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𝟬𝟭. A PUNCH OF REALITY

▍𖤐  ָ࣪  ╱ CHAPTER ONE
❝ 01. UN GOLPE DE REALIDAD ❞

KANA SE SENTIA ASFIXIADA por el calor abrasador en el aire, ella y su hermana Nami llevaban un par de horas a la deriva y ya se estaba aburriendo.

—¿Cuánto tiempo tenemos que seguir esperando? —preguntó fastidiada y su hermana rodó los ojos.

—Deja de quejarte. Este plan es infalible y lo sabes, ¿alguna vez te he fallado? —preguntó levantando su ceja.

Kana negó. —Jamás. Pero ya tengo hambre y me duele el estómago. —hizo un pequeño puchero.

Siempre tenía hambre.

—Tan pronto tengamos un barco iremos a Shells Town y podrás comer ahí. —la castaña asintió.

Mirando sus dedos entrelazados, pensó si era buena idea expresar la duda que había estado atormentándola desde ya hace un rato.

—Nami. —la llamó y esta hizo un gesto con la cabeza para que siguiera hablando. —¿Crees... crees... —las palabras no podían salir de su boca. —¿Crees que Arlong los libere una vez que tenga lo que nos pidió? —Nami palideció.

—Tiene que. —contestó con un toque de sorna en su voz. —Y también a nosotras, tiene que cumplir su trato. —la menor asintió, para ella misma más que nada, tratando de convencerse.

Kana sabía cuanto le dolía a Nami hablar sobre ese tema, y aunque fingía que no, a ella también.

Ambas hermanas se miraron, estaban esperanzadas de pronto poder salir de su pesadilla.

Un pequeño barco que se aproximaba, las sacó de su ensoñación.

—Alguien viene, rápido, como lo ensayamos. —Nami tomó a su hermana y ambas se tiraron al piso del pequeño bote.

—Ayuda, porfavor... —Nami arrastraba las palabras. —Mi hermana... está herida...

Kana tosió falsamente en los brazos de Nami.

—Tranquilas, queridas. —el pirata habló. —Estamos aquí para ayudarlas. 

—Nuestra tripulación fue atacada por piratas, apenas logramos salir, pero mi hermana esta muy mal. —la pelinaranja mintió de manera magistral.

—¿Piratas dices? —los hombres se miraron. —Dicen que son terribles.

—De lo peor. Suerte que nosotros las encontramos.

De tener los ojos abiertos, Kana ya los hubiera girado, los piratas eran unos imbéciles.

Rápidamente, las anclaron a su bote, para así poder acercarse.

Kana "raramente" despertó y con sus "pocas fuerzas" cubrió el cofre junto a ellas con una manta.

Uno de los piratas sonrió. —¿Qué llevan ahí? ¿Algo para compartir?

Las hermanas negaron con fingida preocupación.

—No, por favor. Es todo lo que tenemos. 

La castaña volvió a toser levemente. —Es lo único que nos queda. —levemente tomó el brazo de uno de los hombres y este la lastimó tratando de zafarse del agarre.

—Es un precio justo por salvar sus miserables vidas. —le gritó y Kana fingió asustarse y refugiarse en la mayor.

Mientras los piratas trataban de abrir el cofre, rápida y sigilosamente las hermanas lograron cambiarse al barco y desanclarlo del bote.

—¡Oye! ¿Qué pasa aquí? —uno de ellos se quejó al abrir el cofre y no encontrar nada dentro.

Ambos se giraron hacia el bote y notaron a las dos chicas de pie sonriendo.

—Perdón, chicos. —Nami rió.

—Gracias por el rescate. —Kana se despidió agitando su mano a modo de despedida, hacia ellos.

Una vez que se alejaron del bote, ambas suspiraron. Si, sabían que el robar no era algo muy digno para ganarse la vida, pero a veces las circunstancias te forjaban de esa manera, la vida para ellas era cazar o ser cazado, y no estaban dispuestas a ser las presas, no otra vez.

Y con la terrible infancia que ambas habían tenido, era imposible que vieran el mundo de otra forma.

{ ⊱ ✠ ⊰ }

—Esta comida esta riquísima. —Kana habló con la boca llena y Nami hizo una mueca fingiendo asco.

—¿Qué te dije de comer con la boca llena? —la azabache rió.

—Esta bien mamá. Es muy claro cual es la más vieja de las dos. —Nami abrió la boca en forma de "O" presuntamente ofendida.

—Vas a ver cuando te... espera creo que ya visualicé a mi próxima victima. —se levantó de la mesa, decidida a seguirlo.

—Suerte. —susurró Kana por lo bajo.

Nami sonrió. —No la necesito.

—No te decía a ti. —ambas rieron y mientras Kana terminaba su comida, Nami comenzaba la fase dos del plan.

De pronto una riña comenzó, un chico de cabello verde peleaba contra los marines. Esto la desconcertó, jamás lo había visto, pero peleaba muy bien.

Gracias al alboroto que causó, Nami pudo lograr su cometido, esta le hizo un gesto a su hermana y fue hacia su dirección.

Tan pronto llegó, notó un hombre en el suelo inconsciente y sintió como se le helaba la sangre.

—No lo maté. —Nami comentó despreocupada y Kana pudo respirar. —Bueno, eso creo. —soltó una risa. —Ya, ayúdame a llevarlo.

