
todo sigue tal cual como me fui
Al bajar del avión, paso por la tediosa cola de revisión de equipaje cosa que me hace quejar pero no puedo hacer nada. Por lo que me toca esperar, una vez listo el chequeo ubico mi mirada entorno a las personas que están en el lugar en busca de el agente que contraté en Nueva York con equipo de seguridad.
Por ahora no he tenido ningún tipo de inconveniente dado que mi vuelo fue en primera clase, y debo agradecer que el aeropuerto de la prioridad de salir antes que todos los pasajeros, ahorita lo menos que quiero es encontrar a una fans y que me pida fotos. Aunque debo decir que mi atuendo tampoco da mucho a decir que sea una persona famosa; no voy a negar que en lo personal me encanta vestir como vagabundo sin un peso. A lo largo de estos tres años he aprendido que mi apariencia no debe porque preocuparme y mucho menos el que dirán.
Me fijo en un cartel en específico y luego coloco mi vista en la persona que lo sostiene es Marcus la persona que se encargará de mi seguridad. Por lo que me acerco hasta él.
— Señorita Cooper, bienvenida a Singapur — es lo primero que dice al llegar junto a él
—Muchas gracias Marcus, espero mi estadía en el país sea grata — digo con un suspiro de angustia.
—A si será señorita — dice, para luego salir del aeropuerto tomando mi maleta y subirla al auto, y poner rumbo a mi antiguo departamento, siento una terrible ansiedad por todos los recuerdos que hay en ese lugar.
Cuando estaba en Nueva York en más de un ocasión pensé en venderlo y comprar otro, pero siempre había algo que lo impedía y por más que he tratado de averiguar qué es.... No lo consigo, o tal vez sea yo apresurandome y sea el tiempo quien se encargue de hacermelo saber.
Miro a través de la ventana del auto las calles de Singapur, sin duda alguna todo sigue tal cual como me fui. Nada a ha cambiado; porque quizás la única que lo hizo fui yo y solo pretendía creer que al volver al país nada sería tan igual a como me fui, al llegar al edificio me bajo del auto soltando una gran bocanada de aire, ninguno de los chicos sabe que he vuelto y no porque no haya querido decirles nada si no porque quería darles una sorpresa.
— Solo espero que las terapias con Patricia me sirvan para saber sobrellevar todo los recuerdos que tengo con este departamento — digo para mí misma — tu puedes Maddisson, eres fuerte, valiente y has pasado por cosas peores — me aliento a mi misma.
Me adentro al edificio saludando al conserje que no oculta su asombro al verme entrar luego de tanto tiempo, creo que logro ver en su mirada cierta admiración y es que bueno para el señor Gael no es un secreto todo lo que pase. Le doy un asentimiento de cabeza y una pequeña sonrisa y continúo con mi camino con Marcus siguiéndome los pasos, hasta el ascensor para luego marcar el número de mi piso.
Esperamos uno al lado del otro mientras el ascensor comienza a subir hasta marcar el número quince y abrir sus puertas para salir de éste. Rebuscó entre las cosas que tengo en mi pequeña cartera de mano y saco las llaves de mi departamento para meterlas en la cerradura de la puerta.
Un vez giro la llave, el suave clip de la cerradura me hace cerrar los ojos y contener la respiración. Y lo primero que viene a mi mente es el recuerdo de Taylor y yo cuando me propuso matrimonio.
— Ya no hablemos más de eso — se sienta en el sofá — necesito un favor de tu parte.
Me siento en el sofá individual en frente de él y le doy toda mi atención esperando que continúe su diálogo.
— hoy tuve una reunión muy importante con mi padre — asiento comprendiendo — me pidió que si quería tener su herencia debía casarme.
Trago con fuerza, no me lo esperaba aunque bueno sus padres son la clase de personas que si tú no estás a su mismo nivel social no eres nadie para ellos, al principio cuando Taylor y yo comenzamos a ser amigos, su mamá me renegó de diferentes formar. Hasta que cumplí la mayoría de Edad y comencé en el mundo de el modelaje y empece a tener reconocimiento, ella dejo de discriminarme.
—¿Por eso le pedistes a jade matrimonio? — menciono un poco temerosa de su respuesta.
