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Capitulo 11: Postre.

Izuku despertó de manera perezosa, miró un momento el techo de la habitación antes de darse cuenta de un par de cosas.

Uno; no estaba en su habitación. Y lo segundo se dedujo fácilmente cuando su estómago rugió por hambre, podía olfatear unos deliciosos huevos.

Se sentó en la cama mirando a su alrededor, en definitiva no era su habitación, estaba ordenada de manera diferente y el armario era más grande.

Además todo olía tan delicioso, tan bien, todo olía a Kacchan, la cama en la que estaba y hasta la ropa que usaba.

Izuku miró la ropa que tenía puesta, solo era una camisa negra, más grande que sus camisas normales, y olía delicioso. La frotó un poco en su nariz antes de bajarse de la cama.

Caminó despacio por el lugar, escuchando algunos ruidos que pudo saber que venían de la cocina. Se guió por los sonidos y el aroma, pudo ver la espalda del alfa rubio, estaba sin camisa.

Su espalda bien tonificada era increíble, podía ver como los músculos se contraían cada vez que movía los brazos. Izuku se mordió el labio inferior y se acercó despacio y en silencio.

—Buenos días.- murmuró bajito cuando pudo abrazarlo, el rubio solo pareció quedarse quieto por un momento antes de volver su atención en la comida que estaba haciendo.

—Buenos días, Deku-sensei.- contestó el rubio sin dejar los sartenes, nadie dijo nada por un momento, Izuku solo quería disfrutar del aroma y el calor que le daba la piel del alfa, era delicioso y lo hacía sentir bien.

Recuerda haber paseado en la moto un rato en la noche, después el rubio lo llevó a su hogar y lo hizo quedarse con la excusa de que ya era muy tarde, la verdad no puso nada de resistencia en irse, así que solo disfrutó de un baño y se cambió con la ropa que le dió.

También recuerda haberse pegado en el pecho del alfa para dormir más cómodo y si lo hizo, sentía que nunca antes había dormido tan bien.

—Vamos Deku-sensei, a comer.- el rubio había sacado dos platos de comida, pero Izuku no quería dejar esa calidez a la que estaba abrazado, así que solo gruñó por lo bajo, apretando más su agarre en el alfa.— no me gruñas, trasero de melocotón, no me hago responsable de lo que pueda hacerte.

Izuku sonrió, sabía que no debía tentar a su suerte, pero joder, quería saber de que el alfa no se haría responsable después. Volvió a gruñir, también abrió su boca dejando salir su lengua, para lamer un poquito de la espalda del alfa.

Lo sintió tensarse un poco, pero después, un aura pesada estaba saliendo del menor. Podía sentir como la excitación se hacía cada vez más pesada y su aroma más dominante.

—Maldición, después no digas que no te lo advertí.- el rubio dijo en un gruñido, e Izuku no supo cómo fue que se liberó de su agarre y se dió la vuelta para encararlo.— tú te lo buscaste, Sensei.

El Omega solo pudo jadear un poco antes de que fuera besado, las manos del rubio rápidamente fueron por su cuerpo, tocando todo lo que hubiera su camino. Fue alzado y puesto sobre la barra de desayuno, Izuku rodeó el cuerpo del rubio con sus piernas, atrayéndolo a su cuerpo.

—A-ah, Kacchan.- gimió el Omega contra la boca del rubio,  los botones de la camisa que tenía puesta fueron sacados lentamente por el alfa, dejando al descubierto la piel de su pecho.

—Pueo oler como te mojado, Deku-sensei. ¿Tan ansioso estás por un nudo?- murmuró el rubio con sorna, metiendo una de sus manos entre la ropa interior del Omega, tocando esa suave vulva y haciendo que sus dedos entraran dentro de ese delicioso calor húmedo.

Izuku arqueó su espalda cuando sintió como los dedos se abrían paso entre su coño, tocando y masajeando su botón. Temblaba ante esos toques que le daba placer, y no hacía más que gemir débilmente el nombre del alfa que lo estaba haciendo un desastre.

—Creo que comeremos el postre antes de la comida, ¿No Sensei?- Katsuki dijo, viendo como el Omega ponía sus ojos en blanco al toque algo brusco de sus dedos, era jodidamente caliente verlo de esa forma.

