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En algún lugar de Eostia...

El icono de la esperanza

Tres asesinos han sido traídos

Para dar muerte a los indignos
En masa

Porque tienen cuatro cosas en común
Sin pesar

Sin remordimiento

Sin razón

Sólo locura.

Capítulo 1: el protagonista

...Hank J. Wimbleton se despertó con una sacudida al sentir que sus pulmones se llenaban de aire. Incluso con sus gafas de color rojo, había sido cegado por lo que estaba por encima de él.

Un momento.

La última vez que recordó, los cielos de Nevada eran de color rojo carmesí con nubes negras. Claro, aquí se sentía como si hubiera un sol, especialmente en la parte de Mojave Wasteland de Nevada. Pero recordó que ya no existía. Porque lo mató.

Literalmente.

Y sin embargo, a pesar de eso, allí estaba. Un cielo azul brillante y un sol amarillo. Casi como si todo hubiera vuelto a la normalidad sin él. Al igual que su visión, sus recuerdos de ese tiempo antes de la guerra han sido borrosos. No podía tener más de cinco años, tal vez seis.

Todo parecía fuera de lugar; Las estructuras de estilo romano, los edificios de estilo del siglo xiv, y los castillos reemplazaron a los terrenos mortales, los guetos, y las instalaciones de AAHW con las que estaba tan familiarizado. El mármol blanco era todo lo que podía ver por millas, ya que cada edificio cercano fue aparentemente hecho con el mismo material por cualquier razón.

"Genial. Estoy en la ciudad Imperial. Lo juro, si alguien habla de cangrejos de barro, les estoy disparando en las rótulas".

Sin embargo, un pequeño sentido de familiaridad sobre el lugar. El olor a sangre, los sonidos de batallas lejanas y gritos de terror, y el humo que subía de los edificios. Como viejos amigos, esos eran los aspectos de Nevada que siempre estaban allí cuando él los necesitaba.

Esta locura... la emoción del combate nunca se hizo vieja.

Una pequeña sonrisa se formó detrás de su máscara. Todo lo que quedaba para completar la imagen que rompe la realidad era un pequeño toque de anarquía y una vivacidad de los Zeds chomping hacia abajo en experimentos de Nexus que se han vuelto salvajes. Sin embargo, apreció la falta de cachalotes cayendo desde la estratosfera.

Hank se puso de pie y se dio la vuelta.

Los restos del camión que habían utilizado para escapar de la instalación Nexus rondaron detrás de él todo este tiempo. Mientras los agentes trataban de abordar como piratas en alta mar, Hank había estado defendiendo el camión de ellos. Y poco después de que Deimos se estrelló, ellos estaban en Minas Tirith de todos los lugares.

Hizo una nota mental para asegurarse de que Sanford conduciría la próxima vez.

Otra mirada a su alrededor reveló dónde estaba el técnico y el demolicionista. Este último estaba remendando el primero. Hank pidió sus manos burlándose.

"Que bien manejas".Sanford se burló del líder del trío.

"Tenemos a un hombre aquí abajo, cabeza de chorlito. ¿Te importa?"Deimos agitó una mano débil en el aire.

"No ...OUCH... ¡Calmate! ¡Aún tenía un montón de costillas aquí!"

"¿Oh? ¿Debería importarme? Lo siento mucho. Es un poco húmedo, ¿Saben? Derramé mi té y ¡Oh sí!" Hank extendió los brazos. "¡Estamos en el jodido CAMELOT!"

"Oh sí. Probablemente tiene algo que ver con eso, ¡Ay!" Deimos se encogió cuando Sanford se asomó a una costilla rota."...Portal durante nuestro escape."

Hank estrechó los ojos. "¿Portal?"

"Mientras estabas ocupado luchando contra esos idiotas allá atrás, Deimos y yo vimos un letrero que acababa de salir de la tierra. Tratamos de pasar, pero en el momento que íbamos a pasar, ¡Woosh!" Sanford agitó la mano en el aire. "Una luz azul acaba de salir de ninguna parte y, bueno... aquí estamos."

"Así que realmente caímos a través de un portal." Hank miró alrededor de los restos. "Fantástico. Supongo que sólo otro lunes".

"Más o menos". Deimos dijo, justo antes de un gemido.

Hank se quedó en silencio. Primero, eran edificios que caían del cielo. Luego, los payasos zombies psicotpatas. Y ahora esto.

"Vale". Hank se rascó la parte posterior de la cabeza. - - supongo que es mejor que conozcamos este lugar. Lo único que puedo decir desde aquí es que estamos atrapados en el sueño húmedo del rey arturo."

"Esperemos que ese sueño no incluya otra guerra con la que tengamos que lidiar". Sanford dijo, manteniendo su enfoque en Deimos. "Ya tenemos suficiente mierda para manejar como está".

"Oh, me permito discrepar, Sanford. ¿Cuánta sangre crees que tendríamos que derramar antes de que el rey nos pagara a la mierda?"Hank preguntó.

"Espero que me den una transfusión... ugh." Deimos hizo una mueca.

"Te daré el doble." Bajo su capa de trinchera negra, Hank sacó una Beretta 92 con una vista láser. "Con lo suficiente para volver a casa."

"Ya sabes, por mucho que aprecio que cuides de Deimos, prefiero no convertir a cada civil inocente en un radio de cien millas en una masilla tonta sólo para demostrar un punto", dijo Sanford.

"Sólo lo suficiente como para hacer un ejemplo de ellos, no te preocupes." Hank les dio su marca registrada 'Hank-glare '. Se dio la vuelta. "De todos modos, usted y su novio pueden abrazar por aquí, mientras yo voy y despejar el área. Después de que haya terminado, ustedes dos pueden manejar las sobras, como siempre".

