IF
(Aclaracion: en los creditos extra de Mad Father para controlar a Dio hay que jugar en la opcion if, se llama asi por el dialogo de la muñeca que habla con dio en ingles (what would happen "if...") (que pasaria "si...")ahora que si no has jugado o visto estas entregas ve el canal de DegoBoom, él subio ambos juegos y esta obra es una dedicatoria para él TE AMO DEGO!!! eso es todo)
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¿?: Bueno, este es el adiós...
Dijo para que, seguidamente, las cosas alrededor comenzaran quemarse. La niña retrocedió un paso y coloco a su conejo detrás de ella mientras el niño de unos 13 años se acercaba y, en medio de las llamas, le depositaba un casto beso en la frente mientras le deseaba lo mejor a ella.
¿?: Adiós. Aya. Espero que puedas ser feliz. Ahora ve.
Aya: Adiós...
Aya tomo a su conejo Snowball en brazos y se dirigió a la puerta seguida de la ex asistente de su padre, María la cual cojeaba un poco por las heridas causadas en la persecución previa. Mientras tanto, el chico rubio salió por la parte trasera de la casa, un chico que vivía en la soledad, no le importaba las atrocidades que vivió en la mansión Drevis, no le importo que le arrancaran un ojo o que experimentaran con él, ese lugar y el corazón cálido de la madre de Aya, Monika, habían sido su salvación, y se preguntaba por qué Monika lo había salvado y deseaba saberlo. Al dar unos pasos, una voz misteriosa lo llamo, dejando ver a una muñeca.
Muñeca: ¿no vas a ir con ellas?
¿?: ¿Una muñeca...? Supongo que la maldición no desapareció del todo.
Muñeca: Hey. ¿No quieres ir con Aya? ¿No te sentirás solo?
¿?: No puedo estar con ninguna de ellas. Si se enteran que estaba vivo, siento que me harán pagar... Están tratando de salir adelante. Así que no puedo seguir arrastrándolas al pasado. Por lo tanto viviré en un camino distinto al suyo.
Muñeca: Oh, bien. ¿Entonces, será como tú quieras?
¿?: Si, hare lo que quiero.
Muñeca: Hey. ¿Tú crees en el hilo del destino? Si tú, Aya y María están unidos por uno de esos... Entonces ¡podrían volver a encontrarse en algún lugar!
¿?: Es imposible asegurar que eso no suceda, siempre y cuando vivamos en el mismo mundo.
Muñeca: Si vuelven a encontrarse... ¿Qué harás en caso de que Aya hubiese tomado el mismo camino que su padre?
¿?: ¿Qué quieres... decir?
Muñeca: ¿Qué más podría ser? ¿No sabes el dicho? De tal palo, tal astilla.
¿?: Eso es imposible. Ella conocía nuestro sufrimiento más que nadie. Tan solo pensar que podría tomar el mismo camino que él...
Muñeca: En realidad, preguntaba qué harías "si..." ¿Y bien? ¿Qué harías entonces?
¿?: Entonces la detendría.
Muñeca: ¿Acaso podrás detenerla?
¿?: Lo intentaría sin lugar a dudas.
Muñeca: Mmm. Bien, buena suerte. Ooh, me estoy sintiendo un poco cansada... Me iré a dormir... Buenas noooooches...
¿?: Buenas noches...
El chico se alejó ante los ojos de la muñeca y una vez lo perdió de vista dijo: -"Adiós y buena suerte... Dio..."-.
