Khalé Renning estaba sentado en las oficinas de la correccional, lo que más odiaba era la parte burocrática que necesariamente él tenía que gestionar. No involucraría a los demás departamentos para este tipo de cuestiones, además de haber sido él quien siguiera el caso de César Brito tan de cerca.

César Brito, el muchacho era una distracción en su cabeza, como una presencia constante ahí, y nunca olvidaría que una parte de su vida terminó cuando vio a César tirado con golpes, en ese instante si no hubiera sido porque su patrulla estaba cerca, hubiera destrozado a Vicente ahí mismo, eso jamás le había sucedido y eso lo desconcertó, y cuando tomó el cuerpo de César que en ese momento era un lobo, sintió que perdió el control, luego esperar en el hospital, César permaneció sedado dos días, por causa de la conmoción cerebral, los médicos le habían dicho al alfa que al despertarse el muchacho podría intentar un cambio y eso sería desaconsejable por la probable confusión mental que César podría sufrir.

En todos esos días Khalé permaneció lo más que pudo de guardia, junto con la afligida madrastra de César que había envejecido mucho por las incansables palizas del padre del lobo. Khalé odió tener que retirarse para hacerse cargo del proceso contra Vicente, su juicio era determinante y no se tentó el corazón para dictaminar una inyección para anular el cambio hasta que complete su tiempo en prisión, y también cabía la posibilidad de desterrarlo de la manada, pero esa medida tan drástica sería una marca permanente en el expediente de Vicente, ya que si reincidía la segunda aplicación de la inyección sería permanente, haciéndole imposible volver a cambiar.

Cuando despertó César, no se enteró de que el alfa le había cuidado, no se enteró que Khalé no se apartó de su lado tratando de protegerlo, algo que el alfa nunca había sentido con tal ferocidad, pero así era, y por el muchacho es que estaba haciendo todo ese tedioso tramite, lo quería a salvo de las miradas hostiles, y sabía que la casa hogar necesitaba seriamente la ayuda, y César tenía más potencial del que el mismo muchacho podía ver. Ahí aprendería a ser más empático, más funcional de forma social, aprendería a ser responsable de sus sentimientos y emociones, pues era parte de una educación que se le negó al tener que convivir con un padre violento y agresivo.

Realmente Khalé esperaba que el joven lobo pudiera ver esta oportunidad con todos los beneficios que el alfa contemplaba y aún más, que decidiera cambiar su rumbo.

El alcaide Ruiz le recibió un poco tarde, y se excusó, Khalé comprendía muy bien lo que era tener que administrar a un grupo de gente, solo que en este caso eran casos especiales y aun más agresivos que el de César, eran casos raros, sí, pero sucedían y Khalé no podía permitir que se creyera que no ejercía la ley o que no estaba preparado para impartir justicia, siendo él mismo el alfa más joven de la zona, muchos alfas viejos creían que no estaba capacitado para cuidar a una pequeña ciudad tan diversa y que estaba creciendo de forma rápida mientras todas sus leyes y políticas eran revisadas por gente joven con visón nueva.

-Alfa, mil disculpas, pero tenía una reunión virtual con los alcaides de las prisiones cercanas, para comparar nuestras estadísticas de reformas, -el hombre era calvo, pero muy fornido, tal como se esperaba de un hipopótamo, Khalé estrechó la mano del alcaide, que era conocido por ser una buena persona, muy trabajador y muy comprometido con implementar verdaderas estrategias para reformar a sus reclusos, y la manada de Khalé tenía la tasa más baja de reincidencias, lo cual hablaba muy bien de ellos.

-Alcaide Ruiz, nada que disculpar, le entiendo perfectamente y déjeme felicitarle por toda la labor que usted realiza, sin su trabajo yo no podría hacer algo mejor. El alfa Khalé a diferencia de la mayoría de los alfas, reconocía cuando su gente trabajaba bien, sabía que él no merecía todo el crédito, sabía que necesitaba de seres capaces de hacer bien sus trabajos por el bien de la comunidad y el humilde hombre era una prueba de ello.

-Es mi trabajo alfa, y es la manera en la que agradezco que el alfa Rasei me haya acogido a mí y a mi señora cuando más lo necesitábamos. -El alcaide estaba unido con una cambiaformas gruya, una mujer elegante y delicada y la manada de hipopótamos no lo había tomado bien, encontrando refugio en la manada del padre de Khalé, y ahora eran padres adoptivos de tres muchachos que ya tenían sus propias familias.

