♡︎ O3
Después de unos días, los Park -aunque Lisa ya no era Park, ellos seguían siendo familia (palabras dichas por Lisa)-, empezaron a alistarse.
Lisa se levantó a las cuatro de la madrugada para arreglar algunas cosas que faltaban para el viaje.
Se dirigió al cuarto de su hijo para ver cómo estaba su bebé, cuando supo que se encontraba bien, fue donde su hija mayor, quien estaba sentada en la orilla de su cama.
—¿Mami? —preguntó algo confundida la niña.
—¿Qué haces despierta, bebé? —preguntó, sentándose al lado de RyuJin.
—Es que soñé algo muy bonito. —comentó con una sonrisa.
—¿Si? ¿Me quieres contar? —acarició el cabello oscuro de su hija.
—Pues... Que volvíamos a ser esa familia, que éramos como antes e íbamos a hacer un picnic. —comentó recargando su cabeza en la pierna de Lisa.
—Mi amor... Sabes que eso no se va a poder. —soltó un suspiro pesado.
—Pero mami, ¿Tú sigues queriendo a mamá? —cuestionó con sus ojitos cerrados.
—Claro que la quiero, así como te quiero a ti y a Jake. —sonrió dejándole un beso en la cabeza.
—Yo también los quiero mucho a los tres, mami. —comentó ya en un murmuro, para caer dormida otra vez.
***
Ya eran las siete de la mañana y su vuelo salía a las nueve y media. Rosé se encontraba abriendo la puerta de la casa de Lisa.
—¿Tú cómo entraste? —preguntó la menor saliendo de la cocina.
—Me asustaste, pensé que estabas dormida, y, ¿Te acuerdas que me dijiste que me quedara con las copias de las llaves? —habló con obviedad.
—Oh, es cierto —se rascó la nuca—. ¿Desayunaste en tu casa o vienes a desayunar con los niños?
—Vine a desayunar con los niños.
—Tienes la cocina, puedes cocinar para todos. —dicho eso, Lisa se fue a la habitación de su hija para despertarla y meterla a bañar.
Rosé soltó un suspiro y fue a hacer el desayuno. Unos quince minutos después se escucharon pasos y sabía que podrían ser sus hijos.
—¡Mamá! —exclamó RyuJin muy emocionada.
—Hola, bebé. —se puso de rodillas y cargó a su pequeña.
—¿Ya nos vamos a ir? —ella no quitó el entusiasmo en su voz.
—Mmh, ya falta poco, solo desayunamos y nos vamos. —la bajó para sacar las tazas y la leche.
RyuJin asintió y se dirigió a la sala para jugar con el celular de su madre alfa.
***
Después de unos cuarenta y cinco minutos ya se encontraban camino al aeropuerto. Solo faltaban unos quince minutos para llegar.
Este viaje sería muy largo, pero también muy emocionante para los niños, y eso era lo que tenía muy feliz a Lisa.
En estos instantes, la omega tenía su cabeza recargada en la ventana del auto, perdida en sus pensamientos y recuerdos de cuando todavía tenía de esposa a Rosé.
La vez que se enteró que estaba embarazada de RyuJin y le contó a Rosé, o cuando la alfa le había pedido que se casara con ella, también cuando se enteró que otra vez estaba embrazada y su pequeño príncipe venía en camino.
Aunque Lisa sabía que lo que pasó luego fue por el bien de las dos.
¡Gracias por leer!
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