"Ya sabes, por mucho que aprecio que cuides de Deimos, prefiero no convertir a cada civil inocente en un radio de cien millas en una masilla tonta sólo para demostrar un punto", dijo Sanford.

"Sólo lo suficiente como para hacer un ejemplo de ellos, no te preocupes." Hank les dio su marca registrada 'Hank-glare '. Se dio la vuelta. "De todos modos, usted y su novio pueden abrazar por aquí, mientras yo voy y despejar el área. Después de que haya terminado, ustedes dos pueden manejar las sobras, como siempre ".Sanford le disparó un resplandor.

"Socios. No novios".

"Meh, más como 'Fuck-buddies'".Deimos sonrió.

"No te preocupes' nena ', te recogí. Ve a patear sus asses~"Sanford pinchó sus costillas. El hacker gritó.

"¡Agh! Bien, ¡Te quedas solo esta noche joder!"

"Sigue hablando así y lo único que vas a follar esta noche es mi gancho, 'nena.'"Hank dio una pequeña risa, moviendo los ojos. "¡Caramba!..."

Con eso, Hank fue hacia la dirección de donde la mayor parte del combate parecía venir.

Mientras Sanford seguía cuidando de Deimos, el hacker habló.

"Oye hombre ... ¿Quieres apostar que Hank va a volver con una cabeza orco o algo así?"

"La última vez que comprobé, esos no existen. Entonces otra vez, conociendo a Hank, supongo que cualquier cosa es posible".

"Tampoco los zombis, pero mira cómo resultó, ¿Verdad?"Sanford suspiró.

"Sabes lo que quise decir."

"Vale, mira. Hagamos una apuesta. Si hay orcos, me debes 20 dólares. Si no, entonces te debo 20. ¿Trato?".

"¿Estás bromeando?"

"Incluso voy a limpiar su sedán, cuando estemos de vuelta en Nevada".

"Dinero fácil y lavado de autos. Trato".

"¡Ja, ja! Aww, sí... ¡Ay, hombre, relájate con las agujas!"
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Las calles vacías y destruidas de la ciudad de estilo medieval le prometieron a Hank el conflicto que estaba buscando un poco tarde. Los cadáveres y la sangre estaban esparcidos por todo el terreno rocoso; por lo menos, proporcionaron alguna información interesante.

Hank volteó uno de los cuerpos con un pie. En contraste con los nexianos de piel gris en Nevada, quienesquiera que fueran estas personas, eran humanos completos. El hecho de que sus rostros aún mantuvieran sus ojos y narices solo agregó la confirmación de que Hank, Sanford y Deimos ya no estaban en la misma dimensión en la que nacieron.

Ciertos cuerpos llevaban dos estilos diferentes de armadura. Por un lado, los guerreros vestían un clásico revestimiento de acero sin cascos cerrados y visores en T abiertos, o lo que solo podría describirse como 'armadura de bikini'. Hank normalmente notaría lo poco práctico que es, si no fuera por el hecho de que Sanford caminaba la mitad del tiempo con el torso desnudo en campos de batalla acalorados, con los pezones expuestos al mundo entero.

"Degenerado..." murmuró Hank.

El otro lado vestía túnicas negras, marrones y rojas con un poco de cuero acolchado. Lo más cercano que encontró a una armadura real fue, por lo que parecía ser, una armadura de hierro. Aún así, también faltaron cuerpos de los hombres en los tonos más oscuros; gordos verdes, enanos parduscos, pelirrojos alados y... ¿vaqueros?

"Un genocidio de una convención de cosplay", se dijo Hank.

"¡Agárrala más fuerte!"

La voz profunda gritó desde, lo que podía adivinar, no muy lejos. Hank sonrió.

"Parece que acabo de encontrar mi bola antiestrés".

Se dirigió a la dirección de donde escuchó la conmoción. Más voces se hicieron más claras a medida que acortaba la distancia; los que reían y fanfarroneaban eran masculinos, mientras que los que luchaban sonaban femeninos.

El edificio de donde provino todo quedó claro ahora; parecía una posada vieja y destartalada, maltratada aún más por un saqueo. Las sillas y mesas que faltaban, las ventanas rotas y las tablas del piso dañadas solo aumentaban la sensación de vacío. Al menos, lo habría hecho, si no fuera por los varios hombres adentro riendo y bebiendo.

"¡Diablos, sí! ¡Seguro que les mostramos a esas perras! ¡Salve Volt!" Uno de los hombres vitoreó.

Otro levantó una bebida en el aire. "¡Ya era hora de que obtuviéramos nuestras recompensas apropiadas por pelear en esta maldita guerra!"

"¡Y pensar que Celestine se daría por vencida, así de fácil!" El tercero colocó sus manos junto a su rostro, imitando a la mencionada diosa."'¡Para que nadie tenga que morir!' ¡Tonto ancho!"

Una carcajada atronadora volvió a llenar la posada cuando Hank se asomó por una de las ventanas. Una inspección más cercana reveló que el trío sentado junto a la mesa vestía los mismos atuendos que la facción de tono más oscuro que luchaba en la ciudad.

"¡Bastardos! ¡Nunca se saldrán con la suya!"

*SMACK*

Una bofetada fue todo lo que se necesitó para silenciar a la hembra. Las otras mujeres capturadas se burlaron.

"¡Cállate, cabrón! ¡Solo puedes usar esa boca tuya cuando decimos que puedes! De hecho..."

El cuarto macho sonrió.

"...Me siento bastante cachondo otra vez. ¿Están pensando en lo que estoy pensando, muchachos?"

Las risitas y las risas llenaron la taberna de nuevo; a juzgar por el ruido, definitivamente había mucho más que solo cuatro personas con las que lidiar. Hank levantó su Beretta y retiró el seguro.

