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— ¿No crees que estás exagerando? — comentó riendo Mina hacia Chaeyoung la cual se encontraba nerviosa porque le habían informado que en menos de un mes ya podría tener a su pequeña bebé en brazos.

Durante los últimos meses, con ayuda de la doctora, Mina pudo observar cómo su pequeña princesa iba creciendo en su vientre de manera sana y agradable.

Sería mentirles si les dijera que Mina no estaba nerviosa, claro que lo estaba y mucho, pero comparada con Son Chaeyoung, había mucha diferencia.

La más baja estaba demasiado intranquila con la llegada de su hija. Sentía que debía estar con Mina en el momento que su pequeña princesa deseara salir y por eso no se apartaba mucho de su novia.

— Claro que no, Minari — contestó acariciando la mejilla de la extranjera

— Sí lo es Chaeng. ¿Como vas a dejar a Jeongyeon a cargo de todo? Por dios, eres demasiado protectora — Respondió Mina logrando que Chaeyoung riera — ¿Que es tan gracioso?

— Mina, no estoy siendo exagerada como tú piensas. Si he decidido encargarle a Jeongyeon la agencia es porque quiero estar en el momento que Chaemi llegue al mundo — Se levantó y se apoyó en su brazo para observar mejor a Mina —Tu y Chaemi son mi prioridad Minari. Por favor entiéndelo. Sé que por lo del embarazo tus hormonas están alteradas y-...¡Auch! — Se quejó en el momento que recibió un leve golpe de parte de Mina

— Seguiré pensando que exageras Son Chaeyoung. Y no cambiarás eso — Mina se giró para apagar la luz de la lámpara que era su única iluminación en aquella noche.

Chaeyoung suspiró riendo y se acostó junto a Mina, abrazándola por su espalda de al forma en la que podía dejar pequeños besos en el hombro de la japonesa.

— ¿Sabes? Nunca pensé que tendría un bebé a mis 31 años de edad. Eso no estaba en mis planes, creo que en los tuyos tampoco ya que nunca lo hablamos. Hace solo dos años que acabó Twice y con todo lo de la agencia, pensé que me enfocaría solo en eso — confesó Chaeyoung logrando que Mina, aunque no la estuviera viendo frente a frente, posara toda su atención en la coreana — Pero, hace unos meses cuando me dijiste que estábamos esperando un bebé yo... carajo, me emocioné demasiado — sonrió al recordarlo — Siempre pensé que estaría incómoda en ese momento, pero por el simple hecho de que eres tú quien me ha dado tal sorpresa, todo se vuelve... hermoso. Es algo que nunca llegaré a entender, como tú puedes cambiar mis planes por completo volviéndolos tan sencillamente perfectos — Mina también sonrió pero no se volteó a ver a Chaeyoung. Sentía que la coreana aún tenía muchas cosas que decir

— Te digo todo esto para que entiendas, Myoui Mina, que pase lo que pase siempre, pero siempre, te voy a amar, porque es algo que tengo muy en claro. Tal vez ya te dormiste, o tal vez soy yo la que quería desahogarse y ser sincera consigo misma. Pero no podía dejar de pensar en que tú creías o crees que solo estoy contigo por compromiso o por Chaemi. Momo me dijo que estabas insegura de lo que realmente sentía por ti — Mina seguía escuchando todo sin decir nada — Por eso quería que supieras lo que significas en mi vida y ahora lo que Chaemi también — Chaeyoung suspiró — Estoy segura de que si alguna de ustedes decide dejarme yo... yo no lo soportaría Minari, simplemente no podría hacerlo

Mina supo que era momento de reaccionar así que se giró quedando su rostro cerca al de la coreana. Acarició su mejilla y luego habló

— Yo no dudo de ti Chaeng, solo que aún me es difícil creer que estemos juntas. Siempre fuimos mejores amigas y jamás pensé que nos convertiríamos en esto. — Agachó su cabeza. Chaeyoung no era la única que se preocupaba

— Pues ahora es así. Es así porque yo realmente te amo, y mucho mi pequeña y tontita pingüina — aclaró acercando su rostro aún más al de la japonesa — Y perdón si alguna vez hice algo para que tú dudaras de la verdad

— No te preocupes, gracias por sincerarte conmigo — dijo Mina y Chaeyoung asintió, la verdad solo no quería preocuparse por cosas inexistentes —, duerme, es tarde

Mina dejó un corto beso en los labios de la coreana para luego ambas quedarse dormidas

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Una semana después

— R-Respira Minari. Falta poco para llegar — pidió Momo quien conducía hacia el hospital más cercano desde la casa de Mina.

La japonesa mayor había llegado a visitar a su fiel compatriota hace algunos minutos, pero lo que ella no sabía era de que ese mismo día, aquel 08 de setiembre de ese mismo año, Son Chaemi llegaría al mundo para complementar la vida de sus dos madres.

— Respira Minari o me vas a poner más nerviosa

Volvió a pedir Momo en el momento que estacionó el auto frente al hospital. Bajó rápido y ayudó a Mina a hacer lo mismo.

Con la menor quejándose de dolor, Momo ingresó al hospital pidiendo ayuda a las enfermeras que estaban rondando cerca

— Está teniendo contracciones, eso creo —habló con duda ya que no tenía ni la más mínima idea de lo que esa palabra significaba, simplemente la escuchó en alguna parte.

— Espere aquí por favor — Pidió la enfermera dejando a Momo con los nervios de punta esperando en aquella sala de hospital sin tener información exacta de lo que ocurría allí dentro

Apenas Mina ingresó a la sala, Momo decidió tomar su teléfono y llamar a Chaeyoung

Buscó entre sus contactos pero debido a la desesperación no podía encontrar el nombre de la coreana. Así que luego de unos minutos recién pudo visualizar la letra "E" de Enana Son Chaeyoung y le marcó

— ¿Momo? — Preguntó Chaeyoung en el momento que contestó aquella llamada

— ¡La bebé! ¡La bebé! — Gritó logrando que todos los sentido de Chaeyoung se pusieran alerta

— ¿Que pasa con la bebé? ¿Ocurrió algo? ¿Donde está Mina? ¿Ella está bien? — Se apresuró a preguntar Chaeyoung

— ¡Ya viene! ¡Ya va a nacer Chaemi!

— Oh por dios Momo, voy para allá

— ¡Espera! ¡Ni siquiera sabes que hospital es!

Pero Chaeyoung colgó. Debía llegar lo antes posible.

Ya iba a tener a su primera hija en brazos.

Ya iba a nacer su pequeña princesa: Son Chaemi.

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