Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Fin

Había pasado una semana, las heridas más leves ya habían sanado. Donatello controlaba todos los días el estado de su padre, a veces su presión llegaba a caer y sufría pequeños paros cardiacos, lo que asustaba al menor de los Hamatos, pero para su suerte, el roedor aún estaba bien.

Raph: cuanto más lo tendrás así? –serio-

Donnie: me temo que si vuelve a tener otro ataque deberé despertarlo –susurra viendo su taza de café a medio tomar-

Mikey: no puedes hacerlo ahora, no quiero que vuelva a sufrir –impaciente-

Leo: -lo toma de los hombros- me temo que estoy de acuerdo con Miguel Ángel, debes hacerlo ahora

Raph: qué pasa si escapa?

April: podríamos acomodar el sótano y tenerlo allí abajo

Casey: dentro de la jaula sería mejor –serio-

Leo: bien, Mikey y yo nos encargaremos de arreglar la jaula, ustedes ayuden a Donnie a despertar a sensei –yéndose con su hermanito-

Donnie: -suspira- vamos

De esa manera cada grupo se dedicó a lo suyo. Mikey, preparo una acogedora cama para su padre, Leonardo le paso las cosas ya que aunque su hermano tuviera razón, una parte de él, prefería que Splinter muriera y así todo estaría en paz o casi todo.

Donatello, de a poco y con cuidado, fue retirando los cable y demás cosas del cuerpo de su padre, April y Casey con cuidado los guardaban o limpiaban. Para Raphael aquello no tenía importancia, le daba igual si él vivía o moría.

Una vez que terminaron, con cuidado lo trasladaron al sótano, donde esperaban tranquilos las otras dos tortugas, entre Miguel Ángel y Donatello lo dejaron en la cama, salieron y esperaron alrededor de 20 minutos, para que su maestro despertara, lentamente se fue incorporando, mirando a su alrededor, viendo las caras de sus hijos y discípulos.

A estas alturas esperaba estar muerto, a modo de compensar todo el daño que les había causado, pero allí estaba, casi sano y viendo cada emoción que les transmitían.

Donnie: te saque del coma, por el hecho de estabas teniendo algunos ataques cardiacos

Mikey: no te preocupes aun estaremos cuidando de ti –sonríe animado e inocente-

Raph: que hable por el -susurra bajo a su amigo, quien le afirmo lo dicho-

Donnie: en fin, por hoy puedes descansar tranquilo, las curaciones las hago en la mañana -suspira y se retira-

Al igual que Donatello, todos se retiraron con excepción del menor, quien se quedó charlando con el mayo. Splinter apenas lo escuchaba, sabia de sobras que la bondad de su hijo era enorme, pero tenerle compasión a él era algo malo, jamás lo perdonarían por el daño que causo y él tampoco se lo perdonaría, cuando estuviera curado por completo iría por la escoria que lo arrastro a dañar a su preciada familia.

Arriba los otros charlaban sobre lo que debían decirle al más joven.

Leo: por última vez, no haremos eso, saben bien lo sensible que es –serio-

Raph: tiene que aprender –serio-

Donnie: -escuchando atento- yo creo que deberíamos dejarlo ser, solo vera la verdad

Mikey: cual verdad? –acercándose curioso-

Todos en la sala callaron al escucharlo, lo que puso en alerta al menor, acaso había algo que él no debía saber y si era así, rogaba que no fuera nada malo.

April: no es nada malo, es solo que... -viendo a los otros buscando algo de ayuda-

Raph: creemos que lo que haces está mal –yendo directo al grano-

Mikey: mal? Porque? –sin entender-

Leo: no está mal, solo queremos que seas cuidadoso, que no te confíes...

Donnie: es verdad, aún no sabemos si está o no libre de el –sonríe leve-

Casey: en verdad creen que se tragara eso? –le susurra al de rojo-

Raph: siendo Mikey, me temo que si –suspira-

Mikey: oh, entiendo –sonríe- tendré mucho cuidado –yéndose feliz a la cocina-

April: sería bueno no molestarlo y dejarlo, claro que alguien deberá vigilarlo

Donnie: estaba pensando en colocar algunas cámaras –serio-

Leo: perfecto, pero luego del entrenamiento –levantándose- los espero afuera –saliendo de la casa-

Donnie: iré por Mikey –yendo a la cocina-

Raph: vigílenlo, cualquier cosa que haga nos avisan –yendo con Leonardo-

Donnie: Mikey? –viéndolo desde la puerta-

Mikey: -lo mira y suspira- tú también crees que hago mal en querer perdonarlo –susurra-

Donnie: no queremos que te ilusiones y luego sufras más –acercándose- sé que lo entiendes

Michelangelo suspiro y solo asintió suave, termino el agua que se había servido y luego siguió al mayor, para el entrenamiento de ese día. Realmente no estaba seguro de creerle, pero que más podía hacer en esos momentos, solo esperaba no equivocarse.