"Encontré tu sangre, Deimos".
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(Reproducir música: ParagonX9 - Chaoz Survivor)
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Con una voltereta frontal, el veterano voló a través de la ventana, sus ojos escaneando el campo de batalla. Para cuando toda la atención de la habitación se centró en el intruso, ya tenía toda la información que necesitaba.

Veinte hombres con armadura mucho más barata que el kevlar; dos con mazas, tres con ballestas, diez espadas, cuatro espadones y uno con una katana. Quince balas. Muy fácil.

"Mm...pie"

El tiempo se hizo más lento mientras él apuntaba con cuidado a los desconcertados hostiles. Cinco balas se abrieron paso en cinco cabezas; los tres ballesteros y los dos mazos ya no serían un problema. La materia cerebral salpicó de la parte posterior de su cabeza, con su expresión en el frente atrapada en estado de shock.

Mientras los cuerpos caían, todo volvió a la normalidad. Los quince restantes retrocedieron un poco.

"¡Que demonios!"

"¡¿Quién es este imbécil?!"

"¡Dios mío, él mató a Niel!"

Uno de los hombres más valientes levantó su espada cargando contra el intruso. Mientras cortaba hacia abajo, Hank agarró al deshonroso guerrero por el brazo y lo retorció, haciendo que el soldado soltara su espada. Justo antes de que el arma cayera al suelo, Hank la agarró, destripando a su atacante antes de patearlo.

Dos más corrieron hacia él y trataron de cortarlo en acertijos. El primero venía desde su izquierda y estaba a punto de balancear su espada en diagonal, mientras que el otro intentaba lanzar una estocada hacia adelante.

Apartándose del camino, Hank colocó su pierna frente al primer guerrero, haciéndolo tropezar y estrellarse contra una pared al lado de la ventana, antes de esquivar la puñalada del otro y cortarlo a través de las rótulas, haciéndolo caer de espaldas. volver y gritar.

Tres más lo atacaron simultáneamente con uno de ellos usando una gran espada. Usando la espada del mercenario, Hank bloqueó el ataque y pateó al violador en el pecho, haciéndolo caer, mientras los otros dos seguían corriendo hacia él.

Hank bloqueó uno de los golpes, pero esquivó el segundo apartándose del camino de los guerreros cuando cortó accidentalmente el brazo de la espada de su amigo. Durante el momento de pánico, el veterano de Nevada aprovechó la oportunidad para cortar la cabeza del segundo guerrero antes de darse la vuelta y hundir la espada en el cráneo del guerrero sin brazos.

Hank luego esquivó otro golpe, del segundo usuario de la gran espada antes de golpearlo en la cara. Cuando el guerrero dejó caer su espada y se agarró la nariz, Hank le dio un rodillazo en el cráneo con la fuerza suficiente para partirle la cabeza como una sandía.

Echando un vistazo a los objetivos que aún estaban en la habitación, Hank volvió a verificar su cuenta de muertes.

"Ocho muertos. Tres discapacitados. Nueve más para matar".

Al darse cuenta de que tratar de enfrentarse a él por separado no funcionará, decidieron usar sus números superiores y cargar todos a la vez. Cuando se acercaron lo suficiente, Hank dio una voltereta frontal sobre ellos y rodó por el suelo detrás de ellos. A mitad de camino, le arrebató una de las ballestas a un soldado muerto.

Mientras se preguntaban a dónde había ido, lo que Hank usó para dispararle a uno de ellos a través de la caja craneana. Otro quedó inconsciente cuando Hank arrojó la ballesta a la cara de uno de los hombres. Mientras cargaban de nuevo, Hank tomó otra espada y se puso a la defensiva. Para el primer dúo que se le acercó, destripó a uno en el acto, y al otro le abrió la cabeza como una manzana, dejando solo la mandíbula inferior.

Una pizca de simpatía creció en él por el último guerrero...

Sin distraerse con pensamientos sobre la mandíbula inferior, Hank cortó a un tercer enemigo, seguido de un cuarto apuñalado en el corazón. Después de agarrar el cadáver con el corazón roto y arrojarlo hacia sus aliados, dio una voltereta hacia atrás y arrebató una de las mazas. Corriendo hacia uno de ellos, estrelló la maza en la cabeza de un soldado, mientras los fragmentos de hueso y la sangre salpicaban su rostro enmascarado.

En este punto, los dos últimos lograron orientarse después de arrojar el cadáver, solo para darse cuenta de que los demás estaban muertos, lisiados o inconscientes. Antes de que ninguno de los dos pudiera decidir cómo seguir desde aquí, Hank eligió por ellos y saltó encima de uno de los guerreros. Un fuerte giro y el cuello del hombre se partió como un pretzel horneado.

El último en pie estaba armado con la katana. Sus manos temblaban violentamente justo antes de dejar caer la espada, corriendo hacia ella. Hank sacó su pistola.

"No."

El nexiano simplemente le disparó en la rodilla izquierda, lo que provocó que colapsara. Los gritos desgarradores de las cuerdas vocales escaparon de la garganta del hombre, que se intensificó en tono y frecuencia cuando vio a Hank caminar hacia él, maza en mano.

"¡NO, NO, NO, NO, N-!"

*SPLAT*

Al igual que su amigo, la cabeza se convirtió en papilla. Hank luego dejó caer la maza para un análisis final de la escena sangrienta.

"16 de 20. Eso es como, ¿cuánto? ¿80 por ciento? No está mal... pero tampoco es perfecto. Especialmente para los estándares del sargento de instrucción Dornan".

"¡Oye, imbécil!"

Con la excepción del asaltante con las rótulas cortadas, Hank giró la cabeza para ver al resto de los que había derribado de pie, después de haber tomado las armas.