-No le voy a hacer esperar mucho alfa, tengo la carta de asignación de César Brito, -el alcaide rápidamente tomó la carpeta que tenía sobre el escritorio, en ella estaba el desempeño de césar en su estadía, César tomó la carpeta, leyendo con detenimiento lo que en ella decía.

-El joven César Brito fue un recluso modelo, alfa, no se metió en problemas, asistió a todas las reuniones de manejo de ira dentro de la prisión, ayudaba en las tareas de la cocina, lavandería y aún dio algunas clases para los reclusos que están estudiando, -el alcaide meneo la cabeza de forma negativa, -es increíble que un muchacho tan bueno se haya visto envuelto en este tipo de asociaciones, pero alfa, creo César lo va a lograr, solo es encaminarlo en el lugar correcto y enseñarle, ya que yo conocí a su padre y era un tipo que francamente causo serios daños en el muchacho y en su segunda esposa.

Khalé dejó de leer el expediente, -César irá a la casa hogar, ahí ayudará a Columba con las reparaciones y creo que será muy aleccionador para él estar ocupado y lejos de sus amigos. Y veo que está asignado para asistir dos veces por semana a las reuniones para manejo de ira, así que todas las bases están cubiertas, lo demás depende de él.

-Así es alfa, pero le veo un buen futuro a este muchacho, si aprende de esta experiencia, esto será enriquecedor para su vida y quien sabe, este chico podría llegar muy lejos.

Khalé se levantó de su asiento y el alcaide lo siguió, -una vez más muchas gracias por seguir el caso de un joven hombre tan abandonado, sus llamadas semanales solo nos mostraron cuanto usted se preocupa por la juventud.

Khalé asintió, en realidad llamaba todas las semanas, trataba de hacerlo de forma genérica, pero la intención era saber cómo progresaba César, y se había sentido muy aliviado de saber que todo estaba bien, que el muchacho estaba manteniendo un buen comportamiento. Eso le daba el aliciente para averiguar los lugares en donde César podría rehabilitarse, y lo había logrado; estaba seguro de que la casa hogar era la mejor apuesta.

Despidiéndose del alcaide César salió de la prisión, justo ese día se reuniría con Brandon Swarts, y Altaír Dunhill a quien le pediría que moviera todas sus adineradas influencias para que apoyasen haciendo llegar el recurso a la casa hogar. Un recurso muy necesario y del que había descuidado por causa de las nuevas reformas y la llegada de nuevas familias o grupos de migrantes. Tomando la calle principal se movió para dirigirse al carril de la ciudad, ya era tarde y necesitaba ponerse en marcha para poder llegar a tiempo a todas sus reuniones. Hubiera deseado quedarse para ver a César salir, deseaba estar ahí para César, para apoyarle, pero el muchacho ignoraba el interés que demostraba y por el momento Khalé lo prefería así, tenía demasiadas cosas que hacer antes de hacer un reclamo formal.

Su celular sonó y por seguridad no respondía cuando conducía así que siguió su camino sin inmutarse. No tardó mucho en llegar a la ciudad, y ahí se dirigió al cubil alfa en donde se encontraba entre otros departamentos, su oficina, estaba seguro que Brandon y Altaír ya lo esperaban. Alana su secretaria le informó de las llamadas que ya tenía, también le dio algunos documentos que necesitarían ser firmados.

-Por favor llama a Columba Castro, apenas se vayan Brandon y Altaír, me urge hablar con ella. La joven mujer sacudió la cabeza de forma afirmativa mientras tomaba los papeles que si jefe ya había firmado.

Sin esperar más, Khalé entró a su oficina para interrumpir lo que sea que Brandon y Altaír platicaban, ellos en automático suspendieron su animada charla se levantaron para saludar a su amigo. -Vaya primera dama, pensé que tendría que esperar dos horas más para saber de ti.

Ese era Altaír, el carismático, multimillonario y afable cambiaformas león. -aquí Winnie Pooh y yo te hemos estado esperando por alrededor de cuarenta minutos, dijo el cambiaformas león mientras miraba su caro reloj de pulsera.

Khalé los abrazó de forma fraternal, como siempre, esos dos eran sus hermanos, eran los seres más importantes de su vida y estaba muy agradecido por haberlos conocido, por contar con su amistad y su apoyo incondicional a pesar de los años. Juntos fueron al kínder, juntos vieron sus primeros granos salir en sus rostros y juntos fueron el apoyo de aquel amigo que los necesitó cuando más amargo lo estaba pasando, así que ignoraría a Altaír que era un irreverente, un provocador y el más bromista de los tres.