El resto del día paso sin problema, el menor se quedó cuidando de su padre, mientras Leonardo y Raphael ayudaban al genio con las cámaras. Después de terminar regresaron arriba, donde podían ver como el pequeño charlaba con su padre, este lo miraba con paciencia y un poco de tristeza, debían admitir que allí no estaba ese hombre que destrozo fácilmente sus vidas.

Leo: realmente no sé qué pensar –viendo la pantalla- ojala no nos equivoquemos –suspira yéndose a su cuarto-

Esa noche Raphael se quedaría con Splinter, no es que desconfiara de su hermanito, pero de cierta forma no podía darse el lujo de dejarlo allí, a Miguel Ángel aquello no le pareció justo, pero no quería causar ya más problemas de los que habían, aun así se quedó dormido en la sala.

Leonardo por otro lado miraba atento la pantalla, le había pedido la pc al genio del grupo, pues no quería quitarle los ojos a su hermano de rojo. Confiaba en él, pero sabía que cualquier provocación lo haría estallar, paso un rato viéndolo, notando que nada cambiaba, pronto vio su padre y un ligero cosquilleo recorrió su cuerpo, cada parte de él deseaba ser tocado, gruño molesto y cerro la pc, lo odiaba y nada cambiaria las cosas.

Después de unas semanas, Splinter ya empezó andar, obviamente que no le permitían salir de aquel sótano, por lo cual se dedicaba bastante a meditar, buscando una forma de contra restar el ataque del Rey rata. De sus hijos quien solo le hablaba era el menor, Donatello solo entraba y le revisaba las heridas, principalmente la del ojo, el cual ya no podrá recuperar.

Hoy era otro día en el cual Michelangelo le hablaba de varias cosas, aunque ya lo había visto triste varias veces, pero que podía hacer, lo había lastimado aunque no físicamente.

Yoshi: Miguel Ángel, no necesitas venir más, no merezco una compañía tan buena como la tuya, por favor no vuelvas

Mikey: -sorprendido- pero sensei, a mí no me molesta venir –sonríe mientras se le cristalizan los ojos- por favor, papá

Splinter le dio la espalda, sabiendo que solo perdería lo último bueno que tenía en su vida, el menor sollozo y salió de allí y de la casa, corrió ignorando los llamados de sus hermanos. April bajo y miro al roedor, notando que había sido su decisión y nada podría cambiarla, entristecida subió y espero a los muchachos.

El menor no supo cuánto había corrido, pues cuando lo noto estaba cerca del lago, ya que había caído en él, atrás suyo estaba Leonardo quien le ayudo a salir y lo abrazo, sintió dos pares de brazos más junto a unos cuantos jadeos; pero eso no le importaba, su padre lo había apartado y no podía entender porque.

Leo: tranquilo hermanito, te prometo que resolveremos todo –acariciándole el caparazón-

Donnie: sabemos que lo que hizo no está bien, pero debes entender, que tanto nosotros como el estamos sufriendo

Leo: a lo que se refiere es que debes ser paciente, no lo fuerces –limpiándole las mejillas-

Mikey: no quiero que nos deje de nuevo –susurra sollozando-

Raph: no lo hará, te ama a pesar de lo que hizo –susurra-

Aquellas simples palabras calmaron al menor, simplemente no podía mentirle, aquel hombre los amaba y se había dejado tratar de esa forma a modo de compensar el daño les causó.

Una vez que el menor se calmó por completo, lo llevaron de regreso a la casa, los tres mayores notaron el repentino silencio que había, lo que significaba una cosa, el Rey rata estaba cerca y debían prepararse. Obligaron al menor a correr sin decir porque, aunque este lo tomo como un pequeño juego. Ya en casa, Leonardo empezó a dar indicaciones, no quería que ninguno saliera herido, cerraron y ocultaron la puerta del sótano, no debían dejar que ese infeliz controlara de nuevo al roedor.

Leo: esta atentos, no quiero que nos sorprendan –serio-

Donnie: ya están aquí –enseñándoles un video de vigilancia-

Leo: hagamos esto, no podemos dejar que nos destruya –viendo a su familia y amigos-

Todos asintieron y salieron tras su líder a darle la cara al destino, afuera estaban tres enormes ratas y en una estaba montado Falcón.

Rey rata: y bien, donde está mi preciada mascota?