"Una espada, una maza y un ballestero. Tres pateando, uno lisiado. Acabemos con esto".

Hank pateó la katana en el aire, agarrándola antes de que la gravedad la enviara al suelo. Apuntó su espada sobre su cabeza como un samurái.

HANK

MODO NINJA: 100%

¡GO!

Antes de que nadie pudiera reaccionar, Hank se lanzó hacia el portador de la maza y lo cortó por la mitad a través de la mitad de la cintura. Luego hizo una voltereta hacia atrás y aterrizó perfectamente en la espalda del espadachín, empalando al guerrero. La katana de Hank cortó hacia arriba, partiendo la mitad superior del cuerpo de su víctima. Con manos temblorosas, el ballestero apuntó a Hank.

*SPANG*

El soldado se congeló cuando Hank se dio la vuelta y desvió el rayo con su espada. El rayo, que había atravesado el cráneo del guerrero lisiado de antes, silenció sus lamentos.

Hank guardó la katana y agarró al ballestero por el cuello. Después de estrellarlo contra una pared, el nexiano "clavó" al último enemigo, ensartando una daga que había recogido en su mano.

"AGGGGGHHHHHHH... ¡¿POR QUÉ?!"

"Quédate aquí, o te cortaré las bolas y haré que te ahogues con ellas. Suponiendo que sean lo suficientemente grandes, eso es".

"Quédate aquí, o te cortaré las bolas y haré que te ahogues con ellas. Suponiendo que sean lo suficientemente grandes, eso es".

Hank dejó al soldado inmovilizado y tembloroso mientras se dirigía hacia las chicas. Eran tres de ellos; dos usaban la misma armadura de bikini inquietantemente similar a las e-chicks en la historia de Internet de Deimos, con uno de ellos desnudado a la fuerza. Desatando los dos primeros, le devolvió la ropa a la tercera desvestida.

"¡Gracias, guerrero de buen corazón! ¡Es muy esperanzador ver a la gente levantar los brazos contra los Perros Negros incluso después de su 'victoria'! Personas como tú son las que nos darán-"

"Deténgase." Hank apuntó la katana hacia su garganta. "No necesito que me vengan a lamer el culo, especialmente con ese tono santurrón tuyo".

El mercenario Perro Negro sonrió cuando vio que los ojos de la "Perra" se abrían en estado de shock. La mirada helada de Hank se volvió hacia él, ganándose la confianza del violador en potencia.

"Ya veo... Probablemente mataste a la escoria porque nos querías para ti, cerdo..." acusó.

"Que es exactamente por lo que desaté a dos de ustedes y les devolví la ropa, ¿verdad? Extrañamente con esa mierda gay". Hank la miró fijamente. "Quiero información. Siéntate".

Las tres mujeres aún mantenían sus miradas en él.

"Dije, siéntate. La próxima vez que tenga que repetirme, a cada uno de ustedes les va a faltar un bazo".

Las chicas se sentaron rápidamente.

"Muy bien, así es como va a funcionar esto. Te preguntaré algo y luego le preguntaré a Blue Balls algo más. Si me gusta tu respuesta, puedes irte. Si crees que eres un tipo listo, te rompo los dedos. Y ni se te ocurra escapar." Apoyó su katana sobre su hombro. "Primera pregunta. ¿Quién eres?"

"Soy Amalia Stahluz, Caballero de la Sagrada Orden de la Alta Diosa y su Majestad, Celestine Lucross". Se podía escuchar un toque de orgullo en su voz.

"Bien entonces." Hank se volvió hacia el mercenario clavado. "¿Y tú?"

"¡Soy Mark Ellul, guerrero del imperio Black Dog!" Se burló.

"Genial. Siguiente pregunta". Hank se volvió hacia Amalia. "¿Qué es este lugar?"

"¿Disculpa?"

"Este lugar." Hank agitó su espada en el aire. "¿Nombre del país? ¿Idiomas? ¿Un maldito mapa topográfico, tal vez?"

El silencio flotó en el aire durante unos segundos. Al darse cuenta de que no estaba bromeando, Amalia finalmente respondió.

"¡¿Dónde estás?! ¡Estás en la ciudad santa de Ken! ¡La capital de la Alianza de los Siete Escudos de Eostia!"

El Perro Negro sonrió. "Más como la antigua Alianza..."

"¡Di eso otra vez, maldito traidor!" Uno de los Caballeros gritó de vuelta.

"¿Sí? Cuando Volt se vaya a follar a esa perra frente a la multitud, nosotros-"

Un grito resonó en la habitación cuando Hank lo apuñaló en el hombro con su katana.

"¿Qué acabo de decir? Sobre ser un tipo listo..."

Golpeó al Perro Negro en la cara con la fuerza suficiente para sacarle algunos dientes. Agarrando su dedo meñique, Hank lo partió como una cerilla, haciendo que Mark gritara aún más fuerte.

"Te rompere los dedos".

Hank sacó su katana y miró a las chicas que se quedaron boquiabiertas de horror ante su brutal exhibición.

"Lección número uno: esto es lo que sucede cuando intentan joderme. No planeo aceptar una mierda de ninguno de ustedes, y si todavía piensan que estoy mintiendo, bueno... no busquen más allá de este imbécil de aquí".

"¡¿P-Por qué no lastimas a esas perras también?! ¡Ellas también respondieron!"

"Uno, eres el idiota que las interrumpió dándome mi información. Dos, mis reglas, no tuyas. Tres..."

El asesino fijó su mirada en el mercenario.

"... ahora me debes dos respuestas."

El Perro Negro apretó los dientes. "¡J-Jódete! ¡No te tengo miedo! ¡Soy leal a Volt! ¡Puedo morir, pero él y mis amigos se vengaran de ti!"