-Les ofrezco una disculpa, tuve que ir al reclusorio, necesitaba firmar los papeles de César para poder asignarlo a su servicio, el alcaide Ruiz estaba en una reunión y todo se retrasó.

Brandon gruñó, para ninguno de ellos era desconocido que Brandon no confiaba en él joven lobo, a pesar de que su pareja abnegadamente acudía a las visitas en la cárcel, llegando al como de llevarle cosas al muchacho, simplemente Brandon no se sentía cómodo con la cercanía de su pareja y el lobo, solo el universo sabía qué pretendía Yelaím con esas visitas.

-Tranquilo Grizzly, recuerda que este muchacho se llevó la peor parte de todo esto, estar en el hospital con una conmoción cerebral es algo delicado, así que no haremos dramas, sobre todo porque el más maduro de ustedes dos es Yelaím, quien sí es más respetuoso y receptivo. Solo él con su corazón de santo podría hacer semejante acto de bondad con el muchacho.

Aunque Khalé no se sentía cómodo escuchando como hablaban de César, decidió que era mejor dejar las cosas así, pues ni Altaír, ni Brandon eran hombres malintencionados, por el contrario, eran comprensivos y bastante prudentes.

-Solo no comprendo del todo cómo César pudo ser tan idiota para seguir a Vicente y a su pandilla, digo, el jodido muchacho es un buen tipo, no es de mal ver, tiene una carrera y, en fin, tiene un empleo con el gatito aquí, así que no entiendo cómo pudo confundirse tan mal, -Brandon realmente sonaba confundido, su falta de comprensión era legítima, ya que no muchos entendían el daño a largo plazo que la violencia intrafamiliar podía causar, tal vez por eso para Yelaím era más fácil entender a César, pues el mismo muchacho había sido víctima y reconocía las consecuencias de primera mano.

-No es fácil Brandon, cuando tú padre es violento, golpeador y agresivo, y más si se es joven y es todo lo que conoces, te quedas con una idea errónea de lo que son las relaciones, pues en tu entorno la empatía es algo que no existe. Tal vez por eso Yelaím ya sido más comprensivo con César, ya que tú pareja conoce de primera mano lo que es ser acosado, pero confío en ti para que hagas lo correcto con César, el muchacho tiene mucho que caminar todavía pero el trayecto se hace más llevadero sí hay compañía.

-Por mi parte Khalé, el muchacho conservará su trabajo siempre y cuando no se meta en problemas y cumpla con los requisitos de su libertad, pues sé que pasan muchas necesidades, después de todo el idiota del padre de César, no dejó más que malos recuerdos, Khalé sonrió satisfecho, sabía que siempre podría contar con Altaír.

-Gracias Dunhill, eres amable y generoso, porque ciertamente el muchacho va a necesitar oportunidades, y en verdad lo hizo bien en la cárcel, ya que tiene buenas referencias en su carta de asignación.

Si Altaír o Brandon vieron la añoranza con la que su alfa nombraba a César, ninguno mencionó algo, sino que solo miraban a su amigo, y tratarían de apoyar en lo que sea que este necesitara, porque Khalé era lo demasiado amable y justo para saber cuánto de atención darle a un hombre joven y también sabían que Khalé siempre antepondría a la manada primero.

-Altaír, César será asignado con Columba Castro, he descuidado bastante la casa hogar, no he estado involucrado, pero creo entender que hacen faltan más donaciones para mantenimiento y para alimentar a los niños, así que pensé que podrías invitar a algunos de tus muchos amigos ricos para que hagan donaciones de forma permanente y a los Lonesco, aunque ellos son un apoyo constante, ¿Qué dices?

Altaír dio una larga mirada, no pensando en la propuesta en sí, sino tratando de verificar a las personas adecuadas y comprometidas para tal encomienda. -Digo que tengo que realizar una cena, invitaré a la prensa y estaré encantado de ayudarte, cuenta con mi apoyo y me pondré de acuerdo con Columba para que ella sea la invitada de honor, después de todo necesitamos toda la información que nos pueda proporcionar para tal tarea, los donantes querrán saber algo de la labor tan desinteresada que realiza Columba y su gente, quienes solo reciben una gratificación por las amplias y exigentes horas que realizan, -te garantizo que tendrás a los donantes, y el problema de la falta de recurso se solucionará de firma acertada.