Han pasado ya 4 meses desde que Dio abandono la mansión Drevis, 4 meses en los que ha vagado por todos lados en completa soledad, en el desprecio de las otras personas, no podría decir que pasase hambre, el haber sido uno de los sujetos de prueba experimentales de Alfred Drevis había traído sus ventajas, difícilmente sentía hambre o necesitaba alimento, cosa que era conveniente, su desventaja, el que la herida de su ojo continuaba abierta y palpitante, como las heridas de los otros sujetos de prueba, pero ya se había acostumbrado, de tener de vuelta su ojo se sentiría incómodo. Tras vagar por todos lados, llego a un pequeño pueblo al pie de un monte, un letrero a mitad del camino marcaba las direcciones de la intersección. <- "Pueblo Ebott" | "Monte Ebott" ->. Paso al pueblo para ver si conseguía algo de agua o alimento, ya llevaba varios días sin comer y el hambre comenzaba a dar factura, pero no consiguió mucho, solo una pieza de pan y un poco de agua, comenzaba a hacer frio y nadie ahí quería a un chico tuerto y con una ropa anticuada con manchas de sangre, en sus casas. Al ver que no conseguiría nada en ese pueblo, decidió ir al monte, había un camino marcado que lo llevo a una cueva, ya era de noche y no veía mucho, por lo que termino cayendo en un gran agujero cuando tropezó con una raíz sobresaliente del suelo. Termino impactando contra una cama de flores doradas, se levantó un poco desorientado y miro a su alrededor, al notar que no podía volver atrás decidió seguir adelante y continuar por el único pasillo que había, paso por un portón morado hecho de pilares, al continuar se encontró con una flor con cara que le sonreía, Dio había visto y vivido cosas de lo más raras, que una flor tuviese vida, una cara y le hablara sería lo más normal que pudiera ver.
Flowey: ¡Howdy! Soy Flowey, Flowey la flor.
Dio: Hola.
Flowey: Hey, no pareces muy sorprendido, ¿acaso ya has visto esto?
Dio: En lo absoluto.
Flowey: Bueno... Pues bien, alguien debe mostrarte como son las cosas aquí, creo que ese tendrá que ser mi viejo yo.
Flowey oscureció el cuarto, un corazón color café salió del pecho de Dio.
Flowey: Esta es tú ALMA, la culminación de tu ser, tú alma comienza siendo débil, pero puedes hacerla fuerte si consigues mucho LV, ¿Qué es LV? Nivel ¡pero de AMOR por supuesto! Aquí el AMOR se comparte con estos "Pétalos Amistosos", trata de agarrarlos todos.
Dio: (esto no me da buena espina) -*esquiva las balas*-.
Flowey: Hey, amigo, no has tomado ninguno. Intentémoslo otra vez.
Dio: -*Esquiva nuevamente*-.
Flowey: ¿Es una broma? ¿Eres tonto? VE. HACIA. LAS. ¡¡BALAS!!- pétalos amistosos.
Dio: -*Esquiva nuevamente*-.
Flowey cambio su cara a una maligna, por su parte, Dio pensaba algo como "Lo sabía... En ningún lugar falta un loco que te quiera matar".
Flowey: Parece que sabes lo que está pasando aquí, ¿eh? Y que solo quieres verme sufrir. -*lo rodea de balas*-. MUERE.