Hank mantuvo un ojo en Mark. Unos segundos más tarde, el nexiano comenzó a reírse, lo que rápidamente se convirtió en una carcajada en toda regla.

"¡¿D-De qué te ríes, maníaco?!" Mark gritó, sintiendo la sombra de Hank cerniéndose sobre él.

"Oh, pobre bastardo. No me siento lo suficientemente generoso como para matarte".

Sus caras estaban ahora separadas por meros centímetros. Hank golpeó el hombro de Mark con el costado de su espada.

"Te voy a romper todos tus huesos. Hasta que me des resultados satisfactorios".
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"¡Aquí vamos!" Sanford terminó de curar a Deimos. El hacker se puso de pie y rodó los hombros antes de dejar escapar un gemido.

"Cielos. Te tomó suficiente tiempo." Deimos encendió un cigarrillo chasqueando los dedos. "Piroquinesis menor. Lo único bueno que salió de los experimentos AAHW por los que nos hicieron pasar, te digo. ¿Crees que puedo encontrar a alguna chica por aquí jugando esto como un truco de 'magia'?"

"No con aliento de cigarro"

Sanford siguió mirando a Deimos con desaprobación. Deimos rodó sus ojos inexistentes.

"¿Qué?"

"Fumar mata."

Una de las leyendas urbanas infames de Nevada era la de fumar. Todos los que fumaban generalmente terminaban muertos, pero no por cáncer de pulmón. En una cadena retorcida de eventos, la mayoría de los fumadores terminarían muriendo de manera espantosa. Algunos lo acreditaron a Improbability Drives. Otros creían que era obra del Auditor, que usaba los impulsores para eliminar "un pasatiempo tan derrochador", como él diría. Organizaciones como la Agencia Antitabaco se formaron en un esfuerzo por evitar que las personas desperdicien sus vidas secuestrando y encarcelando a los fumadores en una de sus instalaciones secretas.

Deimos hizo una pequeña sonrisa. Ya no estamos en Nevada.

Las cejas de Sanford se estrecharon. "Aún así es estúpido..."

El demolicionista comenzó a empacar los suministros médicos en una de sus bolsas en sus pantalones cargo negros. Deimos estiró su cuerpo.

"Oye, hombre, estaré bien".

"Mira. Mientras Hank está dando vueltas, deberíamos hacernos 'útiles' y revisar la carga de los otros camiones accidentados", dijo Sanford.

"Otros camiones chocados. Te das cuenta de lo que eso significa, ¿verdad, San?"

"Sí."

El sitio no solo estaba lleno de vehículos chocados, sino también de cuerpos de agentes e ingenieros que murieron por el impacto o por caerse de los vehículos y ser aplastados por otro vehículo. Incluso desde aquí, podían ver dos humvees convertibles, una camioneta, algunos camiones M6 y varias bicicletas que se habían esparcido por la calle.

"¡Sí, suena como un plan! Tal vez encontremos más munición y algunos cigarrillos más. ¡O mejor!" Deimos colocó sus brazos como si estuviera cargando algo grande. "¡Una bazuca!"

Sanford sonrió. "Claro amigo..."

Los dos se separaron en su búsqueda. Sanford había decidido revisar algunos de los Humvees y los cuerpos, mientras que Deimos revisaba las bicicletas y los camiones. La mayoría de los vehículos no eran más que metal aplastado y doblado con cadáveres o llantas aún adheridas a ellos. Aún así, hubo algunos vehículos menos destruidos que tenían algunas cosas buenas aquí.

"Oye, San. ¿Encontraste algo bueno?"

"Algunas municiones de 5,7x28 mm, una P90, algunas pistolas de 9 mm y un cuchillo de carbono". El mercenario sin camisa arrebató el cuchillo del cráneo de un agente que había logrado apuñalarse a sí mismo a mitad de la caída.

"¡Eh. Genial! ¡Encontré un hacha, un cuchillo Bowie, un Mossberg con 8 rondas, un MP5 con algo de munición, un maldito Deagle y una barra de Snickers!" El rostro de Deimos brilló mientras metía otro paquete de cigarrillos que robó del cadáver de un ATP en su chaqueta gris oscuro.

"Bueno, sigue buscando. Encuentra más munición y algo de comida y agua mientras estás en eso". Sanford abrió otra caja usando el cuchillo antes mencionado. "Las raciones no nos van a sostener por mucho más tiempo".

El contenido de la carta le dio una breve pausa ya que no esperaba encontrar tal contenido intacto después de un accidente. Sanford se secó un poco de sudor debajo de su pañuelo.

"Bueno, podrías ir a mirar esto..."

Deimos intentó meterse rápidamente un paquete de cigarrillos en el bolsillo. "¿Qué has encontrado?"

"Bueno, a diferencia de tus cigarros de mierda, encontré algunos buenos y viejos 'explosivos'".

"¡Mierda! ¡¿De verdad?!" El hacker corrió hacia él, dejando caer un montón de paquetes de cigarrillos detrás de él como un rastro de migas de pan.

"Sí. Flashbangs, fragments, algunos EMP nades, una docena de bombas de tiempo, un paquete de C4 e incluso algunos de esos experimentales como el cryo nade".

"Maldita sea, eso es algo bueno... así que, ¿qué tal-?"

"No."

"¡Ni siquiera sabías lo que iba a decir!"

"No. No voy a dejarte tener ninguno de esos".

"¡P-Pero San!"

"¡La última vez que te di nades, casi me vuelas las malditas piernas!"

"¡Fue un accidente!"

"¡Lanzar cinco nades en rápida sucesión se convierte en algo más que un 'accidente', Deimos! ¡Podrías haberme costado las piernas!"

