ADVERTENCIAS

NFSW
Volcabulario sucio,
vulgar o soez
Protagonista indiferente
a la muerte
Ninfonamía
Sugar Mommy

Yandere! Roronoa Zoro
Mi juguete

Grace miró al hombre frente suyo y se relamió los labios antes de darle un suave beso y dejar que el rostro masculino se frotase contra sus pechos mientras las manos traviesas del hombre recorrían su cintura y terminaban por sentarla en su regazo, poniendo finalmente sus manos en ambos glúteos de la mujer apretándolos y amasándolos a placer.

Oh dios, como amaba ser rica, de lo contrario, ¿Cómo podría conseguir a semejante semental a su lado dándole duro? Mmm sin duda este Sugar baby era más un bebé de un dragón, al principio podría compararlo con un tigre, ¡Pero eso fue al principio de su relación! Mientras más se intensificaban las sesiones se sexo, sentía que estaba siendo devorada de tantas maneras.

—¡Ah! Bebé, hoy no —gimió levemente la mujer sin dejar de acariciar las hebras verdes del hombre.

—¿Por qué? —murmuró con una voz peligrosamente dominante que maravilló a la mujer.

—Esos cerdos creen que debería someterme a ellos nuevamente, ¡Esos bastardos! ¿Puedes creer que quieren que me someta a ellos y les habrá las piernas? —habló indignada la mujer— ¡Hancock-san tenía tanta razón! ¡Los hombres son unos cerdos asquerosos! —gruñó molesta, entonces se separó levemente de Zoro— Pero tú no mi vida, tú eres mi pequeño juguete —rio encantada la mujer besando cortamente los labios del hombre, el cual parecía querer devorarla por completo.

—¿Debería matarlos? —murmuró el hombre mientras su nariz acariciaba suavemente el cuello de la fémina y sus ojos miraban con deleite sus clavículas, las cuales mordió con gran pasión.

—Oh cariño, no bromees así —rio la mujer mirando como el hombre desabrochaba su camisa y subía su brasier por sobre sus pechos, empezando a amasar aquella jugosa carne a su vez que lamía y mordisqueaba los alegres pezones— ¡Mmm! Aunque no dudo que, ah~ desearía tanto deshacerme de ellos.

La mujer cerró sus ojos mientras se restregaba contra el cálido y abultado centro masculino, sintiendo su dureza y la firmeza con la que las vigorosas caderas chocaban contra ella.

—Mmm... —el hombre tarareó en respuesta a lo último, entonces abrió bruscamente la chaqueta y camisa de la mujer.

—¡Oh Zoro! —gimió la mujer mirando como su brasier volaba por la sala de estar y estaba siendo presionada bruscamente en la pared— Demonios, bestia, realmente sabes cómo complacerme —rio entre dientes la mujer mientras miraba como el hombre parecía estar bebiendo desesperadamente de su cuerpo, mordiendo su torso, acariciando su cuerpo, embistiendo contra su centro aún vestido.

A Grace realmente le gustaba mantener el control de todas las personas que estaban por debajo de ella, pero encontraba cierto encanto en este hombre que incluso cuando su trabajo era ser su sumiso juguete sexual, actuaba con tanta libertad ansiando desesperadamente devorarla una y otra vez, era como si él se hubiese vuelto adicto a su cuerpo, necesitándola cada vez más y más, deseándola bajo sus brazos completamente sumisa debajo de él.

Zoro deseaba ver a esa prepotente y orgullosa mujer derretida en un charco debajo de él, con su polla encajada hasta el fondo más profundo de sus húmedas cavernas.

Grace gimió mientras se retorcía debajo del hombre el cual la estaba doblegando con sus dedos dentro de ella, haciéndola mover sus piernas y caderas como si de un baile se tratase antes de finalmente soltar un pequeño grito y derrumbarse contra el hombre, el cual bajó los pantalones de la mujer junto con sus propios bóxer y metió su erección hasta la empuñadura, haciendo que la mujer gimiera fuertemente.

Sin un segundo de espera, el hombre empezó a arremeter contra la mujer la cual se aferró fuertemente a su espalda mientras gemía sin control. Normalmente si esto sucediera con una pareja convencional nada sería placentero, pero el solo hecho de que ambos sean prácticamente bestias en la cama y la vida diaria, no hay mucho que pueda complacer a un par de desquiciados como ellos.

Después de todo, él era un maldito asesino que se hacía pasar por un dulce juguete sexual y ella era una poderosa empresaria la cual tenía ciertos rasgos de psicopatía elevados, lo que indicaría el nivel de éxito que tiene.

