𓏲 17: ¡Buenos días, Mami!
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Chaeyoung se levantó y le fue inevitable no sonreír al ver a Mina descansando tranquilamente, tal cual un dulce e inocente ángel
Acarició su mejilla recibiendo una fruncida de ceño de su parte, sonrió sin poder evitarlo y dejó un corto beso de buenos días en sus labios
— Chaeng — susurró Mina mientras sonreía, aún sin abrir sus ojos — Buenos días amor~ — saludó
— Buenos días, mi princesa — sonrió y ella la besó
Chaeyoung por supuesto que lo correspondió, pero su beso fue interrumpido por una alegre y efusiva Son Chaemi que corrió hacia ellas
— ¡Mami! ¡Mami! — Gritó — ¡No, Mami! ¡No! — Su emoción fue cambiada por una de enojo haciendo que Mina y ella se separan
— Amor, ¿que pasa? — Preguntó Mina haciendo que Chaemi las mirara a ambas como reclamándoles algo
— Mami Chaeng no besa — Ordenó la pequeña — ¡No!
— Pero cariño, ella es mi esposa — explicó Chaeyoung haciendo que Chaemi dejara de fruncir el ceño solo por unos momentos, mientras pensaba en cómo contraatacar con aquello
— Pero es mi mami — fue lo que dijo
— ¿No quieres que mami Chaeng me bese? — Preguntó Mina y su hija asintió — ¿Y qué pasa si yo beso a mamá Chaeng?
Los ojos de la pequeña se cristalizaron y Mina no pudo evitar sentirse mal por aquello
— Esta bien, no besaré a mamá Chaeng, ¿sí, princesa? — Chaemi asintió y con sus manitas frotó sus ojitos
— ¿Ves? Por eso no me gusta que se vaya a dormir con Nayeon y Jeong, después viene demasiado dramática — reclamó Son haciendo que Mina le diera un pequeño golpe
— Pero bien que no te quejas cuando nos quedamos solas, amor — Chaemi miró confusas a sus dos madres, sin saber a lo qué se referían. De igual manera sonrió cuando vió a su madre coreana hacer lo mismo.
— Buen punto, por cierto, tienes que vestirte, princesa — susurró Chaeyoung hacia Mina quien asintió con las mejillas sonrojadas al recordar la noche anterior
— Amor, ¿vamos a preparar el desayuno? — Propuso Mina hacia su hija quien asintió de inmediato — Esta bien, pero antes, ve a tu cuarto y colócate los zapatos, no puedes andar descalza por toda la casa, Chaemi, te puedes enfermar
La menor asintió y se bajó de la cama de sus madres para irse a la suya y obedecer las órdenes de su madre japonesa.
Mina se levantó y se vistió rápidamente para ir en busca de su hija, Chaeyoung por su parte prefirió darse una ducha ya que se sentía toda pegajosa y luego de realizar aquello se cambió.
— ¡Mami! — Gritó emocionada Chaemi mientras interceptaba a Mina en el pasillo.
La nipona sonrió y cargó a su pequeña en brazos para luego caminar directo a la cocina.
Tomó la silla que Chaemi usaba para alcanzar la mesa y la puso ahí mientras buscaba los ingredientes para preparar el desayuno
— Mami, ¿Tía Dahyun, Tía Tzuyu, Tía Jihyo, y tía Youngmi cuando vienen? — Preguntó la pequeña haciendo que Mina posara su atención en ella
— No lo sé amor, ¿quieres que las llame?
— Quiero ver a Lía, a Yuvin...¡Y también a Chris! — Expresó la pequeña mientras mencionaba a sus primos
— Pero ya los vas a ver en el colegio amor — La niña negó
— No, mami, yo no voy a ir al colegio
— ¿Y porque no?
— Por qué yo ya lo sé todo — sonrió orgullosa
— ¿Ah si? — Chaemi asintió — A ver, sabelotodo, dime cuál es esta fruta — señaló
— ¡Mango! — Gritó emocionada
— ¿Y está?
— Mami, son plátanos
— ¿Y de qué color son los plátanos?
— Uhmm... león... león... ¡Amarillo! — Gritó emocionada luego de unos segundos
— ¿Porque dijiste león?— preguntó curiosa
— Tía Tzu me dijo que cuando me olvidara de ese color pensara en León que es amarillo y por eso mami — Explicó
— ¿Ya te había dicho que eres la persona más tierna, cariño?
— ¿Me llamaban? — Habló Chaeyoung mientras entraba en la cocina y cargaba a la menor
— No Mami — respondió Chaemi mientras abrazaba el cuello de su madre para sostenerse
— Amor, ¿que es esto? — Siguió sus preguntas Mina
— ¡Fresas! — Respondieron Chaeyoung y Chaemi al unísono, haciendo que Mina sonriera enternecida
— Todas suyas — Las sirvió en un plato y se las entregó a Chaeyoung, quien junto a Chaemi, se dirigieron a la sala para poder comer aquella deliciosa fruta
— ¿Que quieres ver? — Preguntó Chaeyoung cuando se sentó en el mueble junto a su hija quien se había sentado en su regazo
— Uhmm, ¡Ese mami! — Gritó señalando una película que Chaeyoung ya antes había sido obligada a ver
— ¿Jefe en pañales? — Preguntó y su hija asintió tomando una fruta en sus manos — Pero ya vimos la película, amor
— Mami, no son igual — Respondió la niña — Ese es más largo — habló refiriéndose a la serie
— Está bien
Chaeyoung no tuvo más alternativa que tomar el control del televisor y colocar la serie que su hija quería.
