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Faltaba un día para el 8 de Septiembre, día del cumpleaños de Son Chaemi. Desde ya, Mina y Nayeon estaban preparando todo para la fiesta. Y digo también Nayeon porque era la más emocionada por ese día.

— ¿De que va a ser su temática, Mina? —Preguntó Nayeon hacia la nipona

Ambas venían planeando esto desde hace una semana y es que cuando a Nayeon se le inquietaba con algo, nadie podía pararla.

La temática no la habían pensando demasiado hasta el día de hoy. ¿Y si era de pingüinos? ¿O tigres? ¿O pingüitigres suponiendo que existieran?

— No lo sé. Pero sería genial si fuera de pingüinos — sugirió la nipona sonriendo y Nayeon negó

— No Minari, eso es algo que te caracteriza a tí, no a mi querida sobrina Mimi — Asentí, era cierto en gran parte

— Pero entonces no sé qué temática hacer

— ¡Mina! — gritó Chaeyoung desde la habitación que compartían

Mina le dió una mirada rápida a Nayeon para que siguiera pensando en las posibles opciones y luego comenzó a dirigirse a su habitación. Cuando llegó pudo ver a Chaemi sentada frente a Chaeyoung, la más pequeña riendo y la mayor con un pequeño puchero

— Amor, Chaemi no quiere cambiarse — acusó Chae con su esposa

— ¿Eso es cierto cariño? — Preguntó Mina hacia Chaemi la cual negó levemente con su cabeza

— ¡No! ¡Ama Chaeng! ¡No! — Fueron las palabras de su hija

— ¿Mamá Chaeng no sabe cambiarte amor? — Preguntó nuevamente y Chaemi asintió elevando sus brazos hacia su mamá Mina para que la cargase

— ¡Se mueve mucho! — volvió a decir Son a la par que hacía un puchero para su esposa

— Sabes que debemos salir amor, debes ponerte la ropa que tía Nayeon compró para tí — explicó dulcemente causando que cierta duda sobre si vestirse o no invadiera la mente de la pequeña —¿Acaso no te gusta?

— Si, guta — respondió haciendo que Mina sonriera

— ¿Entonces? — no obtuvo respuesta —¿Quieres que yo te cambie? — propuso y Chaemi asintió

Mina tomó el polo de su menor hija y comenzó a colocárselo tratando de no hacerle daño. Cuando terminó, tomó el pequeño short de Chaemi y, sin ningún inconveniente, se lo colocó.

— ¿Enserio Chaemi? ¿Porque con mamá Mina sí? — Preguntó Chae hacia su hija la cual rió

— Porque me ama más que a tí — Dijo Mina presumiendo

— ¿Chaemi? — la llamó Chaeyoung haciendo que su hija la mirase — ¿A quien quieres más? — Preguntó — ¿A mami Mina o a mamá Chaeng?

Chaemi miró primero a Mina y luego a su otra mamá tratando de decidir.

— Amo a dos — Fue la respuesta de la pequeña haciendo que Mina le diera un beso en su frente

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Habían llegado hace algunos momentos al centro comercial. Nayeon les había avisado que la semana pasada vió un sitio donde podían encontrar todo lo necesario para la fiesta.

— Amor, iré con Nayeon a ver lo de las decoraciones. ¿Puedes estar con Chaemi por mientras? — Preguntó Mina estando frente a la tienda de decoraciones

La coreana asintió y cargó a Chaemi para luego ambas irse a recorrer diversas tiendas mientras las otras dos iban comprando todo lo que necesitaban para el día de la fiesta.

De más estaba decir que tenían gorras, abrigos y lentes para no ser reconocidas por nadie. Tenían suerte de que hiciera frío o sino sería raro ver a tres mujeres y una bebé vestidas de esa forma.

