llevar a ningún accidente.
—B-bueno, yo no tengo ninguna guía ahorita de pastillas anticonceptivas, así que solo tomé una de plan B.- Izuku murmuró como respuesta, los brazos del alfa se presionaron más contra su cuerpo.
—Ya veo,- hubo unos cuantos segundos de silencio antes de que el rubio pudiera agregar algo más.— ¿Y te gustaría tener cachorros conmigo pronto?
Preguntó el rubio, e Izuku sintió como su corazón empezó a latir desenfrenado en su pecho, lo podía escuchar hasta en sus orejas, era una sensación cálida.
—S-sí, lindos cachorros de Kacchan y míos, serían adorables.- el Omega respondió con una sonrisa, mirando al rubio con ojos soñadores, aunque cambiaron a sorpresa cuando la polla del alfa se volvió a endurecer en su interior.
—Oh, creo que podemos trabajar en ello.- Katsuki dijo, haciendo que el pecoso se sentase sobre su regazo, con la polla metida en su coño.— vamos Deku-sensei, tocáte, mientras que también saltas sobre esa polla por la cual gimes hasta quedarte sin voz.
Izuku se sonrojó, esos ojos rubí sobre su cuerpo como dos brazas de carbón al rojo vivo, tan ardiente y caliente que se podía derretir cual hielo sobre ellas. El Omega llevó una mano a su coño, frotando su clítoris al mismo tiempo que empezaba a mover sus piernas de arriba abajo.
—A-ah, Kacchan, tu polla es tan grande y dura. Me encanta lo profundo que puede llegar.- el pecoso estaba sobre la nube más alta de placer que podía conocer, esa nube con la polla del alfa metido dentro de su útero.
Katsuki por su parte miraba a la maravilla del mundo, era todo un espectáculo para el ver a ese Omega disfrutar de su polla como si no hubiera un mañana.
Quizás debería de ayudarlo un poco, lo tomó de sus caderas y comenzó a dar embestidas fuertes hacia arriba, eso solo hizo que el pecoso arqueara su espalda, gimiendo con fuerza, era un gran placer desbordante.
—T-tan bueno, y apretado…- Katsuki no sabía cómo era que después de haber entrado en ese calor tantas veces, aún fiera como la primera vez, seguía siendo igual de increíble y delicioso.— no dejes de tocarte Sensei, sigue haciéndolo.
Izuku gimió con los ojos desenfocados mientras seguía frotando su sensible botón, Katsuki le seguían embistiendo con fuerza y profundo.
El pecoso sabía que no iba a aguantar tanto, la sobre-estimulación era hilarante, lo hacía sentir tan bien y sensible. El calor subía por su vientre mandando descargas de placer al resto de su cuerpo.
—¡K-ka-Ahh!- el Omega gimió con fuerza, corriendose de nuevo sobre la pelvis del alfa, Katsuki dió un par de embestidas antes de correrse también, su nudo se hinchó quedando atascado entre esas deliciosas paredes cálidas.
Las piernas del pecoso temblaban cual gelatina, ya no tenía fuerzas para moverse, Izuku se dejó caer sobre el pecho del rubio, mientras respiraba agitado, sentía que había corrido una maratón.
—T-tendré que tomar más pastillas para el dolor después.- murmuró el pecoso, sus ojos le pesaban y quería dormir.
Pero no podía hacerlo, quisiera o no, tenía que irse a su apartamento, al otro día tendría que dar clases. Katsuki sabía eso, se había ofrecido a llevarlo a casa antes, pero era mejor que se fuera solo.
No quería que alguno de sus vecinos chismosos le fuera a decir a su padre que lo vieron llegar en una moto y con compañía.
—Cuando baje mi nudo iré a comprarlas.- el rubio murmuró mientras seguía acariciando la espalda del pecoso con suavidad.
Izuku solo se dejó hacer ronroneando felizmente, minutos después el nudo del rubio había bajado, y mientras que él se daba una ducha el alfa fue a una farmacia para comprar las pastillas.
Cuando Izuku estaba en el baño se aseguró que bastante semilla del rubio saliera, era mucha y podía tener algún accidente más tarde, era mejor prevenir que lamentar.
Al salir el rubio ya estaba en el cuarto esperándole, el pecoso se terminó de secar el cabello para empezar a vestirse, era vergonzoso hacerlo al frente del rubio.
—¡No me mires tan directamente!- chilló el Omega completamente avergonzado, el rubio solo tenía los brazos cruzados mientras disfrutaba de la vista.
—¿Por qué no?, Ya he visto todo Deku-sensei, no tiene nada que esconder de mí.- el rubio contestó con una sonrisa arrogante e Izuku solo pudo refunfuñar mientras se colocaba sus bragas.
Hizo una pequeña mueca de dolor cuando lo hizo, estaba algo irritado y sus caderas aún se sentían pesadas. Después de que se terminó de vestir, recibió las pastillas que el rubio le estaba dando, aunque notó que había una demás.
—¿Ésta de que es Kacchan?- preguntó el pecoso mirando el tubito blanco y alargado.
—Ah, esa es una de plan B.- comentó el rubio como si nada mientras que él también se sacaba la ropa para ir a bañarse.
El Omega sintió su corazón encogerse un poco, solo asintió con media sonrisa a lo que había dicho el rubio.
Sí, quizás era mejor. Se tomó las pastillas pasandolas con el agua.
