↪Final
Tiempo después.
Jungkook cerró el cierre de su maleta y observó por última vez la habitación donde se había alojado los últimos siete años. Aún estaban las cosas de su compañero de cuarto quien no se iría puesto había reprobado el año y debía seguir estudiando.
No como él, ahora era un gran doctor... sin trabajo claro porque recién se había graduado. Y además no tuvo la suerte de ser recomendado en algunos hospitales como otros de sus amigos, porque si bien fue un gran estudiante, no destacó en ninguna clase. Aunque bueno, ya vería qué hacer.
—Amigo, ¿de verdad no te quieres quedar aquí?
Escuchó a Ken hablarle y de inmediato negó.
—Otro año más en la universidad y te juro que me suicidó, lo lamento por ti, los gorilas como tú necesitan otro año para poder entender lo básico.
Ken soltó una risa fingida y después de eso vieron la puerta abrirse para dejar ver a Leo, la pareja de su amigo. Un chico serio, más bien era un maestro principiante pero por alguna razón ellos ya se conocían antes.
—Fue bueno estar con ustedes, espero no nos volvamos a ver.— finalizó y salió de la habitación escuchando a Ken gritarle que lo amaba y que incluso era capaz de encontrarlo en el espacio.
Pero era mentira, vivió siete años con Lee, obvio que lo quería volver a ver en Seúl, pues había estudiado en Busan después de terminar la preparatoria. Quería tal vez, un cambio, conocer a gente nueva, lugares mejores que lo que había en Seúl.
Y a pesar de que los encontró, no podía negar que extrañaba su vida pasada. Cuando su hermano y sus padres le complacían en todo, cuando Jimin y Yoongi solían defenderlo de todo a pesar de que él podía defenderse.
Finalmente, después de un largo viaje en tren y una pelea con una niña de siete años quien no paraba de molestarlo diciéndole que era feo, llegó a su destino y bajó del tren viendo a su alrededor.
Cuando vio a su madre de inmediato se acercó a ella levantando su brazo para llamar su atención mientras que con el otro arrastraba una pequeña maleta.
—¡Jungkook!— la señora Jeon lo abrazó y empezó a besarle la cara muchas veces haciéndolo reír. —Creciste mucho.
—Mamá te vi hace un año, no crecí nada.
—Claro que lo hiciste, fue una lastima que no pudieras visitarnos en todos estos meses. Ocurrieron muchas cosas, ¿recuerdas a la señorita EunHa?— Jungkook asintió siguiéndole el paso a su progenitora hacia la salida donde suponía Hoseok los estaba esperando dentro del auto. —Regresó de Estados Unidos, se ha puesto tan bonita, y su madre me ha dicho que esta soltera.— le guiñó un ojo.
—No estoy interesado, conocí a alguien más.
La señora Jeon le sonrió cruzando uno de sus brazos con uno de su hijo.
—¿De verdad?
—Ajá.
—¿Es bonita?
Jungkook rió.
—Claro que si.
Claro que si.
- M a e s t r o -
—Jimin y Yoongi llegarán mañana.
La puerta de su casa se abrió gracias a Hoseok quien también cargaba sus maletas y de inmediato entraron. Todo había cambiado, incluso las paredes que antes eran cafés, ahora eran azules con toques dorados, los muebles eran nuevos, la pantalla más grande y la cocina incluso estaba remodelada.
—Lo sé.— contestó viendo de reojo los porta retratos colgados en la pared. —Es su luna de miel, ni siquiera debían llegar mañana, sino hasta el próximo fin de semana.
—Ya sabes como es Jimin.— siguió Hoseok bajando las escaleras. —Cabeza hueca, no podía esperar para ver a "¡su mejor amigo de espalda ancha!"— se burló arremedando el grito con voz chillona que en días pasado Jimin había soltado al enterarse que Jungkook regresaría.
—Y tu padre posiblemente llegue en la noche, sabes que su trabajo ocupa la mayoría de su tiempo.
—Lo sé, iré a tomar un baño.
