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— Iré a hacer dormir a Chaemi — Avisó Mina —Por cierto, tenemos que hablar — Chaeyoung asintió ya teniendo una idea de lo que su esposa quería debatir.

Myoui tomó a Chaemi en brazos y luego la llevó hasta su habitación. Acomodó las sábanas y acostó a la pequeña para luego ir a buscar un libro del pequeño estante que Tzuyu se encargó de llenar con algunos libros para que le leyeran todas las noches

—... Entonces, el pequeño león junto a su hermana...

— Mami — llamó Chaemi logrando que Mina detuviera su narración para cerrar el libro y concentrarse en su hija

— ¿Que ocurre, cariño? — habló Mina con dulzura

Una dulzura que solo su hija y su esposa tenían el placer de disfrutar.

— ¿Porque yo no tengo un hermanito? —preguntó con un semblante triste

Mina no sabía que decir al respecto.

Con Chaeyoung habían quedado que solo tendrían una hija, y ya tenían a Chaemi, jamás pensaron en tener otra u otro bebé.

Sin embargo, la insistencia de su hija en tener un hermanito era tan grande que preocupaba a Mina, ya que ella no podía salir embarazada otra vez y, tampoco es como que estuviera en sus planes

— ¿Mami? — Preguntó Chaemi al creer que Mina no le prestaba atención

— Princesa, ¿por qué quieres tener un hermanito? — Chaemi la miró confusa — Eres consciente de que si mamá Chaeng y yo te damos un hermanito, ya no te pondremos tanta atención para atenderlo a él o a ella, ¿no?

Chaemi hizo una mueca y dudó en qué decirle a su madre.

Enserio quería tener un hermanito, pero, también amaba tener la atención de sus dos madres solo para ella

— Mami, compartiré — Aseguró luego de pensarlo algunos minutos — Compartiré su amor con mi hermanito

Mina sonrió enternecida y le indicó a su hija que se acercara más a ella para poder acostarla entre su brazo y su cuerpo, quedando así el pequeño libro en medio de ambas

— Entonces, ¿sí compartirías con tu hermanito o hermanita? — Preguntó Mina sin mirarla

— Sí, y también le voy a dar mucho amor — Chaemi se abrazó a sí misma haciendo que Mina chillara enternecida.

Chaemi era y siempre sería su más grande debilidad

— ¿No tienes sueño? — cambió el tema sin saber como terminar el anterior— ¿Quieres que ponga tu música para que duermas?

— Sí mami — respondió la niña en japonés, haciendo a Mina sentir orgullosa de que, con ayuda de Momo y Sana, su hija ya supiera decir algunas cosas en aquel idioma

— Te quiero mucho, princesa — Respondió Mina en el mismo idioma haciendo que Chaemi sonriera, dejando ver aquellos pequeños hoyuelos que a Mina volvían loca, por los tiernos que eran

Myoui tomó su celular y colocó la música para dormir mientras acariciaba la cabeza de su hija

Pasaron algunos minutos para que Chaemi cayera en un profundo sueño.

Mina sonrió y dejó un beso en su cabecita para luego levantarse con cuidado de no interrumpir el sueño de su pequeña y luego poder salir de la habitación

— Bájale el volumen, Chaemi ya está durmiendo — indicó cuando vió a Chaeyoung con el volumen del televisor muy alto

— Lo siento — Chaeyoung apagó el televisor para dedicar su atención a Mina— ¿De que querías hablar?

— Amor, Chaemi insiste en tener un hermanito — Mina suspiró y se dejó dar caricias por parte de su esposa cuando se acostó junto a ella

— ¿Enserio? — Mina asintió — Pero... Entonces, ¿porque no le damos un hermanito? — la japonesa levantó su mirada observándola de mala forma — ¿Que?

— Amor, quedamos en que solo tendríamos una hija — recordó su discusión hace algunos años atrás — Enserio, no me molesta, pero no quiero quedar embarazada de nuevo, fue súper difícil para mí y lo sabes — Chaeyoung asintió y dejó un beso en la cabeza de Mina — Además, recuerda la conversación que tuvimos con-...