-Gracias Altaír, será algo muy bueno toda la ayuda que podamos recibir, y espero que se pueda organizar de forma rápida el evento y Brandon, si pudieras incluirte para ayudar con algunas reparaciones, sería genial, puedes pedir todo el material que necesites y yo me haré cargo.

-Tengo mi propio lugar para tener las herramientas y si hace falta material, también es algo que puedo absorber, no te preocupes Khalé, en estos días iré a ver en qué puedo ayudar y arreglaremos el lugar.

Khalé se masajeó el puente de la nariz, estaba cansado y necesitaba todavía ponerse en marcha para ir con Columba para hablar con ella y de paso llevarle la hoja de asignación. Estaba muy agradecido de que sus amigos lo apoyaran incondicionalmente, ya que a pesar de que Khalé era un tipo con buena solvencia económica, no podría ser capaz de absorber todo el gasto que una comunidad implicaba. También creyó necesario advertir a Brandon.

-Recuerda que César estará asignado para hacer su servicio comunitario en la casa cuna.

Brandon apretó la mandíbula y dio un gruñido nada amable, pero tampoco se estaba revelando.

-Mientras el bastardo no se meta con Yelaím o conmigo, te aseguro que no tendrás problemas de que preocuparte.

Khalé asintió deseando que todo el camino que le tocaba recorrer al joven lobo fuera fácil, por desgracia no sería así, no podía eximir de sus propias consecuencias a César, pues estaba seguro de que el muchacho ahora aprendería y se situaría en el lugar correcto para un cambio importante, uno que César necesitaba con urgencia, así que solo intervendría si alguna de las partes se viera comprometida y rogaba no tener que hacerlo.

-Es justo Brandon, confío en que también harás lo correcto cuando te lo encuentres.

-No te dejes engañar por Pooh, parece idiota e insensible, pero sabemos que es un buen hombre, -Altaír sonreía, esperando que la tensión en ambos hombres fuera más liviana, no se pondría a cuestionar la actitud del alfa delante del oso, pero era extraño que Khalé pusiera especial énfasis en la conducta Brandon, que, si bien no era el hombre más tierno, tampoco era violento o agresivo. Pero Altaír ya encontraría el espacio para aquella plática.

-Bueno señores, Altaír se levantó, abrochando su elegante blazer el cual le gustaba llevar con jeans y botas de tipo motociclista. Brandon también se levantó no más contento que hace unos segundos, pero tampoco quería detenerse mucho en los planes del alfa, a quien conocía muy buen y sabía que en algún momento este le diría algo si lo creía necesario.

Khalé llegó a la casa cuna, al ver el deplorable estado se sintió culpable, había estado muy ocupado con las mandas aledañas buscando alianzas por la aplicación de nuevas legislaciones que eran necesarias y la casa cuna al ser una asociación civil, pues el estado no tenía tanta injerencia, aun así Columba siempre lo buscaba cuando necesitaba ayuda, y está vez no hacía tenido llamadas. Caminando vio la fachada descuidada, enviaría a algunos de los muchachos para empezar la tarea de remozamiento, algo de arreglar las paredes, cambiar la vieja puerta de madera y pintura, tendría que ser un cambio, también la chatarra y el descuidado jardín necesitaban atención.

Khalé entró en la ruinosa casa solo para darse cuenta que por la prisa no había tomado la carpeta de asignación, eso lo enfadaba bastante, pues era un retraso que no necesitaba, ya que, según lo previsto, César se presentaría a primera hora al día siguiente, y eso ameritaba que él tendría que traer la hoja y firmarla.

Columba sonrió al ver a Khalé, la mujer como todos en la manada, se sentía muy agradecida ya sea con Khalé o con Rasei el padre de este, así que con esa gratitud la pequeña mujer se levantó para abrazar al enorme y atractivo alfa quien contento devolvió el efusivo saludo teniendo que agacharse un poco más para recibir el cálido abrazo.

-Alfa, que gusto verle, Columba ofreció asiento y Khalé lo tomó, -Columba, ¿cómo estás?, Veo que en la casa necesitas ayuda y por eso estoy aquí, primero, Altaír hará una cena para atraer donantes permanentes, él te llamará para acordar detalles.