Los gemidos de ambos resonaron y la mujer alcanzó el clímax, pero el hombre solo sonrió ferozmente siguiendo con su ritmo mientras miraba el rostro sonrojado de la mujer, realmente amaba ese dulce rostro sumergido completamente en la dulce lujuria, totalmente sumisa a su cuerpo, el cómo esas pequeñas y delicadas manos a comparación de las suyas acariciaba su cuello, hombros, espalda y pechos con tanta desesperación, casi saboreando de él pidiendo más.

Grace se removió hasta que su agotado cuerpo derribara al de Zoro y empezara a montarlo, habían empezado en una pared de la sala de estar en el primer piso y follaron hasta el segundo, en las paredes, la cocina, las escaleras e incluso Zoro se atrevió a apoyarla contra la barandilla de la escalera mientras la follaba duro, dejando la incertidumbre si ella caería de espaldas al vacío o se mantendría firme a las caderas del hombre.

Obviamente, se mantuvo firme como sanguijuela pegada al hombre mientras ese pilar celestial le estaba jodiendo hasta los sesos.

Oh, también le hizo una mamada en la cocina, sin duda la mujer disfrutó de ver el rostro del hombre contorsionado en placer arremetiendo contra su boca y llenándola de su cálido semen amargo.

Zoro miró fijamente el cuerpo de Grace, mirando como su polla desaparecía dentro de la mujer, sus tentadoras caderas moviéndose sin parar a su vez que esos hermosos pechos revotaban una y otra vez, dejando que esos atrayentes brotes rosas se vieran tan deliciosos como una fruta prohibida burlándose delante de él.

Oh, como los quería en su boca mientras su lengua jugaba con aquellos dos pezones y sus dientes lo mordisqueaban un poco.

Sin pensarlo dos veces el hombre se llevó esos pequeños caramelos a la boca mientras acariciaba sin descaro alguno el cuerpo desnudo de la mujer que lo montaba como si no hubiera un mañana.

—M-mierda —jadeó Grace apretando las sábanas por su cabeza mientras Zoro se imponía sobre ella, chupando sus pechos y devastándola allí abajo—. A-amanecer.

¿Habían estado follando más de cinco horas seguidas? ¡Habían roto el récord anterior! Uhg, era mejor que no fuera a trabajar, ¿Cómo podría ir con tanto semen entre sus piernas y con el cuerpo hecho mole por el musculoso, fuerte, sexy e imponente hombre montándola como si no hubiera un mañana?

—¿Mmm? —el hombre dejó de atender los pechos, pero con la cabeza pegada a ellos sin detenerse ni un momento de embestirla.

Una sonrisa maliciosa se posó en los labios del peliverde mientras empotraba a la mujer contra el vidrio de la ventana para que mirara el amanecer desde su lujosa suite en uno de los hoteles más famosos e importantes de la ciudad, junto con uno de los más caros... ¿Había que decir que le pertenecía a ella?

—¡Dios, Zoro! —gimió sintiéndose cerca del orgasmo nuevamente Grace.

—Solo basta que me llames por mi nombre —se burló el hombre egocéntricamente y besó suavemente el hombro de la mujer—. Mierda —gruñó nuevamente y mordió la zona antes de irse retirando lentamente, dejando que sus fluidos escaparan por las piernas de la mujer.

—Bastardo... tengo sueño, báñame y déjame dormir —ordenó la mujer cansada, acurrucándose en el pecho del hombre, el cual soltó un pequeño gruñido, pero aun así hizo lo que la mujer le dijo.

Mmm... ¿Cuántos tipos tendría que matar? Ah, tendría que pedirle a Franky que pirateara las cámaras de seguridad del trabajo de la mujer... y también pedirle a esa bruja de Nami que sedujera a alguno cerdos para que les robase el dinero mientras que Robin tapaba las huellas.

Que molesto, mejor se dormía al lado de su amada.

Cuando Grace despertó, lo único que encontró al ver las noticias fue el brutal asesinato de varios de los cerdos que la jodieron en la anterior reunión.

Ah, ¿Cuánto había dormido? Miró la hora, fecha y día de la televisora.

Oh si, durmió un día entero, con razón tenía tanta hambre, ¡Esperaba que los hombres a los que les exigió comida la trajeran rápido!

—Mmm... De verdad los mataste —habló la mujer comiendo leche con cereal mientras el peliverde aparecía solo con una toalla.

