CAPITULO 1: DISFRUTAR Y DESCANSAR
Jiro era alguien muy reservado, de manera general participaba muchísimo en clase ya que tenía a una abuela genial quien le podía ayudar a reforzar todo lo que le enseñaban en clases, era algo básico, como vestir para bajar al abismo, nudos para las cuerdas y también cómo lidiar con algunas criaturas del abismo
-Ahora, ¿En dónde debería almorzar?, que mal, pese a que mi abuela me acepto en su casa me obligaron a quedarme aquí, bueno, no es problema, al menos ya no salgo corriendo desnudo hacia al abismo cada mañana, pero es penoso usar este cascabel cuando ya todos tienen un silbato rojo...-
Él no se daba cuenta que alguien de cabello escarlata le veía sentado desde la rama de un árbol, se reía discretamente, el chico tendía a hablar mucho solo y en voz alta, era de esperar que alguien se burlara por ese aspecto
- Bolas de arroz y huevos hervidos, esto, realmente huele delicioso, pero es mucho, como siempre la abuela exagerando en mi alimentación...-
Sin que él se fuera cuenta de nada, al estar comiendo una parte de su almuerzo, la misma persona bajo de manera muy discreta del árbol para robarle un huevo hervido y una bola de arroz, Jiro cuando se percató se asustó un poco, volteo a ambos lados y hacia atrás, aunque jamás hacia arriba, solo escuchaba risas, lo cual le asustaba mucho, no es que fuera un miedoso en potencia, pero si tenía sus limites
- ¡Tu comida esta deliciosa!, ¿Tú la preparaste?-
- ¿¡A-ah!?...¡Si había alguien!...no espera, ¿Por qué te estabas robando mi comida?
- No me gusta la comida que sirven aquí, son muy estrictos con esas cosas y además la carne parece cartón, horrible y sin chiste, se supone que la carne debe ser jugosa y deliciosa, no ser dura y seca-
- Ya veo que si entiendes de comidas, pero, ¿Por qué me estás hablando?-
- ¿Qué nadie lo ha hecho?, ah ya te recordé, ¡Eres el que corre desnudo por ahí desde que sale el sol!...ah pues...mira que pasada, no pensé que terminarías aquí-
- Sí, ellos creen que es una especie de enfermedad contagiosa hablarme o algo así...-
- A mí tampoco me hablan mucho, dicen que soy algo irritante-
Lo que más le sorprendía a Jiro es que ese infante que le estaba hablando estaba colgando de cabeza sujetándose de la cuerda, de hecho, su sangre ya estaba bajando hacia su cabeza, quizá se desmayaría o algo así
- ¿Estas segura que estar en esa posición no te hace daño...?
- Claro que me hace daño, por eso estoy aliviada de hablar contigo, sé que no eres tan cruel para déjame aquí colgando...ahora, si me permites...
Quien hablaba con Jiro quedo desmayada y cayo a la tierra que estaba bajo ella, tenía una sonrisa de inocencia y un poco de estupidez
- Que remedio, vaya forma de empezar a hablar con otros niños...su cuerda me ayudara a llevarla a la enfermería...
Tampoco era muy cuerdo que digamos, la llevaba arrastrando en el suelo con la cuerda sujeta al infante...
-Oye despierta, me vas a meter en problemas...no quiero hacerme aún más mala fama aquí dentro, van a decir que te golpee o algo así, que...pensándolo bien no estaría nada mal...-
Al no escuchar respuesta detrás suyo, solo llego a la enfermería, conto lo que paso, a como era el acompañante de Jiro no le genero alguna pregunta incomoda, ya sabían que era así, sin más lo dejaron ir, pero aun así le preocupaba...
-Una banca de madera, un libro que me dejaron estudiar, ni hablar...al menos hasta que el compañero despierte...-
Así paso alrededor de una hora, cuando entro de nuevo se dio cuenta que no estaba desmayado, simplemente estaba dormido, y de qué manera, pareciera que la enfermería fuera su casa o habitación, que, a decir verdad todos ahí tenían la suya...
-No solo le basta con robarme la comida, también me robo mi compasión, ¡Devuélveme la atención y la preocupación que puse en ti!
