Después de hacer algunas misiones iba camino a Konoha, había salido por lo mismo de una misión, de la cuál, obviamente había completado exitosamente.

Después de identificarme en la entrada, iba ir directo a dónde el Hokage, pero una cabellera rubia me llamo la atención.

Era Naruto caminado hacia quien sabe dónde.

— ¡Hey! ¡Naruto! — Le grité y volteó a todos lados, hasta que dio conmigo y yo solo alcé la mano saludando.

Su sonrisa se formó y corrió hacia mí, y tan pronto llegó se lanzó a mis brazos, yo lo cargué.

— Mamá! — Rió y me miró feliz — ¿Apenas regresaste?

— Sip, ¿Tu saliste a dar la vuelta?

— Ujum — me abrazó más — No me gusta estar solo en casa..

— Ay cariño... ¿Sabes que te quiero mucho? No lo olvides Naruto. — Lo miré a los ojos.

— Sí, nunca lo olvidaré! Yo también te quiero mucho — Me volvió a abrazar.

— Bien ¿Me quieres acompañar? O te vas a la casa y yo te alcanzo.

— Voy contigo!

Mientras hablábamos veía como algunos nos miraban extraños y hasta podría decir que con un poco de desprecio. Y yo solo los miré con asco, ¿que mierda andaban viendo si no les gustaba? Parece que no hay nada interesante en sus vida de basura para ver qué hacemos nosotros.

Tan pronto los miré a los ojos a aquellos que nos miraban, siguieron con lo suyo.

Caminé mientras platicaba con Naruto de como le había ido. Llegamos muy pronto al edificio, entré y llegamos a su oficina.

— Buenas tardes Lord Hokage, aquí tiene toda la información y algunas cosas que encontré en el lugar, no hubo ningún inconveniente.

— Es bueno escuchar eso, aquí está el pago y espero mañana estés lista.

— Sí.

— Puedes retirarte.

— Gracias, vamos despídete del Hokage Naruto.

— Hasta luego — Sonrió y salimos del lugar.

Narra Hiruzen

Se notaba el cambio en Naruto, el siempre fue juguetón, y ahora no se veía eso... ¿Será que quiere causar buena impresión en su ahora madre? Pero al menos se ve más feliz que antes.

Me alegra saber que Naruto por fin está encontrando su felicidad, el se lo merece más que nadie.

Aunque a los aldeanos se les expliqué esto ellos no entienden y imaginas cosas como si el zorro de las nueve colas sea el mismo Naruto o que el se pueda descontrolar. Me preguntó si Naruto podrá con ayuda de ella a seguir adelante... Espero que así sea.

Narra ______

Ya habíamos llegado a casa y le pedí a Naruto que lavara las verduras mientras yo  preparaba las cosas para cocinar.

— Naruto! Ya está la comida, ven antes de que se enfríe. — Está vez hice pollo con verduras.

— Voy!

Comimos tranquilamente, después el me ayudó un poco con lavar los trastes, y ya nuevamente nos fuimos a sentar en la sala.

— Naruto ¿Sabes leer? — El negó. — Bueno, Entonces mamá te enseñará ¿Te parece bien?

— Si!

Había comprado lo básico para que aprendiera, y otras cosas las iba a hacer yo porque aquí no existía.

Naruto aún es un niño, aveces se confundía al hablar pero no era mucho, no hay que olvidar eso, es el mundo real, no es como en el anime o manga. Nunca había cuidado un niño, pero he visto que hacen, espero al menos que esto ayude un poco.

Tendré también pedir ayuda a algún maestro, me preguntó si aquí habrá algún tipo de kinder.

Tendré que investigar esto, además de seguir con su entrenamiento básico. Naruto comprende bien algunas cosas como que es peligroso para el, con el Shuriken lo usó perfecto sin cortarse y eso me pone feliz. Tal vez maduro a temprana edad para sobrevivir en este lugar...

— Naruto, mañana tengo una misión.

— ¿De que? — se veía un poco preocupado, tal vez como nunca le había avisado así.

— Tengo que salir de la aldea unos días.

— ¿Te irás lejos? — Me miro preocupado.

— Sí, iré a una aldea para entregar uno papeles y hacer un trato, espero volver antes de lo planeado. — Naruto se veía triste— ¿Podrás esperar a que regrese?

— Sí! Seré fuerte y esperaré por tu pronto regreso! — Me sonrió, aunque veía que se hacía el fuerte.

— Sí, tú eres fuerte.

(..)

Entrenamos en la noche y regresamos a casa, Naruto a mejorado muy bien, aún se le complica pero no se rinde.

Después de alistarnos para dormir, el pequeño rubio me abrazó con fuerza y se quedó dormido. Mi niño es muy lindo.

(..)

— Ya me iré. — Lo miré, el se había despertado para despedirme.

— Vuelve pronto mamá — Me sonrió.

— Por supuesto! Verás que regreso antes de que digas mi nombre! — Le revolvi su cabello.

— Está bien, te quiero mucho — Me abrazó.

— Yo también te quiero.

Narrador omnisciente

Mientras ______ cerraba la puerta y se iba, el pequeño rubio se quedó ahí parado.

— _____... Mamá... Ya dije tu nombre y no has regresado...— Su mirada era triste.