Ambas lograron quitarle el traje al hombre, y Nami se lo tendió. —Ten, póntelo. Está a tú medida.

Kana rió. —Yo no me pienso poner eso.

{ ⊱ ✠ ⊰ }

—Te ves preciosa con el uniforme. —Nami se burló.

Kana la miró seriamente. —Parece que tengo cinco años.

—Y te ves adorable. —la tomó de los hombros. —Ahora ve a hacer lo que sabes hacer.

Entre quejas, Kana sigilosamente entró a las instalaciones de la Marina, sin hacer ningún tipo de ruido.

Era su especialidad, podía ser lo más silenciosa posible, eso la hacía una impecable ladrona.

—Ahora si viene lo bueno. —susurró en voz baja.

Con mucha delicadeza y atención comenzó a buscar el mapa necesario, pero como el lugar estaba repleto de estos, se le hacía imposible acabar su cometido lo más rápido posible.

—¡Oye! —escuchó una vez tras ella y sintió un vuelco en el estómago.

Porque si, todas las preocupaciones de la castaña, iban directo a su estómago.

Ella se giró, tratando de actuar naturalmente.

—Se supone que no deberías estar aquí. —habló la mujer con un deje de desconcierto en su voz.

—El capitán Morgan me envió a buscar un mapa de la Gran Ruta antes de su sesión informativa de seguridad esta tarde. —contestó con firmeza.

—¿Por qué el haría eso? —cuestionó. —Todos los mapas pertenecientes a la Gran Ruta se mantienen bajo llave en su oficina privada. —los ojos de Kana brillaron.

¿Cómo no se les había ocurrido antes?

—Solo estoy siguiendo órdenes. Pero si quieres cuestionar a Mano de Hacha Morgan, adelante, no tengo ningún problema.

La mujer frunció el ceño y se dirigió hacia otro de sus compañeros.

—Oye, no tenemos ningún mapa de la Gran Ruta aquí abajo, ¿verdad? —preguntó sin despegar la mirada de la menor.

—No, no tenemos ninguno. —el hombre contestó despreocupado, para después mirar a Kana. 

La chica sintió como el terror se apoderaba rápidamente de su cuerpo y se dio una bofetada mental para poder reaccionar ante la situación.

—Oye, tú eres esa chica, la que estaba junto a la de cabello naranja, la que se comió tres platos de spaguetti.

Kana rodó los ojos fastidiada. ¿Era necesario que dijera eso último?

—Y tienes puesto el uniforme que me robaron. —ambos se miraron.

Y antes de que la pareja de marines pudiera reaccionar, Kana se les adelantó.

Hábilmente empujó al hombre mientras sacaba su arco, mientras la mujer la perseguía ella le lanzaba flechas, no quería matarla, solo alejarla. 

Tan solo dos minutos le tomó acabar con el par.

—Bueno, eso fue divertido. —suspiró y llevó los cuerpos inconscientes a un armario cercano.

Un golpe seco se escuchó y después un pequeño grito. Kana temió lo peor, pensó que era otro marino.

Se quedó detrás de los estantes y una guerra de miradas entre ella y el individuo se desató.

Estaba claro que no era un marino, por su... peculiar vestimenta.

Tan pronto ambos salieron, la chica le apuntó con su arco, lista para tirarle una flecha de ser necesario.

—¡Wow! ¡Oye, oye, oye! No, no hagas eso. —trató de frenarla, pero ella seguía fiel a su postura.

—Te estoy deteniendo por entrar ilegalmente en una base de la Marina. —esa había sido la única mentira que se le había ocurrido.

—Ah. Será mejor que te detengas también, porque no eres de la Marina tampoco. —el chico sonrió.

—Lo soy. —Kana respondió con fingida autoridad, pero sabía que el chico no le creería.

—No, no lo eres. —aseguró. —Escuché todo. Otra chica robó el uniforme de ese tipo y tú la ayudaste. Y ahora estás buscando mi mapa. —rió levemente.

—¿Tú mapa? —cuestionó incrédula.

¿Quién se creía?

—Sip. Mi mapa a la Gran Ruta. —volvió a sonreír.

¿Qué ese chico lo único que sabía hacer era sonreír?

—Es mi mapa, y no me iré de aquí sin el. —lo enfrentó.

Cansado de que la chica aún mantenía el arco a unos centímetros de su cara y con una fuerza descomunal, se lo arrebató.

—Te dije que no era necesario que... —Kana sin darle tiempo a explicarse, le dió un fuerte puñetazo en la nariz que lo tiró al suelo.

Odiaba que tocaran sus cosas.

El de cabello rizado se encontraba inconsciente, aún con el artefacto en las manos.

—¡Ay, no! —se quejó. —Creo que ahora yo si lo maté.

—author's note

hola!! espero estén super bien y les haga gustado el primer capítulo de mad woman.

estoy muy emocionada y muy contenta, mil gracias por el apoyo que me han dado, enserio no se como agradecerselos.

qué les pareció el capítulo?? cuéntenme, hoy publicaré otro fic de zoro porque estoy teniendo muchas ideas para fics de op.

recuerden que por capítulo se debe cumplir un mínimo de votos y comentarios, este con el fin de acabar con los lectores fantasmas en wattpad, para este el mínimo es de 50 votos y 40 comentarios. y bueno ya es todo.

les mando un beso 🤍

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