—P-por favor, Kacchan por favor…- Izuku quería más, no solo los dedos del rubio, quería algo más grande y caliente, quería sentirse lleno de verdad.

—¿Por favor qué Deku?, Si no me lo dices no sabré de que estás hablando.- claro que lo sabía, pero era mil veces mejor escucharlo decirlo, escuchar como lo pedía con esa voz tan rota.

Izuku gimoteó bajito, tenía  una cierta frustración acomulandose desde su vientre, antes de que pudiera decir algo al respecto, dos dedos se colaron más en su coño, entrando sin previo aviso hasta el fondo, eso casi lo hacía correrse.

—D-dentro, quiero la polla de Kacchan dentro de mí.- Izuku gimió las palabras como pudo, y Katsuki le sonrió con malicia, le había dado justo lo que había querido.

El rubio sacó los dedos del interior caliente haciendo que el pecoso grupera por ello, solo lo hizo sonreír, lo bajó de la encimera y lo volteó para que su trasero quedará a la vista, bueno, la primera vez que lo harían sería en la cocina de su apartamento.

—¿Que te he dicho sobre gruñirme?- preguntó el alfa, justo antes de dar un fuerte azote en una de esas mejillas regordetas.

Izuku gimió fuertemente de sorpresa, sintió como su trasero se empezaba a calentar por el golpe, incluso le ardía un poco, pero le gustaba. Otro azote le hizo gemir nuevamente, aunque ésta vez fue algo más esperado.

—Responde cuando tu alfa te habla, Sensei.- el rubio dijo, para después estampar su mano en la otra mejilla del Omega, haciéndolo chillar y gemir, podía ver como su lubricante resbalaba de entre sus muslos gruesos, hilos e hilos que caían.

—Q-que no debo hacerlo.- el interior del pecoso palpitaba, queriendo y deseando ser llenado, pero, debía ser un buen Omega y dejar que su alfa decidiera cuando llenarlo con su polla, además, disfrutaba de esos deliciosos azotes.

El rubio sonrió con morbo, viendo ese trasero rojo con las marcas de sus manos en él, era exquisito, dió otro azote, haciendo que el pecoso tuviera más espasmos de placer.

Katsuki se acercó y se inclinó sobre el pecoso, escuchando mejor esa respiración agitada y sus suaves jadeos.

—¿Lo quieres, Deku-sensei?- preguntó el rubio en un susurro cerca del pedido del Omega, éste solo gimió tembloroso, moviendo sus caderas contra el.— ¿Tan desesperada por una polla pequeña zorra?, Quien lo diría Sensei, pero bueno, usted manda.

Katsuki llevó sus manos a la orilla de su pantalón de pijama, jalando el elástico, junto con el de su ropa interior, liberando de su jaula a su dura polla, había sobrevivido con sólo su mano desde que conoció a su lindo Sensei, pero ya no podía resistir más, sentía que iba a morir si no lo hacía.

—Bien Sensei, vamos a llenar tu útero con semilla viscosa de alfa.- el rubio murmuró, abriendo un poco las piernas del pecoso, dejando ver su coño mojado y brillante por el mismo lubricante que dejaba salir.

Palpitaba deseoso en el aire, diciéndole que entrase allí hasta el fondo. Katsuki lamió su labio inferior y posicionó su glande contra la entrada rosa, abriéndolo poco a poco.

Izuku sabía que los alfas eran grandes, pero no imaginó hasta qué punto, podía sentir como sus paredes internas se estiraban hasta lo imposible, tratando de moldearse y recibir esa deliciosa polla.

—¡Oh… dioses…!- pulgada a pulgada, Izuku sentía como la larga extensión iba abriéndose paso dentro suyo,  por un momento el rubio pareció atascado en algo, pero después de un empujón entró aún más al fondo.

E Izuku sintió cómo algo se desgarró por dentro, le dolió mucho, no pudo evitar que un pequeño quejido de dolor saliera de sus labios, alarmando al rubio.

—¿Qué ocurre?, ¿Te hice algo?- preguntó el alfa, no sabía si había empujado demás algo que no debía, pero todo su susto se fue al ver como algo de sangre salía de la entrada del omega.— Eras…, ¿Eras virgen?

Preguntó el alfa ciertamente asombrado, vió como el pecoso asintió levemente, tapando su rostro con sus brazos, tratando de ocultar un gran sonrojo que se extendía hasta sus orejas.

