❄Capitulo 7
No entiendo..No entiendo porqué estoy llorando.
Porqué no puedo decirle nada.
Mis lágrimas corren por mis mejillas.
No tengo la fuerza suficiente para soltarme de su agarre. Me siento débil frente a él.
Cerré los ojos esperando quizás una tragedia.
¿Que podría hacerme? Ya no le importo.
Un puño se alzó y golpeó al lado de mi rostro, me sobresalté del susto.
Pero..Sentí otra presencia algo cerca de mi templo.
-Camus,no puedo hacerlo..
te dije que venía a hablar.-Exclama apartándose unos metros.-Deja al niño y podemos continuar juntos. No quiero golpearte.
No pude evitar asombrarme ante lo que dijo.
Está mal si cree que voy a perder a mi hijo sólo por él.
Definitivamente...
Ya me tiene arto.
Me incorporé despacio, con las piernas pesadas.
Listo, aquí y ahora.
He tomado una decisión y ni siquiera yo mismo puedo imaginar de donde saqué el valor suficiente para hacerlo.
-Milo de escorpio.-dije sin ningún temor.-Tu ya no vales nada para mí, y olvídate de que yo existo. Porque eso es lo que voy a hacer contigo. Eres un ignorante. ¡Un infeliz!
Déjame hacer lo que yo quiera. Y este niño que crece dentro mío ya no es tuyo. Es sólo mío.
Vete ahora, o me veré obligado a pelear contigo como caballero de oro que soy.
Él me miró asombrado con el ceño fruncido negando repetidas veces.
Sonrió de lado y por unos segundos pensé que iba a irse. Más no lo hizo y el me atacó.
Pude detener ese golpe por reflejo.
¡¿Enserio todo iba así de verdad?!
La regla de no pelear contra tus propios compañeros me valió en lo más mínimo.
Elevé mi cosmo..
Me enfureció bastante, demasiado.
Y sus brazos empezaron a congelarse mientras el aire bajaba de temperatura.
-Fui un ingenuo al haberte dicho que sentía algo especial por ti. Me he equivocado.
Ese fue el error más grande de mi vida.-dije elevando la voz.
-Eras un chico serio, quién diría que serías capaz de ser tan estúpido.
Inocente.. además de tonto.
Apreté los dientes y sentí que me temblaban las piernas. Él se percató de ello.
Tenía la oportunidad de hacerme caer y como el patriarca me enseñó a ser un buen estratega le gané en su propio juego.
Al golpearle la quijada con el antebrazo izquierdo aproveché su descuido para hacerlo caer de rodillas.
Esa fue mi intención.
Que al caerse le congelara las piernas hasta que no pueda moverse.
Si ésta iba a ser una pelea no quería alargarla. Usaría el cosmos que me fue otorgado desde hace siglos era tras era.
El poder de un Acuario.
Iba a usar el ataúd de hielo.
Le dí una última mirada.
Todo se encaminaba a como me lo había planeado los últimos segundos.
Hasta ahí llegaría el caballero de escorpio.
O quizás yo también.
Odio ser tan débil en ocasiones. Esa fue mi debilidad. Temer a que fuera a perder contra alguien a quien le tenía tanto aprecio.
Algo me falló de repente.
Mi respiración.
Mi cosmos.
Mi cuerpo.
Sentí de pronto que perdía el conocimiento.
Antes de caer..alguien me sujetó.
No pude verlo.
La oscuridad me invadió.
Una voz algo inentendible se oyó algo lejana. No podía reconocerla.
-...vas a estar bien...Camus..confía...
No pude verlo ni oírlo. Por más esfuerzo para tratar de mantenerme consciente. No recuerdo nada más.
Un aire cálido acarició mi rostro.
¿En donde estaba?
Los ojos me pesaban. Los labios estaban resecos.
Por Athenea..que ocurrió.
Sentí una punzada en el vientre.
Me alerté.
La imaginación y el dolor hicieron de las suyas por un instante. Y si había hecho daño a mi hijo?
¡¿Si lo perdí?!
Me removí en la cama tratando de sentarme. Mis manos viajaron con delicadeza a mi vientre.
Fue una sensación agradable. Aún lo sentía dentro de mí.
El alivio reemplazó al pánico que había recorrido todo mi cuerpo. Mis latidos aún seguían fuertes y los sentía en toda mi cabeza.
Cerré los ojos con fuerza al sentir otra punzada mucho más fuerte que la anterior. Respiré hondo, de esa forma el dolor se desvaneció de poco en poco.
Alguien entró a la habitación sin causar ruido al cerrar la puerta.
-Despertaste, como te encuentras.
-¿Mu? Tu qué..
-Si, soy yo. Podrías decirme si estás bien Camus?.-su mirada fue convaleciente y confortante.