—¿Quién dice que fui yo? —pregunta desinteresadamente.

—Mm... mientras no quieras asesinarme estoy bien, esos cerdos se lo merecían por cabrearme de tal manera —habló Grace con total indiferencia.

—Nunca te mataría, al menos no a ti —habló el hombre acercándose detrás del sillón de la mujer y besó suavemente su hombro—. Sabes que te amo, ¿No?

—Lo sé, pero no me importa; sigues siendo mi juguete hasta que ya no me seas de utilidad —habló sin importarle—. Ah, se acabaron los cereales —miró como su plato era más leche que cereales, entonces nuevamente fue llenado con cereales.

—Sabes que yo no te dejaré ir, ¿Cierto? Incluso si me desechas volveré a ti —habló el hombre con un cierto tono oscuro.

—Ya te lo dije, mientras me seas de utilidad no te desecharé —habló la mujer y besó suavemente los labios del hombre, el cual sonrió levemente mirando el escote de sus pechos—. Si sigues con ese rendimiento en el sexo y no interfieras en mis negocios como hasta ahora, incluso podría pensar en ti como un candidato a esposo.

—No sabes lo que me alegra escuchar eso.

—Ah, tal vez pida algún heredero en el futuro, siempre y cuando no intentes robarte mi fortuna.

—Te robaré a ti, tu dinero no me importa.

—¿Te importa más mi cuerpo? Que hombre más superficial y bestial, piensas con la polla, típico.

—Quiero todo de ti, incluso tu actitud de mierda —rio levemente el hombre y una de sus manos presionó el cuello de la mujer—. Créeme que, si no hubieras publicado esa noticia estúpida de Sugar Mommy y me hubieras elegido, te abría secuestrado y violado todos los días —habló enfermizamente mientras sus dedos se apretaban levemente contra el cuello de la mujer y sus ojos brillaban de un intenso tono carmesí.

Ella apoyó su cabeza en el hombro de él con total despreocupación por las brutales intensiones asesinas que estaba emitiendo Zoro, pareciendo incluso más intensas que la de cualquiera de las peores bestias sedientas de sangre.

—Mmm... quisiera ver eso —rio burlonamente la mujer, entonces tocaron el timbre—. Ah, la comida llegó, quítate de encima y déjame ir a buscarla o ve tú y tráemela.

—Eres tan descarada —rio levemente Zoro y fue a la puerta para recibir todas las ordenes que pidió la mujer.

Pobre repartidor, en vez de encontrarse a la mujer de voz sexy se enfrentó a un tipo de mirada amenazante, con una cicatriz en el pecho y semi desnudo solo cubierto con una toalla.

—Buen culo —rio entre dientes la mujer absorbiendo la vista desnuda del hombre al cual se le cayó la toalla una vez que cerró la puerta mientras intentaba no botar todos los paquetes de comida.

—Mujer perversa.

—¿Vas a necesitar ayuda con ocultar las huellas? No quiero que me involucren contigo si dejaste huella —preguntó abriendo una de las bolsas de comida, ¡Ah! Mira que delicioso se veía esa media luna rellena de chocolate— si la polía viene, no dudaría en deshacerme de ti diciendo que me tenías secuestrada, amenazada o algo así.

—No te preocupes, aparte de mi deshaciéndome de las huellas, puse a unos amigos a trabajar para deshacerse lo más limpiamente posible de ellas —respondió despreocupadamente—. Mmm, aunque igual podría secuestrarte ahora que estás tan débil que ni siquiera pues caminar decentemente y no has comido nada.

—Vamos idiota, juega con eso cuando no me seas de utilidad, ya me pedí unas vacaciones por "temor a ser atacada en camino a la empresa por un psicópata que asesina empresarios", no me hagas desperdiciarlas en un cuarto oscuro y húmedo.

Grace tenía una media luna metida en la boca mientras miraba al hombre al cual le ofreció una.

—Mmm... una semana para nosotros dos me suena bastante bien, tal vez ni siquiera haga falta secuestrarte.

El hombre aceptó la comida, solo que esta estaba rellena de crema pastelera.

—Ya lo decía yo, ¿Semana de sexo y actividades?

—¿Sexo en público? No sabía que fueras tan atrevida.

—¿Con otras identidades falsas?

—Reamente me gusta cómo va la cosa.

Ambos estaban completamente sumergidos en la locura, pero ambos se agradaban de esa manera desquiciada.

Dou jajaja Zoro es bellisimo, lo amo