Las balas se acercaron a Dio pero nunca lo tocaron, en cambio, una bola de fuego golpeo a Flowey mandándolo a volar fuera del escenario, luego apareció una cabra antropomorfa, acusando a Flowey de ser una creatura terrible por torturar un alma joven e inocente, claro, tan inocente como un científico loco con un fetiche con su hija y las muñecas. La cabra se presentó como Toriel, la guardiana de las ruinas, diciendo que era el primer humano en caer en un tiempo y que lo guiaría por las catacumbas. Pero al ver la venda en su cara y los rastros de sangre en la ropa se preocupó mucho y le pregunto si estaba bien, Dio solo asintió diciendo que ya tenía un tiempo así. Toriel intento creerle pero no estaba segura, aun así, guio a Dio por las ruinas explicándole la temática de los puzzles, a lo que este respondió que ya tenía cierta experiencia con rompecabezas de ese calibre. Hablo con un maniquí y caminaron un poco más hasta llegar a un pasillo muy largo donde Toriel le pidió al rubio llegar hasta el final por su cuenta, Dio no tubo problema y al llegar, Toriel le pidió que esperara ahí porque tenía asuntos que atender, pero si algo le enseño la mansión Drevis a Dio, es que nunca debe quedarse quieto en un lugar desconocido cuando hay un loco suelto que quiere matarte, por lo que continuo encontrándose con unas ranas monstruo llamadas Froggit que le dijeron que si el nombre de un monstruo es amarillo, tuviese piedad. Dio no le vio el lado malo a no tener que pelear, de hecho, le quito un peso de encima, ya no tendría que mancharse las manos como lo hizo cuando le dio el golpe de gracia a Alfred. Continúo avanzando elogiando a los Froggit y confortando a los Whimsun, comiendo el almuerzo de Vegetoid, no metiéndose con los Loox y perdonando y no abrazando a los Moldsmal. Llego hasta una intersección donde fue por la izquierda para encontrarse con Toriel, la cual se sorprendió de verlo sin ninguna herida, al menos no una hecha recientemente. Llevo a Dio a su casa y vio una estrella brillante afuera, vio algunas en el camino pero quería ser precavido y no tocar algo que activase un puzzle que lo comprometiera, pero al ver que ya estaban en la casa de Toriel a salvo decidió inspeccionar esa peculiar estrella, al tocarla escucho un mensaje con la voz de una mujer que decía: -El ver una casita tan pulcra y el saber que tus manos no se mancharan otra vez, te llena de Confianza-. No pasó nada más, por lo que Dio se adentró a la casa y Toriel le presentó a otro niño como de unos 11 años, se llamaba Frisk, estos se vieron y Frisk le saludo pero también se preocupó por la venda de su cara.
Frisk: ¿Estas bien? Tienes una herida en la cara.
Dio: no te preocupes, ya llevo mucho así, no duele.
Frisk: pero... se ve reciente.
Dio: no lo había notado, pero de verdad, no te preocupes, estoy bien.
Toriel: Frisk, mi niño, vengan a comer, ya está listo el pay.
Dio y Frisk fueron al comedor y Toriel les sirvió un trozo de pay de caramelo y canela, después de comer, Toriel le pidió a Frisk que compartiera su cama con Dio por esa noche, Dio se incomodó un poco y pidió que no se preocuparan por eso, que él podía dormir en cualquier lado, pero la cabra y el humano negaron, técnicamente obligaron al rubio a dormir con el niño. Pasaron los días y Frisk continuaba durmiendo con Dio, según Frisk, Dio era muy tibio y fresco por lo que hacía cómodo el dormir con él, aparte de que Dio era muy maduro, era como un hermano mayor.
Cuando Dio vivió en la casa Drevis actuó como hermano de los otros niños que eran sujetos de prueba antes de que muriesen, él era muy decidido por lo que fue el último en dejarse morir, se hizo pasar por cadáver cuando exploto la maldición de Monika, pero siempre quiso darles descanso a los otros sujetos de prueba.
Con los días, Dio veía que Frisk bajaba las escaleras de la entrada y se iba, pero él sabía que Frisk ya llevaba tiempo en el subsuelo y podía cuidarse solo, pero se preocupaba cuando llegaba más tarde de lo usual. Por su parte, Toriel fue a hablar con el rubio en su cuarto, Toriel se había vuelto su maestra y le daba educación, por lo que vio a Dio haciendo su tarea en el cuarto de los niños.
Toriel: Dio.
Dio: Toriel, no la vi entrar.
Toriel: dime una cosa, ¿Por qué no has buscado la manera de irte?
Dio: ¿acaso quiere que me vaya?
Toriel: ¡No! Por supuesto que no. Es solo que... todos los niños que han caído aquí, hasta Frisk, buscaron la forma de volver a la superficie, aunque Frisk decidiera quedarse, él también lo hizo en su momento. Solo me sorprende que tu no.
Dio: bueno, no veo porque hacerlo, estoy en un lugar agradable ahora.
Toriel: allá arriba ¿no era agradable para ti?
Dio: No todo es malo arriba, pero si hubo cosas desagradables, cualquiera tiene malos días.