—Bien, prepararé la cena, tú descansa.
Después de eso efectivamente su padre había llegado en la noche, la cena estaba lista y después de felicitarlo y festejar con un pastel que por fin se había graduado como doctor todos se fueron a sus habitaciones.
Era tarde, dos de la mañana en específico, así que no se le hizo raro recibir un mensaje suyo diciéndole que lo esperaba fuera de su casa.
—Saldré.— avisó a Hoseok quien asintió sin tomarle mucha importancia. Jungkook tenía veintiséis años, ya podía cuidarse solo, y además, a su edad él salía a esas horas para ir a beber. Tal vez Jungkook haría lo mismo. Además él estaba muy ocupado mensajeando con su nuevo novio, pues efectivamente su relación con YoungJae no había funcionado del todo bien.
Cuando estuvo afuera caminó hacia el auto negro, cerrando más su suéter de botones azules entre su pecho por el aire fresco.
—Hola bonita.— saludó Jungkook y rió al ver su expresión.
Taehyung elevó una de sus cejas, dejando de cruzar los brazos.
—¿Bonita?— preguntó incrédulo.
Ahí estaba él, recargado en el auto que hace un par de meses atrás había comprado pues el que tenía ya no era del año. Su cabello revoloteaba con el viento y al igual que él también tenía su pijama color verde militar.
Recordó incluso cuando años atrás se escapaba a la misma hora y Taehyung ya lo esperaba con los brazos abiertos para comérselo a besos.
—Sólo olvídalo.
Los dos quedaron frente a frente y el menor acarició con una de sus manos el pecho del contrario.
—Me enteré que llegabas hoy.— continuó Taehyung, tomando de la cintura a Jungkook y acercándolo más hasta él. —¿Por qué Jimin me lo tuvo que decir y no tú?
—Bueno.— se encogió de hombros. —Porque quería darte una sorpresa, ¿tiene algo de malo?
—Tal vez quería ser el primero en verte.
—Qué raro.— rió y rodeó con sus brazos el cuello del mayor, sintiendo que este lo abrazaba por la cintura. —Hasta hace una semana nos vimos, y creo que me has visto más veces que mi familia.
—¿Tener una relación a distancia después de todo no lo merece?
Si, a pesar de que los primeros meses después de su separación no estuvieron juntos, obviamente, cuando Jungkook cumplió la mayoría de edad de inmediato se lanzó a sus brazos.
Era mayor de edad, era alguien que podía tomar sus propias decisiones sin importarle si estaban bien o estaban mal.
Y Taehyung por supuesto que lo aceptó, fue increíble como aguantó esos meses viendo a Jungkook en clases y resistirse el no gritarle a todo el mundo que lo amaba. O cómo Jungkook tuvo que callarle la boca a Jimin para que no dijera nada, pues Park seguía enterándose de todo.
Pero al final tuvieron paciencia y finalmente lo lograron.
Aunque Jungkook quiso su cambio después de todo, y se mudó a Busan a una de las habitaciones de la universidad, no fue impedimento para que ellos dos siguieran con su relación. Busan no estaba tan lejos de Seúl y Taehyung solía visitarlo muy seguido.
Llamadas, mensajes, video llamadas y cartas incluso fueron el sostén en la relación.
Todo fue difícil al principio, porque Jungkook tuvo que ocultar su relación, incluso decir que tuvo algunas novias pero que no funcionaban, con su familia.
Los siete años fueron largos, pero finalmente habían terminado juntos.
Porqué Jungkook ya era un hombre mayor, ya era alguien capaz de amar a cualquier persona.
Aunque Taehyung era el único hombre al que podía amar.
—Claro que lo merece.— respondió Jungkook finalmente y jugueteó con la nariz de Taehyung con la suya.
—Jungkook.— murmuró Taehyung, sobre los labios del menor sin atreverse a besarlo aún.
—¿Si?
—Cásate conmigo.
Fin.
No puedo creer que ya llegamos aquí 💞🥺
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