— ¿Que deberíamos hacer? — Preguntó Chaeyoung observando el lugar

— ¡Peitos! — Gritó emocionada Chaemi señalando una tienda de mascotas en la cual se veían varios perritos

Chaeyoung se acercó al lugar y bajó a Chaemi de sus brazos para luego ver cómo su pequeña se apoyaba en el vidrio viendo los perritos como lo más hermoso y único del mundo

— Peito — repitió la pequeña Son señalando al animal con su dedo índice

— Lo siento princesa, pero a mami Mina no le agradará la idea de llevar a casa un perrito — explicó la mayor volviendo a cargar a su hija para comenzar a alejarse de aquellos animales

— ¡No! Mi peito — volvió a decir recibiendo la misma respuesta por parte de su madre

— No podemos cuidar un perrito Chaemi— La menor se cruzó de brazos

Chae rió ante la acción de su hija y luego siguió recorriendo diversas tiendas hasta que su pequeña se vio interesada por una en particular

— ¡Ma! — gritó la menor señalando una tienda de peluches

— ¿Quieres entrar? — Preguntó recibiendo un asentimiento y una sonrisa

Ambas entraron al lugar y luego Chaeyoung bajó a Chaemi la cual quería abalanzarse hacia los peluches.

Estuvieron un largo tiempo ahí, habían diversos tipos de animales de peluches, que la pequeña Son no se cansaba de preguntarle a su mamá que animal era

— Esa es una ballena — Dijo Chaeyoung cuando su hija le enseñó el peluche

— ¡llena! — repitió para luego dejar el animal de lado y coger otro — ¡Ino! — gritó

— Si princesa, es un pingüino 

Los únicos animales que Chaemi reconocía eran el pingüino, el perrito y el tigre.

— Ese es un conejo — dijo Chaeyoung

— ¿Nejo?— interrogó — ¡Tía Nay! —vínculó la menor haciendo que Chae riera

— Sí, así es

— Ma, ese — preguntó dándole otro peluche

— Ese es un león amor — Indicó

— ¿Eón?— miró al animal y luego lo abrazó — Amo amo — repitió sin dejar de abrazar el peluche

Chae vió esto y se le fue inevitable no sonreír, así que levantó a su hija, quien no se desprendía de aquel peluche, y luego se dirigió a la caja para poder pagarlo.

— Buenas tardes —saludó la cajera —¿Me permite? — preguntó refiriéndose al peluche

Chaeyoung asintió y trató de quitarle el animal a Chaemi pero la menor no quiso y solo se aferró más a él

— ¡No! ¡Mío! — dijo haciendo un puchero molesto

La cajera rió

— Lo siento solo que...

— No se preocupe. Está bien — habló la señorita que las atendió y luego se acercó a otro peluche para poder ver el código

Chaeyoung terminó de pagar todo y luego ambas salieron de la tienda. La pequeña Son estaba súper alegre, no paraba de sonreír y de vez en cuando de dar pequeños besitos en la cabecita de su peluche

El celular de Chaeyoung comenzó a sonar, así qué pasó la carga del cuerpo de su hija a su brazo derecho para luego, con el izquierdo, poder responder la llamada

— ¿Amor? — Preguntó Mina al otro lado de la línea

— ¿Que pasa Minari?

— ¿Donde están? — Preguntó la nipona

— Hmm...— Chaeyoung miró algún local conocido donde la nipona pudiera ubicarse— Cerca de Starbucks, el del segundo piso

— Entiendo. Por cierto, ya acabamos de comprar, ¿te parece si nos encontramos en el estacionamiento?

— Claro Minari

— Esta bien, te amo

— Yo igual

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Cuando Chaemi y Chaeyoung llegaron al estacionamiento, pudieron ver a Nayeon y Mina guardando las cosas en el auto.

Se acercaron y Mina les sonrió para luego dejar un beso en los labios de su esposa y uno en la frente de su hija.

Subieron las cuatro al auto, con Nayeon, y luego Chaemi habló

— ¡Mami! ¡Mia Mia! — indicó a su mamá Mina que mirara su peluche — ¡Eón!

— ¿Un león? — Su hija asintió — Es muy lindo

— No me dejó opción, realmente se enamoró del león — explicó Chaeyoung a la par que comenzaba a conducir

— ¡Tía Nay! ¡Ejo! ¡Ví! — comenzó a explicar la pequeña hacia su tía

— ¿Viste un conejo? — preguntó y Chaemi asintió sonriendo

— ¡Ino!

— ¿También viste un pingüino?

— ¡Sí!

Mina rió junto a las demás por el entusiasmo y esfuerzo que ponía Chaemi para contar lo que vió.

Gracias a ese peluche, fue cuando descubrieron el animal favorito de su pequeña Son Chaemi ; un león. 

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