Sin pensarlo dos veces solo tiro un poco que agua que había en un florero cercano, después de eso el chico se fue a la biblioteca a liberar la mente un rato, sobre una mesa algo vieja y una silla en iguales condiciones solo podía sentir el frio del lugar, eso si, los libros super interesantes, incluso había algunos que no hablaban del abismo, eran más de aventuras hacia otros lugares...
-Me siento observado...pero, según se nadie entra aquí...deben ser cosas mías, aquí no hay nadie...o al menos eso creo...- Dijo temeroso
La verdad era que si había alguien con el...aunque no con malas intenciones...
-¿Quién está ahí...?- Dijo temeroso
Aquella entidad solo lo espiaba, aunque no podía evitar aguantar la risa, eso termino por delatar al espía, Jiro retiro unos libros de un estante de madera de roble donde se asomaba un rostro a punto de estallar en carcajadas...
-¿¡Qué demonios tienes en mente!? ¿Quieres causarme un susto de muerte?-
-No realmente, solo estaba escuchando como murmurabas en tu lectura... ¡Y fue tan cómico!-
Lo que si le daba algo de pena es que lo escucharan decir por su propia voz lo que le gustaba, bastante rojo por vergüenza y molestia intento gritar, al menos hasta que recordó que estaba en una biblioteca, pidió un momento, se dirigió hasta un mueble de metal, abrió la puerta y gritó dentro con todas sus fuerzas
- ¿Aun sigues aquí, porque?-
-No podría dejar tirado solo a mi mejor amigo, ¿Verdad?-
-¿Mejor amigo dijiste?, debes pasar mucho tiempo solo, ¿Verdad?-
-¡Igual que tú!- Riendo en bajo volumen
-Tu ganas esta vez...bien, empecemos de nuevo, ugh soy Jiro, ¿Cuál es tu nombre?-
-¡Me llamo Asuri!, a todos les da gracia mi cabello y mi nombre, por eso no tengo amigos, cuando vi que tu no lo hacías supe que ibas a ser mi mejor amigo-
-Asuri...ah y creo que...el color no importa...pero tu nombre, ¿No es raro para un...?-
-¿¡Un que!? Te diré algo, quien se burla de mi nombre y mi cabello termina golpeado y desnudo atado cerca de la fuente, ¿Entiendes?-
-Eso fue una... ¿Advertencia o amenaza? ¡No iba a decir nada de igual forma!- Dijo aterrorizado
-Excelente, dime, ¿Cuál maldición del abismo te causa intriga o te llama más la atención? Por mi parte el de la tercera capa, ¿Qué clase de alucinaciones tendré?- Exclamo risueña
-Oye...calma aun eres una silbato rojo y yo un...cascabel, ni siquiera he pisado el abismo-
-Eso está perfecto, ¡Yo te ayudare a conseguir tú silbato rojo!-
Ni siquiera tuvo que pedir apoyo por un compañero para bajar al abismo, la puerta hacia el silbato rojo se abrió bastante fácil...el problema era, ¿Es la mejor opción...?
-Ya que... ¿Qué podría salir mal...?-
Esas palabras siguieron en su mente por unos cuantos días, lo normal, como prefería soñar en lugar de prestar atención había momentos donde se quedaba dormido en clase...
-Donde ¿Dónde estoy?-
Se veía a si mismo flotando en el centro del abismo, no comprendía nada, solo estaba ahí todo era brillante a su alrededor, quería ver más allá, bajar, quizá en sus sueños pueda sin matarse en el intento, el problema empezó cuando bajo en caída libre, era tan realista que podía sentir el aire en su rostro, pronto azoto su cara en el pupitre...
-Dios...- Dijo totalmente asustado y esperando no haber sido visto
Para su mala suerte Asuri lo había observado, solo cubrió su boca para evitar lanzar carcajadas, nuevamente Jiro quería que la tierra se lo tragara, así fue hasta que acabo la clase...
-Tuviste unos de esos sueños donde te caes, a mí no me engañas- Ya riendo en total libertad
Iba a contestar pero de la nada quien estaba a cargo del orfanato se la llevo, esta intento escapar pero no lo consiguió, Jiro con los ojos bien abiertos solo pudo observar a Asuri diciéndole que se fuera a otro lado con señas
-¿Cuáles son la clase de problemas se mete?-
Al final hizo caso, fue hasta su habitación, como algunas estaban repletas le dejaron una para él solito, nunca había tenido una para él solo, eso lo hacía sentir especial, quizá también era un motivo por el cual los otros niños no le dirigieran la palabra, así pasaron las horas, tomaba todo lo más importante de los libros en su propia bitácora o manual que podría usar una vez que estuviera en el abismo...