Toriel: ya veo.
Dio: ya termine, ¿podría revisar?
Toriel sonrió y reviso la tarea del rubio. Pasaron los días y Frisk comenzó a notar a Dio un poco incómodo, fue al cuarto para buscar un dibujo que le había hecho a Sans y a Papyrus para dárselos en la tarde pero había algo raro, la puerta estaba entreabierta y se escuchaba como movían las cosas, se asomó levemente y se encontró con Dio buscando algo debajo del closet, cuando lo encontró, saco una caja de cartón extraña, la abrió y vio varias vendas, una botella pequeña y el borde de un marco de fotos, el rubio temblaba y sudaba, tomo las vendas y el frasco con un líquido morado, como si fuese algún brebaje de un juego de química, lo miro un segundo y lo apretó al tiempo en que fruncía el ceño levemente, cerro la caja y se dirigió a la puerta, Frisk se alejó antes de que lo viese, Dio miro a los lados y se fue al baño, el castaño pudo notar que el vendaje de Dio estaba manchado de sangre, lo cual era extraño puesto que desde que había llegado, su herida era más que limpia, además de que con el tiempo que llevaba el rubio en las ruinas la herida ya debía estar casi sanada, no había razones para se abriera.
Por su parte, Dio estaba en el baño frente al espejo, se quitó las vendas manchadas y se miró al espejo, vio su quemadura y la cuenca vacía de su ojo, aquella herida que cubría un tercio de su pálido rostro, estaba escurriendo un poco de sangre desde el orificio. Hacia un rato estaba teniendo una siesta porque se sentía mareado, había soñado con Monika y cuando se despidió de Aya con un beso, sintió un poco de vergüenza puesto que Aya era una niña linda, de haberla conocido en otras circunstancias posiblemente se habría enamorado, no era de extrañar, a pesar de todo siempre deseo el bien para la hija de su salvadora, todo iba bien, buenos recuerdos y sensaciones gratas en su alma, pero... no todo era miel sobre hojuelas... sus sueños comenzaron a lastimarlo, una pesadilla había comenzado, una pesadilla demasiado real, más bien era el recuerdo de sus experiencias como sujeto de prueba de Alfred, las inyecciones experimentales, los líquidos raros que tenía que beber, el momento en que le quemaron el ojo, por error Alfred le tiro una solución corrosiva en el ojo en vez de una anestesia y su ojo y su rostro se quemaron. Esas pesadillas lo hicieron despertar de forma abrupta y de tan real que fue la experiencia, su ojo comenzaba a sangrar mientras su ojo sano lloraba, era como si su cuenca llorase lágrimas de sangre del dolor. Al sentir su vendaje manchado lo toco y confirmo que era sangre, se sorprendió y rápidamente busco debajo del closet una caja que había escondido, ahí guardaba sus vendajes limpios por cualquier cosa, una foto de Monika, la que estaba en la habitación de Aya concretamente, y un frasco con una medicina extraña que le había dado Ogre, el demonio de los ojos rojos, al tomar el frasco frunció el ceño, no quería tener que usar algo proveniente de él, pero esa medicina evitaría que su sangrado continuase, ya no podía fingir que estaba muerto, ya no estaba en la mansión Drevis, ya no estaba la maldición de Monika, ya no era nada de eso, ahora solo era un niño en un mundo lleno de monstruos, nadie sabía por lo que paso, nadie podía imaginar que pudiese fingir ser un cadáver más en esa mazmorra, nadie sabía nada... y nadie necesitaba saberlo... no era necesario.
Uso un poco de agua para limpiar la sangre de su cara y se secó con una toalla de manos, se colocó una pequeña porción de la medicina en la mano y la unto por dentro de la cuenca con cuidado, soltó un gemido de dolor pues esa medicina escocía mucho, aguanto el dolor y continuo esparciendo por todos lados, al acabar se limpió la mano y se colocó la venda limpia en su rostro, tratando de cubrir lo más posible de su quemadura, se miró al espejo otra vez y suspiro aliviado, ya no había dolor ni ardor, ni sangre. Salió del baño y fue de nuevo a la habitación, guardo la medicina y el vendaje sobrante en la caja y se sentó en la cama para leer el libro "El extraño de ojos rojos", era curioso, Aya también tenía una copia de ese libro, pero antes de abrirlo, Frisk entro al cuarto ignorando lo que vio antes.