Columba estaba muy feliz con esa noticia, -alfa eso es muy generoso de su parte, ya que respondiendo a su pregunta, todavía esta semana recibimos a tres niños, y se dice que en unos meses deberíamos tener a un trabajador social para que empiece a revisar el caso de estos pequeños y reubicarlos en adopción o enviarlos con familiares que sean considerados adecuados, por desgracia los otros patronatos no nos han respondido para enviar a alguien, porque primero quieren ver qué tengamos las instalaciones adecuadas.

Khalé suspiró y se pasó la mano por su tupida y castaña barba, -¿por qué no me buscaste?, el alfa no quería sonar como si estuviera reclamando algo.

Columba jugueteó con un bolígrafo, y un muy tenue rubor apareció en su pequeño rostro.

-No le busqué porque primero, todavía está semana dos de nuestros donantes avisaron que no podrían seguir ayudándonos y se juntó con la llegada de esos pequeños y bueno, las cosas así se dieron, -Columba parecía mucho más apenada que Khalé.

-Bueno, hay varias cosas en las que puedo ayudarte antes de que colapses, primero, el estado te enviará un muchacho que hará servicio comunitario, tiene un antecedente de violencia, lo sabrás cuando el alcaide te envíe el expediente, tiene horas que cubrir, así que lo tendrás por al menos cinco meses, la otra es que Brandon Swarts vendrá a revisar las tuberías y a dar mantenimiento, y recuerda lo de Altaír, él te llamará como te dije. Y necesito que me envíes una lista de los niños que tienes, sus edades y lo que necesitas, es hora de ayudarte con esta empresa y no te límites, estoy para ayudarte.

Columba estaba muy feliz, ya que hacía tan solo dos años en qué abrió la casa cuna, la mujer podría tener toda la buena intención, pero no tenía el menor conocimiento y se había enfrentado a varias situaciones que no se resolvían solo con la pureza de un buen corazón. Por eso aceptaría toda la ayuda que el alfa y sus amigos pudieran darle. Y el futuro para varios de los niños era muy alentador, ya que no era común que las manadas se desentiendan de las crías y la adopción legal era ilegal en las manadas, por eso el alfa pretendía cambiar varias políticas.

- Alfa en verdad estoy muy agradecida por esta ayuda y cuente con que el muchacho será supervisado, así que mañana podrá usted traer la hoja oficial, porque me imagino que la primera firma la tiene que poner usted, así que estará bien, así el chico verá que usted está pendiente de su progreso.

Khalé no había contado con que al día siguiente las cosas se complicarían, alfas de otras manadas querían platicar con él por el asunto de los inmigrantes, ya que más manadas estaban cambiando su política para legalizar las uniones entre diferentes esopecies y estaban considerando abrir sus manadas para albergar a aquellos que deseaban establecerse, no esperaba que sean varias manadas, pero le sorprendió positivamente que así sea. Estaba consciente de la hora y del compromiso con la casa cuna para llevar el papel y comprobar a César.

Por suerte llegó justó a tiempo, y tal parecía que su día ganador no había terminado, una ola de orgullo se irguió como gigante al constatar que el joven lobo había arreglado la parte delantera de la casa cuna, la diferencia se veía muy claramente, ya que las malas que había visto el día anterior hierbas habían sido retiradas, la chatarra que estaba desperdigada había sido retirada, el letrero desvencijado no estaba, era obvio que el muchacho había estado trabajando, optimista entró hasta las oficinas hasta que llegó a la oficina de Columba quien rápidamente lo atendió, la mujer habló maravillas de César, diciendo que trabajó incansablemente y hasta interactuó con los niños y fue amable con ellos.

-César no te dará problemas Columba, de ser así no lo hubiera asignado a este lugar, por el contrario, veo que trabajó muy bien adelante y eso habla muy bien de él. -Khalé no podía dejar que Columba pensara mal del muchacho y de ninguna manera permitiría que lo estigmatizaran, de eso se encargaría él, de demostrar que creía en el muchacho y daría su apoyo abiertamente para que la comunidad comprendiera que el lobo solo sufrió una mezcla de malas elecciones, como muchos de la comunidad.

- Lo sé alfa, el muchacho es callado, trabajador, respetuoso y estoy satisfecha con lo que he visto hoy, y no le voy a demorar más, ahora mismo voy por él, ya que su horario ha terminado, Columba salió apresurada para ir por César que en efecto estaba listo para irse.

Cuando César entró sumisamente siguiendo a Columba Khalé supo con total certeza dos cosas, que Khalé era suyo para proteger y que se encargaría de enseñarle a ser un adulto funcional.