Katsuki fue a despedirlo en la puerta con un beso, uno casto y lleno de mucha saliva, Izuku sentía que su cuerpo reaccionaba a él de una forma tan rápida que ya se estaría mojando de nuevo.
—Kacchan, me tengo que ir.- el pecoso dijo sintiendo como los brazos del rubio se apretaban más a su alrededor, tampoco se quería ir, pero debía hacerlo.
—Maldición, te quisiera secuestrar y encerrarte en mi sótano para que nadie te pudiera alejar de mi.- el alfa dijo hasta un poco agradado con esa idea, e Izuku rodó los ojos.
—Que romántico…- el pecoso dijo sarcástico para después reírse un poco, minutos después se separó del rubio para salir.— nos vemos mañana Kacchan.
—Bien, envíame un mensaje cuando llegues.- Katsuki le dijo, e Izuku asintió y salió del apartamento del alfa, caminando tranquilamente.
Llegó a la estación de trenes y tomó uno para llegar más rápido a su hogar, no pudo evitar colocar una mano sobre su vientre por instinto.
Ya le había quedado en claro que el alfa no quería cachorros por el momento. Debía respetar esa decisión y no podía hacer más que esperar, pero aún así no podía evitar sentirse triste, más su parte instintiva.
Cuando Izuku llegó a su apartamento lo primero que hizo fue enviarle un mensaje al rubio.
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Para Kacchan ❤️:
Ya llegué. ( ◜‿◝ )♡
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El pecoso dejó sus llaves en la mesa y pasó directamente a su habitación, dormiría desde ese momento hasta el otro día. Cuando estuvo acostado su celular sonó y sonrió al ver el nombre en la pantalla.
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De Kacchan ❤️:
Bien Deku-sensei.
No te vayas a tocar mucho en mi nombre esta noche. Yo te atenderé cuando nos podamos ver de nuevo. 😉
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El rostro del peli-verde se volvió rojo.
¡De todas formas no iba hacerlo!, No después de haber corrido dos veces y ser llenado como pavo en navidad. Ese alfa era un pervertido que siempre le gustaba verlo nervioso.
Lo odiaba. Con amor claro.
Dejó el celular a un lado para después acomodarse. Ya mañana sería otro día, en que tenía que aguantar sus ganas de correr y abrazar al rubio para llenar su rostro de pequeños besos.
Quería que ese mes pasase rápido, así podría dejar de ser un maestro y el alfa rubio podría dejar de ser su alumno. Con esa ilusión dejó que el sueño lo llevase a su país.
(...)
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De Kacchan ❤️:
¿Por qué no podemos vernos hoy?
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Izuku miró la pantalla de su celular y suspiró con tristeza, él también quería pasar el día con su Kacchan, pero había prometido a su padre visitarlo.
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Para Kacchan ❤️:
Lo siento Kacchan, tengo que visitar a mi padre en el hospital. Ya se lo había prometido. (・ัω・ั)
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Izuku mandó el mensaje ya en el metro, faltaban unos minutos para llegar a donde estaba su padre, le contaría todo lo que pasaba en la universidad y los estudiantes.
También quería ver si podía sacar el tema de que ya tenía pareja, aunque quizás debía esperar a que se mejorase primero.
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De Kacchan ❤️:
Bien, no puedo discutir con eso.
Pero me la debes, ve preparando tu boquita para la próxima vez que nos veamos, Deku-sensei. 🙃
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Izuku miró el mensaje, lo leyó y lo volvió a leer unas diez veces, aún sin entender bien lo que decía. ¿Para qué debía preparar su boca, una sesión de besos, cómoda picante o algo?
No entendía, pero lo averiguaría después. El tren ya había llegado y debía bajar rápido, la caminata hacia el hospital fue algo corta, llegó a la recepción y pasó después al cuarto de donde estaba su padre.
Tocó un poco la puerta antes de entrar, no sabía si el alfa podía estar durmiendo o algo.
—Toc toc, soy yo papá.- murmuró bajito entrado un poco al cuarto, los ojos azules del mayor se apartaron del libro que estaba leyendo y después le miraron.
—Izuku, me alegra que hayas venido a verme hoy.- Yagi dejó su libro a un lado, para poder recibir bien el abrazo de su hijo.— ¿Cómo van las cosas, es muy pesado ser maestro?
Preguntó el rubio mirando que el pecoso se sentaba en una silla al lado de su camilla. El Omega le sonrió y negó un poco, acomodó el bolso que tenía en sus piernas, para después sacar una pequeña caja.
—Creo que me estoy acostumbrando.- comentó el pecoso abriendo la caja y dejando ver unos bollos de carne, aún estaban tibios.— mira lo que te traje, no le digas a las enfermeras.
Los ojos del rubio se iluminaron al ver la comida, le tenían prohibido comer algo como eso ya que tenían muchas especias y estaba a dieta de todo eso, pero una vez al mes no le hacía daño.
—Al fin algo con sabor.- comentó el mayor tomando un bollo de carne para probarlo, casi ronroneó al hacerlo, pues estaba exquisito.
Izuku solo lo miró con una sonrisa enternecida, la comida lo había preparado él, eran los mismos bollos de carne que preparaba su madre, y los favoritos del alfa rubio.
(...)
No sé porqué ustedes dicen que son muy jóvenes para tener cachorros si Deku tiene 24 y Kacchan 22. .-.
O es que no lo había mencionado antes? :u?
Hasta aquí mi reporte juaquin. 🕴️
Espero que les haya gustado el capítulo.
Zaorycast. ✨✨
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