Leo: eso es algo que a ti no te importa –viéndolo serio-

Rey rata: mh, ya veremos si dices lo mismo una vez que te aprisione de nuevo –ríe leve-

Raph: cierra la boca –le lanza unos shuriken-

Uno de los roedores uso su cola, protegiendo a su amor, mientras que el otro se lanzaba al ataque, Casey y April fueron contra ese, Raphael y Miguel Ángel fueron contra la otra rata, Dónatelo, ataco primero logrando asestándole un golpe a Falcón, mandándolo contra un árbol, Leonardo ataco y con rapidez decapito al roedor, bañándose un poco en su sangre, aquello enfureció a las otras dos vestías, pero no realizaron ningún movimiento, con rapidez Raphael y April las mataron. (Lo admito, soy pecina redactando un combate xD)

Leo: -se acerca a Falcón- aquí termina todo

Falcón: conozco sus reglas y se bien que no pueden matar

Leo: te equivocas y esta es una prueba –sin dudar le clava la espada en el corazón-

Donnie: pero tienes razón, no matamos a menos que nos amenacen –sonríe tranquilo-

Leo: -ríe suave-tienes razón

Mikey: leo? –lo mira inquieto-

Leo: -sonríe- ve

Miguel Ángel corrió adentro y fue con su padre, muy feliz le contó lo sucedido, Splinter lo miro con asombro y más al ser sacado de su jaula.

Mikey: ven, velo por ti mismo –feliz-

Splinter no dijo nada y solo lo siguió con algo de inquietud, fuera estaban no solo sus hijos y los dos humanos, sino cuatro cuerpos más, las tres ratas enormes y el de Falcón.

Mikey: ves, terminamos con el –sonríe animado-

El maestro miro a sus hijos en especial al mayor quien aún tenía rastros de sangre. Leonardo se acercó tranquilo dedicándole una pequeña sonrisa.

Leo: sé que quizás no estés feliz con esto, pero es la decisión que tomamos –viéndolo con determinación-

Yoshi: -asiente- solo no lo vuelvan un habito –susurra-

Leonardo sonrió un poco más y algo dudoso lo abrazo, el mayor tembló ante el acto, pero correspondió un poco fuerte, pronto sintió más brazos envolviéndolo, lentamente se dejó car mientras sollozaba.

Leo: ya todo paso, ya nadie volverá a lastimarnos –susurra-

Después de llevar al mayor adentro, se decidieron de los cadáveres en una fosa en el bosque, tanto Michelangelo como April se quedaron en casa, preparando una rica cena a modo de celebración.

Leo: creí que no lo perdonarías?

Raph: no lo he hecho, solo no quería molestar a Mikey –susurra- para él es importante

Donnie: opino igual, es difícil perdonar a quien te hirió

Leo: lo sé, pero se siente raro hacerlo, aunque no puedo poner toda mi confianza en él, puedo permitirle sentirse aliviado un poco

Casey: y se suponía que Mikey era el sensible –ríe suave-

Leo: -sonríe- creo que aprendí un poco de el –suspira- esta refrescando, regresemos

Los cuatro jóvenes, volvieron a casa en donde los esperaban con ansias. En la sala, Splinter meditaba sobre todo lo ocurrido, juzgándose por no haber podido evitar tal sufrimiento, pero no llego a hundirse al sentir unos cálidos brazos.

Mikey: papá, tomate tu tiempo, pero no me alejes, siempre estaré para ti –susurra-

Yoshi: -corresponde el abrazo- te lo agradezco Miguel Ángel

Leo: ya regresamos –llama tranquilo-

April: vengan, ya está servido –canta feliz-

Todos fueron a la cocina y se sentaron para comer, pero antes de que dieran inicio Splinter se levantó. Tomando por sorpresa a los jóvenes.

Yoshi: sé que pedirles perdón no enmendara todo lo que cause, pero quiero que sepan que estoy arrepentido por mis actos –los mira algo nervioso- les pido que me permitan sanar las heridas que cause

Leo: es bueno escucharlo, pero debes entender que cada uno experimento distintos traumas y que deberás ser paciente –sonríe leve-

Yoshi: lo entiendo y prometo esperar lo que deseen para poder ayudarlos

April: -sonriendo- eso maestro es algo admirable, por el momento disfrutemos de este banquete

Splinterasintió y volvió a sentarse, mientras su hijo menor le servía un poco de cadabocadillo, Raphael y Donatello miraban con desconfianza al roedor, sería uncamino duro, pero quizás y con el tiempo todo podría tener un equilibrio.





Bueno, esta historia ha llegado a su fin.

Agradezco mucho a los que me han apoyado, ha sido encantador leer cada uno de sus mensajes.

Espero que les allá gustado y nos vemos en otra historia.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro