Luego de tener esa breve charla con Eleanor, y en la que no pude darle una respuesta. No al menos una que la convenciera de que mi relación con ella no terminaría o pasaría por algo grave que nos haría separar.

Pude notar que no le agrado para nada, y su actitud cabizbaja y molesta me hizo saber que aunque no lo quiera muchas cosas van a cambiar entre nosotros, y justamente eso no es lo que quiero. No quiero que la presencia de Maddisson o el amor que sentía hacia ella sea un problema para nosotros.

Estoy apunto de casarme, por Dios.

No es justo para mí que la piense como lo he venido haciendo desde la primera vez que la volví a ver y por su puesto mucho menos para Eleonor, no solo porque ella dió todo de si misma para que pudiera darle una oportunidad para que nuestra relación funcionará, no es justo que el solo aparecer de una antigua persona acabe con todo lo que hemos construido.

—¿Aun la quieres?

—¿Qué? — Su pregunta me descolocó un poco, pero se lo que quiere decir.

—Sabes a lo que me refiero Fabrizio — Maldición, claro que se — No quiero que me trates como una tonta o que pienses que no me doy cuenta — Respira profundo — Se cómo te afectó el verla —Intento hablar pero levanta su mano —, y como te afectó aún más lo que te dijo ese hombre en el restaurante.

—No pensé jamás volver a verla —Suspiro — No quería hacerte sentir incómoda con lo que pasó, lo siento — me disculpo.

—Solo quiero saber si esto afectará lo que sientes por mi o no —la miro detenidamente, y no se que responderle.

—Y-o yo no sé que decir Eleanor todo esto es tan repentino —trato de excusar — pero te juro que estoy haciendo lo más posible para que nada cambie entre nosotros. Porque se que te quiero.

—El querer no es suficiente fabrizio, quiero que me ames pero tal parece que esa palabra para ti ha dejado de existir. —Respira profundo— desde que estamos juntos nunca te he escuchado mencionarla y ¿sabes que me da más coraje?—la miro esperando que continúe — que se que con ella lo hicistes. Le dijistes la palabra que yo tanto he deseado oír de ti.

Mi cabeza está echa un lío, no se que hacer. No se que pensar, nada de lo que pasa por mi cabeza me deja un pensamiento claro y me ayuda a tomar una decisión, he estado deambulando por las calles desde hace media hora, dónde dejé a Ele en su departamento. Esta vez enfocó un poco más mi mirada en la carretera y me doy cuenta que estoy en una calle sumamente familiar para mí, y es que hasta inconscientemente, ella me atrae a su ser, a todo lo que la rodea y lo peor es que no coloco ninguna resistencia.

De tengo el auto del otro lado de el edificio y suelto un suspiro profundo apoyando mi frente sobre el volante, quizás pensando que lo que haré está mal y pueda que me arrepienta después.....o no, pero por ahora solo parece lo mejor y lo que debo hacer.

Sin pensarlo más, bajo del auto bloqueando y comenzando a caminar hacia el edificio hasta adentrarme en él, dónde el mismo conserje de hace cinco años se encuentra en su lugar y me lanza una mirada sorprendida y me muestra una sonrisa amable.

—Bienvenido señor.

—Gracias —siento mi voz temblar, por lo que Carraspeó— Sabes si, —hago una pausa sin poder encontrar mis cuerdas vocales —¿la Sr Maddisson se encuentra?—Pregunto un tanto temeroso por su respuesta.

—Si está señor —su respuesta me hace retener el aliento —¿Desea que la llamé? —lo miro sin saber que responderle.

Nisiquiera se que hago aquí, o porque. De hecho ni tenía planeado venir a verla pero resulta que hasta mi misma subconsciente me traiciona y me trae a su presencia sin quererlo. Suelto un suspiro tratando de calmar mi respiración que hasta ahora no había notado lo acelerada que estába.

—No —Niego levemente, haciendo que frunza el ceño— de hecho quería ver, que tan posible sería el dejarme pasar sin comunicarle —me atrevo a pedir aunque se que puede meterse en problemas.

—Señor, n-no creo. No creo que sea correcto— se nota un tanto asustado y con toda la razón puede hasta perder su trabajó

—si le preocupa perder el trabajo no se preocupe estoy seguro de que no ocurrirá.

Me mira poco convencido, siento que pasan largos minutos en los que comienzo a rendirme y dispuesto a irme a mi casa. Cuando lo miro cerrar los ojos para luego abrirlos y lanzarme una mirada que no logro decifrar.

—Lo dejaré pasar —comienza, haciendo que mi pecho se acelere — pero si surgen algún problema, diré que usted me amenazó —me señala con el dedo.

—Claro claro —Asiento torpemente — le aseguro que no pasará nada.

—Eso espero,la Srita Madd últimamente a echo muchas prohibiciones con algunas personas —murmura.

Quisiera determe y preguntarle a qué se refiere, pero no lo hago. Lo menos que quiero es que se arrepienta y no me deje subir al departamento, al entrar al elevador marco el piso dónde se encuentra Maddisson y mis manos comienzan a sudar como si de un adolescente se tratara.

Al llegar a el pasillo donde se encuentra las puertas, salgo del elevador comenzando a caminar hacia la puerta 205, al llegar a está levanto el brazo colocando mi mano en un puño y dudando en si tocar o huir ahora que puedo.

¡No!, Debo enfrentar esto de una vez y decidir que es lo que quiero para mi vida. Eleanor no se merece que piense en otra mujer.

Dejo caer mis nudillos en la dura madera, esperando que la persona que se encuentra detrás de ella la abra.

Ya no hay vuelta atrás.

Siento pasos dentro del departamento para luego la puerta ser abierta con un lentitud que me pone la piel de gallina y me hace sentir un fuerte cosquilleo en el interior de mi estómago,cuando el rostro de la mujer que me ha torturado por años se deja ver.

—¿Fabrizio?.

—Hola, Maddisson.

✨✨

Dios pero emoción volver a dejarles un nuevo capítulo de esta historia. La verdad tarde mucho porque estaba terminando mi semetres y bueno estaba con mil cosas.

Pero bueno, en estas dos semanas que tendré libre. Trataré de actualizar lo más pronto posible y ver qué pasará con este trío. Y algunas sorpresitas que vendrán por allí.

@Rosperez995