"¡Sí, pero no fue así! ¡Y se encargaron de los zeds, ¿no es así?!"

Sanford miró a su compañero más joven durante unos segundos antes de suspirar. "Bien. ¡Pero solo obtienes flashbangs!"

La sonrisa de Deimos regresó a su rostro. Agarró algunos flashes de la caja. "Agradable."

"Está bien, sigamos buscando un-"

El ruido sordo de múltiples armas cayendo detuvo a Sanford a mitad de la oración. Ambos nexianos se pararon como ciervos atrapados en los faros. Deimos sacó lentamente el Desert Eagle de antes.

"¿Escuchaste eso?".

"Ciertamente lo hice, Deimos".

Sanford echó un vistazo a la dirección en la que escucharon el ruido. Lo más parecido eran las furgonetas AAHW que no revisaron.

"Tomaré el punto, tú revisa mi espalda", ordenó Sanford mientras sacaba su gancho de carne en una mano y un PPK en la otra.

"Entiendo."

Escabulléndose entre los escombros, se dirigieron a la camioneta. Cuando el dúo llegó a una de las camionetas, Sanford le indicó a Deimos con una señal de mano que se ubicara en una de las puertas traseras, mientras él la abría. Después de desequipar su anzuelo de nuevo en su bolsillo, Sanford envolvió sus dedos alrededor del mango, su otra mano preparada con un PPK.

Sanford le dio a Deimos una última mirada antes de que ambos contaran en silencio.

1.

2.

3!

Abriendo la puerta, Sanford estaba a punto de apuntar, pero se agachó cuando sonaron varios disparos.

*RATATATATA*

"¡CONTACTO CON EL OBJETIVO!"

La voz profunda y eléctrica resonó desde la máscara del Ingeniero herido mientras vaciaba el cargador de su SCAR. Cuando estaba a punto de recargar, Deimos salió de su escondite y le disparó dos veces al ingeniero en el pecho. La voz mecánica del soldado genéticamente modificado resonó cuando su sangre amarilla salpicó contra la carga y el asiento del conductor.

Manteniendo su arma en el interior de la camioneta, Deimos esperó unos segundos antes de bajar su arma.

"¡Claro!"

Sanford entró en la camioneta y se unió a su amigo adentro. "Casi me atrapan. Oye, revisa las cajas allí, voy a revisar su cuerpo".

"¡Sí, sí, Capitán Necrophilia!"

Deimos volvió al vehículo con una palanca y abrió una de las cajas de madera. Arrodillándose frente al ATP muerto, Sanford se quitó la máscara de Engi. El avanzado casco balístico y táctico todavía se parecía a la típica máscara de paintball a la que estaba acostumbrado, con su visor amarillo y sus componentes electrónicos. La única diferencia eran algunas abolladuras.

"Hmm. Probablemente se golpeó la cabeza en el choque, pero la máscara se llevó la mayor parte del daño. Sin embargo, la mayoría de los componentes electrónicos se rompieron". Sanford pensó para sí mismo.

Dejando caer la máscara al suelo, revisó el resto del cuerpo. Aparte de las heridas de 50 cal, algunas heridas importantes llamaron su atención.

"Un trozo de vidrio se alojó en su hombro. La rodilla izquierda parece haber sido golpeada con un bate de béisbol. Debido a que se golpeó en la cara, perdió dos dientes. No es tan grave, pero dolería como el infierno".

"El bastardo afortunado apenas sufrió daños graves". Sanford volvió a mirar a su compañero, que intentaba abrir otra caja. "Podríamos haber sobrevivido para contarlo si no estuviéramos aquí".

El técnico miró el asiento del conductor. "Sí. Ahora que lo mencionas, la camioneta no parece tan dañada como el resto de los restos".

"Pienso que usted podría estar sobre algo."

Sanford salió a ver cómo estaba la furgoneta. A diferencia de los otros vehículos que parecían pertenecer a un depósito de chatarra, la camioneta tenía algunas abolladuras, una rueda rota y un parabrisas roto.

"Hola Deimos. ¿Puedes revisar el motor?"

"Por supuesto."

Deimos salió de la camioneta y se dirigió hacia la parte delantera del automóvil y levantó el capó, solo para que se le llenara la cara de humo.

"¡Maldita sea! ¡Agggh, maldita sea, parezco un tipo negro racista de una caricatura de los años 40!" Deimos gritó mientras limpiaba parte del humo de él.

Después de limpiarse una cierta cantidad, volvió a mirar dentro del auto. "Bueno, está un poco jodido, pero nada que no podamos arreglar". Deimos bajó el capó.

"Todo eso está muy bien, excepto que tenemos un pequeño problema..." Sanford miró detrás de Deimos.

"Uhh, ¿qué?"

Tenemos compañía.

Sanford señaló un callejón al otro lado de la calle donde se podían escuchar voces distantes.

"¡Lo juro! ¡Vino de aquí!"

"Estás escuchando cosas. Solo regresemos carajo".

"Pero, ¿y si lo fuera? ¡Si algo sale mal, Volt tendrá nuestros traseros!"

"Dejen de actuar como un marica, no hay-"

Fuera del callejón, aparecieron varios hombres vestidos con armaduras de cuero y armados con espadas, arcos y otras armas primitivas. Inmediatamente, el grupo entrante se detuvo mientras miraban los vehículos destruidos que estaban esparcidos por la carretera.

"¡¿Qué pasó en el nombre de Eidolon?!" Uno de los mercenarios gritó mientras miraba los extraños carruajes mecánicos rotos que estaban dispersos.

"¿Qué son esas cosas..." Murmuró otro mientras miraba un camión en particular que se había estrellado de frente contra el suelo.

"¿Esas cosas cayeron del cielo... y QUÉ SON ESOS MONSTRUOS?"