— Lo sé, y te entiendo — la detuvo

La japonesa suspiró y creyó que aquella conversación ya había culminado, cuando de pronto Chaeyoung habló terminando con aquel silencio incómodo

— ¿Y si adoptamos? — Propuso

Mina se levantó y se sentó para mirar mejor a su esposa, sin saber que decir o hacer 

— Si el problema es que no quieres estar embarazada otra vez, ¿porque no adoptamos a un niño o niña, Minari?

— Chaeng, no es que sea un problema, solo...

— Lo sé, pero, vamos piénsalo, ¿no sería lindo adoptar? — Insistió

Mina lo pensó mucho.

A pesar de que no estaba en sus planes, sabía que tener a otra personita jugando y riendo por la casa junto a Chaemi era súper lindo de tan solo imaginarlo.

— Déjame pensarlo, por favor — Pidió y Chaeyoung asintió antes de darle un tierno beso en sus labios

— No te presiones, ¿bien? Si no quieres amor, podemos darle a Chaemi un perrito o un gatito para que se entretenga y ya no piense en tener un hermanito — Mina rió ante la ocurrencia de su esposa

— Chaeng, pero, ¿tú quieres tener otro hijo? — Preguntó Mina mirando curiosa hacia su esposa

— Cariño, sabes que yo siempre voy a estar para tí, en todo, y voy a entender si es que no quieres, así como te voy a apoyar cuando estemos de acuerdo — Sonrió

— No respondiste mi pregunta — Añadió Mina con un puchero

— Sabes que me gustaría tener otro hijo o hija porque la o lo cuidaríamos, juntas. Y todo lo que sea junto a tí me encanta y fascina de sobre manera, por el simple hecho de que tú estás ahí. Conmigo — Acarició la mejilla de Mina viendo su leve sonrojo

— Son Chaeyoung eres demasiado cursi — Rió Mina dando pequeños golpes en el cuerpo contrario

— Pues, Myoui Mina tú eres demasiado hermosa

— Eso ya lo sé — Chaeyoung rió y giró su rostro para poder observar mejor el de su esposa

Aún era como un sueño para ella.

Se le hacía imposible de creer el hecho de que aquella hermosa, tímida, simpática y grandiosa chica que tenía abrazada, era su esposa.

¿Como es que pasaron de ser mejores amigas a novias, y de novias a esposas?

Todo había ocurrido tan rápido que de tan solo recordarlo Chaeyoung se sentía tan nostálgica

Tan...especial.

La coreana dirigió su mano hacia la de Mina y la entrelazó con la suya, delante de ambas para que pudieran verlas al realizar tal acto

Encajaban perfectamente, como si se hubieran hecho para estar juntas toda la vida

— Te amo demasiado — dijo Mina — Y no me importa cuantas veces te lo diga, no me voy a cansar

Chaeyoung sonrió y dirigió sus labios a la mano de Mina, la cual seguía entrelazada con la suya, para dejar un corto beso ahí.

La nipona sonrió y se aferró más al cuerpo de su esposa, aspirando una vez más el dulce aroma que su cuerpo desprendía

— Solo... tengo miedo de que no podamos ser buenas madres, Chaeng — confesó Mina — Solo era miedo

— Amor, recuerda que juntas podemos vencer todo, ¿está bien? Y ahora nuestro próximo objetivo es vencer ese miedo que te atormenta

— Gracias Chaeng — Mina dejó un beso en la mejilla contraria

— Recuerda, siempre juntas — Mina sonrió y escondió su cabeza en el espacio del cuello y pecho de la coreana para intentar dormir

Habían pasado varios minutos, en donde Mina sintió que la respiración de Chaeyoung se volvía menos pesada, indicándole que ya se había dormido.

Y ahí fue, donde habló

— Creo que quiero darle un hermanito...

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