-¿Quién llama a la puerta a esta hora?, es tiempo de mi siesta...Ah, Asuri, eres tu, ¿Qué haces aquí?-
Antes que contestara sus maletas fueron arrojadas dentro de la habitación
-Me mandaron a dormir lo más lejos posible de los demás...se enteraron que fui yo quien provoco los apagones de las últimas semanas – Riendo sin pena ni vergüenza
La poca paz y tranquilidad de Jiro se habían ido al caño, aunque, también se sentía un poco aliviado, la habitación era muy fría hasta la llegada de Asuri, desde ese momento todo cambio...para bien o para mal pero cambio, al día siguiente Jiro acabo en el suelo después de que Asuri le levantara de una manera un tanto extraña...
-¡Arriba, ya solo faltan 29 días para tu prueba por el silbato rojo, te tengo que dejar en forma no solo vas a cargar el pico, también una pesada mochila!-
-Pero aun no tengo nada de material de excavador...- Dijo cansado y cubriéndose con las sabanas
-Por eso vas a practicar con mi viejo pico y un costal lleno de piedras...-
-¿Qué cosa dijiste...? Dijo alterado
Aún era muy temprano para que los que estaban en el orfanato estuvieran de pie, pero ahí estaban ellos dos, Jiro sudaba la gota gorda, Asuri solo le gritaba desde atrás para que se diera prisa...le hacía subir empinadas cuestas llenas de escaleras, al menos hasta que el chico cayó al suelo agotado...
-Quiero vomitar...lo peor es que no sé qué voy a vomitar...ni siquiera he desayunado...-
-¡Ya decía yo que habíamos olvidado algo!- Dijo emocionada -¡Arriba, vamos a comer algo dulce...!
Fueron los primero quince días al lado de Asuri mas desgastantes de su vida, incluso pensó que iba a morir de fiebre, al menos hasta que le tiraron un balde de agua helada encima, curiosamente dio resultado, un milagro con probabilidades de uno en un millón, lo extraño para el empezó después de esos quince días, los niños hacían insinuaciones de los dos, el no entendía porque, tampoco preguntaba porque Asuri ya los había golpeado aun cuando ellos pedían piedad...
-Qué raro, bueno, todo aquí es raro, rarísimo diría yo...- Exclamo sorprendido
-¿Verdad que si?...Bueno, aquí entre nos, no nos da miedo ser auténticos y no intentamos encajar en los estándares de niños tontos -
Eso levanto aún más sus sospechas pero no dijo nada, quizá eran cosas suyas...las noches en la litera se estaban volviendo algo incomodas para él, más cuando bajaba de la parte superior y vea a Asuri durmiendo como si nada importara...
-Incomodo pensar que sea una niña...pero tiene toda la facha de un niño...cabello corto... ¿Si tiene el cabello corto?, siempre duerme con ese gorro...-
Así fue hasta el mediodía, para Jiro le era extraño que Asuri le pidiera que se voltease para que él se pudiera cambiar de ropa, haciendo recuento de acontecimientos, se pudo dar cuenta de algo, su nombre no era del todo masculino, además que Asuri tendía a tener acciones poco comunes, por ejemplo, nunca le había encontrado en el baño de hombres...sus sospechas se confirmaron cuando Asuri tenía puesto un vestido de verano color blanco que hacia resaltar en exceso su cabello escarlata al quitarse el gorro...
- A-Asuri, ¿E-eres una chica?-
- ¿Qué si soy una chica...? Ah? ¿Es que acaso no lo sabias ya...?
Hubo un silencio incomodo, la niña puso cara de puchero, su rostro estaba rojo de molestia, un par de lágrimas querían salir de sus ojos...
- ¡Eres un idiota!, ¡Un completo idiota!
Sin decir más la niña salió corriendo de la habitación, no sin antes arrojarle un libro a la cara, este se quedó adolorido moviéndose de un lado a otro en la cama
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