Al darse cuenta de que habían sido vistos, el dúo de Nexian salió de su escondite de la manera más casual posible. Deimos levantó la mano y les dio un saludo amistoso.

"Hey."

Los guerreros respondieron sacando sus armas y apuntándolas hacia el visitante no deseado. Sanford puso sus ojos inexistentes detrás de sus gafas.

"Bueno, parecen agradables".

"¿E-Esas cosas pueden hablar?" Preguntó uno de los guerreros.

"Hablar, comer, beber y mucho más". Deimos dijo sonriendo, mientras encendía otro cigarrillo con su pulgar.

El pelotón jadeó, retrocediendo ligeramente.

"¡Y este es un mago!" Otro gritó.

Deimos levantó una ceja ante esa afirmación, mientras Sanford se golpeaba la frente con la palma de la mano. El técnico le sonrió a su compañero.

¿Escuchaste eso, San? Me llamaron-"

"Sí. Los escuché, Deimos".

"¡Eso es, 'El Gran Magnífico y Guapo EL DEIMONIO ', para ti, simple mortal!"

Sanford suspiró. "Joder. ¿Vieron lo que hicieron?"

La preocupación de los guerreros se convirtió en puro desconcierto cuando los dos nexianos comenzaron a discutir entre ellos. Uno de ellos incluso se pellizcó el brazo para asegurarse de que no sufría un vívido sueño febril.

"¡Tú siempre haces esta mierda! Maldita sea, ¿no puedes tomarte nada en serio?"

"¡EL GRAN EL DEIMONIO NO SERÁ SOCAVADO!"

"¡Suficiente! ¡No seremos tomados de tontos por estos idiotas!" El líder del grupo apuntó su espada hacia Sanford y Deimos. "¡Extranjeros! ¡¿De dónde son?!"

Ambos nexianos detuvieron sus travesuras por un segundo mientras se miraban el uno al otro. Ambos asintieron el uno al otro y miraron hacia el grupo.

"Venimos de un lugar llamado Nevada, está en el norte", dijo Sanford, mientras el dúo apagaba en secreto el seguro de sus armas.

"Eh, ¿entonces vienes de más allá de las tierras de Garen? ¿Cómo pasaste la fortaleza negra?" exigió el Capitán.

"Oye, no nos mires, nos estábamos ocupando de nuestros propios asuntos cuando nos transportaron aquí con el resto de las sobras". Deimos esta vez respondió mientras dejaba salir un poco de humo de su boca.

"Ya veo... ¿y quién podrías ser tú?" preguntó el Líder.

"El nombre es Sanford".

"¡Y yo soy el gran El Deimonio!" Deimos prácticamente anunció mientras dejaba bailar una pequeña llama en su mano.

Sanford quería gritarle a su compañero, pero decidió dejarlo pasar porque en ese momento ya no le importaba; Las payasadas de Deimos le quitarían años si continuaba regañandolo.

"¿Estás afiliado a Seven Shield Alliance o Black Dogs?" El Líder prácticamente gruñó.

Ambos nexianos se quedaron en silencio allí, con una mirada en blanco en sus rostros.

"¿Quién?" preguntó el técnico.

"Wow, realmente son extranjeros. Bueno, ¡la Alianza de los Siete Escudos era el grupo de reinos que gobernaba estas tierras por un grupo de perras!" Anunció el líder.

"Nosotros, los Perros Negros, solíamos trabajar como mercenarios para ellos, pero después de derrotar a esa zorra elfa oscura de Olga, ¡decidimos que queremos gobernar la tierra! ¡Recuperar nuestra tierra y seguir las viejas costumbres!"

"Rebeldes tradicionalistas. Nada nuevo".

"Tal vez, ¡pero al menos finalmente recibimos el lugar que nos corresponde! ¡Todas las mujeres finalmente se inclinarán ante nosotros como deberían ser!"

Sanford se cruzó de brazos cuando Deimos se sacó el cigarrillo de la boca.

"¿Disculpa que?" preguntó Sanford.

"¡Ya me escucharon! ¡Esas perras finalmente están recibiendo lo que se merecen por darnos órdenes! ¡Ahora no solo están obligadas a convertirse en nuestros basureros cada vez que lo decimos, sino que los hombres las gobernaremos como siempre debimos hacerlo!"

Deimos tiró su cigarrillo."De payasos asesinos y bandidos trastornados, a un imperio del sexo. Parece que ya no estamos en Kansas, San".

"Nunca estuvimos allí en primer lugar".

"Es una referencia cinematográfica, mongoloide inculto".

"Entonces, ¿qué decís, mis compañeros?" El líder sonrió. "¿Quieres unirte a nosotros? ¡Compartiremos todo el coño contigo!"

Ambos se quedaron en silencio por lo que pareció un minuto hasta que Deimos habló.

"Guau. Ustedes son el grupo de incels más triste que he conocido... y he estado en r/incels".

"¿'Incels'? ¿Son ellos también, una orgullosa raza guerrera de tu patria?" preguntó el líder.

"¿'Incels'? ¿Son ellos también, una orgullosa raza guerrera de tu patria?" preguntó el líder.

"Significa que ustedes son un montón de herramientas patéticas. Ahora váyanse a la mierda, antes de que los obliguemos a irse a la mierda". Sanford apuntó el cañón de su arma hacia los perros. "Tendría que gastar una bala en mi cabeza antes de vomitar".

Los perros se sorprendieron por el estallido, pero rápidamente se recuperaron.

"¡Oh, ya veo! ¿Eres como esos mariquitas campesinas y leales? ¡Lástima que esta ciudad ahora pertenece a los Perros Negros y a nuestro renombrado líder, Volt! De hecho, por insultar y amenazar a un Capitán del glorioso ¡Black Dog Empire, estás bajo arr-!"