— Si y no — siento la decepción recorrer mi cuerpo — la amo mucho creo que jamás sentiría algo así por nadie más, pero por otra parte también quiero esa herencia he hecho todo lo que mi padre quiere y es lo mínimo que me merezco de su parte.
— Lo entiendo — amarro mi cabello en un moño mal hecho — y cuál es el favor.
— si bien a eso iba — pasa las manos por su pantalón — para poder recibir la herencia tengo que casarme como te dije — pausa — y ya que Jade no quiso aceptar, te lo pido a ti — lo miro boquiabierta — de verdad eres mi mejor amiga se que suena una locura pero si no lo hago, ese dinero se irá a fundaciones y lo necesito para el crecimiento de mi empresa.
— No puedo Taylor — me mira triste — eso es muy importante, el matrimonio no es cosa de tomarse a la ligera — le hago saber — háblalo con Jade seguro entenderá y dirá que si.
— Ya lo hice — tira su cabeza al respaldo del sofá — y aún así no acepto dijo que no iba atarse a mi con un matrimonio cuando no estaba preparada, pero bien que me dejó en claro que si quería disfrutar de ese dinero.
— es que aún no entiendo por qué sigues con ella — vuelvo a decir, intenta hablar pero lo interrumpo — si, si ya se que la amas y todo eso — hago un ademán con mi mano — pero Ty ella solo ha estado contigo en tus momentos buenos, nisiquiera cuando tuviste aquel accidente se apareció en la clínica ni una sola vez, además de que no solo te ha Sido infiel con uno sino con....
— bueno ya — alza la voz, lo miro somprendida nunca lo había hecho — se las cosas que ha hecho y no la juzgo no soy quien ni tu tampoco — me habla molesto — solo te estoy pidiendo un favor si no puedes hacerlo solo dilo y ya está — se levanta tomando su saco.
Comienza a caminar hacia la puerta de mi departamento, lo tomo por el codo deteniendolo y haciendo que se gire a mirarme.
— vale, lo siento — levanto las manos — pero no es una decisión que deba tomar a la ligera, tengo que pensarlo — comento — mañana te haré saber mi respuesta.
Y pensar que creía que aceptando semejante locura, lograría que Taylor se enamorara de mí, sonrió irónica dado que eso solo fue una tonta e ilusa idea mía.
—Señoria Maddisson, ¿se encuentra bien? — la voz de Marcus me hace abrir los ojos.
—Lo estoy Marcus, lo estoy — respondo sin verlo y limpiando una lágrima que ha salido sin previo aviso — solo que luego de tanto tiempo, me siento extraña al regresar.
Tomo el pomo en mi mano y lo giro para luego empujar la puerta y dejarla que abra, me adentro al sitio sin mucho esperar y enciendo las luces presionando los botones que están en la pared aún lado de la puerta. Y camino por el corto pasillo hasta llegar al salón donde todo está cubierto por unas sabanas blancas.
—Hay mucho trabajo por hacer — Digo tomando la sábana del sofá y tirandola al suelo.
—Si quieres puede llamar a un servicio de limpieza, si se siente más cómoda — miro a Marcus limpiando mis manos del polvo que tenía las sábanas.
—No, no es necesario — digo luego después de un rato — creo que me servirá para despejar la mente y poner en orden todo lo que tengo que hacer aquí en Singapur. — murmuró un poco bajo — gracias por tus servicios, puedes irte si gustas ya por lo que resta de día no te necesitaré — le sonrió amable.
— como quiera Señorita — asiente para luego salir del departamento y cerrar la puerta de este.
Bien, veamos primero me cambiaré la ropa y luego me pondré manos a la obra. — hablo mentalmente.
Por ahora esto me servirá para no pensar en nada ni nadie, solo en ver el departamento limpio sin una sola muestra de suciedad y que no quede rastro de que no estuvo habitado por durante tres años y medio.
✨✨
Happy Valentine, un nuevo capítulo ❤️
Ya poco a poco vamos adentrándonos a esta nueva trama que nos dirá que pasará entre Maddisson, Taylor y Fabrizio.
Y lo sorprendente que será al saber por todo lo que pasó Madd en esos tres años y medio en los que no estuvo en Singapur.
Instagram: @Rosperez995
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