Frisk: Dio.
Dio: ¿Qué ocurre?
Frisk: he estado pensando y quiero que conozcas a mis amigos, quedamos de vernos todos hoy.
Dio: ¿de verdad?
Frisk: si, no sales de aquí para nada, pensé que sería bueno.
Dio: no estoy muy seguro de que sea buena idea, soy un poco aburrido. (su expresión tenía esa sonrisilla leve típica de él)
Frisk: y lo dices sonriendo. Anda, vamos. Piensa que podrás cuidarme para que no me meta en líos.
Dio: ¿entonces me dices que eres un lioso? Creo que tendré que cuidarte mucho.
Frisk: no soy lioso. ¿Y bien, iras?
Dio: cuando pones esa cara... es imposible decirte que no.
Frisk dio saltitos de alegría (válgame la redundancia (Frisk significa dar saltitos o jugetear)) y tomo la mano de Dio para ir con Toriel y decirle que saldrían, curiosamente, Toriel había practicado nuevas recetas y esta vez había hecho mini tartas de manzana con caramelo y de crema con cereza, las había metido en una canasta para que estuvieran calientes, cuando Frisk le dijo que irían con Sans, mamá cabra les dio la canasta y les pidió que se la llevaran a Sans y a los otros para que las probaran, los niños aceptaron y bajaron las escaleras para pasar por un pasillo un tanto largo, luego llegaron a una gran puerta, la salida de las ruinas, la pasaron y llegaron a un lugar cubierto de nieve o como Dio pensaba en ese momento "un manto blanco", el rubio tomo un poco entre su mano y se volvió liquida en unos segundos, sonrió y luego camino siguiendo a Frisk. En la zona donde Dio vivía antes de ir a la mansión Drevis casi no nevaba, y una vez en la mansión no salía, por lo que ver todo eso cubierto de nieve le era nuevo, pero no era un niño pequeño como para ponerse a jugar, caminaron y se deslizaron por el hielo de un puzzle y mucha nieve hasta llegar a un pueblo llamado Snowdin, caminaron y los monstruos no parecían notar la diferencia entre ellos y un humano, lo que hacía a Dio sentirse bien, no le gustaba la idea de que todos lo miraran de forma rara. Iban muy tranquilos hasta que Frisk hablo.
Frisk: no había notado que traes un suéter.
Dio: Toriel lo hizo, no podría usar tu ropa, eres muy pequeño.
Frisk: ¡oye!
¿?: ¡HEY! ¡POR AQUÍ NIÑO!
Frisk y Dio voltearon y vieron a varios monstruos saludando con las manos para que los notasen, Frisk no dudo en correr hacia ellos mientras el rubio lo veía con una pequeña sonrisa como diciendo "nunca cambiara" y luego lo siguió con pasos lentos.
Sans vio a Frisk llegar y lo llamo, este llego corriendo y Papyrus lo abrazo y cargo gritando "¡EL HUMANO LLEGO NYEHEHE!", al igual que Undyne decía "¡¡¡¡GNAAAAAHHHHHH!!!! ¡¡¡¡YA ERA HORA PILTRAFA!!!!". Todos estaban felices, luego llego Dio a su lado y Frisk lo presento como "Su nuevo hermano mayor", todos lo saludaron pero Dio noto algo extraño, sintió una mirada penetrante, una mirada de odio y con mucho deseo de matar como la que había visto en Alfred cuando persiguió a Aya con la motosierra, al mirar a su lado vio a Sans con sus ojos ennegrecidos. Trato de saludarlo pero el esqueleto le dio la mano y le susurro: "Si lastimas a mi hermano... pasaras un mal rato". A lo que Dio le restó importancia, pero internamente sabía que Sans sospechaba que no era trigo limpio, pero él no tenía intención de matar alguien del subsuelo, por lo que no tenía nada que temer, ya lo dice el dicho "El que nada debe, nada teme". Pero no paso que Alphys notara que tenía la cara vendada.
