[S e o k j i n]

Jodido.

—Tienes dos meses Jin —Estaba pasmado mientras leía con detenimiento aquella hoja con el escrito mientras escuchaba a mi jefa. —, de lo contrario puedes perderlo todo.

     Eso me pasa por abrir mi bocota, ¡siempre mi bocota! Ahora no sólo tenía asignado a Namjoon como paciente, sino que ahora yo tendría que dar la cara por él de cierta manera. Tengo dos meses, exactamente sesenta días para hacer que uno de los rebeldes más buscados hable de todo lo que sabe, sueñe o piense ¡Joder que soy médico no psicólogo! Necesitaría un milagro para que me contara como murió su primer perro siquiera.

     No me preocuparía tanto si fuera un siemple rebelde pero ahora mi clasificación como una "persona sana y de bien" está en juego. Me entregaron un par de micrófonos para grabar dentro de la celda cuando estuviera interrogandole, no sabía que hacer a partir de ahora.

****

—Entonces eres algo así como mi guardián.

—No, no confundas las cosas Namjoon, soy más como un verdugo.

—Uy, aún mejor, ¿vas a atarme a la cama o...

—¡Mi trasero esta en juego por culpa tuya! —Pero cada palabra que salía de mi boca a Namjoon parecía divertirle, es mas, nunca le había visto reírse antes.

—¿Te gusta apostar el trasero, Jin?

     Y en ese momento el color rojo invadió mi rostro, todo lo que me había costado construir tendía de un hilo y el responsable sólo se dedicaba a reírse.

—Vale, quisiera ayudarte a salvar tu trasero pero lamentablemente ni muerto diría una sola palabra.

—Tengo maneras de hacerte hablar. —Hablé tratando de sonar convincente hasta para mi mismo cuando ciertamente no sabía ni como iba a lograrlo.

—Vaya, estoy ansioso.

     Esa noche regrese a casa más cansado y derrotado de lo usual, compre una comida rápida y me dirigí a mi casa. Al llegar me encontré con el pequeño Kim Taehyung babeando sobre la mesa de noche con una montaña de libros al rededor, la imagen era conmovedora pues lo había visto dormir así por mucho tiempo, estaba creciendo bien, ya era un hombre hecho y derecho.

¿Verdad?

     Me acerque a él con la intención de despertarle para que pudiera comer algo, sin embargo, antes de siquiera tocarlo comenzó a apretar los ojos con fuerza.

—¡Dejame en paz!

    Me exalte ante ese grito y de repente tenía a un Taehyung jadeando con fuerza en la sala, con una expresión que decía pánico en todos lados.

—Tae, ¿Estás bien? —Su mirada se dirigió a mí y asintió de inmediato. Últimamente su comportamiento había sido distinto al usal, Taehyung fue un chico muy hiperactivo de pequeño y risueño, alguien amable, cariñoso e inocente que querías meterlo a una caja fuera y no dejar que nada la pasara, pero ahora... Ahora era un muchacho cohibido, serio y de cierta manera esos ojos que veían con ternura, ahora reflejaban tristeza.

—Uh hyung, sólo estoy cansado. Perdón si te asusté.

—Esta bien no te preocupes, ¿quieres cenar algo?

     La noche transcurría tranquila con nosotros dos comiendo mientras la televisión hacía un eco para llenar el espacio muerto de profundo silencio, realmente no había nada interesante en la TV, la mayoría de los canales eran noticieros y muchas de las veces estaban bloqueados.

—Tae —Le llame y éste me miró aún con un trozo de carne en la boca. —Ya casi comienzas tus practicas, ¿por qué no vas al hospital donde trabajo?

—Ja! ¿Esa jaula para locos?

—Ya, sólo ahí podrás probarme que sabes atender heridas por arma de fuego. —Taehyung lo tomó como un completo chiste.—Además, necesito ayuda ya que ahora tengo a alguien asignado, no tengo tiempo para todos los pacientes.

—Vale no pierdo nada con intentar. —Encogió los hombros y continuó llenándose la boca con comida.

     Pronto la televisión pasó a formar parte del primer plano con aquella voz fastidiosa informando acerca de los rebeldes, todos los días era lo mismo.

"Se busca rebelde, se hace llamar Gloss, se ofrece recompensa".

—Woa... ¿No es gracioso hasta cierto punto Tae? —Le di un codazo y le hice mirar la TV —Es como un trueque, les das dos rebeldes y tienes derecho a salir del país por una semana, hahaha.

     Pero Taehyung no se rió ni una pizca, al contrario estaba cabizbajo y callado, ¿Dije algo malo? Su mirada se pego al televisor atento y podía sentir desde mi lugar cierta incomodidad, como si tuviera la necesidad de desquitarse con alguien, como si buscará venganza, ¿por qué? ¿Contra quién?

Sigues siendo mi Taehyungie...

¿Verdad?

    
***

     Al cabo de una semana y después de muchos trámites para que Taehyung pudiera presentarse a practicar, no tuvimos muchos inconvenientes y fue aceptado en mi lugar de trabajo. Ahora tenía al chico de pestañas largas vistiendo su uniforme blanco y siguiendome cauteloso por los pasillos.

—Te mostraré el orden para atender a los pacientes así como también deberás leer sus expedientes —Taehyung observaba con atención cada detalle del hospital, mientras más nos adentramos, más nervioso se ponía el muchacho. —, si no te sientes seguro con un paciente rebelde presiona esto.

     Le entregue aquella alarma que todo el personal de salud debíamos traer con nosotros en todo momento y éste le miró con diversión.

—¿Esto va a salvarme de ser asesinado? —Preguntó incrédulo.

—No han asesinado a nadie aquí desde hace cinco años.

—Siempre hay una primera vez supongo.

—¡Aquí es!

     Nos detuvimos frente aquella puerta enorme de color griseaseo, ingrese la clave de apertura así como también la credencial de Taehyung para que pudiese reconocerlo. Una vez la puerta se abrió Taehyung abrió los ojos de sobre manera y cada uno de los trabajadores posó su mirada sobre él, se presentó con todos y cada uno para que no tuviera problemas.

     Taehyung iba a estar a cargo por el momento del paciente más "tranquilo" y no precisamente porque fuera bueno, sino que ya llevaba un buen tiempo aquí dentro.

—¡Seok Jin! —Me gritaron haciendo que me sobresaltara, ahg, no tú de nuevo. —La jefa te esta buscando para que le entregues tu reporte y pongas a trabajar al nuevo.

—Bien, yo te dejo solo a partir de aquí, si necesitas ayuda puedes recurrir a cualquier persona. —Le di una palmada a Taehyung en el hombro y luego me giré hacia Justin. —Los presento, Taehyung, el es Justin de seguridad, Justin él es Taehyung, estará prácticando a partir de hoy.

     Justin no era precisamente el señor emociones o sentimientos, pero en ese momento miró a Taehyung con una expresión como cuando le rompen el corazón a alguien.