-eh..no lo sé. Me duele el vientre..-susurré con algo de dolor.
-Supongo que es normal. Debes de tener hambre ¿Quieres agua?
Llevas dormido cinco días.
Todo estaba tranquilo hasta el momento.
Pero cuando mencionó el tiempo que llevaba dormido era seguro que no me agradaría para nada.
-¡¿cuánto?! ¡No puede ser posible!
-Hey, tranquilo Camus..-habló con esa voz amable que lo caracterizaba ayudándome a sentarme. Siempre fue alguien pacifico. Al igual que Shaka,o Aldebarán.
Y también Aioros..
-Como fue que dormí tanto.-traté de preguntarle lo que había ocurrido. Pero los recuerdos agolparon mi mente.
Lo recordé todo.
Milo..
Le odio.
Mu pudo darse cuenta que mi expresión ya no era de dolor, sino de enfado. Se sentó en la esquina de la cama.
-Camus, olvida todo lo ocurrido. Tú y tu hijo afortunadamente están en buenas condiciones. Eso es lo que importa ahora.
El patriarca quiere verte una vez y te recuperes. Puedes ir conmigo mañana por la mañana. Hoy debes descansar.
-Cómo está él..?
El peli lila comprendió a quien me refería. Se puso algo molesto y serio.
Al momento sonrió amablemente.
-Después te lo diré. Te traeré algo para que comas. Enseguida regreso.
No dijo nada más y salió. Tardó un poco en regresar. Pero no dejaba de dedicarme esas sonrisas que podrían hacer derretir a toda Siberia si así lo quisiera.
......
-¡Camus! No sabes lo preocupado que me tenías. ¿Ya estás mejor? ¿Cómo te sientes? ¿Ya comiste?¿Quieres bañarte?
Ese era Afrodita.
Y me preguntó muchas otras cosas más que prácticamente me dieron vergüenza.
Y lo dijo en frente de Shura y Death Mask.
Que trío de amigos más unidos eran esos tres. Andaban los tres a todas partes.
Me alimenté e hidraté lo suficiente.
Al día siguiente en la madrugada preparé un café negro de los fuertes.
Me gustaba bastante.
Sentía que me daba energías.
Vi a Shaka subir por los templos.
Pidió permiso para pasar el mío y saludó con su mano cercana a su pecho.
Regresaba de una misión según me informó en unas pocas palabras que intercambiamos.
-Cuídate Camus.-mencionó al darme la espalda.-dar una nueva vida a tu edad es riesgoso.
-Cómo lo..?
Pasé por alto que era Shaka quien me lo decía.
-Ese niño también posee cosmos acuario. Pronto no seré yo el único que se dé cuenta. Por el momento es tu decisión de como tomar todo este conflicto.
Salió de acuario sin más.
Esta tarde fui al salón patriarcal.
En efecto lo que dijo Shaka era cierto. Él no sería el único en darse cuenta.
Apenas entré y me arrodillé ante el sumo pontífice, éste se acercó y me tocó el hombro con un poco de fuerza.
-Camus de acuario, mi joven caballero.
¿Porqué no me lo dijiste?
Quiero que te vayas del santuario. Por tu bien y el bien de esa criatura.
Vete mañana mismo.
Fue una orden que debía obedecer. Aunque..no me sentía tan feliz de irme.
Mis compañeros..no quería dejarlos.
-¿Cómo está Milo?.-Pregunté con dudas ya que Mü no quiso decirme. No estaba preocupado, para nada, quería saber cómo lo dejé.
El patriarca se apartó unos pasos.
-Se debate entre la vida y la muerte.
Pero sabemos que se recuperará.
Cuando vuelva a estar apto para ocupar nuevamente su puesto de caballero de oro.
Él tendrá una penitencia. El haber atentado contra tu vida es imperdonable.
Pero lo necesitamos en el refugio. Y es apenas un joven como tú. Solo que él no comprende la delicadeza de la situación.
Por un momento sentí algo. Pero me di cuenta que no era preocupación, sino un poco de alegría por mi mismo. Alegría que quería provocar unas cuantas lágrimas.
Yo era tan solo un joven.
Apenas con 16 años.
Inexperto con los problemas de la vida.
Sin experiencia alguna en cuidar a alguien de mi propia sangre.
Producto de mi propio cariño hacia alguien..
-Eres un niño, que cuidará de otro niño.-dijo el sumo sacerdote.
No supe que decir. Me encontraba en una situación frágil
......................................
Bien..Xd
Con respecto al hijo de Camus. Quiero que sea varón ❣️
Y ya conseguí una imagen de cómo será.
Pelirrojo, ojos azules.
De una piel como su mamá :"3
Así. ¿Que dicen? Todavía no nace pero así será :)
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