Alphys: ¡Oh por Dios, t-tú estás herido!
Dio: no es nada, ya tiene tiempo.
Undyne: ¡Pero eso es reciente!
Dio: lo mismo dijo Frisk cuando lo conocí.
Alphys: p-pero...
Dio: de verdad, no le den importancia.
Frisk: bueno, cambiando de tema, mamá hizo mini tartas para todos, comamos.
Dio/Sans: te encanta comer ¿verdad?
Ambos se miraron, Dio un poco incómodo y Sans con molestia, pero claro, el esqueleto detestaba la simple idea de coincidir con el rubio, miro su L.O.V.E. estaba en nivel 15, más que suficiente para matar a Mettaton Neo, en ese punto era más que suficiente para una ruta genocida, si es que no la había hecho ya.
A partir de ese día, Dio acompañaba a Frisk de vez en cuando con Sans y Papyrus, pero el comediante no era muy amable con el rubio, así que con Papyrus los encerraron en su casa para que hablaran, pero Sans solo lo miraba con acusación.
Sans: ¿Qué estas planeando niño?
Dio: ¿hum?
Sans: no finjas, tu nivel de A.M.O.R. está en 15, es más que suficiente para matar a casi todos en el subsuelo.
Dio: ¿A.M.O.R.?
Sans: Amenaza de Mortandad. Si la tienes es porque has matado a alguien.
Dio: eso... si piensas que deseo hacerles daño, te equivocas, fue coincidencia que callera aquí, uno simplemente desea descansar, eso es todo.
Sans: dame una razón para creerte.
Dio: cuando uno ha vivido mucho tiempo en un mundo en el que es Matar o Morir, simplemente deseas que todo acabe, nunca quise hacer daño, pero era eso o dejar que un inocente más sufriera por mi ineptitud.
Sans: cuenta.
Dio: había una mansión, ahí vivía un doctor con su esposa, su hija y su asistente, ese doctor experimentaba con personas para convertirlas en muñecas, la madre falleció y la hija amaba demasiado a su padre como para delatarlo, vi morir a muchos niños y personas que considere mi familia, en un momento ocurrieron ciertas circunstancias y el padre intento matar a su hija para volverla la más hermosa de sus muñecas, no podía permitirlo, cuando ataco a la asistente y a su hija con una motosierra... no me quedo de otra y lo golpee en la cabeza matándolo.
Sans: ...
Dio: sé que no me creerás, no es necesario, solo yo sé lo que paso ahí. Sé que no toda la gente es como ese doctor, pero es realmente agradable estar aquí, sin tener que pelear, además no hay alguien que me esté esperando, esa niña, Aya, piensa que estoy muerto... y... será mejor que continúe así, no soy nadie para arrastrarla a un pasado como ese.
Sans: ... ¿Frisk... sabe de esto?
Dio: no lo creo conveniente, no es como si quisiera causar lastima.
Sans: supongo que también te lastimaste el ojo en esa mansión.
Dio: si, fue un accidente.
Sans: wow. Tal parece que estar en esa casa te costó... un ojo de la cara.
Dio: je... creo que no había tenido la oportunidad de escuchar tus hilarantes chistes.
Después eso, el esqueleto y el rubio eran más amables, no eran los mejores amigos del mundo, pero al menos se llevaban bien, eso le fue muy gratificante a Frisk y Papyrus, pero a pesar de todo, Sans no confiaba del todo en Dio, no podía decir que el niño mintiera pero tampoco podía asegurar que dijera la verdad. Nadie pensaría que descubrirían la verdad de una manera tan... horrible como se vio obligado Dio.
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