La parte posterior de la cabeza del Capitán explotó en una lluvia de sangre cuando Sanford simplemente le disparó con su PPK. Los Perros Negros miraron con horror el hecho de que la materia gris de su Capitán ahora estaba salpicada en sus rostros.

"Te dije que te fueras a la mierda".
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(reproducir: Escapada de Locknar)
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Deimos sacó su Deagle y le disparó a uno de los perros en el pecho, mientras que Sanford le disparó a otro en ambas rótulas. Cuando el primer corazón hostil voló en pedazos, el segundo perro cayó al suelo y comenzó a aullar de dolor.

Uno de los guerreros más valientes se abalanzó sobre Sanford con la espada en alto. Justo cuando el Black Dog lo balanceaba hacia abajo, el demolicionista agarró el brazo de su enemigo y usó una garra de judo sobre él. Luego lo arrojó por encima del hombro y al suelo, rematándolo con una bala en el cerebro.

En este punto, la mayoría de los Black Dogs comenzaron a retirarse, solo para que Deimos les disparara a la mayoría por la espalda. Cuando el hacker estaba a punto de recargar, uno de los Black Dogs que no corrió lo agarró por detrás con una llave nelson. El Perro Negro ensanchó sus dientes amarillentos.

"¡Te voy a reventar las costillas!"

"No".

Deimos levantó al Perro sobre sí mismo y lo arrojó al suelo. Mientras su adversario retrocedía, Deimos sacó un cigarrillo y lo tiró. Luego corrió hacia Dog y luego saltó con una voltereta frontal. En el aire, el técnico agarró la cabeza del violador.

"Que-?!"

*SNAP*

Deimos torció su cuerpo y le partió el cuello antes de aterrizar sobre sus pies. Cuando el cadáver del Perro Negro cayó, Deimos atrapó el cigarrillo con la boca y lo encendió.

"Rodo un maldito 20 natural"

Sanford levantó una ceja. "¿Qué?"

"¿Calabozos y Dragones?" Deimos se frotó la cara. "¡¿En serio vivías debajo de una roca o algo así?!"

Sanford respondió con una bala que pasó junto a la cabeza de Deimos y no alcanzó el cráneo del técnico por meros centímetros.

"¡¿QUÉ MIERDA, SANFORD?!"

Deimos se dio la vuelta, mirando el cadáver del Perro que él mismo mató... y el otro Perro muerto que se había escabullido detrás de él.

"Te perdiste un lugar". Sanford bajó su arma, sonriendo. "Y para que conste, hay una diferencia entre ser culto y ser un nerd".

Deimos miró agriamente a su amigo. "Sí, sí, vete a la mierda..."

Mientras los dos discutían, ninguno se dio cuenta de que un Perro Negro se había colado en una colina y sacó un cuerno. Soplando con todas sus fuerzas, el sonido resonó a través de la ciudad, sin embargo, fue interrumpido cuando un hacha se alojó justo entre sus ojos. Deimos sonrió.

"¡WOO! ¡Veamos a un nerd hacer esa mierda!"

"A pesar de lo bueno que fue ese lanzamiento, no creo que tengamos el lujo de estar celebrando en este momento". Sanford se quitó la P90. "Prepárate para más invitados no invitados".

Deimos gruñó por lo bajo mientras sacaba su Mossberg 500. Después de mirar su propia arma, miró fijamente el arma de fuego de su compañero.

"¿Oye, San? ¿Quieres intercambiar armas?"

"¿Qué? Por qué?"

"Me gustan las automáticas. A ti te gustan las balas. ¿Qué hay para preguntar?"

Sanford echó un vistazo al Mossberg, antes de asentir con la cabeza.

"Bien."

Cuando ambos amigos cambiaron de arma, los hombres con los uniformes de Black Dog comenzaron a salir de los callejones cercanos. Siguiendo a los hombres había criaturas que los dos nunca habían visto antes, desde diablillos rojos alados hasta pequeños duendes verdes macabros, armados con armamento oxidado y gastado.

Sin embargo, un grupo se destacó del montón. Eran del tamaño de G0L3Ms, la piel verde cubría sus enormes capas de grasa. La mayoría iban armados con garrotes, pero unos pocos iban desarmados o empuñaban espadas.

Orcos.

Sanford podía sentir la sonrisa de comemierda de su compañero irradiando detrás de él.

"Así que, recuerda esa pequeña apuesta-"

"Vete a la mierda, Deimos".

"¿Por qué tan salado?"

"Lo que sea. Me quedo con esos imbéciles de la derecha y tú con los de la izquierda".

"Si ayuda a sacar ese palo de tu trasero, seguro".
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NOMBRE: HANK J. WIMBLETON.

GÉNERO MASCULINO

RAZA: EX CAUCÁSICA (NEXIAN)

NACIONALIDAD: ANTIGUA USA (NEXUS PRIME)

ESTADO: NEVADA

EDAD: 25

COLOR DE PELO: NEGRO (CALVO)

COLOR DE OJOS: ROJOS

NIVEL DE AMENAZA: OMEGA

ALIADOS: AAA (NIVEL SIGMA), DEIMOS MARS (NIVEL SIGMA), SANFORD HODGES (NIVEL SIGMA).

PERFIL: Sujeto reclutado en AAHW a los 5 años como prototipo en PROJECT NEXUS. Mercenario psicópata en una misión sin prisioneros para acabar con AAHW. El sujeto es el objetivo principal de las operaciones contra las fuerzas rebeldes de la AAA y el rostro de la organización. El sujeto debe ser fotografiado a la vista; la tasa de supervivencia del Nexian promedio que lo encuentra es 0.0005%.