Estuvieron viendo un rato hasta que el llamado de Mina las interrumpió
— ¡Chaeyoung! ¡Chaemi!
— Es mami — Informó Chaemi recibiendo un asentimiento por parte de su madre — ¡Sí! — Gritó emocionada cuando vió que su mamá Mina preparó su desayuno japonés favorito
Mientras Chaemi disfrutaba de su desayuno, Chaeyoung aprovechó aquel momento para acercarse a Mina y abrazarla por la cintura
— Ya no es una bebé — exclamó algo nostálgica Mina al ver como su hija iba creciendo de a pocos
— Amor, solo tiene 3 años — interrumpió Chae recibiendo una mala mirada de Mina
— Por cierto, Chaeng, tenía planeado ir a visitar a Jihyo y Daniel hoy — Confesó logrando que Chaeyoung hiciera un puchero
— ¿Justo hoy que trabajo?
— Lo siento amor, es solo que Chaemi quiere ver a Yuvin y a Lía — confesó haciendo que Son lo entendiera
— Está bien, pero, ¿Hasta que hora se quedarían?
— ¿Cinco? No lo sé amor
— ¡Mami! ¡Mira! — Las interrumpió la pequeña mientras señalaba contenta el televisor
— Sí, amor — Respondía Mina haciendo que Chaemi sonriera y volviera a concentrase en su desayuno
— Amor... Estuve pensando en lo de adoptar y-...— Mina agachó su cabeza haciendo entender a Chaeyoung que no quería tocar el tema
— ¿Podemos hablar de esto luego?— Chaeyoung asintió entendiéndolo antes de unirlas a ambas en un tierno beso
— ¿Ya no tienes que irte? — Insistió Mina al ver que era tarde
— Sí, desayuno, me cambio y me voy — Respondió Chaeyoung sentándose en la mesa
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— ¡Adiós Mami! — Se despidió Chaemi mientras agitaba su manita en dirección a su madre
— Adiós princesa, adiós amor — Le robó un beso a Mina haciendo que la mencionada se sonrojara y Chaemi solo se quejara
— ¡Yah, Mami Chaeng!
— Te traeré una malteada de fresa en el regreso, ¿si? — Chaemi asintió feliz para luego ver cómo su madre se iba alejando de ella
— Mami, ¿porque tú no trabajas? — Preguntó la pequeña quien estaba siendo llevada a su habitación por Mina
— Porque Mami Chaeng y yo decidimos que ella sea la que trabaje, para que yo me quede en casa cuidándote a ti y a tu her-...— Se quedó callada en ese momento haciendo que Chaemi se viera confundida
— Mami, ¿ibas a decir hermanito? — cuestionó con algo de esperanza
— N-No yo quería decir a tus queridos peluches, amor. Eso — Corrigió ganándose una mirada sospechosa de su hija
— ¿Iremos a ver a Yuvin y a Lía, Mami? — Preguntó de repente Chaemi al ver que su madre la iba a bañar
— Sí amor, iremos a verlos
La pequeña sonrió y luego se dejó cargar con Mina quien la llevó al baño para que la pequeña se duchara.
Luego de hacer esto, Mina la envolvió en una toalla y le quiso colocar un vestido verde agua pero la pequeña negó
— ¿No quieres el vestido?
— No, mami. Porque si vamos a ver a Yuvin yo voy a jugar y el vestido no deja — respondió la pequeña con un puchero
— Está bien
Esta vez tomó unos short, una blusa y sandalias para que la pequeña se pusiera; era verano y el calor era inmenso.
Así que lo entendía.
Mina luego repitió lo mismo que con su hija; se bañó, cambió y arregló, para luego guardar algunas cosas de Chaemi en un maletín, y así salir ambas de la casa, no sin antes haber lavado los platos.
— Mami, ¿vamos a ir en el auto? — Preguntó la pequeña
— Sí, cariño — Respondió mientras se dirigían al auto de Mina
Subieron y luego emprendieron camino a la casa de Jihyo, familia a la cual ya habían llamado para informarles que irían a visitarlos, recibiendo claramente el consentimiento de Jihyo.
Cuando llegaron, Chaemi se bajó de los brazos de su madre para correr a las habitaciones de sus primos.
Kang Yuvin tenía seis años y Kang Lia tenía tan solo cinco, pero era increíble como la pequeña Son podía jugar con sus primos sin ningún problema.
A pesar de la diferencia de edad, no era ningún impedimento para ganar en todos los juegos
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