Katsuki sintió como su alfa interno se llenaba de júbilo, Deku, Izuku, su Izuku, había sido virgen hasta un momento. Eso lo hacía feliz, sería el primero en darle del verdadero placer, sería el primero en llenar ese útero con su semilla, no podía ser mejor.

El rubio empezó a mover sus caderas, al principio lento, pero después fue subiendo la intensidad poco a poco, quería que el pecoso se acostumbrara para que no le fuera a doler.

—S-siento c-cómo roza mi estómago…- Izuku gimió, cada vez el rubio iba más profundo y más rápido.

—Tan apretado Deku-sensei, tu coño me toma tan bien, ¿Buscas que mi semilla te preñe?- preguntó el alfa en medio de las embestidas, sonriendo al sentir como el interior caliente se apretaba cada vez más con cada palabra sucia que le decía al omega.

—¡K-kacchan, rápido, rápido por favor!- Izuku gimoteó con los ojos en blanco, podía sentir como las lágrimas de placer bajaban por sus mejillas y su saliva caía de su mentón.

Katsuki le seguía golpeando el interior, la polla era tan caliente, tan dura y tan grande, gimió fuertemente cuando sintió como una mano se apretó contra su olvidado y sensible botón, eso hacía que el placer fuera el doble.

—¡Oh, por favor!- Izuku arqueó su espalda, lleno de tantos espasmos producidos por el placer, Katsuki gruñía en su oído, y le golpeaba cada vez más rápido.

Juraba que podía sentir como las bolas del alfa pegaban contra sus labios rosados, ese sonido morboso de las pieles al chocar con, era tan excitante que solo lo hacía mojarse más.

—¿L-lo quiere dentro, Sensei?, Que mi nudo se quede enganchado en las paredes de su coño y mi semilla llegue hasta su útero, ¿Lo quieres Deku?- Katsuki preguntó con la voz ronca, distorsionada por el placer que estaba sintiendo en su polla en ese momento.

Podía sentir como poco a poco la base de su polla se iba anchando, creciendo para quedar atrapado entre ese calor exquisito. Aunque ya sabía la respuesta que le iba a dar el Omega, aún así no podía evitar preguntar.

—¡Sí, sí los quiero, dame tu nudo y tu semilla Kacchan!- el Omega gimió, corriendose en el instante que los dedos sobre su botón fueron más bruscos, incluso una pequeña palmada sobre su piel sensible fue lo que lo llevó al éxtasis completo.

—¡M-maldición!- Katsuki gruñó, las paredes del pecoso se apretaron de repente, haciendo que fuera imposible aguantar un poco más, su nudo terminó por estallar dentro del Omega y su semen no tardó en salir.

Las piernas de Izuku no dejaban de temblar, si hubiera estado de pie por su cuenta ya se hubiera caído desde hace mucho.

Era exquisito, una deliciosa sensación indescriptible. Así era la sensación de ser llenado por ese nudo y esa viscosidad.
Izuku estaba algo incómodo allí, pero tendría que esperar un poco a que el nudo del alfa bajara para poder moverse.

—Deku-sensei.- los labios del alfa fueron hasta sus hombros, y dejaban besos a lo largo de éstos, incluso dejando pequeños chupones que después tendría que ocultar.— me encanta todo de usted, más ésto.

Comentó el rubio llevando sus manos hacia su trasero magullado por los azotes, los apretaba a su antojo e Izuku solo jadeaba.

—A mí me encanta tu nudo Kacchan.- Izuku respondió siguiendo el juego, incluso apretó a propósito sus paredes internas para presionar más el nudo en su interior, sacando un pequeño gruñido del rubio.

—Que bueno que te encante Deku-sensei, porque lo tendrás hoy en todo el día.- al rubio dijo, enviando más de un escalofrío al cuerpo del omega.

Cuando el nudo bajó al fin, Katsuki cargó al pecoso hasta su habitación, y no hace falta decir que había cumplido con su palabra al pié de la letra, solo hubo un par de descansos para beber algo o comer.

(...)

Para qué Katsuki necesita un pavo si tiene a un Deku. 7w7r

Anuma, no se porqué siempre hago a Deku tan masoquista y al Kacchan tan cínico. Creo que es un fetiche mío, igual que el Omegaverse. UwU

Espero que les haya gustado el capítulo.

Zaorycast. ✨✨

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