2
Mael había llegado a tu casa después de un arduo día de trabajo. Todas las noches iba a visitarte y tú siempre lo esperabas con la cena lista. Le encantaba cuando preparabas cerdo a la parrilla con hierbas aromáticas y ensalada de patatas con huevo.
Él realmente amaba todo lo que tus manos preparaban o cuando lo ayudabas a remendar su ropa, la cual siempre sufría daños debido a las intensas peleas que tenía contra los demonios.
Esa noche trataste de olvidar un poco las cosas que te preocupaban de él y te pusiste a contemplarlo. Su rostro tenía algunos pedacitos de comida y miraste que sus mejillas se inflaban como las de un niño comiendo su platillo favorito. Momentos como ese te hacían sentir feliz, pues por fortuna conocías el lado bueno de Mael, pero sabías que tarde o temprano él se enfadaría bastante cuando se diera cuenta de que tú estabas saliendo con alguien más... Con un demonio... Con Estarossa, el mandamiento del amor.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro