♡︎ O1
Lisa empezó a apurar su paso, ya que se le estaba haciendo tarde para llegar por sus hijos.
Lo bueno era que a la escuela donde iban era para preescolar y primaria, así que podía pasar por los dos al mismo tiempo.
Hoy le tocaba a ella pasar por los niños, Rosé mayormente los tenía los fines de semanas, ya que toda la semana tenía que trabajar a pesar de ser la dueña de Park Entertainment, aunque también se tomaba tiempo para ir por ellos y pasar un rato y hasta ayudar a RyuJin en su tarea.
Cuando llegó se encontró con la sorpresa de que Rosé estaba ahí.
—Rosé, ¿Todo bien con los niños? —preguntó algo asustada.
Park volteó a verla y sonrió.
—Claro que sí, solo que hoy quise pasar por ellos, pero se me olvidó llamar para avisarte —dijo algo apenada—. Los quiero llevar a comer.
Lisa solo asintió.
—Yo había preparado la comida. —murmuró para sí misma.
Rosé de todas formas escuchó lo que había dicho.
—Si quieres podemos comer todos juntos, también quiero hablar de otro tema contigo. —habló tranquila.
Lisa asintió y soltó un suspiro.
—Está bien.
Después de eso se quedaron en silencio hasta que vieron que salió su hijo, siempre dejaban salir a los más chiquitos primero y de manera ordenada.
Las dos se acercaron y Rosé cargó a su bebé.
—Hola, príncipe —saludó dejando un beso en su cachete—. ¿Cómo se portó? —se dirigió a la maestra de Jake.
—Oh, se portó bien, pero estaba algo inquieto, cuando le preguntamos por qué estaba así nos dijo que extrañaba a sus mamis. —contestó con una sonrisa.
—Oh, está bien. Vamos a hablar con él. —Lisa le respondió correspondiendo la sonrisa.
Dicho eso la maestra se fue, las dos se hicieron a un lado mientras Lisa cargaba a Jake y hablaba con él, preguntando el por qué extrañaba a sus mamás si él ya había mejorado respecto a esas situaciones cuando iba a la escuela.
Rosé sonrió cuando vio salir a su hija, RyuJin sonrió en grande cuando vio a sus madres juntas.
—¡Mamás! —gritó emocionada.
—Ey, hermosa. —Rosé la cargó cuando RyuJin estiró sus brazos para que la levantara.
—¿Cómo te portaste el día de hoy, bebé? —preguntó Lisa, dejando un beso en su cabecita.
—¡Bien, me gané una estrellita! —exclamó feliz.
—Eso es, bebé —comentó la Australiana—. Vamos ya. Lisa, ¿Traes tu auto? —preguntó, viendo a la mencionada negar—. Vamos todos en el mío entonces.
Lisa asintió y se dirigieron al carro de Rosé.
adaptación © luvsran
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